Anti-igualitarismo

El anti-igualitarismo es una postura que se opone al igualitarismo (no jurídico) y sostiene que cada persona debe ser tratada de acuerdo a sus capacidades, habilidades y diferencias. A diferencia del igualitarismo, que niega la complejidad, las contradicciones y diferencias inherentes de la Naturaleza, esta doctrina permite una correcta evolución de la especie humana, ya que no interrumpe el proceso de selección natural.

Para el antigualitarismo, el igualitarismo es un atentado a la libertad que impide a la persona surgir y destacar y la reduce a una masa mediocre que se ve impedida al encuentro de sus aspiraciones naturales de excelencia. De esta manera se debe conformar una sociedad que cumple con un objetivo meritocrático para que cada persona obtenga el lugar que merece.

Se han presentado otros puntos de vista anti-igualitarias, entre otros en el debate sobre la distribución de los ingresos. Por el contrario, John Rawls ha argumentado que el bienestar de una sociedad depende del bienestar de la peor situación individual porque la sociedad es mejor si uno mejora el bienestar de los demás.

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