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La Inseguridad Pública y sus posibles soluciones
Conferencia del Comisario General (RE) Jorge Silvio Colotto en el Centro de Difusión Casa Patria el viernes 18 de abril del 2008
Sumario
Delincuencia juvenil y la droga
Señoras, señores, primeramente quiero agradecerle al Señor Biondini la gentileza que ha tenido al invitarme. Veo acá, lo que me halaga, mucha juventud. Voy a tratar de dar algunos consejos, espero que sean de utilidad. Esto no es una conferencia ni una disertación, es una conversación entre camaradas y amigos.
El tema específico es la delincuencia juvenil, el problema de la droga y esta delincuencia preocupante que tiene el país. Yo creo, señoras y señores, que la verdadera formación del chico es el hogar. Cuando el hogar falla y se lo mutila, ahí viene el gran problema del menor, cuando los padres se separan o cuando el menor cae en miserias. Hay un tango que se llama "Sentencia" y dice muchas verdades: "hay que ver como se vive para después saber por qué se pena". Esa es la situación verdadera que yo he visto en muchas villas miseria que he visitado, porque me gusta ver con mis propios ojos cómo es la situación de la juventud. Esta juventud, una vez que fracasa el hogar, va a los institutos de menores, pero no a institutos de rehabilitación como ustedes pensarán. Van a institutos precarios como el Agote, que es un insulto para aquel gran médico argentino, donde el menor apenas llega es violado por cinco o seis de los internos. Cuando un funcionario va a visitar al instituto, llama por teléfono y el director del establecimiento prepara dos o tres chicos para decirle que están bien y que comen bien. Todas mentiras.
Acá hubo grandes hombres, como el Doctor Coll, el Doctor Saguier y el Doctor Sagarna, que hacían las escuelas-chacra, donde los chicos trabajaban, tenían una libreta de ahorro y ahí iban acumulando dinero. Otro problema de la República Argentina es que no tiene visitadores sociales, tiene asistentes sociales. Es distinta la función del visitador social a la del asistente social. Cuando yo estuve en Canadá vi la verdadera función del visitador social. Cuando el menor está en los grandes institutos que tiene Canadá está bien atendido, con escuelas primarias, con escuelas secundarias, con profesores de educación física y donde se le hace un estudio al menor, un estudio donde interviene un psiquiatra, un psicólogo y hasta un grafólogo. El médico es el que determina el lugar al que debe ir el menor, y si su salud es recuperable o no lo es. Ese estudio de recuperación lo hicieron médicos famosos italianos como el Doctor Malpighi, que analizaba el cerebro a los asesinos para estudiar las neuronas que tenía el delincuente, como hicieron con Dillinger cuando salió del teatro con la "Dama de Rojo", que lo entregó. Lo mataron y le estudiaron el cerebro. Porque hay muchas clases de delincuentes, está el delincuente nato, el delincuente económico, el delincuente serial y el más peligroso de todos, el delincuente político. Después me voy a referir a él especialmente, pero no los quiero abrumar mucho sino que voy a seguir con lo que yo he visto en el mundo.
Centro de recuperación
He visto los institutos de Inglaterra, Estados Unidos, Francia, que son verdaderos centros de recuperación. Acá el Agote y similares son los que crean a los delincuentes. Imagínense un chico que entra al Agote y es violado por tres o cuatro que están ahí. La psiquis de ese chico no se arregla más en la vida, es un resentido de la sociedad, la sociedad es la culpable de haberlo llevado a esta situación. Ninguna mujer nace prostituta ni ningún hombre nace ladrón. Las circunstancias de la vida y los malos ejemplos son los que los llevan. Entonces, eso es lo que hay en este momento en el país. ¿Quién se ocupa de la niñez abandonada? He visitado, el otro día, la Villa 31 de Retiro, que desgraciadamente está dividida entre paraguayos, bolivianos y peruanos. Los paraguayos muy difícil que sean delincuentes. Son casi todos albañiles, obreros, como los bolivianos, pero muchos peruanos son terribles en el manejo de la droga, la corrupción y distribución de droga que hay dentro mismo de los institutos penales. Yo le digo a esta juventud que veo, hermosa, que son el futuro de la Patria. Yo ya estoy, como dice el tango, en el debe de la vida, pero nunca ustedes usen la droga, porque el traficante de drogas no la toma, la vende, pero él no toma. La droga anula todo. Al cerebro lo enloquece. Ahora se están drogando con nafta especial, porque la nafta especial tiene una sustancia que va al cerebro, aparte del paco y todas las demás drogas que existen. Yo le digo a la juventud que nunca caiga en la droga, que conversen con los padres, que el padre sea amigo del hijo, no una severidad, una conversación para ver lo que hacen y lo que no dejan de hacer. La juventud es la esperanza de la Patria, como esta juventud que estoy viendo acá también, y no hay que desaprovecharla, son los que nos van a reemplazar a nosotros.
Pero me voy a referir a un estudio que hizo el psicólogo Conte sobre el delincuente político, porque creo que el delincuente político es un tema de actualidad. Conte, que lo ha sacado de sus conclusiones de la política, dijo lo siguiente:
"Existieron por desgracia muchos falsos oradores políticos, émulos de antiguos sofistas y retóricos, conceptuados unos con el error, esclavos otros de la perversión, en cuyos labios perdió la palabra su dignidad en cuanto la utilizaron como instrumento de bajas apetencias, de medios personales y de innobles causas. Son los demagogos de la oratoria degenerada. Esa oratoria degenerada del político, adquirió extraordinaria difusión mediante modernos procedimientos de publicidad y ha contribuído a que esta arma predilecta de los demagogos, de crápulas unidos para corromper a las masas, divorciados de aquellas normas éticas, que tiene el orador honesto, de ese orador honesto, que detesta la pedantería y el despotismo, sin dejar de respetar las opiniones discretas de sus adversarios. Podrá haber monumentos y bustos de presidentes en todas las casas de gobierno, pero muchos de ellas tienen que sobrellevar los temblores de la tierra, por la maldad con que han gobernado sus antecesores, en ultraje a la Patria, y lo que le han robado a los ciudadanos, no para mejorar a las clases humildes sino para enriquecer sus propio patrimonio.
"El delincuente político puede ser también un delincuente nato, que cubre con la bandera de un ideal social más o menos discutible la mercancía de sus instintos criminales de violencia y fraude. Otras veces, el delincuente político se convierte en delincuente loco, de formas lúcidas o razonables, cuando en un momento dado, en la conmoción social, una brillante idea se apodera de la conciencia colectiva y determina con los colores del espejismo el desequilibrio mental y el sentimental impulso ya predispuesto para alguna anomalía cerebral.
"La historia del progreso humano no puede desconocer que muchas veces hay locos geniales, delincuentes que están sujetos a los convencionalismos de costumbres mentales y sociales, y menos habituados al minorismo. Es decir, esta aversión a las novedades y, aún cuando menos dedicado a su personal cuidado, ha dado el impulso decisivo para la realización de reforma que ya madura la conciencia colectiva, esperando sólo el último picotazo del pollo, que rompe la cáscara de las viejas y modificadas instituciones como regla de la vida social. Pero además de los delincuentes de ocasión que forman el ejército voluntario de todo lo ideal y generoso, y que sin el precepto de una idea patriótica o humanitaria que realizar, no hubiera salido de la turba anónima, destinada a trabajar y sufrir. El verdadero tipo de delincuente político es el que exclusivamente envuelve su pensamiento por pasión, que puede llegar al fanatismo violento."
El delito político
El estudio biológico y social del delito político fue tratado con todo acierto por Lombroso, ese famoso médico italiano, en el libro "El delito político". Ciertamente para un médico criminalista o un especialista en el tema de "La Divina Comedia", hay muchas consideraciones en cuanto al sistema punitivo y la clasificación de los delitos y los pecados que Dante imagina en el Infierno. Yo les quiero decir, señores, una frase de un gran endocrinólogo que fue Gregorio Marañón: "Para morir tranquilo hay que estar limpio por dentro".
Los delitos proceden de la violencia, de la astucia - considerando la evolución de la criminalidad desde la Edad Media hasta nuestros tiempos -, en la preponderancia de los delitos de fraude sobre la violencia, con contínuo y progresivo predominio de la inteligencia sobre la fuerza, tanto en las formas morales, económicas y en la lucha por la existencia, como en las anormales. A raíz de los enriquecimientos inmorales de algunos delincuentes políticos que buscan deslindar su propia responsabilidad de los ilícitos de su antecesor, sin caer en cuenta, como dicen los mexicanos, que "tanto peca quien mata la vaca como quien le detiene la pata". El fenómeno de la corrupción que he visto durante estos años es una terrible plaga de muchos funcionarios. Un periodista mexicano ha dicho que "no hay muchos generales que resistan un cañoñazo de 50 mil dólares", pero hay otro dicho, que lo dijo el doctor Alberto Cautelar, que fue un gran orador español. Dijo Castelar: "A algunos políticos mejor pegarle un golpe en la cabeza con un fajo de billetes que con una barra de metal, su reacción será instantánea"
O la frase repetida por el profesor Carlos A. González: "un político pobre es un pobre política". Esta frase, vista como simpático dicho del imperio periodístico de los delincuentes políticos, merece la condena de la gente proba y el juzgamiento de la Justicia. Muchos ciudadanos, que somos los que estamos acá, condenamos a todos estos corruptos, tanto a los gobernantes como a los gobernados, dado que quien transa no avanza. No justificamos diciendo que la corrupción es una especie de demencia mundial y que siempre existieron delincuentes políticos. Yo les puedo asegurar a ustedes, que he estado varios años en la Casa de Gobierno, que puedo poner las manos en el fuego por un hombre que se llamó Arturo Illia, que murió pobremente, que no tenía coche. Yo lo acompañé en mi auto a la residencia presidencial de Olivos cuando lo derrocaron, cuando fue a buscar los efectos personales. Viajaba en tren y en colectivo. No tenía ni auto personal y en la Casa de Gobierno prohibió el café y daba mate cocido. No justificamos, reitero, diciendo que la corrupción es una especie de demencia mundial, que siempre existieron delincuentes políticos, que "existieron y existirán, no se van a acabar".
¿Cuál es el misterio de un Presidente? Cuando un Presidente tiene el entorno y los adulones, adiós. Ha perdido toda fuerza, porque los adulones son los que se van encumbrando si él no es un hombre vivaz que tenga una materia, que es muy importante. Les digo a los jóvenes que están acá, que es la materia que hay que tener en la vida es "estaño". El estaño es una manera de aprender en la vida, no es una materia que se dicte en la facultad. El estaño del boliche, ése enseña. Escucha muchas cosas, transmite a través de lo que se ve y de lo que se puede ver. Esa camarilla cercana de adulones que aprovecha la situación de servicio, que en vez de ser para beneficios personales amparados en el cargo debería destinarse, sobre todo, a la salud pública, que en este país está olvidada. Los hospitales, como el Muñiz, están con problemas como la fiebre amarilla. Yo he ido a visitar a un amigo enfermo de una Hepatitis A y estaba en un colchón sin sábanas, porque el hospital carecía de sábanas. Lo fui a ver al Director y me dijo "no tengo presupuesto". Le dije: "Señor, si usted no tiene presupuesto váyase. Usted es un inútil sentado en un sillón. Le está sacando el dinero al pueblo". Los que combaten enfermedades infecciosas como el SIDA, la Hepatitis A y otras, no tienen los elementos primarios para combatir esas enfermedades. No hay ni jeringas a veces.
Futuras generaciones
Entonces, eso es en lo que tiene que fijarse el gobierno, en las futuras generaciones que van a venir. En vez de gastar tanto dinero en cosas personales, que lo gasten a favor del pueblo, a favor de la infancia, de esa infancia abandonada. En Argentina mueren 25 bebes por día de desnutrición, sobre todo en las provincias de Formosa y del Chaco. Entonces, ¿qué esperamos los argentinos? No vamos a esperar el Mesías como los judíos, que hace cinco mil años dicen que va a venir y no viene más, ¿no? Entonces, hay que obrar con inteligencia, para hacer algo por la Patria, porque esto es un sentir de todo ciudadano, defender nuestra Patria como la defienden otros países que he visto. Como la defienden los norteamericanos, como la defienden los canadienses, como la defienden los alemanes, ¿no es así? Si usted va a Alemania y tira un papel en el suelo, inmediatamente un individuo se lo hace recoger y tirarlo en un tacho de basura. Acá estuvo la ley 12.331 de profilaxis social. Existían los sistemas reglamentarista y el abolicionista. Ahora no hay ni reglamentarista ni abolicionista. Es decir, un joven que va con una prostituta y no se sabe cuidar puede tener el SIDA en cualquier momento. Con una nueva generación, que yo gracias a Dios no la conocí, que son los travestis. Y ahora esta gente también tiene un hotel en San Telmo de cuatro o cinco estrellas. Yo no sé quién lo financia.
Yo les digo que la forma más sublime de servir a la Patria es la honestidad que tiene cada persona en su voto. Desgraciadamente la Patria viene careciendo de esa formación democrática. Democracia sí, pero honesta. No subir al poder para robar, subir al poder para beneficiar a la República, porque este país con que Dios nos ha bendecido es un país divino en todo sentido. Tiene campo, tiene montaña, tiene frío, tiene calor, tiene la Mesopotamia, tiene la Pampa húmeda. Entonces, ¿qué veo yo? No veo un progreso moral en la República. Considero que hay que tener nuevas ideas, nuevas formas para algún día, como hablábamos con el amigo Biondini, tener hombres que no se aprovechen de la República, sino que sirvan a la República.
Para no abrumarlos más, les voy a hablar de las cárceles que he conocido en el mundo. Una vez me tocó visitar Pekín. La China tiene mil trescientos millones de habitantes. El jefe de policía hablaba castellano. La cárcel tenía dieciocho presos por pabellón y el guardia dormía con los presos. Entonces, le dije: "Señor, perdón, le puedo hacer una pregunta?". "Todas las que usted quiera", me respondió. "¿No es peligroso que el guardián duerma con los presos?". Me dijo: "Ningún problema. La vez pasada mataron un guardián y al día siguiente matamos a los dieciocho".
Aparte de eso, lo más cómico es que cada familiar del fusilado tiene que pagar el cartucho con que lo mataron. La factura se las manda el Estado a su casa. Este jefe de policía me hizo una pregunta inteligente: "¿Cómo conserva usted el orden, si no es por un método así, en mil trescientos millones de habitantes? No lo puede conservar".
Federalismo y unitarismo
Me llamó la atención una cárcel de Estados Unidos situada el estado de Kentucky, porque en Estados Unidos existe el federalismo. Acá está el unitarismo. El país es unitario y el que manda es el señor que está en Balcarce. No es un Estado federal como sí es Estados Unidos. Cuando fui a la cárcel de Kentucky me tuve que valer de un intérprete porque yo no conocía mucho el idioma inglés. Me llamó la atención que había un cementerio en la cárcel. Una cosa rara. Por medio del intérprete le hice preguntar al director por qué había un cementerio en la cárcel. Me dijo: "Muy sencillo. Póngale que un condenado a veinte años de prisión se muere a los quince años. Los cinco años que le faltan los tiene que cumplir en el cementerio". Con el número de celda en la placa de la tumba lo entierran en la cárcel y una vez que cumplió la cadena, si viene un familiar se lo entregan y si no lo creman. Estados Unidos, con toda su estructura de democracia, con gente como Roosevelt, Kennedy y todos los grandes hombres que tuvieron, es un país duro, ¿eh? Al delincuente ahí, tanto fiscal, como económico, como serial, como nato, se lo agarra. Usted podrá eludir la Justicia una vez, dos, tres veces, pero cuando lo agarran cumple todo.
También en Alemania he visto buenos reformatorios de menores. Es decir, yo, desgraciadamente, observo esta carencia de valores en Argentina, porque acá no se nombra a hombres por capacidad, se nombra por compromiso político. No como un doctor Nerio Rojas, que fue profesor de medicina legal y una vez hizo una comparación que siempre recuerdo. Habló del malevo, el guapo y el compadrito. En el compadrito podríamos incluirlo al señor Guillermo Moreno (NdR: actual Secretario de Comercio Interior del gobierno de Cristina Kirchner, conocido públicamente por sus agresiones verbales a los dirigentes del campo), que atiende a los empresarios con la pistola encima. Al primer grito, el señor Moreno se escapa él y deja la pistola, ¿no?
Acá se ve que la idoneidad de una persona no vale mucho. Yo tuve la oportunidad de estar con grandes hombres y les voy a contar una anécdota un poco risueña, con la que algunas de las señoritas se van a reír. Fui secretario del doctor Amílcar Mercader, cuando estaba la delegación La Plata en comisión en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Profesor de Derecho Civil, un caballero en todo sentido. Un día vino una señorita muy parecida a Nélida Roca, una excelente artista que hubo acá en Buenos Aires, muy buena moza, admirada, y le dije: "Doctor, ha venido una dama que me llama la atención". Me dijo: "Ya la voy a atender". La hizo pasar. Le leyó una tarjeta que le mandaba algún amigo de él y me dice, me tuteaba, yo era joven, tenía 23 años: "Pibe, llamá a Rouquier, de la Corte". Lo llamo y le digo "el presidente quiere hablar con usted". Vino Rouquier y le dijo "¿tengo alguna vacante de secretaría penal?". "A ver, sí en Adrogué hay una". "Hágame un nombramiento de la doctora, que se lo voy a entregar". Cuando trajo el nombramiento le dijo "sírvase doctora, este es un nombramiento sin cama". ¿Interpretaron ustedes?
Asesoramiento
Una vez, a pedido del doctor Menem, la fui a ver a la Gatica, que era Secretaria del Menor y la Familia. Me dijo: "Mirá Jorge, como vos tenés un libro escrito sobre la minoridad, ¿por qué no la asesorás un poco?". La fui a ver y le dije: "Vea, señorita, usted tiene que hacer lo que hicieron los grandes hombres que estudiaron el problema, como Coll, Sagarna…". Me contestó "¿quiénes son esos cosos". Entonces, suspendí enseguida, le dije "discúlpeme, usted está muy ocupada. La voy a dejar seguir trabajando". Entonces, no se puede poner en puestos de esa responsabilidad, como es la Secretaría del Menor, que es rescatar al menor de la delincuencia, a gente sin formación.
La delincuencia juvenil que hay en este país es asombrosa. Ahora estoy viendo en las escuelas una delincuencia que jamás vi. En todas las escuelas de Estados Unidos hay un detector de metales. Cuando entra el alumno, el detector de metales, si lleva algún cuchillo o arma, enseguida prende una luz roja. Porque tampoco ellos son todos inocentes, ¿no?
Me llamó la atención una cárcel que está situada al oeste de Estados Unidos, referente a lo que estoy hablando de los derechos humanos. Ahí van todos los delincuentes condenados con más de 25 años de prisión, porque en Norteamérica es habitual condenar a una persona a 700 años, a mil años. En la cárcel cada preso tiene su celda a oscuras. Los guardias están bien, y ganan 3.500 dólares, así que nadie los puede coimear. El preso tiene un recreo cada quince días, sale al recreo vigilado por un nido de ametralladoras que está apuntándole permanentemente, pero tiene algo peor. Cuando el preso le pega a un guardia o si se rebela, lo mandan al subsuelo donde hay como esos tanques de las estancias, lleno de agua. Algo así como lo que llaman "Tanque Australiano". Lo desnudan al individuo y después le largan electricidad al agua. Ese tipo salta hasta el techo. Ahí los derechos humanos se interpretan de forma distinta, porque Estados Unidos no firmó el Pacto de San José de Costa Rica como lo hemos firmado nosotros. Además, nuestro país está desgastado. Nosotros tenemos el Artículo 34 del Código Penal, que es un código de fondo porque rige en toda la República, distinto al Procesal que es un código de forma, porque cada provincia tiene su código. Como los países adelantados, hay que reformar ese artículo y bajar la imputabilidad a 11 años. La tiene Inglaterra, la tiene Francia. Acá no. A los 18 años. ¿Cuántos delitos y violaciones produce un menor de 17 años? En Turquía, cuando se produce una violación de una mujer, le cercenan los testículos al hombre. No hay ningún problema, ¿hay una violación? Lo agarran al tipo, lo llevan y le cortan los testículos. Por eso en Turquía no hay violaciones. Los tipos saben que si los agarran quedan "planchados" para toda la vida. Acá no. Acá si un menor de 17 años viola a cualquier chica, a la noche está en su casa porque la ley 10.903 lo ampara. Además, debería ser modificado el Artículo 257 del Código de Procedimiento en lo Criminal, donde antes el juez podía tener incomunicado cinco días al delincuente. Ahora está el fiscal, que manda más que el comisario. Muchacho joven el fiscal, carente de experiencia. Habrá sacado diez puntos en la facultad pero le falta el estaño, y el estaño es muy importante en la vida.
Voy a concluir estas breves palabras para no abrumarlos más. Doy por finalizada no esta conferencia, sino está conversación entre amigos. Quiero hablarle a la juventud, que es el porvenir. Quiero decirles que nunca en la vida consuman drogas, porque una vez que la droga los agarró, es muy difícil dejarla. Yo le pido a esta juventud un esfuerzo de carácter. Que tengan carácter, como los hombres que yo he conocido. Porque una persona que no tenga carácter para dominarse de todos los vicios que pueda en la vida, es un muerto que camina. ¡Muchas gracias!