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Informe de Iron Mountain
Aunque el libro fue presentado como una filtración de un documento secreto encargado por el gobierno de los EEUU a un grupo de analistas pertenecientes al Instituto Hudson, se ha dudado de su autenticidad y se le ha atribuido su autoría a un grupo de intelectuales izquierdistas liderados por el economista John Kenneth Galbraith, un hombre muy asociado a la Universidad de Harvard.
La obra, que fue muy leída en su época y llegó a traducirse a quince idiomas diferentes, devela la lógica detrás del Complejo Militar-Industrial.
Contenido
La obra explica que, si bien la principal función de la guerra es acabar con una amenaza a la soberanía de un país mediante el uso de la fuerza, este fenómeno tiene funciones secundarias de gran importancia para los actores involucrados: permite estabilizar y controlar economías nacionales, establece una autoridad política fuerte que le facilita al gobierno un alto grado de control sobre la población, le da una utilidad social a aquellas personas descartadas por el sistema, promueve la lealtad hacia una causa y estimula la adopción de los valores dominantes, ayuda a desarrollar nuevas tecnologías y hasta contribuye a mantener un equilibrio ecológico satisfactorio entre la población humana y los recursos disponibles para su supervivencia. Además la guerra cumple con una función cultural muy importante, ya que ayuda a crear símbolos y arquetipos que ejercen una poderosa influencia sobre la gente.
El Informe de Iron Mountain también señala que la guerra tiene un efecto catárquico, pues libera y redistribuye tensiones reajustando el clima moral de las sociedades. A su vez actúa como un clarificador ideológico y un estabilizador generacional, definiendo y jerarquizando grupos sociales que parecían haber perdido su estructura.
Ahora bien, más allá de ese análisis que presenta a los conflictos bélicos como algo deseable, lo más inquietante del texto es la sección dedicada a proponer posibles sustitutos no-militares para las guerras. De ese modo el Informe de Iron Mountain sugiere alternativas económicas a la guerra (promover la conquista espacial o la sociedad de la vigilancia), políticos (convertir a un país en gendarme del mundo, plantear la existencia de una amenaza extraterrestre, o atacar a la contaminación ambiental como si se tratase de un arma de destrucción masiva), sociológicos (imponer una forma sofisticada de esclavitud sostenida por la innovación tecnológica y quizás también por una nueva mitología o religión, o reprimir a determinados grupos sociales con la excusa de garantizar la seguridad o la pureza social) y ecológicos (manipular el crecimiento poblacional promoviendo el exterminio y autoexterminio de los individuos que no posean las características biológicas más beneficiosas).
Lo importante para que alguna de las alternativas funcione es que deben ser presentadas como si tuviesen una magnitud sin precedentes, lo que lógicamente generaría terror y se facilitaría la manipulación de las masas.
El Informe de Iron Mountain concluye afirmando que el sistema de la guerra está en la base de la civilización humana, y, a raíz de ello, no puede ser descartado sin un sustituto eficiente, o de lo contrario se produciría una enorme crisis que podría llevar a la extinción a la mayor parte de la población mundial.
Recepción
La obra fue publicada en 1967 a través del sello editorial Dial Press y rápidamente se convirtió en un best-seller. Una reseña en The Washington Post firmada con el seudónimo de "Herschel McLandress" aseguró que el texto era un informe auténtico solicitado por un importante asesor del gobierno estadounidense (que no sería otro más que Robert McNamara). Poco después se conocería que Lyndon B. Johnson ordenó la supresión del libro y que desde la Casa Blanca enviaron la orden a todas las embajadas del Imperio Estadounidense para que afirmaran que el informe no tenía relación con el gobierno.
De todos modos no tardaron en empezar a correr rumores que la obra era, en realidad, un bulo creado por varios editores -curiosamente todos de raza judía. Sin embargo, dada la verosimilitud de lo vertido en el texto, muchos analistas coincidieron en señalar que ello no anulaba la utilidad del texto para entender la relación entre la política moderna y la guerra.
El Liberty Lobby reeditó el informe en 1990.