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Custodio Ballester
Biografía
Ballester ingresó en el Seminario Conciliar de Barcelona a sus 25 años, luego de que terminara de madurar su vocación. Antes de ello había intentado convertirse sucesivamente en educador, militar y comerciante, pero nada de ello lo conformó. Fue ordenado sacerdote católico en 1997 gracias al aliento del Cardenal Ricardo María Carlés.
Trabajó en varias parroquias hasta que en el año 2001 fue designado titular de la Parroquia Inmaculada Concepción de la ciudad de Hospitalet de Llobregat. Allí desarrolló su ministerio, ganando el aprecio de sus feligreses.
Defensor a ultranzas de la causa pro-vida (es, de hecho, coordinador del movimiento Sacerdotes por la Vida), en 2011 se enteró de que en varios hospitales catalanes financiados por el Arzobispado de Barcelona, por el Obispado de Tarrassa y por el Obispado de San Felipe de Llobregat se realizaban abortos, eutanasias y otros tipos de atentados contra la dignidad humana. A raíz de ello comenzó a organizar manifestaciones para denunciar la situación, lo que lógicamente lo llevó a confrontar contra sus superiores.
De todos modos fue mucho peor la reacción de los izquierdistas de Cataluña al ver que el Padre Ballester comenzaba a ganar fama en la región. No tardaron en lincharlo mediáticamente y perseguirlo judicialmente por decir cosas obvias como que la homosexualidad es un pecado gravísimo y que la progresiva islamización de Europa resulta un problema para el futuro del cristianismo. Sin embargo la definitiva descalificación a su apostolado por parte de sus enemigos provino del hecho de que el sacerdote invitó a su parroquia a los miembros de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios para realizar allí su famosa procesión del Cristo de la Buena Muerte, además de celebrar misa en memoria de los difuntos de la División Azul. Ello enfureció a los independentistas catalanes, que se escandalizaron de que el Padre Ballester no fuera antiespañol como ellos, y motivó que la alcadesa socialista Núria Marín Martínez exigiera la expulsión del sacerdote de Hospitalet de Llobregat.
En 2017 su obispo lo instó a entrar en un periodo sabático para que completara su tesis doctoral en teología, sugiriéndole que recibiese una beca para asistir al prestigioso Instituto Bíblico de Jerusalén; empero el Padre Ballester decidió radicarse en Benicarló, donde siguió predicando la verdad. A fines de 2020 expuso su caso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, denunciando que la Justicia de su país quería quitarle su derecho a la libertad de expresión y condenarlo arbitrariamente por incitación al odio como modo de amordazarlo públicamente.
En la actualidad el sacerdote se desempeña como vicario en la Parroquia de San Sebastián de la ciudad de Badalona. Ocasionalmente participa como contertulio del programa web La Sacristía de La Vendée y escribe artículos para diversos portales en línea.
