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Carmen Tronchoni
Biografía
Carmen Tronchoni Soria era media hermana de Santiago Tronchoni Micó, un dirigente anarquista valenciano.
Siendo muy joven ingresó a la Delegación de Trabajo, donde se desempeñó como telefonista.
Cuando comenzó la Cruzada de Liberación Nacional sintió simpatía por los sublevados. Ello la llevó a colaborar con la rama local del Auxilio Azul. Hizo espionaje en el bar Vodka, que era el principal punto de encuentro de periodistas, brigadistas internacionales, intelectuales y otros personajes similares.
Aunque no está confirmado, es probable que fuese miembro de la Sección Femenina de la FE de las JONS.
En 1937 fue convocada para asistir a tres hombres que querían abandonar el territorio controlado por el Bando Republicano para ingresar al territorio controlado por el Bando Nacional. Se trataba de los militares José Bielza Laguna y Carlos García Bravo, y de un joven falangista de nombre Manuel González Romero. Los tres individuos residían en Madrid y, tras mucho intentarlo, habían logrado abandonar la ciudad para entrar en Valencia, refugiándose en la sede del Consulado de Panamá.
La misión de Tronchoni consistía en viajar a Barcelona, conseguir documentos falsos para los patriotas y ayudarlos luego a dejar Valencia. Para ello la mujer se puso en contacto con una amiga cuyo marido era un policía barcelonés adepto a la causa nacional. Él la remitió a dos sujetos que estaban en el negocio de la falsificación de documentos, quienes le aseguraron que podían ayudarla. Lo que no sabía Tronchoni era que el policía era un doble agente y que los falsificadores eran hombres del Servicio de Información Militar. En consecuencia hizo los preparativos para la huida sin saber que estaba siendo guiada a una trampa.
Al retornar a Valencia logró que los tres hombres a los que debía ayudar se refugiasen en su casa. Desde allí se subieron a una patrulla policial -facilitada por el oficial que fingía ser nacionalista- y viajaron a la Ciudad Condal. Los cuatro se instalaron en un hotel a la espera de que les acercasen los documentos que necesitaban para poder emprender viaje fuera de la zona republicana.
Después de una semana sin novedades, se vieron obligados a cambiar de hospedaje por uno más económico. Al llegar a su nuevo lugar de alojamiento fueron finalmente detenidos por los rojos. Era fines de noviembre de 1937. El cuarteto fue sometido luego a un juicio que concluyó con la condena a muerte de los dos oficiales y de la joven Tronchoni, acusados los tres de haber traicionado a la patria (a González Romero lo sentenciaron a 30 años de reclusión).
El padre de la joven telefonista intentó conseguir el indulto para su hija, incluso solicitándoselo a su hijo -que para la época se había convertido en un militar activo en el frente de guerra-, pero el sujeto optó por no intervenir.
Tronchoni Soria, Bielza Laguna y García Bravo fueron fusilados en el Cementerio de Montjuic la mañana del 29 de marzo de 1938. La mujer permaneció enterrada allí hasta 1959, año en que sus restos mortales fueron trasladados al Valle de los Caídos.
