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Fuerza Republicana
Origen
La historia de FR está estrechamente vinculada a la familia Bussi. En 1987 el abogado Exequiel Ávila Gallo convenció a Antonio Domingo Bussi para que fuese el candidato a gobernador de Tucumán por el partido Defensa Provincial-Bandera Blanca. Bussi, un militar retirado, era muy respetado en el distrito por haber sido comandante del Operativo Independencia entre fines de 1975 y principios de 1976, y gobernador de la provincia entre principios de 1976 y fines de 1977. Por ese motivo obtuvo el 18% del apoyo popular casi sin hacer campaña.
El buen resultado alentó a Bussi a alejarse de Ávila Gallo y crear su propio partido. Así, el 1 de julio de 1988, nació Fuerza Republicana, cuya sede central estaba en la provincia de Tucumán pero que rápidamente se expandió hacia otras latitudes. El partido pretendía vindicar el ideario del Proceso de Reorganización Nacional, mostrándose como alternativa entre el Partido Justicialista y la Unión Cívica Radical.
Historia
FR se estrenó en las urnas en 1989, haciendo una estupenda elección en Tucumán donde ganó dos de las cuatro bancas para diputados nacionales en juego y obtuvo la mayoría de los convencionales constituyentes. Sin embargo no corrió igual suerte en los demás distritos. Ese mismo año Antonio Domingo Bussi fue candidato a presidente de la república, acompañado por Antonio Álvarez. Bussi sabía que no tenía chances de ganar, pero de todos modos consiguió enviar a siete representantes suyos al colegio electoral (6 por Tucumán y 1 por Jujuy), especulando con la posibilidad de negociar esos votos en caso de tener la oportunidad.
El país vio el crecimiento de FR durante el primer lustro de la década 1990. El Movimiento de Convergencia Provincial de Santiago del Estero y el Partido de la Autonomía y la Soberanía de Mendoza se fusionaron a FR, al mismo tiempo que viejos dirigentes políticos conservadores como Ricardo Balestra y Julio César Seleme se sumaban a las filas del partido, acompañados por muchas personalidades que habían sido funcionarios estatales en periodos de dictadura como Rafael Bulacio, Alfredo Guido Linares, Élida Pasqualini de Acosta, Julio José Zanatelli y Juan Rafael Llerena Amadeo. También un sector disidente del partido liberal Unión de Centro Democrático encabezado por Pedro Benegas se incorporó a la estructura de FR, disconformes con la idea de tener que actuar como aliados del presidente Carlos Menem.
Sin embargo el movimiento bussista también experimentó escisiones, como la de Carlos Luconi -que en 1991 creó la Nueva Derecha- o la de Horacio Ibarreche -que en 1993 creó el Nuevo Partido.
En la Convención Constituyente de 1994 el partido estuvo presente con siete delegados, incluyendo a Hugo Marcone y Horacio Conesa Mones Ruiz.
Bussi pudo por fin ser consagrado gobernador de Tucumán en 1995, luego de haber quedado segundo en la elección de 1991. Por esa época FR era parte de una iniciativa nacional que reunía a partidos centristas y conservadores que se oponian a las politicas impulsadas por el menemismo, por lo que se creía que Bussi trataría de mostrarse como una alternativa al presidente (de hecho FR había presentado la fórmula Fernando López de Zavalía-Pedro Benejam, dos figuras críticas de Menem que habían obtenido el 0,37% de los votos). De todos modos el gobernador tucumano terminó por defraudar a sus seguidores al mostrarse alineado con la presidencia, lo que alentó las deserciones en el partido.
A fines de 1997 dirigentes de FR fueron contactados por Aldo Rico, quien les propuso conformar el Frente Nacionalista Republicano junto al Movimiento por la Dignidad y la Independencia, el Partido Popular de la Reconstrucción y el Partido Nacionalista Constitucional para unir energías frente al avance de la centroizquierda. Sin embargo el proyecto no prosperó.
En 1999 el gobernador Antonio Domingo Bussi trató de que su hijo Ricardo Bussi heredara su cargo, pero -tras unas elecciones sospechadas de fraudulentas- el PJ terminó por arrebatarles el control de Tucumán.
Unos meses antes de que se concretasen las elecciones de 2003, los Bussi se sumaron a una convocatoria que involucraba también al Partido Demócrata de Mendoza, al Movimiento Popular Neuquino y al Partido Unidad Federalista para sumar a otras fuerzas provinciales y auspiciar una candidatura presidencial conservadora y regionalista, pero finalmente el plan quedó trunco.
A partir de allí FR entró en declive, perdiendo su registro oficial en todas las provincias excepto en Tucumán, donde se mantuvo con vida como un movimiento independiente, teniendo en algunas ocasiones mucho protagonismo político y siendo casi ignorado en otras.
Ricardo Bussi continúa siendo en la actualidad el máximo referente de una agrupación cuyos miembros suelen migrar al Partido Justicialista o a la Propuesta Republicana una vez electos.
