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Discurso
El discurso es un acto comunicativo que acontece en una situación social[1]. Los discursos pueden ser clasificados por su naturaleza (ideológica, política, profesional…), función (informativa, persuasiva, entretenimiento…), estilo (formal, coloquial…), etc., existiendo muchos tipos.
Lucha discursiva
Es la contraposición de discursos distintos, pero de la misma naturaleza, con el objetivo mutuo e inmediato de vencer al discurso adversario. Al hablar aquí de la lucha discursiva nos vamos a ocupar preferentemente de la que tiene lugar entre distintos discursos que pertenecen todos a la categoría común del discurso sociopolítico (discursos de naturaleza sociopolítica). Además, hay que tener muy presente que la lucha discursiva es el modo de lucha preferido de otros dos tipos de lucha, la ideológica y la política, y que, por lo tanto, la victoria en la lucha discursiva tiene un significado que trasciende ampliamente el puro escenario discursivo, siendo así esta victoria capaz incluso de transformar culturalmente una sociedad en el sentido deseado por los vencedores.
Discurso e ideología
La ideología se actualiza mediante la práctica ideológica, una de cuyas formas es el discurso[2]. La ideología utiliza al discurso (pero no se reduce a él, pues también se manifiesta en otras prácticas sociales). Mediante el discurso, la ideología se hace presente, se aprende, se transmite y, en ocasiones, evoluciona; también mediante el discurso una ideología combate a otra (lucha discursiva). Mediante el discurso, la ideología genera ciertas actitudes y estados de ánimo en los receptores del discurso, actitudes y estados de ánimo que, tendencialmente, serán similares al de la persona que elaboró el discurso transmitido. Lo cual no significa que el discurso sea siempre transparente y que las personas, al hablar o escribir, no escondan, en ocasiones y en función del contexto (por ejemplo en un contexto exogrupal, distinto de otro endogrupal, o incluso mixto), o de los objetivos del momento, y determinado también por su grado de conciencia ideológica, determinados aspectos de su ideología cuando producen un discurso. El discurso, no obstante, es importantísimo para la ideología, pues es fundamentalmente por medio de él, en su forma hablada y en su forma escrita, como los individuos adquieren una ideología determinada. Esto tampoco significa que exista un determinismo absoluto del discurso (a una ideología un discurso), pues intervienen también elementos tales como cierta independencia infraestructural del discurso (no todas las estructuras discursivas son ideológicas y ninguna estructura tiene sólo funciones ideológicas), así como los mencionados contextos en el que tiene lugar el discurso y estrategia del momento.
