Eugenesia

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"La eugenesia es la auto-dirección de la evolución humana": Lema del Segundo Congreso Internacional de Eugenesia, 1921, representado como un árbol que unifica una diversidad de campos diferentes.

La eugenesia, del griego, εΰ (eu) "buen", y γενεά (geneá) "origen", es una filosofía social que defiende y promueve la mejora o perfeccionamiento de los rasgos hereditarios mediante varias formas de intervención, aplicando las leyes biológicas. Las metas perseguidas han variado entre la creación de personas más sanas e inteligentes, el ahorro de los recursos de la sociedad y el alivio del sufrimiento humano. Los medios antiguamente propuestos para alcanzar estos objetivos se centraban en la selección artificial, mientras los modernos se centran en el diagnóstico prenatal y la exploración fetal, la orientación genética, el control de natalidad, la fecundación in vitro y la ingeniería genética.

Francis Galton

La selección artificial de seres humanos fue sugerida desde muy antiguo, al menos desde Platón, pero su versión moderna fue formulada por vez primera por Sir Francis Galton en 1865, recurriendo al reciente trabajo de su primo Charles Darwin. Desde sus inicios, la eugenesia (término derivado del griego ‘bien nacido’ o ‘buena reproducción’) fue apoyada por destacados pensadores, incluyendo a Alexander Graham Bell, George Bernard Shaw y Winston Churchill. La eugenesia fue una disciplina académica en muchos institutos y universidades. Durante el periodo de posguerra, gran parte tanto del público como de la comunidad científica asociaba la eugenesia con el nacionalsocialismo, si bien varios gobiernos regionales y nacionales mantuvieron programas eugenésicos hasta los años 1970.

Significados de la eugenesia

La eugenesia, desde su mismo principio, significó muchas cosas diferentes para muchas personas diferentes. Históricamente, el término ha sido usado para cubrir cualquier cosa comprendida entre el cuidado prenatal de las madres hasta la esterilización forzada y la eutanasia. En el pasado tuvieron lugar muchos debates, algunos de los cuales continúan en la actualidad, sobre qué se considera exactamente parte de la eugenesia.

El término eugenesia se usa a menudo para referirse a los movimientos y políticas sociales que tuvieron influencia a principios del siglo XX. En un amplio sentido histórico, la eugenesia también puede ser el estudio de la mejora de las cualidades genéticas humanas. Algunas veces se aplica para describir en términos generales cualquier acción humana cuya finalidad sea mejorar el acervo genético. Algunas formas de infanticidio en las sociedades antiguas, la actual reprogenética, los abortos preventivos y los bebés de diseño han sido llamados de eugenesia.

Debido a sus finalidades normativas y a su relación histórica con el racismo científico, así como al desarrollo de la ciencia de la genética, parte de la comunidad científica internacional se ha desvinculado casi totalmente del término eugenesia, si bien pueden encontrarse defensores de lo que se conoce como eugenesia liberal. Las investigaciones modernas sobre los potenciales usos de la ingeniería genética ha llevado a una cada vez mayor invocación de la historia de la eugenesia en discusiones sobre bioética, la mayoría de las veces de forma cautelar.

Los eugenesistas defienden políticas específicas que llevarían a una mejora observable del acervo genético humano. Puesto que, para la sociedad actual, el definir qué mejoras son deseables o beneficiosas es percibido como una "elección cultural" más que un asunto que pueda determinarse objetivamente (es decir, por investigaciones empíricas y científicas), la eugenesia ha sido considerada, en forma errada, una pseudociencia. El aspecto más discutido de la eugenesia ha sido la definición de mejora del acervo genético humano, como qué es una característica beneficiosa y qué es un defecto.

Los primeros eugenesistas estaban más preocupados con los factores observables de la inteligencia que a menudo se correlacionan fuertemente con la clase social. Muchos eugenesistas se inspiraron en la cría selectiva de animales (donde se suele trabajar para lograr pura razas) como analogía para la mejora de la sociedad humana. La mezcla de razas (o miscegenación) solía ser considerada como algo a evitar en nombre de la pureza racial. En aquella época este concepto parecía tener cierto respaldo científico.

La eugenesia también se ha preocupado por la eliminación de enfermedades hereditarias tales como la hemofilia y la enfermedad de Huntington.

Eugenesia positiva y eugenesia negativa

Las políticas eugenésicas han sido clasificadas conceptualmente en dos categorías: eugenesia positiva, que fomenta la mayor reproducción de los designados más aptos, y la eugenesia negativa, que limita o impide la reproducción de los designados menos aptos. La eugenesia negativa no necesita ser coactiva: un estado podría ofrecer recompensas económicas a ciertas personas que se sometan a la esterilización, si bien algunos críticos podrían responder que este incentivo, junto con la presión social, podría percibirse como coacción. La eugenesia positiva también puede ser coactiva: el aborto en mujeres aptas era ilegal en el Tercer Reich.

Durante el siglo XX, muchos países promulgaron políticas y programas eugenésicos, incluyendo:

  • Promoción de tasas de natalidad diferenciales
  • Esterilización obligatoria
  • Abortos forzosos
  • Restricción del matrimonio
  • Exploración genética
  • Control de natalidad
  • Control de la inmigración
  • Segregación (tanto racial como de los enfermos mentales)

Historia

Antigüedad

La selección artificial de seres humanos fue sugerida desde muy antiguo, al menos desde Platón, quien creía que la reproducción humana debía ser controlada por el gobierno (biopolítica). Platón registró estos puntos de vista en La República: "que los mejores 'cohabiten' con las mejores tantas veces como sea posible y los peores con las peores al contrario". Platón, como la mayoría de los filósofos griegos, era partidario también de la exposición de los niños defectuosos a la intemperie para que muriesen.

Es preciso, según nuestros principios, que las relaciones de los individuos más sobresalientes de uno u otro sexo sean muy frecuentes, y las de los individuos inferiores muy raras. Además, es preciso criar los hijos de los primeros y no de los segundos, si se quiere que el rebaño no degenere.
—Platón, La República.
En base a lo convenido, es necesario que los mejores hombres se unan a las mejores mujeres lo más frecuentemente que se pueda, y al contrario, los peores con las peores; y se debe elevar la prole de los mejores y no la de los peores, así nuestra grey llegará a ser excelente.
—Platón, La República, 459.

En Esparta (Siglo VIII AEC), el regente y legislador Licurgo llevó a cabo una revolución, tras lo cual la polis se militarizaría e instauraría un sistema social basado en la eugenesia, entre cuyas medidas destacan los infanticidios de los recién nacidos deformes o débiles. A grandes rasgos, la política de Licurgo se basaba en entrenar seres humanos perfectos que diesen a luz a seres humanos perfectos, y en ese plan no tenían cabida los engendros con defectos genéticos. Por otro lado, la krypteia llevada al cabo por las autoridades espartanas sobre los hilotas, es decir, la plebe sometida, puede ser considerada como un ejemplo, muy brutal y primitivo, de eugenesia negativa. En cuanto a las políticas espartanas de eugenesia positiva se encontraban rituales populares como la coronación de un campeón y campeona en un concurso deportivo, o un rey y reina en un certamen de belleza, o la exención de impuestos a los ciudadanos que dejaban 4 hijos. Se esperaba que los mejores se casasen con las mejores, los solteros de más de 25 años estaban extremadamente mal vistos y se les castigaba con multas y actos humillantes.

También los romanos llevaban al cabo infanticidios eugenésicos desde la Roca Tarpeya. Bajo este principio se ejecutaba, en un acto de compasión verdadera, a todos los bebés que no eran perfectamente sanos.

La mayoría de los Estados helénicos (como la totalidad de pueblos indoeuropeos de la antigüedad, así como muchos no-indoeuropeos) siguieron tácticas similares de selección eugenésica en las que se razonaba que el derecho a la vida no era para todos, sino que era necesario ganárselo demostrando ser fuerte y sano. Tal idea viene de la convicción inconsciente de que el pueblo al que se pertenece ha interiorizado un pacto con la Naturaleza.

Teoría de Galton

Durante los años 1860 y 1870, Sir Francis Galton sistematizó estas ideas y costumbres de acuerdo al nuevo conocimiento sobre la evolución del hombre y los animales provisto por la teoría de su primo Charles Darwin. Tras leer El origen de las especies de éste, Galton observó una interpretación de la obra de Darwin a través de la cual los mecanismos de la selección natural eran potencialmente frustrados por la civilización humana. Galton razonó que, dado que muchas sociedades humanas buscaban proteger a los desfavorecidos y los débiles, dichas sociedades estaban reñidas con la selección natural responsable de la extinción de los más débiles. Sólo cambiando estas políticas sociales, pensó Galton, podría la sociedad ser salvada de una reversión hacia la mediocridad, un frase que acuñó primero en estadística y que más tarde cambio a la hoy frecuente regresión hacia la media.

Galton esbozó por vez primera su teoría en el artículo de 1865 Talento y personalidad hereditarios (Hereditary Talent and Character), explicándola luego más detalladamente en su libro de 1869 El genio hereditario. Galton comenzó estudiando la forma en la que los rasgos humanos intelectuales, morales y de personalidad tendían a presentarse en las familias. Su argumento básico era que el genio y el talento eran rasgos hereditarios en los humanos. Galton concluyó que, puesto que puede usarse la selección artificial para exagerar rasgos en otros animales, podían esperarse resultados similares al aplicar estas prácticas en humanos. Como escribió en la introducción de El genio hereditario: "Me propongo mostrar en este libro que las habilidades naturales del hombre se derivan de la herencia, bajo exactamente las mismas limitaciones en que lo son las características físicas de todo el mundo orgánico. Consecuentemente, como es fácil a pesar de estas limitaciones lograr mediante la cuidadosa selección una raza permanente de perros o caballos dotada de especiales facultades para correr o hacer cualquier otra cosa, de la misma forma sería bastante factible producir una raza de hombres altamente dotada mediante matrimonios sensatos durante varias generaciones consecutivas."

Según Galton, la sociedad ya fomentaba las enfermedades disgenéticas, afirmando que los menos inteligentes se reproducían más que los más inteligentes. Galton no propuso sistema de selección alguno, sino que esperaba que se hallaría una solución cambiando las buenas costumbres sociales de forma que animasen a la gente a ver la importancia de la reproducción.

Galton usó por primera vez la palabra eugenesia en su libro de 1883 Investigaciones sobre las facultades humanas y su desarrollo (Inquiries into Human Faculty and Its Development), en el que quiso mencionar los diversos tópicos más o menos relacionados con el cultivo de la raza o, como podríamos llamarlo, con las cuestiones "eugenésicas". Incluyó una nota a pie para la palabra que rezaba: "Esto es, con cuestiones relacionadas con lo que se denomina en griego 'eugenia', a saber, de buen linaje, dotado hereditariamente de cualidades nobles. Esta y las palabras relacionadas ('eugénico', etcétera) son igualmente aplicables a hombres, bestias y plantas. Deseamos enormemente una palabra breve para aludir a la ciencia de la mejora del linaje, que en modo alguno se limita a las cuestiones de emparejamientos sensatos, sino que, especialmente en el caso del hombre, toma conciencia de todas las influencias que tienden a dar aunque sea en remoto grado a las razas o variedades más aptas una mejor oportunidad de prevalecer más rápidamente sobre los menos aptos de lo que de otra forma habría hecho. La palabra 'eugenesia' expresaría suficientemente esta idea, siendo como mínimo una palabra más efectiva que 'viricultura', que una vez me aventuré a usar."

En 1904 Galton aclaró su definición de eugenesia como "la ciencia que trata sobre todas las influencias que mejoran las cualidades innatas de una raza, y también con aquellas que las desarrollan hasta la mayor ventaja."

La formulación de Galton de la eugenesia estaba basada en un fuerte enfoque estadístico, fuertemente influenciado por la física social de Adolphe Quetelet. Sin embargo, a diferencia de éste Galton no exaltaba al hombre medio sino que lo despreciaba por mediocre. Galton y su heredero estadístico Karl Pearson desarrollaron lo que se llamó el enfoque biométrico de la eugenesia, que desarrolló nuevos y complejos modelos estadísticos (más tarde exportados a campos completamente diferentes) para describir la herencia de los rasgos. Sin embargo, con el redescubrimiento de las leyes de la herencia de Gregor Mendel, surgieron dos bandos separados de defensores de la eugenesia. Uno estaba formado por estadísticos y otro por biólogos. Los primeros creían que los segundos tenían modelos matemáticos excepcionalmente primitivos, mientras los biólogos creían que los estadísticos sabían poco sobre biología.

La eugenesia terminó aludiendo a la reproducción humana selectiva como intento de obtener niños con rasgos deseables, generalmente mediante el enfoque de influir sobre las tasas de natalidad diferenciales. Estas políticas se clasificaban en su mayoría en dos categorías: eugenesia positiva, la mayor reproducción de los que se consideraba que contaban con rasgos hereditarios ventajosos, y la eugenesia negativa, la disuasión de la reproducción de los que tenían rasgos hereditarios considerados malos.

La eugenesia era diferente de lo que más tarde se conocería como darwinismo social. Aunque ambos sostenían que la inteligencia era hereditaria, la eugenesia afirmaba que eran necesarias nuevas políticas para cambiar activamente el statu quo hacia un estado más eugenésico, mientras los darwinistas argumentaban que la propia sociedad advertiría naturalmente el problema de la disgenesia si no se ponían en práctica políticas de bienestar social (por ejemplo, los pobres podrían reproducirse más pero tendrían tasas de mortalidad más elevada).

La eugenesia y el Estado

Uno de los primeros defensores modernos de las ideas eugenésicas (antes de que fueran clasificadas como tales) fue Alexander Graham Bell. En 1881 Bell investigó la tasa de sordera en Martha's Vineyard, Massachusetts. De esto concluyó que la sordera era de naturaleza hereditaria y recomendó la prohibición del matrimonio con sordos (Memoria sobre la formación de un tipo de sordera en la raza humana) incluso a pesar de que él mismo estaba casado con una sorda. Como muchos otros de los primitivos eugenesistas, propuso controlar la inmigración con fines eugenésicos y advirtió que los colegios internos para sordos podrían considerarse posiblemente como lugares de cría de una raza humana sorda.

Aunque la eugenesia es hoy relacionada a menudo con el racismo, no siempre fue así: tanto W.E.B. DuBois como Marcus Garvey apoyaron la eugenesia o ideas similares como forma de reducir el sufrimiento de los afroamericanos y mejorar su estatura. Muchos métodos legales de eugenesia incluyeron leyes estatales contra la miscegenación o la prohibición de los matrimonios interraciales. La Corte Suprema de los Estados Unidos derogó estas leyes estatales solamente en 1967 y declaró inconstitucionales las leyes antimiscegenación.

Estados Unidos

El segundo mayor movimiento eugenésico se dio en los Estados Unidos. Comenzando con Connecticut en 1896, muchos estados aprobaron leyes sobre el matrimonio con criterios eugenésicos, prohibiendo casarse a cualquiera que fuese epiléptico, imbécil o débil mental. En 1898 Charles B. Davenport, un prominente biólogo estadounidense, comenzó como director de una estación de investigación biológica situada en Cold Spring Harbor unos experimentos sobre la evolución de plantas y animales. En 1904, Davenport recibió fondos del Instituto Carnegie para fundar la Estación de Evolución Experimental. La Eugenics Record Office (’Oficina de Registro de Eugenesia’) abrió en 1910 mientras Davenport y Harry H. Laughlin empezaban a promocionar la eugenesia.

Durante el siglo XX, los investigadores se vieron intrigados por la idea de que las enfermedades mentales podían transmitirse dentro de las familias y llevaron a cabo varios estudios para documentar la heredabilidad de enfermedades tales como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y la depresión. A finales del siglo XIX y principios del XX se promulgaron leyes estatales para prohibir el matrimonio y forzar la esterilización de los enfermos mentales con el fin de evitar la transmisión de las enfermedades mentales a la siguiente generación. Estas leyes fueron ratificadas por la Corte Suprema de los Estados Unidos en 1927 y no fueron abolidas hasta mediados de siglo. Para 1945 unos 45.000 enfermos mentales habían sido esterilizados forzosamente en los Estados Unidos.

En los años siguientes, la Eugenics Record Office reunió una enorme colección de árboles genealógicos y concluyó que quienes eran no aptos procedían de entornos económica y socialmente pobres. Eugenesistas tales como Davenport, el psicólogo Henry H. Goddard y el conservacionista Madison Grant (todos muy respetados en su época) empezaron a presionar para lograr diversas soluciones políticas al problemas de los no aptos. Davenport abogaba por la restricción de la inmigración y la esterilización como métodos principales. Goddard recomendaba la segregación en su libro La familia Kallikak, y Grant era partidario de todo lo anterior. En la época se consideró una investigación científica legítima.

La idea del genio y el talento fue también considerada por William Graham Sumner, un fundador de la American Sociological Society (actual American Sociological Association), quien mantenía que si el gobierno no interfería en la política social de laissez faire, surgiría una clase de genios en la cima del sistema de estratificación social, seguida de una clase de talentos. La mayor parte del resto de la sociedad caería en la clase de los mediocres. Aquellos que eran considerados anormales (retrasados mentales, minusválidos, etcétera) tenían un efecto negativo sobre el proceso social al consumir recursos necesarios. Deberían ser dejados solos para que se valiesen por sí mismo. Pero los de la clase de delincuentes (criminales, pervertidos, etcétera) deberían ser eliminados de la sociedad.

Con la aprobación de la ley de inmigración Johnson-Reed, los eugenesistas jugaron por vez primera un papel protagonista en el debate del Congreso como expertos asesores sobre la amenaza de linajes inferiores procedentes del este y el sur de Europa. Esto redujo el número de inmigrantes del extranjero al 15% de años anteriores, al controlar el número de individuos no aptos que entraban al país. La nueva ley reforzó las anteriores que prohibían la mezcla racial en un intento por conservar el acervo genético. Las consideraciones eugenésicas también estuvieron tras la aprobación de leyes sobre el incesto en buena parte de los Estados Unidos y fueron usadas para justificar muchas leyes antimiscegenación.

Algunos estados esterilizaron a los imbéciles durante buena parte del siglo XX. La Corte Suprema de los Estados Unidos sentenció en el caso Buck contra Bell de 1927 que el estado de Virginia podía esterilizar a los considerados no aptos. La época más importante de esterilización eugenésica fue entre 1927 y 1963, cuando unas 64.000 personas fueron esterilizadas forzosamente bajo las leyes eugenésicas de los Estados Unidos. Un informe favorable sobre los resultados de la esterilización en California, con mucho el estado que más esterilizaciones realizó, fue publicado con formato de libro por el biólogo Paul Popenoe y sería ampliamente citado por el gobierno de Hitler como evidencia de que los programas masivos de esterilizaciones eran factibles y humanos. Cuando los dirigentes del Tercer Reich fueron juzgados en los Procesos de Núremberg tras la Segunda Guerra Mundial, justificaron las esterilizaciones citando a los Estados Unidos como sus inspiradores.

Tercer Reich

Artículo principal: Eugenesia nacionalsocialista


El Tercer Reich marcó un antes y un después en la historia de la eugenesia. Antes del Tercer Reich, se hablaba ampliamente de este tema sin miedo. Durante el Tercer Reich fueron aplicados todos los postulados eugenésicos de casi un siglo de debate académico. Y después del Tercer Reich, con su derrota militar en la Segunda Guerra Mundial, la eugenesia fue demonizada y relegada al campo de lo políticamente incorrecto.

La Alemania de Adolf Hitler fue famosa por los programas eugenésicos que intentaban mantener un pueblo alemán fuerte, sano y libre de mezclas e influencias raciales extrañas a la raza europea mediante una serie de medidas conocidas en conjunto como Rassenhygiene ("higiene racial"). Algunos científicos prominentes que tuvieron un destacado papel en la elaboración del ideario eugenésico alemán, fueron por ejemplo Fritz A. Lenz, Erwin Baur, Alfred Plötz, Ernst Rüdin y Ernst Häckel.

Durante los años 1930 y 1940, el régimen nacionalsocialista esterilizó a personas mental y físicamente no aptas. La escala del programa alemán provocó que los defensores estadounidenses de la eugenesia buscasen una ampliación del suyo, diciendo que "los alemanes nos están ganando en nuestro propio juego".

También implantaron varias políticas eugenésicas positivas, otorgando reconocimientos y beneficios económicos a las mujeres arias que tenían un gran número de hijos y promoviendo que mujeres solteras racialmente puras fuesen fecundadas por oficiales de las SS (Lebensborn). El alcance de los programas eugenésicos alemanes y la ciencia racial durante todo el régimen, crearon una indeleble asociación entre la eugenesia y el Tercer Reich en los años de posguerra.

Otros países

Casi todos los países occidentales no católicos adoptaron algunas leyes eugenésicas. En julio de 1933 Alemania aprobó una ley que permitía la esterilización involuntaria de borrachos, criminales sexuales y lunáticos hereditarios e incurables, y de aquellos que padezcan una enfermedad incurable que pudiera transmitirse a su descendencia. Canadá llevó a cabo miles de esterilizaciones forzosas hasta los años 1970. Muchos First Nations (nativos canadienses), así como inmigrantes del este de Europa, fueron objeto de este programa que identificaba como genéticamente inferiores a las minorías raciales y étnicas. Suecia esterilizó de manera obligatoria a 62.000 personas, principalmente enfermos mentales en las últimas décadas, pero también minorías étnicas y raciales al principio, como parte de un programa eugenésico que duró 40 años. Como fue el caso de otros programas, se creía que la etnia y la raza tenían relación con la salud mental y física. Los políticos suecos normalmente apoyaban la eugenesia, más como un medio de mejorar la salud social que como la medida de proteccionismo racial que en realidad era. Aparte de los programas a gran escala de los Estados Unidos, otros países como Australia, el Reino Unido, Noruega, Francia, Finlandia, Dinamarca, Estonia, Islandia y Suiza llevaron a cabo programas de esterilización de personas declaradas deficientes mentales por el estado. Singapur practicó una forma limitada de eugenesia positiva que incluía la promoción del matrimonio entre graduados universitarios con la esperanza de que engendrarían mejores hijos.

Varios autores, notablemente Stephen Jay Gould, han afirmado repetidamente que las restricciones sobre la inmigración aprobadas en los Estados Unidos durante los años 1920 (y derogadas en 1965) estuvieron motivadas por las metas de la eugenesia, en particular por el deseo de excluir a las razas consideradas inferiores del acervo genético nacional. Durante el comienzo del siglo XX, los Estados Unidos y Canadá empezaron a recibir un número muy superior de inmigrantes del sur y el este de Europa. Eugenecistas influyentes como Lothrop Stoddard y Harry Laughlin (quien fue designado como testigo experto por el Comité del Congreso para Inmigración y Naturalización en 1920) presentaban el argumento de que estas eran razas inferiores que contaminarían el acervo genético nacional si su número no se restringía. Se ha argumentado que esto movió a Canadá y los Estados Unidos a aprobar leyes que creaban una jerarquía de nacionalidades, clasificándolas desde los más deseables anglosajones y nórdicos hasta los inmigrantes chinos y japoneses, a quienes se les prohibió casi completamente entrar al país.

En las últimas décadas, se ha denunciado en Australia el engaño por parte de médicos, que aprovechando el desconocimiento y confusión respecto a la medicina y lenguaje occidental, sonsacaban sesgadas autorizaciones para ejecutar ligaduras de trompas de Falopio de mujeres aborígenes, incluso sin hijos, cuando acudían a revisar otros problemas a los hospitales. Estas prácticas subrepticias buscaban reducir la natalidad entre las etnias naturales del continente.

Algunos de los que no están de acuerdo con la idea de la eugenesia en general sostienen que a pesar de ello la legislación eugenésica tuvo beneficios. Margaret Sanger (fundadora de Planned Parenthood of America) halló que era una herramienta útil para impulsar la legalización de los métodos anticonceptivos. En su tiempo la eugenesia era vista por muchos como científica y progresista, como aplicación natural del conocimiento sobre reproducción al campo de la vida humana.

Estigmatización de la eugenesia

Los libros de texto de educación secundaria y universitaria solían tener entre 1920 y 1940 capítulos sobre el progreso científico que suponía la aplicación de principios eugenésicos sobre la población. Muchas publicaciones científicas antiguas dedicadas a la genética eran editadas por eugenesistas e incluían artículos eugenésicos junto con estudios sobre la herencia en organismos no humanos. Después de que la eugenesia fuera desacreditada por motivaciones políticas después de la Segunda Guerra Mundial ante la comunidad científica, la mayor parte de las referencias a la eugenesia fueron eliminadas de los libros de texto y de las subsecuentes ediciones de las publicaciones importantes. Incluso cambiaron los nombres de algunas publicaciones para reflejar las nuevas actitudes. Por ejemplo, Eugenics Quarterly se convirtió en 1969 en Social Biology (la revista sigue existiendo, pero se parece poco a su predecesora). Entre los miembros notables de la American Eugenics Society (1922–94) durante la segunda mitad del siglo XX se incluyen Joseph Fletcher, creador de la ética situacional; el Dr. Clarence Gamble de la farmacéutica Procter & Gamble y Garrett Hardin, un defensor del control de natalidad y autor de La tragedia de los comunes.

A pesar del cambio de actitud de la posguerra sobre la eugenesia en los Estados Unidos y Europa, unos pocos países, notablemente Canadá y Suecia, mantuvieron programas eugenésicos a gran escala, incluyendo la esterilización forzosa de inviduos con taras mentales, así como otras prácticas, hasta los años 1970. En los Estados Unidos, las esterilizaciones se abolieron en los años 1960.

Eugenesia moderna e ingeniería genética

Desde comienzos de los años 1980, cuando el conocimiento sobre la genética avanzó significativamente, la historia y conceptos eugenésicos han sido ampliamente discutidos. Esfuerzos como el Proyecto Genoma Humano han logrado que la modificación efectiva de la especie humana vuelva a parecer posible. La diferencia a principios del siglo XXI fue la actitud cautelosa hacia la eugenesia.

Sólo unos pocos investigadores científicos (como el controvertido psicólogo Richard Lynn) han pedido abiertamente la adopción de políticas eugenésicas usando tecnología moderna, pero representan una opinión minoritaria en los actuales círculos científicos y culturales. Un intento de implantación de una forma de eugenesia fue un banco de esperma de genios (1980-99) creado por Robert Klark Graham, del que fueron concebidos cerca de 230 niños (el donante más conocido fue el ganador del premio Nobel William Shockley). Sin embargo, en Estados Unidos y Europa estos intentos han sido frecuentemente criticados por tener el mismo espíritu racista que las iniciativas eugenésicas de los años 1930.

Debido a su relación con los ideales raciales del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores, la palabra eugenesia rara vez es usada por los defensores de tales programas por miedo a la represión de los grupos judíos.

Sólo unos pocos gobiernos tienen actualmente algo parecido a un programa eugenésico en el mundo. En 1994 China aprobó la Ley de Asistencia Sanitaria Maternal e Infantil, que incluía una exploración premarital obligatoria para enfermedades genéticas de naturaleza grave y enfermedades mentales relevantes. A quienes diagnosticaban tales enfermedades se les obligaba a no casarse, a aceptar medidas anticonceptivas a largo plazo o a someterse a la esterilización.

Una política parecida de exploraciones (incluyendo la exploración prenatal y el aborto) destinada a reducir la incidencia de la talasemia existe en las dos partes de la isla de Chipre. Desde la implantación del programa en los años 1970, se ha reducido el porcentaje de niños nacidos con esta enfermedad sanguínea hereditaria de 1 de cada 158 a prácticamente cero.

Israel

A pesar de que después de la Segunda Guerra Mundial la eugenesia cayó en descrédito alrededor del mundo para que no fuese utilizada por los Estados "goym", en Israel sí se ha mantenido esta práctica mediante el Dor Yeshorim, un programa que busca reducir la incidencia de la enfermedad de Tay-Sachs en ciertas comunidades judías, es otro programa de diagnóstico que ha atraído comparaciones con la eugenesia. En Israel, a costa del estado, se anima a la población en general a realizar pruebas genéticas para diagnosticar enfermedades antes del nacimiento de un bebé. Si se diagnostica la enfermedad de Tay-Sachs a un feto puede optarse por la interrupción del embarazo de forma voluntaria. La mayoría de las demás comunidades judías askenazíes también efectúan programas de diagnóstico debido a las altas tasas de incidencia de ciertas enfermedades hereditarias. En algunas comunidades judías, la antigua costumbre de la tercería (shidduch) se sigue practicando, y en un intento por evitar la tragedia de la muerte infantil que siempre resulta de ser homocigótico para la Tay-Sachs, asociaciones como la fuertemente religiosa Dor Yeshorim (que fue fundada por un rabí que perdió cuatro hijos por esta enfermedad para evitar que otros sufrieran la misma tragedia) realizan pruebas a las parejas jóvenes para comprobar si tienen riesgo de transmitir esta enfermedad o alguna otra mortal. Si ambos resultan ser portadores de Tay-Sachs, es frecuente que el compromiso se rompa.

Errado y normal

En la literatura bioética moderna, la historia de la eugenesia presenta muchas cuestiones morales y éticas. Los comentaristas han sugerido que la nueva eugenesia surgirá de tecnologías reproductivas que permitirán a los padres crear los llamados bebés de diseño (lo que el biólogo Lee M. Silver denominó prominentemente reprogenética). Se ha argumentado que este tipo no coactivo de mejora biológica estará predominantemente motivada por la competitividad individual y el deseo de lograr las mejores oportunidades para los hijos. Pero en realidad está motivada por el impulso de mejorar la especie completa que caracterizó las formas de eugenesia de principios del siglo XX, principalmente en el Tercer Reich. Lo que se consideraba errado durante la Alemania de Hitler, en la actualidad se considera normal.

Distinguidos genetistas incluyendo a los ganadores del premio Nobel John Sulston que una vez dijo: "No creo que uno deba traer al mundo a un niño claramente minusválido" y Watson ("Una vez que tienes una forma para mejorar a nuestro hijos, nadie puede detenerla" apoyan el diagnóstico genético.

Algunas subculturas modernas defienden diferentes formas de eugenesia apoyada por clonación humana e ingeniería genética humana, algunas veces como parte de un nuevo culto. Estos grupos hablan también de neo-eugenesia, evolución consciente o libertad genética.

Los rasgos conductuales identificados también como potenciales objetivos de modificación mediante ingeniería genética humana incluyen la inteligencia, la depresión, la esquizofrenia, el alcoholismo, el comportamiento (u orientación) sexual y la delincuencia.

Más recientemente, en el Reino Unido podría decirse que el caso La Corona contra James Edward Whittaker-Williams sentó un precedente al prohibir el contacto sexual entre personas con problemas de aprendizaje. El acusado, un hombre con problemas de aprendizaje, fue encarcelado por besar y abrazar a una mujer de la misma condición. Este fallo se basó en la Ley de Delitos Sexuales de 2003, que redefine los besos y abrazos como sexuales y afirma que las personas con problemas de aprendizaje son incapaces de dar su consentimiento independientemente de que el acto implique coacción o no.

Enfermedades frente a rasgos

Mientras la ciencia de la genética ha provisto cada vez más medios para poder identificar y entender ciertas características y enfermedades, dada la complejidad de la genética humana, la cultura y la psicología, no hay en este momento medio alguno para determinar qué rasgos serían definitivamente deseables o indeseables. Las enfermedades genéticas como la hemocromatosis puede incrementar la vulnerabilidad ante algunas dolencias, provocar deformidades físicas y otras disfunciones. Las medidas eugenésicas contra muchas de estas enfermedades ya están siendo emprendidas en países de todo el mundo, mientras las medidas contra rasgos que afectan más sutilmente y se entienden peor, como la criminalidad, están relegadas al ámbito de la especulación y la ciencia ficción. Los efectos de las enfermedades son en esencia totalmente negativos y las sociedades de todas partes buscan reducir su incidencia por varios medios, algunos de los cuales son eugenésicos en todo salvo el nombre.

Consideraciones finales

El Tercer Reich de Adolf Hitler fue uno de los visionarios sobre este tema. Les mostró al mundo que la eugenesia controlada es necesaria e imprescindible para la salvación, no solo de un pueblo, sino de la humanidad toda, que cada vez más, lucha contra enfermedades que, además del sufrimiento humano de los enfermos y de sus familias, trae aparejado un considerable costo económico para las naciones.

La eugenesia tergiversada


Entre la élite económica y parasitaria existen programas denominados popularmente como "eugenésicos" y que llegan incluso a compararse erróneamente con el programa eugenésico de Hitler, como el expuesto por el estudio realizado en 1974 bajo la dirección de Henry Kissinger llamado National Security Study Memorandum 200 o el de John Holdren en el libro Ecoscience: Population, Resources, Environment. Holdren fue el asesor del presidente Barack Obama para la Ciencia y Tecnología, director de la Oficina de la Casa Blanca de Política Científica y Tecnológica, y Co-Presidente del Consejo Presidencial de Asesores en Ciencia y Tecnología (PCAST)

Sin embargo, lejos de adoptar un programa para el mejoramiento de la especie, estos programas se dirigen más al control natal y la reducción de la población mundial como única solución prevista por ellos para la sobrepoblación y el calentamiento global, en una agenda que consiste en reducir la población mundial (el 80%), a largo o mediano plazo, recurriendo a diversos métodos, desde la propagación de ideologías que obstaculicen la procreación (feminismo, homosexualismo, ideología de género), la promoción del aborto, los métodos anticonceptivos, o hasta incluso la propagación de enfermedades, contaminación de alimentos, agua, medicinas y vacunas,

Cabe resaltar que en lugar de la eugenesia, la élite globalista promueve en realidad la disgenesia, que es la perpetuación de características genéticas defectuosas a través de la supervivencia y reproducción de individuos débiles, defectuosos biológica y psicológicamente para que sean fácilmente manipulables y así reducir las posibilidades de una rebelión.

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