Vaticinium ex eventu

Vaticinium ex eventu (en latín: «profecía a partir del acontecimiento») o post eventum («después del acontecimiento») es un término que se refiere a una supuesta profecía cumplida pero escrita después de que el autor ya tenía información sobre los acontecimientos que se estaban «prediciendo». El texto está escrito de forma que parezca que la profecía había tenido lugar antes del acontecimiento, cuando en realidad fue escrita después de los acontecimientos supuestamente predichos. Vaticinium ex eventu es una forma de sesgo de retrospectiva. El concepto es similar a la postdicción.

Ejemplos

Profecía de Marduk

La "Profecía de Marduk" babilónica, un texto que describe los viajes del ídolo de Marduk desde Babilonia, "profetiza" la toma de la estatua durante el saqueo de la ciudad por Mursilis I en 1531 a. C., Asiria, cuando Tukulti-Ninurta I derrocó a Kashtiliash IV en 1225 a.C. y llevó el ídolo a Assur y Elam , cuando Kudur-Nahhunte saqueó la ciudad y robó la estatua alrededor del 1160 a.C. Se encontró una copia en la Casa del Exorcista en Assur, cuyo contenido data del 713 al 612 a. C. y está estrechamente relacionado temáticamente con otro texto vaticinium ex eventu llamado la profecía Shulgi, que probablemente la siguió en una secuencia de tablillas. Ambas composiciones presentan una visión favorable de Asiria.

Antiguo Testamento

El Libro de Daniel utiliza vaticinium ex eventu, por su aparente conocimiento previo de los acontecimientos desde la conquista de Alejandro Magno hasta la persecución de Antíoco IV Epífanes en el verano de 164 a.C. Las historias de la primera mitad son de origen legendario, y las visiones de la segunda son producto de autores anónimos del período macabeo (siglo II a. C.). Su inclusión en Ketuvim (Escritos) en lugar de Nevi'im (Profetas) se debió probablemente a que apareció después de que se cerró el canon de esos libros, y la opinión dominante entre judíos y eruditos es que Daniel no es en ningún caso un libro profético sino un apocalipsis.

Nuevo Testamento

Las declaraciones atribuidas a Jesús en los evangelios que predicen la destrucción de Jerusalén (Mateo 24:1-2, Marcos 13:1-2, Lucas 21:5-6) y su templo son consideradas ejemplos de vaticinia ex eventu por la gran mayoría de los eruditos bíblicos, con respecto al asedio de Jerusalén en el año 70 d. C., en el que el Segundo Templo fue destruido.

Jesús advierte a sus seguidores sobre futuras persecuciones y tribulaciones (Mateo 24:9-14, Marcos 13:9-13, Lucas 21:12-19). La persecución de los cristianos por parte de las autoridades judías y romanas es un hecho histórico bien documentado en las décadas posteriores a la muerte de Jesús. Estos pasajes podrían haber sido escritos o ajustados después de estos eventos para mostrar que Jesús lo había predicho.

Algunos estudiosos creen que ciertas visiones de destrucción y calamidad en el libro del Apocalipsis pueden reflejar eventos como la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70 d.C., un evento significativo para los primeros cristianos y judíos. Aunque el Apocalipsis no menciona explícitamente este evento, el lenguaje y las imágenes de destrucción podrían resonar con esta catástrofe histórica, sugiriendo un vaticinium ex eventu.

Literatura secular

El mundo antiguo vio la técnica del vaticinium ex eventu utilizada por una amplia variedad de figuras, desde Píndaro y Heródoto hasta Horacio y Virgilio.

La Divina Comedia de Dante Alighieri incluye varias profecías similares sobre el propio exilio de Dante de Florencia.

En Jerusalén liberada, Torquato Tasso utiliza el tropo del vaticinium ex eventu para presagiar el descubrimiento de América por Cristóbal Colón: "Un uom de la Liguria avrà ardimento / a l'incognito corso esporsi in prima".

Las referencias en la última correspondencia de Virginia Woolf a "cómo amo esta agua medieval salvaje [...] y a mí misma tan eliminada" a veces se toman como un presagio de su suicidio al ahogarse unos meses después: el peligro del vaticinium ex eventu,sin embargo, también se ha observado.