Prisionero de guerra (artículo)

De Metapedia
Saltar a: navegación, buscar
Cementerio argentino en Malvinas

Por la vía diplomática o por otros medios, mientras viva un Argentino bien parido...VOLVEREMOS !

Caballero ingles

En honor a la verdad mi condición de prisionero de guerra fue muy corta y particular. Conservé todas mis armas hasta embarcar en el Camberra y allí tuve la oportunidad de conocer a un Sargento Primero de Inteligencia enemigo que dada su corrección y cultura era la imagen del Caballero ingles de viejas películas. Por mis conocimientos del idioma del adversario dirigí, bajo las directivas que él me daba, el embarque de nuestra unidad y de otras subunidades y fracciones, al Camberra.

Este suboficial inglés me proporcionó datos sobre el personal del Regimiento que había sido hecho prisionero em el Harriet dandome nombres de muertos y heridos.

Recuerdo que él elogió el comportamiento de los oficiales subalternos diciéndome que si aprovechabamos las experiencias recogidas era mucho lo que nuestro ejército aprenderia para el futuro.

Según él, el único enemigo eran los rusos y prestó mucha atención cuando, a duras penas por el idioma, le expliqué que para nosotros eran tan enemigo el liberalismo (materializado en Inglaterra y los Estados Unidos ) como el marxismo. Le dije que volveríamos y él me contesto que no lo creía puesto que el pueblo argentino nos daría vuelta la cara después de la derrota.

Posteriormente nos saludamos marcialmente y yo me embarqué en el último lanchón.

Lavado de cerebro

Ya en el Camberra, una noche y no recuerdo por qué motivo fue, que entablé conversación con un subteniente, un "Corporal" y un soldado inglés, creo que de la Guardia Galesa. Lo interesante es la diferencia cultural que encontré entre éste y el anterior. Parecían niños expuestos a un efectivo lavado de cerebro ya que sostenía, profundamente convendido, cosas como que habíamos violado a todas las mujeres kelpers, que ultimábamos heridos y más atrocidades. Me decían que Menendez había sido designado gobernador debido a su crueldad en la matanzas de índios en la Patagonia!!! Realmente estaban convencidos de que nosotros eramos los malos de un filme de quinta.

Mis intentos de explicación chocaban contra una total desfiguración de los hechos históricos y contra la actitud del poco amistoso "corporal" que golpeando con su mano su MAG me decía que con ella se había cargado muchos "argies".

La cosa había tomado un color oscuro y preferí no decirle que yo como apuntador de MAG había "gozado", contra mis princípios religiosos, cuando mataba a sus compatriotas. Ya cansado de escuchar tantas pavadas me retiré con la impotencia del prisionero, sin que me hubieran escuchado y con ganas de encontrarme en otras circunstancias con aquel cabo.

Refexión

Pero mientras me retorcía de bronca tirado en el suelo de mi "camarote-celda" reflexioné sobre otras de las cosas que me habían dicho. Antes de partir de Inglaterra habían ellos presenciado como la gente extraía de los supermercados los productos enlatados que procedian de Argentina y los arrojaban indignados a las calles y allí quedaban hasta que el basurero recogía las montañas de latas. Cómo se hablaba de "darnos una lección" bombardeando Buenos Aires, etc. Comparaba en mi pensamiento esa deteterminación, inclusive ese vil y mentiroso lavaje de cerebro que le habían hecho a los combatientes para que lucharan en defensa de la "autodeterminación de los pueblos" y de la "democracia", con nuestra actitud, que sin necesidad de engañar a los hombres de armas, dada la JUSTICIA y la nobleza de nuestra causa, sin embargo era menos ofensiva. En este sentido, la radio y las revistas que llegaban adoptaban una actitud similar. Hablaban siempre de negociaciones, de paz, de fútbol, de lo que pensaban los laboristas en Inglaterra, etc.

Ahora han pasado los años y con indignación contemplo los negocios en su mayoría con nombres en inglés, las series yanquis en la televisión, las tribulaciones de Lady Di en las revistas, la desmalvinización, etc.

Los héroes que murieron y la verdadera Patria no merecen un pueblo olvidadizo, porque "los que olvidan sus tradiciones pierden la conciencia de sus destinos y los que se apoyan sobre sus tumbas gloriosas son los que mejor preparan el porvenir."

por el Subt. Marcelo Llambías Pravas

Artículos Relacionados

Enlaces externos