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Víktor Yúshchenko
Víktor Andríyovich Yúschenko (23 de febrero de 1954) es un político ucraniano, presidente del país entre 2005 y 2010. Anteriormente fue Primer Ministro de Ucrania y dirigente de la coalición Nuestra Ucrania (Nasha Ukrayina). Yuschenko fue el más importante candidato de la oposición en las elecciones presidenciales de octubre y noviembre de 2004, durante éstas últimas fue envenenado con dioxina, dejándole el rostro desfigurado de forma permanente.
Su principal rival político ha sido Víktor Yanukóvich, actual presidente de Ucrania, favorable a Rusia y antiguo miembro del Partido Comunista de la Unión Soviética. Pese al envenenamiento que sufrió, le derrotó en las elecciones de 2004 con el 52% de los votos.
Envenenamiento
Yuschenko fue envenenado en septiembre de 2004, cuando competía como candidato contra Víktor Yanukóvich. El hecho se produjo durante una cena con altos funcionarios de los servicios secretos, sin la presencia de su personal de seguridad. La sospecha recayó sobre círculos pro-rusos que se oponían a su victoria. Desde entonces sus síntomas y sus sospechas fueron creciendo hasta que decidió viajar a Austria para hacerse examinar. En diciembre fue internado en una clínica en Austria donde se le diagnosticó envenenamiento con dioxina. Después de realizarse los análisis químicos, se determinó que el producto utilizado fue el TCDD, producto utilizado durante la Guerra de Vietnam para fabricar el desfoliante agente naranja, y que sólo se produce en Rusia, Estados Unidos y Gran Bretaña. Yuschenko llegó a tener la segunda concentración más alta de dioxina que se ha medido en una persona viva.
Caída de su popularidad
Después de dejar el poder, su popularidad y su imagen pública quedaron fuertemente afectados por el bajo porcentaje de votos recibidos en las elecciones de 2010 (5,45% de los votos). Su imagen pública sufrió un mayor revés cuando en 2011 testificó en contra de su antigua aliada en la Revolución naranja, Yulia Timoshenko, debido a la acusación de malversación de fondos en el caso del gas con Rusia de 2009, señalando el juicio como un proceso judicial justo, del que luego la jefe de política de la Unión Europea, Catherine Ashton, llamaría un juicio con motivos políticos.
