Cazador de Aventuras

El cazador

"El Cazador de Aventuras" (el cazador de aventuras) es un cómic argentino que se publicó de 1992 a 2001. De tono irreverente y transgresor, es famoso por haber iniciado una nueva era de cómics para adultos en la Argentina. Fue escrito y dibujado por Ariel Olivetti, Jorge Lucas (creador del personaje), Mauro Cascioli y Claudio Ramírez. Estos cuatro dibujantes tuvieron como una fuerte influencia las ilustraciones de Simon Bisley, creador de Sláine.

El primer número de "El Cazador de Aventuras" salió en octubre de 1992. Se trataba de un personaje que se asemejaba a un superhéroe, grotesco y bruto. Los primeros siete números fueron en blanco y negro, pero en 1995 decidieron ponerle color y la revista tuvo su mejor época hasta 1999. El cazador vuelve en noviembre de 2000 editada por Mauro Cascioli. Sin muchos cambios, con cuidado aspecto gráfico y mayor formato, las historias siguen el mismo tono de la etapa anterior hasta su último número el 22 de diciembre de 2001.

La historia de El Cazador

Los orígenes del Cazador se remontan a 1530 cuando, siendo un simple mortal hijo de un alemán que sirvió en los ejércitos de Vlad el Empalador y una indígena de América, llega al Río de la Plata en una expedición junto a Juan Díaz de Solís en busca de tesoros. Después de ocasionar una serie de disturbios en los fortines es desterrado junto a una banda de rebeldes acusados de canibalismo y adquiere el nombre de "El Cazador de Almas". Durante semanas se dedica a destruir y saquear las aldeas vecinas para sobrevivir, al mismo tiempo que tortura despiadadamente a los indígenas que se cruzan en su camino. Sus correrías llegan a su fin cuando cae prisionero de una tribu de chamanes que sellan en su frente la cruz invertida (la cruz cristiana que tanto defendió) y le conceden lo que consideran el mayor castigo para un ser vivo: La Inmortalidad. El Cazador escapa y se arroja de un acantilado para huir de los demonios que lo atormentan solo para descubrir que no ha muerto al caer desde semejante altura. A partir de este momento el Cazador morirá muchas veces frente a enemigos que lo superan pero resucitará un par de horas después.

Con los años el Cazador se llegará a tomar como residencia una iglesia abandonada en las afueras de Buenos Aires. Antes de ello puede decirse de su vida que viajó por todo el mundo y combatió en distintas guerras (Primera y Segunda Guerra Mundial, en Corea, en Irak, en las Malvinas). Una vez que comienzan sus aventuras en el cómics se enfrenta a distintos personajes ficticios como El Hombre Lobo, Drácula, Extraterrestres y toda clase de demonios. Entre los demonios sus principales enemigos son Balrog y Melkor, señor de la oscuridad que fue desterrado de su reino y busca apoderarse de la tierra de vez en cuando, ambos juraron destruir al Cazador en los primeros números del comics. Además se ha podido observar que en algunos episodios han participado personajes famosos de la historieta argentina como Hijitus, Patoruzú, Isidoro, Sherlock Time, Nippur de Lagash y Gilgamesh el inmortal. Entre los personajes reales que han aparecido en el cómics pueden destacarse Maradona (el mejor amigo del Cazador), Fidel Castro, el Ex Presidente Menem, Susana Gimenez y Mike Tyson. Por último hay que mencionar la fuerte presencia de los mitos germánicos y griegos en algunos episodios. Son los casos en que ayuda a Lugh, padre del héroe irlandés Cuchulain, a vencer a Melkor o cuando ayuda Hércules y a Thor a recuperar el trono de los dioses.

El Cazador ha surguido como una oposición al cómic norteamericano y al animé japonés, caracterizados por sus estereotipados personajes, defensores de la justicia, pulcros y de buen aspecto. De ahí que en algunos números se enfrente a personajes del mercado estadounidense como Superman y a personajes del anime como son los de Dragon Ball. Lo que diferencia al Cazador de esta clase de personajes es que a él no le interesa ser heroe, no le importa salvar a nadie, hace lo que quiere, se desquita con quien quiere. Ya sea con el chofer de colectivo que no le da las monedas del vuelto, con lo borrachos que le tiran mala onda, con los funcionarios corruptos, con los cobradores de impuestos o todo aquel que venga a causar alborotó al lugar donde vive. Al Cazador le gustan la cerveza, las mujeres y mirar jugar a Racing Club (club tradicional del fútbol argentino, famoso por su pésima suerte). En suma puede decirse que más que un héroe argentino es un anti-héroe que por causa de combatir todo aquello que agobia el día a día de los argentinos se ha convertido en un personaje admirado y seguido por infinidad de lectores.