14 códigos de la ética aria

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Los 14 códigos de la ética aria es una serie de catorce preceptos escritos por David Lane, diseñados para proporcionar una base ética a sus seguidores. Fueron redactados en un estilo similar a los diez mandamientos bíblicos, pero orientados hacia una ética arianista.

Los preceptos

  1. No honres a ningún dios excepto a los de tu propio pueblo, ya que los dioses extranjeros te destruyen.
  2. Las leyes de la naturaleza evidencian el plan divino, ya que el mundo natural es obra del Padre Todo.
  3. Actúa con nobleza y valentía, considerando siempre cuidadosamente las consecuencias de sus acciones, ya que los efectos de tus actos perdurarán después de tu paso por Midgard.
  4. Vive dentro de la realidad de esta vida; no temas tu destino, como el miedo es para los tontos y los cobardes; Un hombre valiente se enfrenta con valentía a lo que decretan las nornas.
  5. Ama, protege, reproduce y haz avanzar a tu raza, ya que el instinto natural prohíbe el mestizaje y la autodestrucción.
  6. Sé honesto, disciplinado, productivo y leal a tus amigos, ya que el espíritu ario se esfuerza por alcanzar la excelencia en todas las cosas.
  7. Atesora tu historia, herencia e identidad racial, como tus ancestros te la han confiado, cae contigo, se levantará contigo.
  8. Honra la memoria de tus parientes y amigos, especialmente aquellos que han dado sus vidas o su libertad por la raza, mientras tu raza sigue viva a través de tu sangre y tu voluntad.
  9. Respeta la sabiduría de tus mayores, ya que cada momento de sus vidas vincula el pasado infinito con el futuro infinito.
  10. Honra a tu pareja, cuida a tus hijos y no lleves peleas con la familia hasta la hora de dormir, ya que la familia es tu propósito y realización.
  11. Que tu palabra hacia un pariente sea un vínculo de acero, como tu fidelidad es tu dignidad y fuerza de carácter.
  12. ¡Sé astuto como un zorro con los enemigos, ya que su objetivo es tu extinción, sus motivos siempre son perjudiciales para tu bienestar y el de nuestra gente!
  13. Asegura, defiende y valora tus tierras, como exige el imperativo territorial de la naturaleza.
  14. Vive en armonía con la naturaleza y la gente y no te comprometas con el mal, ya que la supervivencia racial es tu lucha perpetua.
  • Resiste y desafía siempre aquello que sabes que está mal y es perjudicial para el bienestar y avance de nuestro noble Pueblo.

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