Arianismo

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Arianismo
La esvástica es un antiguo símbolo solar utilizado por numerosas manifestaciones arianistas a lo largo de la historia.
El Irminsul, un pilar asociado al dios Irmin y que, según la leyenda, conectaba el Cielo y la Tierra, representado por un roble o pilares de madera que eran venerados por los sajones.
Kolovrat, rueda solar, variante de la esvástica, abundante en la tradición eslava, y que simboliza el Sol y el fuego. Se trata de una "esvástica doble" o de ocho radios.
El Sol negro (Schwarze Sonne), diseño empleado en el mosaico del Castillo de Wewelsburg. Es un símbolo que representa a un sol oculto de doce rayos considerado como la fuente de poder de los arios y usado por muchos arianistas en sustitución de la esvástica.

El arianismo o la arianidad es la cosmovisión relativa a los arios a través de su historia, desde la antigüedad hasta la modernidad, y en la que los conceptos culturales, filosóficos, políticos, religiosos y esotéricos del ámbito indoeuropeo están integrados. Se trata de un conjunto de formas de vida y de ver el mundo inherentes a la humanidad aria, así como la celebración y exaltación de la cultura aria en todas las fases de su desarrollo.

El arianismo ha ido evolucionando a lo largo de la historia hasta poder adoptar y fundamentarse en nociones académicas y científicas como los estudios indoeuropeos, los estudios del ADN y la genética de poblaciones.

Para quienes se identifican como arios, el arianismo es una cultura y una historia compartida. Es un vínculo que une a las generaciones pasadas, presentes y futuras. Proporciona un sentido de identidad, pertenencia, tradición, valores y una conexión con Europa y los territorios colonizados que recibieron su influencia. Además, el arianismo es la base de toda la literatura, el arte, la filosofía y otros aspectos de la civilización occidental.

Entre los conceptos políticos comunes en el arianismo se encuentran el tribalismo, el nacionalismo blanco, el identitarismo, la defensa del espacio vital, la geopolítica, la eugenesia y la alta natalidad de la raza blanca. El arianismo moderno puede considerarse como sucesor (o evolución) de una gran parte de las ideas políticas del nacionalsocialismo y otras corrientes de tercera posición afines. Uno de los mayores objetivos del arianismo ha devenido en la consecución, a mediano o largo plazo, de uno o más etnoestados arios autárquicos, es decir, el aseguramiento y defensa del espacio vital ario.

Autores como Friedrich Nietzsche, Julius Evola, Savitri Devi, William Pierce, Revilo P. Oliver, Francis Parker Yockey, David Lane y Alain de Benoist también se consideran como bases del pensamiento filosófico y político del arianismo moderno.

Organizaciones como la Asatru Folk Assembly de Stephen McNallen, o el Northwest Front de Harold Covington son ejemplos de comunidades que reflejan actualmente valores y objetivos arianistas, y su actividad es un modelo de inspiración para la fundación y desarrollo de futuras comunidades.

Terminología

Arianismo proviene de 'ario', palabra derivada del sánscrito आर्य Ārya: 'noble' u 'honorable', usado como autónimo de los pueblos indoiranios y muy probablemente también de los protoindoeuropeos.[1]

Algunas fuentes afirman que el término 'arianismo' fue usado primeramente por el nacionalsocialismo (o bien por los teóricos del racismo científico) para referirse a una doctrina similar al nordicismo que afirmaba que los pueblos arios poseen capacidades superiores de gobierno, organización social y civilización, por lo cual las fuentes políticamente correctas identifican el término arianismo sólo con el nacionalsocialismo o con el supremacismo blanco, y por lo tanto, está empañado con la propaganda antirracista.[2]

El término "cosmovisión aria" fue utilizado por Houston Stewart Chamberlain como título de su obra de 1905, Arische Weltanschauung, en cuyo prefacio de la tercera edición, Chamberlain escribió que "ser 'ario' no es el punto, lo que importa es convertirse en 'ario'", refiriéndose más a una mentalidad o a un estado de conciencia, y no exclusivamente a las características biológicas innatas, aunque indispensables. Asimismo expresó que:

Cada hombre pensante y de buen corazón entre nosotros oscila entre el deseo de una cosmovisión religiosa que forme, guíe y explique la vida y la incapacidad de separarse resueltamente de las ideas eclesiásticas... Para este propósito el pensamiento indo-ario es perfectamente adecuado, para alentarnos y mostrarnos el camino. Por eso Deussen puede expresar su expectativa: "Un conocimiento suficiente de la sabiduría india resultará en una revolución, no que afecte mucho en la superficie sino especialmente las últimas profundidades del pensamiento religioso y filosófico del mundo occidental".

El filósofo e indoeuropeísta Roderick Swain redefinió el término para describirlo como una cosmovisión y un fenómeno más profundo vinculado a toda la historia de los pueblos indoeuropeos, desde el pasado prehistórico hasta las problemáticas actuales que enfrentan sus herederos.

Historia

Antigüedad

Artículo principal: Pueblos indoeuropeos

En el mundo antiguo, los diversos pueblos indoeuropeos no poseían una unidad política y el arianismo se encontraba fragmentado y circunscrito sólo a cada cultura y sociedad particular, sin tener cada una de ellas, una consciencia clara de su parentesco y origen común. En estas sociedades, la religión y la mitología representaban las mayores fuentes y expresiones de su cosmovisión.

La estructura social de todas las sociedades indoeuropeas, desde Islandia hasta la India, pasando por Roma y Persia estaba basada en un esquema psicológico, religioso, ideológico, social y político tripartito y esto habría derivado a que desarrollasen sociedades divididas fundamentalmente en tres castas o estamentos donde cada uno de ellos desarrollaba una función, sin tener mucho en cuenta su poder económico. Así, la sociedad se dividía fundamentalmente en tres castas:

  1. La casta sacerdotal. Compuesta por sacerdotes y filósofos.
  2. La casta militar. Compuesta por reyes y guerreros.
  3. La casta productora. Compuesta por agricultores, ganaderos, cazadores y artesanos.

La familia era considerada fundamental para la estabilidad y la continuidad del pueblo. Los valores familiares y religiosos enfatizaban la importancia de tener hijos y perpetuar el linaje familiar y tribal. La procreación se considera un deber sagrado y un acto divino. Tener una familia numerosa dotaba prestigio social y estatus, y fortalecía al clan. Los hombres ganaban reconocimiento y respeto en la sociedad por tener muchos hijos, y las mujeres eran valoradas por su fertilidad y capacidad para dar a luz y criar a una prole numerosa, por lo que los importantes ritos de fertilidad no estaban sólo enfocados a la producción agrícola sino también a la procreación. En estas sociedades, tener hijos era visto como una inversión en el futuro, ya que los hijos podían ayudar en el trabajo agrícola y proporcionar seguridad económica en la vejez. Además, una familia grande aumentaba la mano de obra disponible para trabajar la tierra y garantizaba la continuidad de la propiedad y el aumento de la riqueza. En algunos períodos de la historia europea antigua, los gobiernos y las autoridades locales implementaron políticas y leyes para fomentar la natalidad. Esto podía incluir incentivos económicos, como exenciones fiscales o subsidios para familias numerosas, así como leyes que promovían el matrimonio y la reproducción. El estigma social asociado con la infertilidad o la falta de descendencia podía ejercer presión sobre las parejas para tener hijos.

India védica

Guerreros indoarios conduciendo un carro de guerra. Ilustración de Christian Sloan Hall
Artículos principales: Indoarios y Vedismo

Los indoarios, llamados a sí mismos como arios ('nobles') y que migraron a la India desde las estepas euroasiáticas, se mantuvieron racialmente puros obedeciendo las estrictas leyes de su sistema de castas (varnas) durante un largo período para evitar mezclarse con las razas aborígenes dravídicas de piel oscura. Su mitología recogida en el Rigveda, narra su gloriosa epopeya de la conquista de India bajo el auspicio de su dios de la tormenta y el rayo Indra (equivalente al Zeus griego y al Thor nórdico) y al que describían de cabello y barba dorados[3][4] quien, junto a sus devotos compañeros arios de piel clara[5][6], sometió y aniquiló a los dasyus de piel oscura (कृष्णं त्वचं, kṛṣṇam tvacaṃ).[7][8][9]

En el vedismo y la mitología protoindoeuropea, la figura de Manu es altamente reverenciada como el progenitor de los arios y como el legislador supremo. Según las creencias védicas, fue el primero en recibir las leyes y normas de la sociedad de parte de los dioses, y luego las transmitió a la humanidad. No se puede establecer una fecha precisa de su existencia, pero se considera que las enseñanzas asociadas con su figura se desarrollaron entre el 1500 a.C. y el 500 a.C. Un ejemplo temprano de desarrollo de leyes raciales arias fundadas en la religión se puede hallar en las Leyes de Manu atribuidas a esta figura semilegendaria:

Un hombre cae cuando se casa con una mujer no aria, o cuando tiene un hijo con ella, o cuando tiene hijos con ella.

Un ario que se mete en la cama con una mujer no aria va al infierno; si engendra en ella un hijo, pierde el estatus de ario.

Los ancestros y los dioses no comen las ofrendas que tal hombre hace con ella, y por eso no va al cielo.

No se prescribe ninguna redención para un hombre que bebe la saliva de los labios de una mujer no aria o se contamina con su aliento o engendra a su hijo.


Leyes de Manu, 3:15-19[10]

Mundo clásico

Artículos principales: Antigua Grecia y Antigua Roma
Licurgo según el pintor neoclásico Merry-Joseph Blondel (1781-1853), en su obra Lycurgue

Otro ejemplo de legislación propuesta a construir una sociedad aria superior fue la establecida por el legendario legislador y poeta Licurgo, famoso por ser el creador de las leyes espartanas, aunque la historicidad de su figura es debatida y muchos detalles sobre su vida son difíciles de verificar. Se le atribuye la reforma del sistema político y social de Esparta en el siglo IX a.C. Este sistema era una forma de eugenesia, y su política se basaba en entrenar seres humanos superiores que diesen a luz a seres humanos superiores. El Estado espartano eximía de impuestos a los ciudadanos que dejaban al menos 4 hijos y los solteros de más de 25 años estaban extremadamente mal vistos y se les castigaba con multas y actos humillantes.

También el flósofo griego Platón (427 a.C. - 347 a.C.) en cuya obra La República presenta su visión de una sociedad ideal gobernada por una élite de filósofos-reyes. En esta obra escribió:

Es preciso, según nuestros principios, que las relaciones de los individuos más sobresalientes de uno u otro sexo sean muy frecuentes, y las de los individuos inferiores muy raras. Además, es preciso criar los hijos de los primeros y no de los segundos, si se quiere que el rebaño no degenere.


En base a lo convenido, es necesario que los mejores hombres se unan a las mejores mujeres lo más frecuentemente que se pueda, y al contrario, los peores con las peores; y se debe elevar la prole de los mejores y no la de los peores, así nuestra grey llegará a ser excelente.


La República, 459.

Asimismo, Aristóteles (384 a.C. - 322 a.C.), discípulo de Platón, en su obra Política, presenta su visión de una sociedad ideal basada en la virtud, la razón y la justicia, en la que los ciudadanos trabajan juntos para alcanzar la excelencia moral y política. Argumenta que el objetivo último del gobierno es promover el bienestar de todos los ciudadanos y facilitar su realización como seres humanos completos y consideraba que la autarquía es la situación ideal para un Estado.

El emperador romano y filósofo estoico Marco Aurelio (121 d.C. - 180 d.C.), cuyo libro Meditaciones ofrece reflexiones sobre la ética y el gobierno, además de una guía práctica para vivir una vida virtuosa, disciplinada, equilibrada y serena en medio de los desafíos y tribulaciones de la existencia humana.

Edad Media

Esvásticas en una ilustración cristiana medieval. El cristianismo medieval adoptó en ocasiones este símbolo solar ario-pagano.
No deja de ser sorprendente que en un culto supuestamente cristiano, se empleasen símbolos netamente paganos y pre-cristianos como la rueda solar o esvástica. En esta imagen no queda absolutamente nada de la simbología cristiana originaria (como lo habían sido el pez, la paloma o el posterior crucifijo), en la mayoría de iconos religiosos sólo se ve a una mujer de aspecto totalmente europeo, con un niño similar a ella en brazos, lo cual era, sin duda, algo por lo cual el caballero medieval estaba más que dispuesto a dar la vida, ya que representaba la eternidad de la estirpe.

La aparición del cristianismo (doctrina extranjera de origen judío y, por lo tanto, ajena a Europa) significó un evento traumático y disruptivo en la psicología europea que trastocó al mundo ario, ocasionando la devastadora destrucción del mundo clásico y llevando a las tradiciones arias en Europa cerca de la extinción. Europeos de todas partes ejercieron heroicamente una gran resistencia contra la cristianización hasta que finalmente el cristianismo estableció su dominio.

No obstante, es innegable que cuando llegó a tierras de bosques, nieblas y nieve habitadas por guerreros de sangre pura, experimentó una transformación: surgió la mágica Edad Media de castillos, caballeros, princesas, reyes, trovadores y magos que vivían de espaldas a la Iglesia y a la influencia que ésta tenía sobre el vulgo. El cristianismo, en cierta medida y con sus respectivos matices, se "arianizó".

En este largo período de mil años hubo todo tipo de hechos muy diferentes entre sí en los que pueden encontrarse tanto sucesos propiamente "oscurantistas" (propiciados exclusivamente por la idiosincrasia judeocristiana abráhamica), así como sucesos de gran esplendor, reflejos de una espiritualidad europea aún latente.

Aunque la gradual cristianización de Europa marginó y proscribió al paganismo ario al punto de su casi desaparición, no puede decirse que éste fuera erradicado. El arianismo, su cultura y sus valores paganos no murieron con el advenimiento del cristianismo, sino que sobrevivieron a pesar de él.[11]

Cuando el cristianismo entró en contacto con las diferentes tradiciones europeas, muchas de ellas se integraron gradual y significativamente en el culto cristiano por medio del sincretismo, el cual sirvió en gran medida para facilitar la conversión de los europeos renuentes a la evangelización y apegados a sus antiguas costumbres. Así por ejemplo, muchas de las antiguas prácticas y festividades arias, como el Solsticio de Invierno o el Solsticio de Verano, se convirtieron en festivales oficiales de la Iglesia, cambiando de nombre y de significado ritual (Navidad y Fiesta de San Juan, respectivamente), pero preservando, de forma oculta, su significado natural y esencial. Esto condujo a una dinámica de continuidad cultural y a la preservación de identidades locales y regionales distintas dentro del marco cristiano.

Incluso durante períodos tan cristianos como la Edad Media, brotaron manifestaciones espirituales que parecen asistir a una simple repetición de la antigua mentalidad aria bajo un disfraz cristiano, pero siempre plagadas de folclore indoeuropeo y signos esotéricos que no tienen relación con las doctrinas cristianas originales. Estos reflejos, de carácter genuinamente ario se manifestaron, por ejemplo, en instituciones como la caballería, la nobleza y el Sacro Imperio Romano Germánico, también en las distintas órdenes militares como los caballeros teutónicos, los templarios y los hospitalarios, así como en grupos heréticos como los cátaros, los alquimistas, el arte románico y gótico, y hasta cierto punto algunas órdenes religiosas que acumularon sabiduría y conocimiento, como los franciscanos, benedictinos, cistercienses, etc.

Además, muchas iglesias católicas fueron construidas en antiguos sitios sagrados paganos y la arquitectura católica tendía a imitar la arquitectura pre-cristiana: Domos solares, obeliscos e incluso cruces, tienen orígenes paganos. En las culturas paganas, las diosas madres eran adoradas en grutas y arboledas. En el catolicismo, la veneración de María se asocia con cuevas y arboledas.

Asimismo, imágenes de santos y mártires empezaron a aparecer, primero como monumentos conmemorativos, y luego reverenciadas en culto a la usanza greco-romana, a pesar de que la Biblia prohíbe expresamente la representación de figuras humanas para su culto (Éxodo 20:4 y Deuteronomio 5:8).

En ese sentido, Julius Evola no considera que la cristianización del Imperio romano certificara la desaparición de la tradición de Europa. Antes bien, reconoce que el espíritu del cristianismo primitivo sufrió una primera rectificación con el edicto de Constantino, luego, en la Edad Media, vivió su última aurora en Europa, especialmente en la Edad Media gibelina con el Sacro Imperio Romano Germánico. Evola considera que este renacimiento de la tradición en Europa se debió a la renovación del ethos pagano con la llegada de las tribus germánicas y cuando éstas renovaron el espíritu de la romanidad.

En realidad, el cristianismo no "convirtió" más que exteriormente al hombre occidental, del que constituyó la "fe" en el sentido más abstracto, pero cuya vida efectiva continuó obedeciendo a formas más o menos materializadas de la tradición opuesta a la acción y más tarde, en la Edad Media, a un ethos que, de nuevo, debía ser esencialmente la impronta del espíritu nórdico‑ario. Teóricamente, Occidente aceptó el cristianismo, y el hecho de que Europa acogiese tantos temas que evidenciaban la concepción hebraica y levantina de la vida, es algo que siempre ha producido estupor al historiador; pero, prácticamente, Occidente permaneció pagano. El resultado fue un hibridismo. Incluso bajo su forma católica atenuada y romanizada, la fe cristiana fue un obstáculo que privó al hombre occidental de la posibilidad de integrar su verdadero e irreductible modo de ser gracias a una concepción de lo sagrado y a relaciones con lo sagrado, conformes a su propia naturaleza.

Julius Evola[12].

Las órdenes de caballería cobraron especial importancia en esta época, y tienen sus antecedentes y raíces en los hippeis (ἱππεῖς) de la Antigua Grecia y los equites de la Antigua Roma. Si bien evolucionaron en un contexto cultural y religioso diferente, adoptaron y adaptaron características fundamentales de las sociedades romanas, especialmente en términos de organización militar y roles sociales. Al igual que en la antigua Roma, las órdenes de caballería tenían una estricta y disciplinada estructura jerárquica que facilitaba la gestión y el mando en operaciones militares.

En Oriente, una Orden particular, la Orden del Temple, alcanzó altas cotas de sabiduría, precisamente de la mano de la herencia persa. Los templarios alcanzaron muchísimo poder y, aliados con grupos opuestos a la Iglesia, como los cátaros y el mismo Sacro Imperio, apoyado por los gibelinos, hicieron tambalear al Vaticano, colocándolo cerca de su destrucción. En el seno de este contexto, surgieron infinidad de mitos, mucho más relacionados con tradiciones celtas y germánicas que con la Biblia, por ejemplo, el del Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda. De ahí que no tiene que extrañarnos la fortísima influencia céltica, iraní (procedente de las cruzadas) y germánica en el espíritu de la caballería medieval, que no era sino la repetición de las tradiciones de männerbunde europeas, es decir, sociedades secretas de carácter místico-militar. Muy desgraciadamente, a los caballeros de estas órdenes se les obligaba a hacer voto de celibato, impidiendo su procreación y su capacidad de dejar descendencia y condenando así su valiosa calidad genética aria a la extinción, aunque la abstinencia sexual favorecía su disciplina y desarrollo interior.

Renacimiento

El Renacimiento gestado durante los siglos XV y XVI, fue el primer movimiento que buscó, al menos culturalmente, la recuperación y restauración de la cultura clásica europea con sus ideales, sus valores, su ciencia y su filosofía. Numerosos grandes artistas, como Sandro Botticelli, Tiziano, Giorgione, Leonardo da Vinci, Dosso Dossi, Rafael Sanzio, Miguel Ángel Buonarroti, tomaron inspiración en los antiguos mitos griegos para sus obras y el realismo clásico fue restablecido como criterio estético máximo. Pese a que se suele decir que sus obras no tenían ningún tipo de fin religioso y sólo tenían el propósito estético de establecer significados alegóricos, lo cierto es que la estrecha relación intelectual con estos símbolos y arquetipos no se diferenciaba mucho de la antigua contemplación europea de lo divino.

Los grandes médicos de la época como Paracelso (quien escribió un tratado sobre criaturas míticas del folclor europeo), eran alquimistas, y astrónomos como Tycho Brahe, Johannes Kepler o Galileo, también practicaron la antigua astrología, y de la mano de una gran cantidad de filósofos aparecieron numerosos textos de sabiduría hermética.

Friedrich Nietzsche

Artículo principal: Friedrich Nietzsche
Busto de Nietzsche

Se considera la influencia de la filosofía de Friedrich Nietzsche (1844-1900) como la más significativa en el desarrollo de la filosofía arianista moderna. Conceptos como la Voluntad de Poder, el Übermensch, el Eterno Retorno y la crítica al cristianismo hacen eco en numerosas manifestaciones arianistas de la actualidad, por lo que Nietzsche es considerado por muchos como un 'profeta del arianismo'.

El cristianismo, surgido de raíces judías y sólo explicable como planta característica de este suelo, representa el movimiento opuesto a toda moral de cría, de raza y de privilegio. Es la religión antiaria por excelencia. El cristianismo es la inversión de todos los valores arios, el triunfo de los valores chandalas, el evangelio dirigido a los pobres e inferiores, la rebelión general de todos los oprimidos, miserables, malogrados y fracasados dirigida contra la "Raza"; la venganza eterna de los chandalas convertida en religión del amor.
El ocaso de los ídolos, 4.

Nietzsche propugna un retorno a la moralidad aria pagana, que de forma sutil prevalece en toda su obra y que contrapone a la moral de esclavos judeocristiana. Por ello incluso Coudenhove-Kalergi reconoció que en Nietzsche pervivía una ética pagana que contrasta con la moral judeocristiana: "Nietzsche es el único no judío, el único pagano eticista en Europa" y "el sumo sacerdote del paganismo moderno".[13] En su obra póstuma, Voluntad de Poder, Nietzsche dice:

Así es como una religión aria afirmativa considera el origen de una clase dominante: el código de Manu. (La divinización del sentido de poder en los brahmanes es interesante que se haya originado en una casta de guerreros y después haya pasado a los sacerdotes.)... Es completamente adecuado que nosotros no tengamos una religión de la raza aria oprimida, ya que esto sería una contradicción: una raza de dominadores o está en la cima o perece. [145] ...

Pagano es afirmar lo natural, el sentimiento de inocencia en lo natural, «la naturalidad». Cristiano es negar lo natural, el sentimiento de indignidad en lo natural, la antinaturalidad. [147] ...

La gran mentira de la historia: ¡Como si la corrupción del paganismo hubiera sido lo que abrió el camino al cristianismo! ¡Pero fue la debilitación y la desmoralización del hombre antiguo! ¡La conversión del instinto natural en vicio había ya tenido lugar! [150]

Respecto al tema racial expresó:

Las razas cruzadas producen siempre, a la vez que civilizaciones cruzadas, morales igualmente cruzadas: generalmente, éstas son las peores, las más crueles y las más inquietas. La pureza es el resultado último de incontables asimilaciones, absorciones y eliminaciones (...) Por eso las razas depuradas son siempre más fuertes y más hermosas. Los griegos constituyen un ejemplo de una raza y de una civilización depurada del modo que acabo de indicar, y es de esperar que algún día se logre también crear una raza y una civilización europeas puras.
Aurora. Reflexiones sobre los prejuicios morales, 272.

En El Anticristo y en El crepúsculo de los ídolos, Nietzsche elogia al Código de Manú, como ejemplo de legislación modelo de una civilización aristocrática estructurada en castas.

Siglo XX

Movimiento völkisch

Artículo principal: Movimiento völkisch

A finales del siglo XIX y principios del XX, el movimiento völkisch en Alemania y Austria enfatizaba la conexión orgánica entre un pueblo, su tierra y su cultura lo que luego derivó en la doctrina de Sangre y Suelo. Abogaba por la preservación y promoción de la identidad étnica y cultural alemana y defendía la exclusión de influencias culturales extranjeras, se levantó en la heroica lucha contra el judaísmo y fue precursor del nacionalsocialismo.

Fue influido por el movimiento romántico del siglo XIX que valoraba la conexión con el pasado, la naturaleza y el misticismo, lo que fomentó un interés en las antiguas tradiciones y mitologías. El creciente nacionalismo en los países germánicos promovió un sentido de identidad, orgullo nacional y la glorificación de la herencia germánica. A medida que la industrialización y la urbanización avanzaban, algunas personas buscaron refugio en ideas que glorificaban un pasado idealizado y rural, y rechazaban el materialismo y la modernidad. La ciencia racial del siglo XIX proporcionó una base científica y se promovía la idea de que la raza aria, creadora de grandes civilizaciones y culturas, debía preservar su pureza.

Un ejemplo destacado de organización völkisch es la Bund für Gotterkenntnis ("Liga para la Cognición de lo Divino") de Erich Ludendorff y su esposa Mathilde, y que aún existe hoy en día a pesar de todos los esfuerzos por destruir toda forma de arianismo. Fue impregnada de una fuerte conciencia racial pues sostiene que el conocimiento de Dios varía según el pueblo o la raza y por ello mantiene el imperativo de evitar la mezcla de razas. La BfG organiza numerosos eventos a lo largo del año, se organizan campamentos de vacaciones, excursiones y cursos filosóficos en Baja Sajonia y Schleswig-Holstein. También se imparten clases de Lebenskunde ("habilidades para la vida") a niños y jóvenes.

Ariosofía

Artículo principal: Ariosofía

Del corazón de este movimiento surge una corriente conocida como ariosofía, principalmente por Guido von List y Jörg Lanz von Liebenfels, en el contexto de un creciente interés por la espiritualidad, el misticismo, el esoterismo y el nacionalismo en Europa. Sus raíces se encuentran en una combinación de ideas racialistas, nacionalistas y esotéricas, y la búsqueda de una conexión espiritual con los ancestros arios.

El término, que significa literalmente "sabiduría de los arios", fue acuñado por Lanz von Liebenfels en 1915 y se convirtió en el nombre de un conjunto de doctrinas esotéricas en la década de 1920. List llamó a su doctrina esotérica como "Armanismo" y a su doctrina exotérica como "Wotanismo", mientras que Lanz utilizó los términos "teozoología" y "ariocristianismo" antes de la Primera Guerra Mundial. Con el tiempo se llegó a utilizar el término 'ariosofía', a la conjunción de estas doctrinas místico-raciales como pilares del resurgimiento general del ocultismo en Alemania y Austria que tuvo lugar a fines del siglo XIX y principios del siglo XX.

Racismo científico

Tambien en esta época, teóricos como Georges Vacher de Lapouge, Madison Grant, Joseph Arthur de Gobineau y Houston Stewart Chamberlain iniciaron el pensamiento científico-racial del arianismo.

Las obras más importantes de este período son:

  • Joseph Arthur de Gobineau, Essai sur l'inégalité des races humaines (Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas) (1853-1855). En este ensayo, Gobineau desarrolla su tesis sobre la desigualdad de las razas, argumentando que la civilización y la cultura están determinadas por las características raciales. Esta obra es considerada una de las primeras formulaciones del racismo científico y tuvo una profunda influencia en el desarrollo del pensamiento racialista en Europa.
  • Houston Stewart Chamberlain, Die Grundlagen des neunzehnten Jahrhunderts (Los fundamentos del siglo XIX) (1899). En este libro, Chamberlain defiende la superioridad de la raza aria y la influencia determinante de los germanos en la historia y la cultura europeas. La obra tuvo un impacto significativo en el pensamiento racista y nacionalista de la época, y posteriormente, influyó en el nacionalsocialismo.
  • Georges Vacher de Lapouge, L'Aryen et son rôle social (El ario y su papel social) (1899). En esta obra, el antropólogo y eugenista francés expone sus teorías sobre la superioridad racial de los arios y su papel en la sociedad. Su trabajo influyó significativamente en el desarrollo del pensamiento eugenésico y racista a finales del siglo XIX y principios del XX.
  • Madison Grant, The Passing of the Great Race (La caída de la gran raza) (1916). En este libro, Grant defiende la teoría de la superioridad racial nórdica y advierte sobre la amenaza que representa la mezcla de razas para la civilización occidental. Su trabajo tuvo una gran influencia en las políticas de inmigración restrictivas en los Estados Unidos durante la primera mitad del siglo XX y también impactó en la ideología eugenésica y racista de la época.
  • Lothrop Stoddard, The Rising Tide of Color Against White World-Supremacy (La creciente marea de color contra la supremacía blanca mundial) (1920). En este libro, Stoddard argumenta que las razas no blancas estaban aumentando en poder y número, lo que representaba una amenaza para la supremacía de la raza blanca y la civilización occidental. El libro tuvo un impacto considerable en las políticas de inmigración y las actitudes raciales en Estados Unidos y otros países occidentales durante la primera mitad del siglo XX.

Tercer Reich y nacionalsocialismo


Desfile de Arte Alemán de Múnich de 1938 en el Tercer Reich, con evidente rememoración del pasado pagano.
Escultura de Arno Breker, emblemático artista de la Alemania nacionalsocialista, que representaba la fuerza de la raza aria en sus obras.

Esta forma de arianismo alcanzó su punto máximo de desarrollo e influencia en el Tercer Reich bajo la doctrina nacionalsocialista, la cual se definió a sí misma como una cosmovisión (Weltanschauung), es decir, una forma de vida y de ver el mundo inherente al hombre ario. De esta forma, propuso la restitución de una cosmovisión espiritual ario-germánica, utilizando una multitud de símbolos e ideas de origen pagano que impactaron notablemente en la psicología europea. Así, tal como lo habían hecho varias organizaciones del movimiento völkisch, adoptaron la antigua esvástica, no sólo como símbolo de su movimiento, sino como símbolo de la raza aria misma. Adolf Hitler se refirió a la esvástica como el símbolo de la «lucha por la victoria del hombre ario».[14] Este retorno a un universo cultural propiamente ario se haría de forma gradual hasta llegar a deshacerse de toda influencia abrahámica. Una de las organizaciones fundadas para este propósito fue el Movimiento de la Fe Germánica por Jakob Wilhelm Hauer, que intentó reemplazar al cristianismo con una versión moderna de religión germánica.

Entre sus mayores objetivos figuran la consecución de un espacio vital alemán (Lebensraum) en el cual poder autogobernarse sin intervenciones extranjeras, por medio de un Etnoestado autárquico donde la sociedad trabaja en unidad por el bien común y en la que la raza y la herencia genética y cultural son los valores rectores que dan cohesión natural a la nación.

Por ello, en 1935, la Alemania nacionalsocialista promulgó sus leyes raciales, conocidas como Leyes de Núremberg, destinadas a mantener una optimización de homogeneidad racial. Por su parte, en un discurso de 1921 en Bolonia, Benito Mussolini expresó que "el fascismo nació... de una necesidad profunda y perenne de esta nuestra raza aria y mediterránea". En este discurso, Mussolini se refería a los italianos como la rama mediterránea de la raza aria, en el sentido de gente de lengua y cultura indoeuropeas. La Italia de Mussolini también promulgó desde 1938 sus Leyes raciales fascistas.

Políticas de alta natalidad
Familienbildniss ("Familia"), arte de propaganda del Tercer Reich que ilustra una familia aria, por el artista Wolfgang Willrich.

El régimen nacionalsocialista fomentó las familias numerosas y ofrecía incentivos financieros y beneficios sociales a las familias con al menos 4 hijos. Estos incluían subsidios por hijos, préstamos sin intereses para matrimonios jóvenes y exenciones fiscales. Además, se establecieron premios y honores para las familias que tuvieran muchos hijos, como la Cruz de Honor de la Madre Alemana. Esta política tenía como objetivo aumentar la población aria y preservar la pureza racial de la nación. La organización Lebensborn de la SS estableció hogares especiales donde las mujeres arias podían dar a luz y criar a sus hijos fuera del matrimonio. Estos hogares proporcionaban apoyo financiero, médico y social a las mujeres arias. También facilitó la adopción de niños arios por parejas o familias alemanas.

Aquello por lo que debemos luchar es para asegurar la existencia y reproducción de nuestra raza y de nuestro pueblo; el sustento de nuestros hijos y la pureza de nuestra sangre; la libertad e independencia de la patria, para que nuestro pueblo pueda llegar a cumplir la misión reservada por el Creador del Universo. Todo pensamiento y toda idea, toda doctrina y todo conocimiento, deben servir a ese propósito. Y todo debe ser examinado bajo ese punto de vista y utilizado o rechazado de acuerdo a su utilidad.
Poligamia meritocrática

Algunos oficiales del estado alemán como Martin Bormann o Heinrich Himmler, proponían una reforma radical en la concepción del matrimonio occidental que implicaría instituir la bigamia o la poligamia selectiva y meritocrática con el propósito de aumentar la cantidad y calidad de la raza aria. También Alfred Rosenberg en El mito del siglo XX observó virtudes reproductivas en la poligamia.[16]

Himmler declaró al respecto que las leyes matrimoniales monogámicas no toman en cuenta la naturaleza humana y terminan afectando la tasa de natalidad, reduciendo el tamaño de las familias. Con la monogamia obligatoria, a la especie se le despoja de sus mecanismos naturales de reproducción en base a una moralidad equivocada.

Se propuso que los miembros de la SS y los héroes tendrían el derecho a tomar una segunda esposa, que sería considerada tan legítima como la primera. El permiso para tener dos esposas se concedería sólo a hombres de pura raza germánica que hayan demostrado su lealtad y su valor, exigiendo al menos haber obtenido la Cruz de Hierro, Primera Clase. El varón también sería examinado médicamente para garantizar que no se propague ninguna enfermedad, de acuerdo con los principios eugenésicos. Además, este permiso sería una señal de distinción y conllevaría remuneraciones en salario, bonificaciones, etc. El hombre al que se le permita ser bígamo ocuparía una posición tan importante en el Estado que ganaría más que suficiente para sostener a sus familias, y el Estado obtendría muchas ventajas de dicho acuerdo ya que se estimaba una tendencia ascendente inmediata en la tasa de natalidad y el mejoramiento en la calidad de la descendencia de estos matrimonios múltiples. Con esta medida se esperaba que la raza de los héroes alemanes se transmitiera al mayor número posible de descendientes.

Posguerra

Nouvelle Droite
Artículos principales: Nouvelle Droite y GRECE
El símbolo de GRECE

Pasada la Segunda Guerra Mundial, hacia la década de los 70 hubo un despertar del paganismo nacionalista asociado a los movimientos identitarios de tercera posición, en gran parte parte por pensadores como Alain de Benoist, fundador de la organización GRECE (corazón de la Nueva Derecha francesa o Nouvelle Droite), el cual se encargó de reivindicar el pensamiento cultural nativo de Europa como forma de enfrentar la decadencia de Occidente, esto daría el germen para las siguientes fases del arianismo.

La organización GRECE (Grupo de Investigación y Estudio para la Civilización Europea) propone la construcción de una nueva civilización occidental basada en las tradiciones milenarias de los pueblos de raza europea y se interesa fundamentalmente en promover el sistema de valores inherente a la cultura pagana europea, antes que en revivir antiguos rituales de culto, es decir, concibe al paganismo como un asunto más ético que estético.

Nacionalismo blanco
Artículo principal: Nacionalismo blanco
Logo de la Creatividad

A mediados de los años 70 hubo gran actividad política y teórica en Estados Unidos que desarrolló una fase del arianismo por parte de nacionalistas blancos.

Ben Klassen, fundó la filosofía de la creatividad, pensada como una cosmovisión naturalista para los arios del futuro y a la que proclamó como "único camino para la salvación de la raza blanca":

Este es el deber jurado y la responsabilidad santa de cada generación conservar y asegurar por siempre la existencia de la Raza Blanca sobre la faz de la tierra.
—Primer mandamiento de la Creatividad

Klassen plasmó su doctrina en dos libros:

  1. Nature's Eternal Religion (1973).
  2. The White Man's Bible (1981).

Rechazó un regreso de los dioses antiguos abogando por una filosofía panteísta, casi atea, fundamentada en el etnocentrismo, el socialismo racial y la eugenesia afirmando que "Nuestra Raza es Nuestra Religión". Sus ideales fueron las altas culturas de la Antigua Roma y la Antigua Grecia.

Logo del National Alliance formado por la runa de la vida algiz y una corona de hojas de roble.

Por su parte, el Dr. William Pierce, fundó la National Alliance cuyos ideales promueven el establecimiento de un espacio vital blanco, una sociedad aria, un gobierno responsable, un nuevo sistema educativo y una política económica basada en principios raciales.

Debemos tener nuevas sociedades a lo ancho del mundo blanco que estén basadas en valores arios y que sean compatibles con la naturaleza aria. No necesitamos homogeneizar el mundo blanco: habrá sitio para las sociedades germánicas, sociedades celtas, sociedades eslavas, sociedades bálticas, etc., cada una con sus propias raíces, tradiciones y lenguas. Lo que debemos tener, sin embargo, es un desarraigo completo en todas partes de los valores y costumbres semíticos y otros no-arios. Debemos una vez más suministrar la clase de entorno social y espiritual en el cual nuestra propia naturaleza pueda expresarse en la música, en el arte y arquitectura, en la literatura, en la filosofía y erudición, en los medios de comunicación, y en los estilos de vida de las personas.
National Alliance: Una sociedad aria

En los años 80 y 90, David Lane fue autor de los 88 Preceptos, de los 14 códigos de la ética aria, del Manifiesto del Genocidio Blanco y de las inmortales 14 palabras que actualmente todos los arianistas profesan:

Debemos asegurar la existencia de nuestro pueblo y un futuro para los niños blancos.

Religión

Las religiones son, tal como los idiomas, sistemas en constante evolución y cambio. Esta evolución se guía conforme a las circunstancias espacio-temporales para adaptarse a las necesidades. Aunque una porción de los cultos europeos originales se han perdido debido a la irrupción del judeocristianismo, nada impide recrear y establecer nuevas tradiciones en base al gran acervo con el que actualmente se cuenta. La creación de nuevos poemas, canciones, himnos, oraciones y epítetos para las deidades es un paso hacia la continuidad evolutiva de la religión aria. El zoroastrismo, el budismo, el hinduismo y el jainismo son religiones orientales que, aunque han evolucionado hacia horizontes divergentes, se derivan de la religión indoeuropea originaria. A diferencia de las religiones paganas que están resurgiendo con fuerza en Europa, tienen una tradición ininterrumpida por lo que se puede aprender mucho de ellas si se ejerce un criterio comparativo.

Conjunto de posturas religiosas

De forma semejante a los significados de los términos paganismo o hinduismo, el arianismo no es una religión ni una filosofía unificada sino un conjunto de ellas, en el que no existe una organización central que establezca una serie de dogmas religiosos, aunque sí existen principios y valores en común.

Históricamente, las expresiones espirituales de los arios han sido muy variadas, y no todos ellos pueden pensar o sentir igual en cuanto a los temas metafísicos ya que las experiencias son igual de variadas. Por ello, en la concepción religiosa del arianismo pueden coexistir el teísmo, el deísmo, el politeísmo, el panteísmo, el panenteísmo, el agnosticismo, el paganismo cultural, e inclusive, bajo estrictas condiciones, el monoteísmo y el ateísmo.

El arianismo acepta una diversidad de posturas religiosas siempre que tales no atenten contra los principios fundamentales de la identidad, la preservación de la raza blanca y los valores aristocráticos arios. En ese sentido, rechaza a las religiones abrahámicas: el judaísmo, el cristianismo y el islam, como opuestas e incompatibles con los valores arianistas.

Aunque las religiones representan un aspecto importante en la identidad cultural y de la cosmovisión aria, el individuo posee una completa libertad religiosa y no está obligado a seguir alguna. No todos interpretan a los dioses en la misma manera: algunos, como Varg Vikernes, los ven como simples alegorías (lo que se acerca a una postura 'ateísta'); otros, los pueden considerar como entes reales (literalistas); y otros como una conjunción de ambas. No se puede exigir el mismo grado de interpretación para todos, tal como hacen las sectas judías, pues cada uno recorre su camino espiritual dependiendo de sus vivencias, conocimientos, talentos y capacidades, y sea cual sea este grado de entendimiento, debe ser respetado. Aun así, el más escéptico y racionalista entre las tribus debe reconocer la importancia de la espiritualidad para la identidad y la moral de la comunidad racial.

Pan-indoeuropeísmo

Cualquiera de las numerosas religiones indoeuropeas, y de sus expresiones sincréticas, se consideran adecuadas y compatibles para ser profesadas por el arianista, sin importar su lugar de origen. Esto no es una forma de universalismo como algunos detractores afirman, sino una manifestación paneuropeísta.

Ya que el propósito del arianismo es la unidad étnica y racial pan-indoeuropea, la adopción de una religión étnica indoeuropea en el contexto arianista no se ve restringida por los antecedentes geográficos, culturales o lingüísticos sino sólo por la raza. En general lo ideal podría ser que un arianista de contexto cultural germánico adopte el odinismo u otra variante de la religión germánica, pero si éste siente una afinidad personal por el panteón helénico bien puede adoptar el helenismo sin importar sus orígenes geográficos, porque ambas religiones son sólo expresiones culturales y regionales de una misma religión originaria. Esto no quiere decir que no se deba preferir la existencia grupos folclóricos o cultos separados con las características particulares de su propia cultura en cada región, especialmente en un contexto colectivo.

Las religiones arias son:

Además se pueden complementar con ciertos conocimientos en religiones orientales de raíces indoeuropeas:

Religión indoeuropea sincrética

Artículo principal: Religión indoeuropea

Autores indoeuropeístas como Zachary Gill (Hammer and Vajra Proyect), en su libro Syncretic Indo-European Faith, proponen como modelo espiritual del hombre ario una religiosidad indoeuropea sincrética derivada de la reconstrucción de la religión protoindoeuropea, o también el sincretismo de tradiciones afines conforme al contexto cultural del practicante. Gill es practicante activo de una forma de sincretismo entre la religión germánica y la religión védica con algunos elementos eslavos, además de estar iniciado en budismo vajrayana y zen.

Religión pan-aria unificada

Algunos filósofos arianistas han propuesto una doctrina pan-aria unificada con el propósito de trascender las nociones del pasado y enfatizar la importancia de la conciencia racial.

Movimientos religiosos modernos

Movimiento de la Creatividad

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La filosofía de la creatividad de Ben Klassen rechaza lo sobrenatural al tiempo que afirma una visión panteísta y naturalista, afirmando que "todo está en la naturaleza" y definiéndola como "el cosmos entero, el universo total, incluidos sus millones de leyes naturales a través del espacio y el tiempo". El término "Creador" no se refiere a un ser sobrenatural, sino a los seguidores de la Creatividad y la raza blanca. Los creadores no creen en una vida futura sobrenatural, creyendo que la "inmortalidad" es una continuación genética. Creen que deberían ver la vida y la muerte en la Tierra de una "manera racional y valiente", concentrándose en los aspectos positivos de la vida.

Cosmoteísmo

Artículo principal: Cosmoteísmo

El cosmoteísmo es un concepto religioso desarrollado por William Pierce (1933-2002) a mediados de los años 1970. Es una forma de panenteísmo, una creencia de que un Dios impersonal es la fuerza animadora dentro del universo, y por lo tanto, distinto al dios abrahámico

Pierce basó su filosofía religiosa en "la idea de un universo evolutivo... con una evolución hacia estados cada vez más elevados de autoconciencia", y sus ideas políticas se centraban en la pureza racial y la eugenesia como medios de hacer avanzar a la raza blanca primero hacia un estado sobrehumano y luego hacia la divinidad. En su opinión, la raza blanca representaba el pináculo de la evolución humana hasta el momento y, por lo tanto, debía mantenerse genéticamente separada de todas las demás razas para alcanzar la perfección destinada a la divinidad.

Hitlerismo esotérico

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El hitlerismo esotérico se caracteriza por el sincretismo de diversas tradiciones y mitologías precristianas, paganas, gnósticas y teosóficas y la incorporación de la figura de Adolf Hitler a estas doctrinas.

Se basa principalmente en el concepto de que la lucha librada por Adolf Hitler y el nacionalsocialismo fue un intento por recuperar la esencia de las tribus solares antiguas y al "superhombre".

Los exponentes de este movimiento más cercanos al arianismo son:

Savitri Devi (Francia-India). Integró el nacionalsocialismo en un marco cíclico más amplio de la historia hindú. Ella consideraba a Hitler como el noveno Avatar de Vishnu, y lo llamó "el Individuo divino de nuestros tiempos; el Hombre contra el Tiempo; el europeo más grande de todos los tiempos", teniendo una visión ideal de devolver a su pueblo ario a un tiempo anterior y más perfecto, y también tener los medios prácticos para luchar contra las fuerzas destructivas "en el Tiempo". Destacan dos obras:

  1. El Rayo y el Sol (1958), en la que es obvia la influencia nietzscheana y nacionalsocialista, junto con un duro ecologismo.
  2. Memorias y reflexiones de una aria (1976).

Miguel Serrano (Chile). Construyó un mundo mitológico para una Nueva Era que toma su fundamento principalmente del hinduismo, el budismo y el paganismo germano, junto a los aportes de los místicos ariosofistas como Jörg Lanz von Liebenfels, Guido von List, Rudolf John Gorsleben, la psicología jungiana y la Teosofía. Autor de numerosos libros, los principales sobre el tema son los que componen una trilogía:

  1. El cordón dorado (1978).
  2. Adolf Hitler, el Último Avatara (1984)
  3. Manu por el Hombre que Vendrá (1991).

Karl Gottman (Argentina). Elaboró la Doctrina Iniciática de los Arios, a la que denominó como Doctrina Alba Thule de los Arios Hiperbóreos (DATAH) basada en las Eddas escandinavas, en el simbolismo rúnico, en la mitología del Árbol del Mundo Yggdrasil, se inspiró en las principales corrientes ariosóficas europeas y en un conjunto de revelaciones propias. Se diferencia de los demás exponentes, pues su concepción es filosófico-místico-pragmática, es decir, no sólo se limita a la "contemplación" sino también a la acción.

Orion Starfire (Estados Unidos). Elaboró un cuerpo doctrinal para estructurar una religión racial llamando a su organización como la "Iglesia de la Arianidad",[17] y a su doctrina simplemente como "Arianidad" (Aryanity). Starfire condensó su filosofía arianista en tres libros:

  1. Aryanity: Forbidden History of the Aryan Race (2017).
  2. The Doctrine of Aryanity (2020).
  3. Aryanity: The Forbidden Destiny of the Aryan Race. (The official political manifesto and catechism of the religion of Aryanity and the Aryan Church) (2022).

Starfire intenta eliminar el conflicto entre paganos y cristianos blancos en los movimientos problancos unificándolos a todos bajo "una sola religión racial pan-aria". Para ello, busca paganizar al cristianismo, inspirándose en parte en el arianismo medieval, pero bajo una perspectiva sincrética y heterodoxa diferenciada del judeocristianismo que domina a las denominaciones cristianas oficiales.

Wotansvolk

Artículo principal: Wotansvolk
Portada de la obra del Ron McVan, Creed of Iron, Wotansvolk Wisdom.

David Lane junto a su esposa Katja Lane y Ron McVan, fundaron el Wotansvolk como un movimiento odinista para alentar la conciencia espiritual de la identidad aria y su preservación:

Sólo una religión que es originaria de un pueblo podrá servir a su conservación. El intento de expresar respeto por la naturaleza y la fuerza creativa de las fuerzas detrás de él debe brotar del alma de su raza.

Lane creìa que la raza blanca no puede compartir dioses o religiones con otras razas. Los dioses extranjeros destruyen el sentido de unicidad de una raza y también su capacidad para la supervivencia. Habiendo abandonando la Identidad Cristiana, Lane declaró que el Wotanismo es la mejor religión para la raza blanca hoy. Usando términos de la mitología y psicología de Carl Jung, Lane declara que Wotan es la mejor representación de la fuerza creativa y necesidades del pueblo. "Wotan despierta nuestra alma racial y nuestra memoria genética. Él agita nuestra sangre". La religión debería servir al objetivo supremo de la supervivencia racial.

Según Ron McVan, y coincidiendo con numerosos autores que conocen la obra de Carl Gustav Jung, el Wotanismo está arraigado en el carácter genético de la raza blanca y su identidad colectiva.

Ron McVan desarrolló la filosofía arianista de Wotansvolk en dos libros titulados Creed of Iron (1997) y Temple of Wotan (2000), con el proyecto de lograr que la conciencia racial perdida resurja y reconecte a los blancos con sus raíces en la raza aria. McVan presenta el wotanismo como "la voz interior del alma aria, que vincula el pasado infinito con el futuro infinito". Para McVan, Wotan simboliza "el alma y el espíritu esenciales del pueblo ario manifestados" como un dios guerrero con voluntad de hierro. También se eligió el nombre "Wotan" en lugar de "Odin" porque también se usaba como acrónimo en inglés de "Voluntad de las Naciones Arias" (Will Of The Aryan Nations). McVan cultivó el "misterio de la sangre", la creencia de que la sangre aria pura lleva una memoria genética del linaje racial con todos sus dioses, semidioses y héroes de la Edad de Oro aborigen. Dado que el ario puede reconectarse con los dioses arquetípicos de la sangre, en palabras de McVan, "el hombre es capaz de despertar a una divinidad que fluye dentro de él. Una raza sin mitos ni religión de sangre se desplaza sin rumbo a través de la historia".

Ciencia

Desde los tiempos antiguos, el arianismo, especialmente en la Antigua Grecia, ha valorado la razón, la lógica y el conocimiento como medios para comprender el mundo. La ciencia y el pensamiento crítico son herramientas para explorar el universo y la naturaleza. Los descubrimientos científicos se consideran una forma de revelación trascendente que complementa la perspectiva espiritual.

Muchos autores encuentran resonancia entre los antiguos relatos mitológicos y los descubrimientos de la ciencia moderna, y ven en ésta una forma de explorar y comprender la obra de la creación divina. La teoría del Big Bang que describe el origen del universo a partir de una singularidad cósmica en expansión, puede equipararse a mitos de creación que hablan de un acto primordial de generación. Además, las investigaciones en cosmología física pueden proporcionar nuevas perspectivas sobre conceptos como el tiempo, el espacio y la causalidad, que a menudo son temas centrales en mitologías de diversas culturas indoeuropeas. Por ejemplo, la idea de un universo en constante cambio y evolución puede reflejar narrativas mitológicas indoeuropeas sobre ciclos de creación y destrucción (Ragnarok, Yuga).

Al explorar estas conexiones, algunos, como el filósofo e historiador de las religiones Roderick Swain, sugieren que los antiguos arios pudieron intuir aspectos científicos sobre la naturaleza pero que sólo era posible reflejarlos en el lenguaje poético del mito, por lo que la ciencia y la religión no son necesariamente opuestas, sino que pueden complementarse mutuamente al ofrecer diferentes formas de entender la realidad. La ciencia puede proporcionar explicaciones empíricas y observables, mientras que los relatos mitológicos pueden abordar cuestiones más profundas sobre el significado y el propósito de la existencia humana.

En general, disciplinas académicas como los estudios indoeuropeos, la arqueología, la antropología física, los estudios del ADN, la genética de poblaciones, la evolución biológica o la psicología evolutiva han servido para dotar al arianismo de fundamentos científicos que sean congruentes con la realidad.

Ecología

El estrecho vínculo entre el arianismo y la ecología radica en la reverencia y conexión con la naturaleza que comparten las tradiciones indoeuropeas. La cosmovisión aria considera a la Tierra y a la naturaleza como sagradas y aboga por la protección del medio ambiente, la conservación de los recursos naturales y el trato respetuoso a los seres vivos. Este enfoque resalta la interdependencia orgánica entre los seres humanos y la naturaleza, promoviendo prácticas sostenibles y una relación armoniosa con el entorno.

El mundo es sagrado, eterno, inconmensurable: el todo y la unidad misma: ilimitado y, sin embargo, semejante a lo limitado; confiable en todas las cosas y, sin embargo, semejante a lo incierto; abarca todo en sí mismo, lo que brota hacia fuera y lo que se oculta hacia dentro; es, al mismo tiempo, una obra de la naturaleza de las cosas y la naturaleza de las cosas misma.
Plinio el Viejo, Naturalis historia, II, 1.

La desacralización de la naturaleza por parte del judaísmo y el cristianismo, su visión de ella como algo separado del ser humano y destinado a su servicio (Génesis 1:26-28) dio origen al materialismo y reforzó una relación de dominación y explotación total sobre el medio ambiente. Esto cambió la dinámica de interacción, pasando de una coexistencia respetuosa y simbiótica a una explotación utilitarista de los recursos naturales sin considerar el impacto ambiental a largo plazo. La deforestación, la industrialización contaminante y la agricultura intensiva, son consecuencias de esta visión desacralizada de la naturaleza.

Reconocemos que separar la humanidad de la naturaleza, de la vida toda, conduce a la propia destrucción de la humanidad y la muerte de las naciones. Sólo a través de una nueva integración de la humanidad en toda la naturaleza puede nuestro pueblo hacerse más fuerte. Ese es el punto fundamental de las tareas biológicas de nuestra época. La humanidad sola ya no es el foco del pensamiento, sino más bien la vida como un todo... Este esfuerzo hacia la conexión con la totalidad de la vida, con la propia naturaleza, una naturaleza en la que hemos nacido, este es el significado más profundo y la verdadera esencia del pensamiento nacionalsocialista.
—Ernst Lehmann, Biologischer Wille. Wege und Ziele biologischer Arbeit im neuen Reich, München, 1934.


La tecnología y la ciencia son parte de nuestra herencia intelectual y podemos usarlas para mejorar nuestra vida y la de nuestros hijos. Sin embargo, debemos utilizar nuestras habilidades sabiamente, manteniendo el equilibrio del mundo natural del que procedemos. Los Ásatrúar modernos no repudiamos el progreso científico y tecnológico de nuestro Pueblo durante los últimos mil años. Incluso los propios vikingos eran tecnológicamente hábiles para su época. Reconocemos la capacidad del hombre de hoy para cambiar el mundo que nos rodea, para bien o para mal. Nuestro conocimiento debe aplicarse de una manera que no sea perjudicial para el medio ambiente en el que vivimos, porque la Tierra es nuestra madre y, mientras conservamos el libre albedrío y la individualidad, somos parte de la red de la vida.

Contrariamente, la antítesis del arianismo, es decir, el judaísmo sostiene al respecto que:

La naturaleza no es sagrada y sus leyes representan la barbarie; las leyes noájidas representan a la sociedad civil... La halajá es la antítesis de las leyes de la naturaleza.
—Dr. Manfred Gerstenfeld[18]

Importancia para la unidad, identidad y preservación de Europa

El arianismo es fundamental para la preservación de los pueblos arios pues proporciona:

  • Identidad cultural: El arianismo es una identidad cultural compartida. Practicar el arianismo implica participar en tradiciones, rituales, festividades y costumbres que mantienen viva la identidad aria a lo largo del tiempo. La práctica y la enseñanza del arianismo se transmiten de generación en generación, asegurando la continuidad y la preservación de la identidad y las tradiciones indoeuropeas.
  • Conexión histórica: El arianismo está intrínsecamente ligado a la historia de los pueblos indoeuropeos, incluyendo momentos de triunfo y desafíos. Recordar su historia fortalece el sentido de pertenencia y la resistencia frente a la adversidad y los retos del mundo moderno dominado por el abrahamismo.
  • Vínculo con Europa: Todos los aspectos del arianismo están vinculados a Europa, tanto espiritual como históricamente. Mantener una conexión con Europa refuerza la identidad de los arios.

En resumen, el arianismo sirve como un lazo vital que une a todos los arios del mundo entre sí y con su herencia cultural, histórica y espiritual, asegurando así la preservación y continuidad de los pueblos arios a lo largo del tiempo.

La conciencia respecto al parentesco entre los pueblos indoeuropeos, sus religiones y lenguas, así como su derivación de un mismo tronco común, posee en sí una serie de elementos tendentes a constituir el fundamento de una gran idea unitaria y aglutinante de la raza blanca. Esta idea puede y debe contribuir a una toma de conciencia significativa para la Europa contemporánea, en la medida en la que el «mito ario» forme parte de una visión del mundo revolucionaria y a la vez tradicional. Contra la marea subversiva mundial que amenaza con sumergir Europa y a su gente, la idea indoeuropea constituye un punto de referencia para las energías europeas supervivientes. Esta "idea aria" no debe referirse única y simplemente al sentido de pertenencia a la raza blanca, sino también a la aceptación consciente de los valores que encarna la tradición indoeuropea en la historia.

El hecho es que a pesar de las diferencias de lenguaje y las distancias geográficas, existió una unidad racial y espiritual desde la Islandia germánica hasta la India védica, una unidad que deja su fuerte impronta en monumentos épicos como la Ilíada, el Mahâbhârata y el Nibelungenlied. En el interior de esta unidad florecen la Hélade y Roma, los valores aristocráticos, cualitativos y agonísticos del mundo clásico. La conciencia de esta tradición de sangre y de espíritu y su contraposición a las formas de moralidad y religiosidad abrahámica infiltradas durante el ocaso del mundo clásico y que hoy vuelven a manifestarse como fuerzas disolventes, es de vital importancia para la definición de una cosmovisión específicamente europea.

Pese a que suele señalarse al cristianismo como el factor supremo de cohesión europea durante la Edad Media, éste jamás ha logrado una unidad semejante, y en cambio, ha generado a largo plazo una serie de divisiones y fragmentaciones sectarias en conflicto mutuo a causa de su propia naturaleza dogmática y fundamentalista, que no han hecho sino hundir a la raza blanca en una crisis étnica y espiritual, y su naturaleza universalista ha propiciado la disolución de las identidades étnicas.

Así, el arianismo, se nos presenta como la clave del origen de Europa, aspirando además a ser un instrumento revolucionario en la comprensión de la historia que nos permita entender que no todos los elementos que surgen o se desarrollan en Europa poseen el mismo valor y de qué forma se distinguen en la historia de Europa corrientes centrales y periféricas, corrientes europeas y corrientes antieuropeas.

Por otro lado, el arianismo no significa de ninguna manera que cualquier cosa anterior a la llegada de los indoeuropeos sea despreciada y tratada como algo ajeno a Europa, cuando en realidad se trata también de nuestra herencia, misma que fue integrada a la cultura indoeuropea.

La comunidad arianista

Miembros de la Asatru Folk Assembly frente al salón principal de la organización "Odinshof", anteriormente Grange Hall, en Brownsville en 2017.
Familia de Hannah Neeleman, ganadora de Mrs. America de 2023, madre de ocho niños que educa en casa y viven en una granja en Utah. Aunque es una familia cristiana, es un ejemplo a seguir para todas las familias blancas.
El músico Varg Vikernes, su esposa Marie Cachet y sus siete hijos en su granja en Francia.

En la actualidad, los europeos y eurodescendientes enfrentan el mayor desafío de su historia, pues contra ellos se ha declarado una guerra de aniquilación étnica de la cual muchos no son siquiera conscientes gracias a la ingeniería social del supremacismo judío. Por ello, el arianismo busca que los blancos recuperen su conciencia racial, y que adopten alguna de las estrategias emergentes.

Una de ellas es que por todos los medios posibles, los blancos racialmente conscientes se aparten de las ciudades, construyan comunidades autosustentables en los campos y eleven las tasas de natalidad. Varg Vikernes, por ejemplo, eligió apartarse, tener una familia numerosa y esperar a que el sistema colapse sobre sí mismo. Hay quienes critican esta estrategia por considerarla como "cobardía", y en cambio proponen radicalizarse para retomar las ciudades por la fuerza en medio de una creciente guerra racial.

Quizás ambas estrategias pueden constituir opciones válidas para ponerse en marcha en conjunto por diferentes frentes, y cada quien decidirá lo que cree sea mejor para enfrentar la situación dependiendo de su contexto y los medios a su alcance. Pero para algunos, la estrategia del campo parece ofrecer una oportunidad más viable para cobrar fuerzas.

La fundación completa de una comunidad arianista consiste en cuatro acciones básicas:

  • Concientizar a familiares y amigos e invitarlos a unirse.
  • Adquirir tierras y animales.
  • Adquirir armas y capacitarse en su uso responsable.
  • Tener la mayor cantidad de hijos blancos posible.

Famila

El pilar básico de la comunidad, el clan o la tribu arianista debe ser la familia tradicional, nuclear y de dos padres, con el esposo y padre como el jefe de la familia y la esposa y madre como el corazón de la misma. La aplicación de la poligamia selectiva o meritocrática con propósitos reproductivos queda regulada según las leyes de cada comunidad.

Las mujeres sirven como cuidadoras y educadoras primarias, actuando efectivamente como líderes espirituales, ellas transmiten la cultura y las tradiciones. Por lo tanto, se deduce que las mujeres deben asumir la posición de liderazgo espiritual dentro de la comunidad. Su misión más gloriosa y elevada es la maternidad, dar hijos a su comunidad que puedan continuar la línea de generaciones y garantizar la inmortalidad de la raza.

Mientras tanto, los hombres cumplen roles de proveedores, protectores y constructores y deben asumir la posición de liderazgo político y militar. Ellos establecen las reglas y transmiten su experiencia a las nuevas generaciones para que un día puedan reemplazar a las anteriores.

Educación

Las escuelas y universidades actuales no son confiables ni seguras para los europeos. La violencia en las escuelas, incluyendo acoso, peleas, tiroteos y el acceso a drogas, son un problema significativo y creciente en muchas escuelas, especialmente de las sociedades infectadas con multiculturalismo forzado donde los individuos no blancos atentan diariamente contra la integridad física y moral de los niños blancos.

Además, el adoctrinamiento en las escuelas y universidades es cada vez más intenso, donde se introducen programas educativos con sesgos ideológicos en áreas como la historia, la economía, la política, la ciencia ambiental y la sexualidad, marginando las opiniones o investigaciones que no se alinean con la ideología dominante como "políticamente incorrectas" y desalentando el pensamiento crítico. Los libros de texto y otros materiales educativos son diseñados y seleccionados de manera que refuerzan ciertas ideologías, como las relacionadas al marxismo cultural, la ideología de género o el antirracismo, etc, lo que influye en cómo los estudiantes perciben y entienden el mundo.

Por ello, hasta que las escuelas y universidades estén bajo la dirección de instituciones arianistas, sirviendo a los principios de la naturaleza, la educación de los niños se debe llevar a cabo en el hogar o en algún espacio dispuesto para ese propósito bajo maestros certificados por los consejos de cada comunidad.

Si no es posible tener una escuela que pueda reunir a niños de varias familias, para evitar el aislamiento social asociado generalmente con la educación en casa, se deberán implementar estrategias que aseguren que los hijos interactúen con sus compañeros y desarrollen habilidades sociales, tales como realizar actividades deportivas, excursiones, campamentos de verano, clubes de lectura, festividades y ceremonias religiosas, talleres de arte, música, teatro, o cualquier otra actividad extracurricular que les permita interactuar con otros niños y adultos fuera del entorno familiar para socializar y aprender en grupo.

Granja familiar

La producción autosuficiente de alimentos en una granja es esencial para proveer estabilidad económica, social, racial y ambiental mientras sirve como una constante fuente de renovación espiritual para el hombre en estrecho entendimiento con la Naturaleza. También ofrece una independencia económica del sistema financiero y, por lo tanto, protege ante un eventual colapso del régimen tecnocrático. En consecuencia, la institución de la granja familiar o tribal debe ser la base de la economía arianista y debe ser defendida por todos los medios a cualquier costo.

La "Agenda 2030" y el "Gran Reseteo" amenazan la existencia de las libertades civiles y los derechos universales, así como con la confiscación de tierras y con trasladar y reubicar por la fuerza a los residentes de granjas y áreas rurales a "ciudades inteligentes" densamente pobladas para mayor control bajo pretextos falaces sobre el medio ambiente y las emisiones de CO2.

Red de clanes

Las comunidades arianistas deben esforzarse en identificar a otras en otros lugares del mundo y establecer alianzas entre sí formando una gran red de clanes. El objetivo último de esta red de comunidades y clanes arianistas es construir progresivamente un nuevo etnoestado ario autárquico que armonice con el orden inherente de la naturaleza y que trascienda las deficiencias de la distopía actual, encarnando los ideales que se encuentran dentro de la unidad familiar aria.

Referencias

  1. James P. Mallory & Douglas Q. Adams, The Oxford Introduction to Proto-Indo-European and the Proto-Indo-European World (2006) Oxford, England: Oxford University Press, ISBN 978-0-19-929668-2 p. 291.
  2. Aryanism merriam-webster.com
  3. Rigveda 10.23.4 Sacred-texts.com
  4. Rigveda 10.96.8 Sacred-texts.com
  5. Rigveda 1.100.18 Sacred-texts.com
  6. Rigveda 1.9.3 Sacred-texts.com
  7. Rigveda 1.130.8 Sacred-texts.com
  8. Rigveda 9.41.1 Sacred-texts.com
  9. Rigveda 9.73.5 Sacred-texts.com
  10. Laws of Manu 3.15-19 Sacred Texts.com
  11. Jean Seznec, La supervivencia de los dioses paganos. La tradición mitológica y su lugar en el Renacimiento, el humanismo y el arte (Los dioses de la Antigüedad en la Edad Media y en el Renacimiento), Madrid, Taurus, tr. Juan Aranzadi, 1983.
  12. Julius Evola, Revuelta contra el Mundo Moderno (II Parte) 11. Traslación de la idea del Imperio. La Edad Media gibelina, Biblioteca Evoliana
  13. Richard Coudenhove Kalergi, Praktischer Idealismus, p. 27.
  14. Adolf Hitler, Mein Kampf, Capítulo VII: "La Lucha contra el Frente Rojo".
  15. Adolf Hitler, Mein Kampf, Volumen 1, Capítulo 8.
  16. Alfred Rosenberg, El mito del siglo XX, capítulo 10: "Ley Nórdica Germánica".
  17. The Church of Aryanity
  18. Dr. Manfred Gerstenfeld, El neopaganismo en la plaza pública y su relevancia para el judaísmo

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