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Manuel Andrino
Biografía
Andrino inició su militancia en FE de las JONS en el año 1978, siendo todavía un adolescente que vivía en el suburbio madrileño de Carabanchel. Siempre fiel al ideario joseantoniano, acompañó todas las iniciativas del movimiento, recorriendo las calles para llevar el mensaje españolista directamente a la gente.
En 1995, reclamando la renovación de la estrategia general falangista, se unió a Gustavo Morales en su cruzada para sustituir en la jefatura del movimiento al histórico dirigente Diego Márquez Horrillo. Posteriormente se alinearía junto a los sucesores de Morales: Jesús López Martín y José Fernando Cantalapiedra.
Durante su mandato al frente de La Falange, Cantalapiedra tomó una serie de decisiones políticas y organizativas de manera unilateral, algo que disgustó a muchos de sus compañeros. Ello llevó a que en 2006 se intentara expulsar a los disconformes, pero finalmente estos se organizaron y sacaron de la jefatura a Cantalapiedra para ubicar a Andrino en su lugar.
La disputa entre los dos líderes hizo que no quedara claro quien podía representar oficialmente a La Falange, por lo que Cantalapiedra adoptó el sello de Frente Nacional (FN) y Andrino el de Frente Español (FE) para participar de los actos electorales. Esta situación llegó a su fin en 2010, cuando Cantalapiedra abandonó el falangismo, dejando a Andrino como máximo responsable de FE-La Falange.
El jefe falangista ha procurado ser un modelo de militancia para los hombres de su fuerza. Por ello ha alzado su voz tanto para oponerse al desmembramiento de España impulsado por los secesionistas, como para vindicar a aquellos que vencieron al comunismo pero que actualmente su memoria es insultada por los descendientes de los que fueron derrotados. Asimismo se opone a la corrupta casta patidocrática de su país, que por servir con lealtad a los intereses de la Internacional Capitalista castiga permanentemente al pueblo español, destruyendo a la economía nacional y promoviendo la degeneración cultural a través de la subversión de los valores tradicionales.
Andrino además es miembro de una red de militantes europeos que actúan políticamente en contra de la islamización del continente y que brindan asistencia a las poblaciones cristianas perseguidas en el mundo árabe. A raíz de ello en 2016 participó durante algunos meses de los combates contra el Daesh en el norte de Irak.
El jefe falangista fue candidato en diversas ocasiones en elecciones municipales, autonómicas y europeas en el distrito de Madrid, del mismo modo en que buscó representar a los españolistas en algunas elecciones en Cataluña y en las Vascongadas.
Persecución política
Andrino es uno de los dirigentes políticos más perseguidos de la España actual. Por esa causa ha tenido que padecer la demonización de su figura por parte de los medios masivos de comunicación y verse sometido a diversos procesamientos judiciales.
Prueba de ello es que la prensa lo acusó de estafador debido a que en 2004 fue denunciado por engañar a una anciana para que lo convirtiera en heredero de su pequeña casa en Carabanchel. Lo cierto es que la mujer -una viuda sin descendencia- se encontraba abandonada, siendo asistida por la familia de Andrino. Pero una vez que se completaron los trámites para ceder la propiedad (la cual sería convertida en una sede de actividad militante una vez que la mujer falleciese), unos parientes lejanos de la señora aparecieron para anular las actas notariales sosteniendo que las facultades mentales de la mujer estaban severamente deterioradas, por lo que su decisión no era válida. La mala defensa que ejerció el abogado de Andrino sobre el caso hizo que finalmente el falangista fuera condenado, ignorando los jueces el testimonio del escribano que aseguró no haber notado nada fuera de lo común en relación al caso.
También se fabuló en 2015 con la idea de que Andrino formaba parte de una célula terrorista nacionalista que involucraba a guardias civiles y militantes falangistas, debido a que, tras haber sufrido un accidente de motocicleta, se le detectó que portaba consigo un arma de fuego no registrada. Y en 2018 fue tildado de abusador en las redes sociales luego de que se lo culpara de tocarle un seno a una activista de Femen que lo atacara durante un acto público.
Sin embargo las acusaciones más serias las recibió durante el año 2013, cuando era uno de los líderes de la coalición La España en Marcha. Primero fue señalado como agresor de los referentes del secesionismo catalán en Madrid tras irrumpir en un acto contra la unidad de España que se desarrollaba en la librería Blanquerna, y luego se le imputó el promover el terrorismo por haber dicho en un encuentro de patriotas en Barcelona que la acción de evitar el desmembramiento del territorio español era una cuestión en la que era necesario tanto morir como matar.