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Álvaro Alcalá-Galiano y Osma
Biografía
Su padre, que fue el cuarto Conde de la Casa de Valencia y segundo Vizconde del Pontón, hizo carrera como diplomático durante su juventud y luego se dedicó a la política como miembro del Partido Moderado primero y del Partido Conservador después.
Alcalá-Galiano y Osma cultivó el interés por la vida atlética y por la vida literaria. Fue así que durante un tiempo practicó deportes de combate, destacándose sobre todo en lucha grecorromana. Su carrera como escritor, en cambio, fue más prolífica, estando su nombre asociado al Ateneo de Madrid, verdadero motor cultural de la España de su época.
Impresiones de arte -su primer libro publicado y que mereció un prólogo escrito por Emilia Pardo Bazán- refleja su inteligencia como crítico literario y atestigua la influencia que Oscar Wilde ejerció sobre él. El Príncipe Iván, por su parte, lo posicionó como un novelista moderno.
Al estallar la Gran Guerra en 1914, el joven aristócrata se convirtió en un adalid de la causa aliadófila en España. Escribió varios artículos para la prensa nacional y un par de libros en los que instaba a sus compatriotas a sumarse al combate contra las Potencias Centrales, ya que era la oportunidad para el país de acoplarse a las fuerzas líderes de la civilización contemporánea. Llegó incluso a visitar las trincheras del frente occidental -experiencia que documentó en su obra Frente al volcán.
El triunfo del comunismo en Rusia alteró su opinión política. La barbarie de los rojos le mostró que el verdadero peligro para Occidente no era la mezcla de tradicionalismo e industrialismo de los prusianos, sino la subversión de los valores que proponían los bolcheviques. Inspirado por la obra de Charles Maurras, inició una cruzada anticomunista promoviendo el nacionalismo.
Si bien sus textos aparecieron en las páginas de varios periódicos y revistas de la época, su firma quedó identificada con los artículos satíricos, políticos y literarios que eran impresos por la publicación madrileña ABC y por la rioplatense La Nación.
Apoyó a Miguel Primo de Rivera pero admiró a Benito Mussolini, pues entendía que la revolución sería mejor antídoto contra la decadencia que una simple dictadura.
Ante el advenimiento de la Segunda República, participó de la creación de Acción Española. Rápidamente advirtió que un contubernio judeo-masónico-comunista estaba detrás de la caída de la monarquía borbónica, por lo que, profetizando lo que vendría, se unió al grupo de conspiradores que lideraba el General José Sanjurjo para salvar a España de las garras de los rojos. De todos modos el fracaso de La Sanjurjada en agosto de 1932 le terminó costando una amarga temporada en la Cárcel Modelo.
En 1933 se vinculó a la Renovación Española, confiando en que la acción partidocrática podía mitigar las calamidades que sufría el país.
Alcalá-Galiano y Osma aplaudió el ascenso de Adolf Hitler al poder y elogió a las Leyes de Núremberg por ser un instrumento contundente para resolver los problemas de Alemania.
Ante la desintegración que sufría su país, planteó la idea a mediados de 1934 de crear a la Liga Patriótica para la Defensa de la Unidad de España, una coalición de fuerzas españolistas similar a lo que luego sería el Movimiento Nacional.
El Marqués de Castel Bravo no le tuvo mucha estima a la Falange Española, pues la consideraba una fuerza reformista más, carente de verdadero ímpetu revolucionario. Ello lo llevó a criticar al movimiento luego de que, tras el asesinato de Matías Montero, sus militantes no hubiesen salido a vengar con violencia a su compañero abatido. A causa de ello José Antonio Primo de Rivera lo terminaría acusando por instigar a sus subordinados a caer en la incivilidad. Fue también un crítico de la CEDA, a la que le reprocharía haberse dedicado a la politiquería en lugar de ocuparse de desactivar al aparato de las izquierdas clausurando sindicatos anarquistas y comunistas y prohibiéndoles operar a las logias masónicas.
Comprometido con la restauración de la monarquía, en 1936 no pudo evitar convertirse en una víctima de la represión en la zona republicana. Junto con su hermano Juan Alcalá-Galiano y Osma, Conde de Romilla, fue apresado por chequistas comunistas, quienes lo sometieron a un juicio popular y lo condenaron a muerte, asesinándolo a fines de julio.
Bibliografía
- Impresiones de arte. Madrid: V. Suárez, 1910.
- Del Ideal y de la Vida. Madrid: J. Blass, 1912.
- La novela moderna en España. Madrid: V. Tordesillas, 1914.
- El Príncipe Iván. Madrid: Fontanet, 1914.
- La verdad sobre la guerra: origen y aspectos del conflicto europeo. Madrid: Fontanet, 1915.
- Shakespeare, el hombre y el artista. Madrid: Rivadeneyra, 1916.
- España ante el conflicto europeo. 1914-1915. Madrid: Rivadeneyra, 1916.
- Junto al volcán. Impresiones del frente occidental. Madrid: Fontanet, 1917.
- El jardín de las hadas. Madrid: Rivadeneyra, 1918.
- Conferencias y ensayos. Madrid: Helénica, 1919.
- El fin de la tragedia: La Entente victoriosa y la España neutral. Madrid: Pueyo, 1919.
- Una voz en el desierto. Madrid: Galatea, 1921.
- Fuego y cenizas. Madrid: Espasa-Calpe, 1926.
- Entre dos mundos. Madrid: Espasa-Calpe, 1928.
- Figuras excepcionales. Madrid: Renacimiento, 1930.
- La caída de un trono. Madrid: Compañía Ibero-Americana de Publicaciones, 1933.
- Renovación Española ante la sociedad. Madrid: Renovación Española, 1934.
