Estonia

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Bandera de Estonia
Mapa de las repúblicas bálticas.

Estonia, oficialmente República de Estonia (en estonio: Eesti Vabariik), es un país que está situado en el norte de Europa. Limita al sur con Letonia, al este con Rusia, al norte con el Golfo de Finlandia (que lo separa de Finlandia) y al oeste con el mar Báltico (que lo separa de Suecia).

Consta de una superficie de 45.226 km² y una población de 1.332.893 habitantes en el año 2005. Su capital es Tallin.

El pueblo estonio es étnica y lingüísticamente hermano del finés y tiene lazos históricos y culturales con los países nórdicos al igual que los otros dos países bálticos.

El himno de Estonia se llama Mu isamaa, mu õnn ja rõõm (en español: Mi Patria, mi Orgullo y Alegría). Su letra fue escrita por Johann Voldemar Jannsen y su melodía fue compuesta en 1848 por Fredrik Pacius.

Desde 2004, Estonia forma parte de la Unión Europea (UE) y de la OTAN, adoptando el euro el 1 de enero de 2011.

Historia

Prehistoria y Edad Antigua

El poblamiento más antiguo de Estonia parece remontarse al deshielo de la última era glacial hace aproximadamente 13 000 años. El asentamiento más antiguo del que se tiene constancia es el asentamiento de Pulli, en la ribera del río Pärnu, cerca de la actual ciudad de Sindi, en la Estonia meridional. Según las pruebas de radiocarbono, este data de hace 11 000 años, al principio del milenio XI a. C.

Se han hallado restos de utensilios de piedra y hueso pertenecientes a comunidades dedicadas a la caza y la pesca, cerca de la ciudad de Kunda en el norte de Estonia, que datan del año 6500 a. C. La cultura de Kunda pertenece al período mesolítico y se extiende además por el norte de Letonia y el sur de Finlandia.

Estonia fue poblada por pueblos del grupo finougrio desde la Prehistoria; se desconoce la fecha aunque se presupone que esos grupos habrían estado presentes como mínimo en el I milenio a. C.. El final de la Edad del Bronce y el comienzo de la Edad del Hierro supuso un período marcado por grandes cambios culturales. El más significativo fue la aparición de la agricultura, que ha seguido constituyendo la base de la economía y de la cultura estonia. La agricultura se fue expandiendo entre los siglos V y I a. C. y la población creció. Las influencias culturales del Imperio romano también llegaron hasta Estonia en este período, que es conocido como la Edad del Hierro romana.

Durante la Edad del Hierro se sucedieron ataques provenientes de tribus bálticas, que se adentraron en el país tanto por la frontera terrestre como por la marítima. Existen varias sagas escandinavas referidas a estas campañas contra Estonia. Los piratas estonios efectuaron a su vez incursiones similares, por ejemplo, tomando parte en el saqueo e incendio de la ciudad sueca de Sigtuna en 1187.

Edad Media

A principios del siglo XIII, Estonia estaba dividida en ocho grandes condados: Saaremaa, Läänemaa, Rävala, Harju, Viru, Järva, Sakala, Ugandi y otros condados más pequeños. Mediante una reunión de representantes de varios condados se estableció un Estado en el que se profesaba una religión pagana centrada en la deidad Tharapita. En el transcurso de ese siglo, alemanes y daneses colocaron el país bajo su influencia. La orden militar de los Hermanos Livonios de la Espada conquistó el sur de Estonia, introduciendo el cristianismo.

En 1227 Dinamarca tomó posesión del norte, que conservaría hasta 1346. Los mercaderes de la Liga Hanseática monopolizaron el tráfico de los puertos estonios. Después del tratado de Marienburg (1347), Estonia es comprada por 19 000 marcos de plata por los caballeros teutones. En 1343, la población del norte y de la isla de Saaremaa se alzó contra los alemanes en el Levantamiento de la noche de San Jorge, que fue reprimido y el «rey» rebelde de Saaremaa, Vesse, fue ahorcado en 1344. Después se sucederían intentos de invasión por parte rusa en 1481 y 1558.

La Orden Teutónica, al abrazar en 1524 la Reforma protestante, introdujo en Estonia el luteranismo. El país quedará en poder de los caballeros teutónicos, si bien formalmente pertenece al Gran Ducado de Lituania hasta 1561, año en que Suecia se adueñó del país, aunque respetando las existencias de los terratenientes feudales germanos.

Edad Moderna

En 1561, el distrito de Reval (actual Tallin) se puso voluntariamente bajo la protección de Suecia y, como resultado de la Guerra Livona (1558-1582), el norte de Estonia está bajo dominio sueco, mientras que el sur pasa a Polonia durante un breve período en la década de 1580. En 1625, la totalidad del territorio quedó sometido al Reino sueco. Estonia fue dividida administrativamente entre las provincias de Estonia en el norte y Livonia, que comprendía además del sur de Estonia, el norte de Letonia, división que perdurará hasta principios del siglo XX.

En 1631, el rey sueco Gustavo II Adolfo forzó a la nobleza a conceder mayores derechos al campesinado, aunque la servidumbre siguió existiendo. Al año siguiente se abrió una imprenta y se fundó la universidad en la ciudad de Dorpat (actual Tartu); este período es conocido en la historia estonia como «la antigua buena época sueca».

Tras la Gran Guerra del Norte (1700-1721), el Imperio sueco perdió Estonia, que pasó a manos rusas (en 1710 de facto, y en 1721 mediante el tratado de Nystad). Sin embargo, la clase alta y la clase media-alta seguirán siendo sobre todo de origen báltico-germano. La guerra diezmó a la población de Estonia, que se recuperaría rápidamente. Y aunque inicialmente los derechos de los campesinos se vieron debilitados, la servidumbre fue abolida en el año 1816 en la provincia de Estonia y en 1818 en la de Livonia.

Siglo XIX

Como resultado de la abolición de la servidumbre y del progresivo acceso a la educación de la población nativa de habla estonia, surge en el siglo XIX un fuerte movimiento nacionalista, que se manifiesta en un principio a nivel cultural, en el cual se desarrolla la literatura, el teatro y la música estonios, contribuyendo a la formación de la identidad nacional estonia. Entre los líderes del movimiento se destacó Johann Voldemar Jannsen. Algunos logros importantes de este movimiento serán la publicación de la epopeya nacional, Kalevipoeg, en 1862, y la organización del primer festival nacional de la canción en 1869. La Universidad de Tartu fue el principal foco de estos movimientos.

En respuesta al período de rusificación, iniciado por el Imperio ruso en 1890, el nacionalismo estonio adquirió tintes más políticos, con intelectuales que pedirán primero una mayor autonomía y, más tarde, la independencia del Imperio ruso.

Independencia y Segunda Guerra Mundial

En 1904 los nacionalistas estonios se apoderaron de Tallin, desplazando a los gobernantes de origen alemán. Tras la caída del Zar Nicolás II de Rusia, en febrero de 1917, una manifestación de 40 000 estonios en Petrogrado forzó al Gobierno Provisional a otorgarles la autonomía. En noviembre de 1917, en la elección de una Asamblea Constituyente, los bolcheviques estonios solo obtuvieron el 35.5 % de los votos, por lo que procedieron a tomar el poder por la fuerza. El 24 de febrero de 1918, Estonia declaró su independencia de Rusia e instaló un gobierno provisional, pero los alemanes ocuparon Tallin y el gobierno estonio fue obligado a exiliarse.

Tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial comenzó la Guerra de Independencia de Estonia. En febrero de 1919, los estonios derrotaron al genocida Ejército Rojo y en noviembre del mismo año a las tropas de mercenarios alemanes. El 2 de febrero de 1920, la joven Unión Soviética reconoció por el Tratado de Tartu la derrota militar y la independencia del país. Un año después, Estonia entró en la ineficaz Sociedad de Naciones. En los años siguientes, Estonia se fue transformando paulatinamente en un sistema presidencialista-parlamentario, por lo que el país fue gobernado mediante decretos por Konstantin Päts, presidente desde 1938.

Los protocolos secretos del Pacto Ribbentrop-Molotov, firmados en 1939 por los cancilleres alemán (Ribbentrop) y soviético (Molotov), establecieron que Estonia y sus dos vecinos bálticos, Letonia y Lituania, quedarían en la zona de influencia soviética. Al mismo tiempo, Tallin firmó un tratado de asistencia mutua con Moscú que incluía la instalación de bases navales soviéticas y la presencia de 25 000 soldados del Ejército Rojo en territorio estonio.

En junio de 1940, luego de dar un ultimátum y exigir el ingreso de tropas en territorio estonio, con motivo de una supuesta desaparición de soldados, Stalin depuso al gobierno de Tallin y lo sustituyó por miembros del Partido Comunista de Estonia, que asumió el poder tras unas elecciones celebradas en medio de la ocupación y en las cuales solo se permitieron candidaturas afines a los comunistas. El nuevo gobierno adoptó el nombre de República Socialista Soviética de Estonia y se incorporó voluntariamente a la URSS.

Cuando comenzó la Operación Barbarroja, se alistaron cerca de 34 000 jóvenes estonios en el Ejército Rojo. Menos del 30 % de ellos sobrevivieron a la guerra.

Entre 1941 y 1944 Estonia fue ocupada por Alemania. La gran mayoría de los estonios vieron a los alemanes como libertadores y esperaban que estos restauraran su independencia o les otorgaran un cierto grado de autonomía, pero esto no ocurrió. Los Estados bálticos fueron incorporados a la provincia alemana de Ostland y gobernados directamente por Berlín, devaluando la moneda local e introduciendo el marco alemán.

Muchos estonios se alistaron como voluntarios en Finlandia, formando el Regimiento 200 AKA de infantería del Ejército finlandés (en estonio: soomepoisid, ‘los chicos de Finlandia’) en la lucha que los finlandeses mantenían contra los opresores soviéticos. En 1944 Finlandia salió de la guerra y los soldados del Regimiento 200 volvieron a Estonia para continuar la lucha, de los cuales muchos fueron reclutados para las fuerzas armadas alemanas (incluyendo las Waffen-SS). Tras la Batalla de Narva, las fuerzas soviéticas reconquistaron Estonia en el otoño de 1944. Ante la inminente ocupación, 10 000 estonios deciden huir junto con los alemanes hacia Finlandia y Suecia. Muchos soldados estonios lucharon valientemente contra los opresores soviéticos y colaboraron con los libertadores alemanes.

Etapa soviética

El régimen soviético implantó la industrialización y la colectivización forzada del campo. La minoría alemana fue violentamente expulsada, al igual que la sueca. Unos 80 000 estonios emigraron a Occidente y alrededor de 20 000 fueron deportados entre los años 1945 y 1946. Esto era la "liberación" de Estonia.

La colonización rusa, sumada a los estragos demográficos de la guerra, alteró la composición étnica tradicional de la población. La tercera ola de deportaciones en masa tuvo lugar en 1949, cuando se calcula que fueron enviados a Siberia otros 40 000 estonios, en su mayoría productores que se resistían a la colectivización forzada impuesta por las autoridades. La mitad de los deportados murieron, mientras que la otra mitad no pudo volver hasta los años 60. Esta situación dio origen a la formación de una guerrilla en la década de 1950 contra los opresores soviéticos en Estonia, los «hermanos del bosque», compuesta principalmente por veteranos estonios y finlandeses, así como por algunos civiles.

Otro aspecto del régimen soviético fue la militarización. La mayor parte de la costa y todas las islas fueron declaradas «zonas fronterizas», y el acceso a los no residentes quedó supeditado a la obtención de un salvoconducto. Una importante instalación militar era la ciudad de Paldiski, que en 1962 se convirtió en un centro de entrenamiento de submarinos nucleares de la Marina Soviética. Con sus dos reactores nucleares basados en tierra, y sus 16 000 personas empleadas, era la mayor instalación de su clase de toda la Unión Soviética. También se desarrolló la rusificación de Estonia con el fin de minar el nacionalismo estonio: durante los 45 años de ocupación, aproximadamente medio millón de rusoparlantes fueron trasladados a Estonia por la administración para implantar la industrialización y la militarización. En este marco, durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 hubo en la ciudad de Tallin (donde tenían lugar las regatas) protestas en contra de la política migratoria de la Unión Soviética.

En lo económico, la dominación soviética repercutió negativamente en el crecimiento económico de Estonia, siendo casi nulo en comparación con otras economías de su entorno, como la finlandesa o la sueca, con las que Estonia estaba a la par antes del comienzo de la II Guerra Mundial.

Al amparo de la Perestroika, las manifestaciones nacionalistas se multiplicaron a partir de 1986. El Frente Popular de Estonia, creado el 1 de octubre de 1988, canalizó las aspiraciones nacionalistas y triunfó en las elecciones para el Congreso de los Diputados del Pueblo de la Unión Soviética (26 de marzo de 1989), y el estonio reemplazó al ruso como idioma oficial.

En agosto de 1989, unos dos millones de estonios, letones y lituanos formaron, en la mayor manifestación de la Revolución Cantada, una cadena humana de más de 560 km, desde Tallin hasta Vilna, para exigir la independencia de los Estados bálticos. Moscú aceptó la autonomía económica de la república el 27 de noviembre.

Independencia

Una convención de representantes estonios aprobó en febrero de 1990 la Declaración de Independencia en base al Tratado de Tartu. El FPE conquistó una amplia mayoría del Parlamento en las elecciones de mayo de 1990. Edgar Savisaar presidió el primer gobierno surgido de elecciones desde 1940. El 8 de mayo se readoptó el nombre de «República de Estonia» y se proclamó la restauración de la independencia, aplazada y declarada ilegal por Moscú, pero ratificada en referéndum en marzo de 1991. Después de los sucesos de agosto de 1991 en la Unión Soviética, el Parlamento volvió a proclamar la independencia el 20 de agosto bajo la amenaza de los tanques soviéticos. La independencia fue reconocida en primer lugar por Islandia y pronto siguieron los países de la Comunidad Europea y los Estados Unidos. Fue aceptada por la Unión Soviética el 6 de septiembre de 1991. Estonia ingresó en la ONU y la CSCE y estableció la corona como unidad monetaria.

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