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Jürgen Conings
Biografía
Conings nació en la localidad belga de Maaseik el 28 de septiembre de 1974.
En 1992 se incorporó al Componente Terrestre del Ejército Belga, teniendo que cumplir misiones en Yugoslavia como miembro del Batallón de Infantería «Liberación». Abandonó la carrera militar en 2000 para trabajar como guardaespaldas, pero tres años después terminó reincorporándose. Tras hacer el curso de comando paracaídista, fue enviado a Afganistán. En tierras asiáticas devino un tirador experto.
El oficial se convirtió en operador de radio e instructor de tiro en 2005. Fue luego designado como parte del contingente belga en los cuarteles de la OTAN en Heidelberg. Entre 2010 y 2017 trabajó en el área de seguridad de la Base Aérea de Kleine Brogel, custodiando las armas nucleares que el gobierno de los EEUU depositó en suelo belga. En ese periodo le tocó hacer dos viajes al Líbano y dos viajes a Afganistán como parte de las tropas belgas desplazadas a esos destinos. Posteriormente fue transferido como jefe de seguridad al Complejo Militar de Peutie y finalmente al Cuartel General de Defensa de Leopoldsburg, donde se desempeñó como capacitador de las fuerzas especiales.
Siendo un soldado ejemplar, que contaba con 14 condecoraciones y tan sólo una sanción leve en todos sus años de carrera, entró en conflicto con sus superiores por su negativa a ser inoculado con las vacunas contra COVID-19. Como consecuencia le recortaron sus permisos para asistir a su lugar de trabajo y le asignaron tareas burocráticas. A raíz de ello el militar anunció que personalmente tomaría medidas contra los impulsores de la plandemia en su país, siendo el virólogo Marc Van Ranst -un importante asesor del gobierno- su primer objetivo. Por ello el 17 de mayo de 2021 pasó a la clandestinidad, habiéndose llevado antes una importante cantidad de armas de fuego, municiones y explosivo del Cuartel General de Defensa de Leopoldsburg. Al día siguiente, ante el pánico que se generó en la casta dirigencial de Bélgica, se inició una cacería humana para hallar a Conings. En simultáneo la prensa se ocupó de difamarlo, acusándolo de ser un demente, un neonazi y cosas similares. Dado que el militar era un simpatizante de las ideas nacionalistas y miembro de la Vlaams Legioen, muchos periodistas -usando la técnica de la culpabilidad por cercanía- aprovecharon la situación para endilgarles a los líderes de Vlaams Belang la responsabilidad por la situación.
Recién el 20 de junio el gobierno belga anunció que había hallado su cadáver en un bosque cerca de la localidad de Dilsen-Stokkem. Ante el cuestionamiento que creció en las redes sociales por el asesinato de un héroe de guerra, los medios masivos de comunicación no tardaron en instalar la versión oficial que sostenía que Conings se había suicidado un mes antes.
Durante su tiempo en rebeldía decenas de miles de belgas le manifestaron su apoyo a su cruzada. Facebook no tardó en censurar a los grupos que simpatizaban con Conings, por lo que Telegram y otros sitios alternativos terminaron albergando al movimiento Als 1 achter Jürgen.
