Askenazí

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Askenazíes o también llamados asquenazíes, es el nombre dado a los judíos que se asentaron en la Europa central y Europa oriental, principalmente en Alemania, Polonia, Francia, Ucrania y Rusia.

Hacia comienzos del siglo X, desarrollaron costumbres y leyes particulares, que les diferenciaron en ciertos temas de la otra parte del pueblo judío (los sefardí), llegando incluso a crear una lengua propia, el yídish, surgida de la combinación de los dialectos germanos de su región con influencias eslavas y el hebreo.

El 80% de los judíos del mundo son de origen Ashkenazim[1], así como la mayor parte de los judíos en el Estado de Israel, Europa, Estados Unidos y Argentina.

Población actual

La población actual se estima entre 8 y 11,2 millones de judíos askenazí a nivel mundial, en la cual su distribución a nivel de países o regiones es de:

País o región Población
Estados Unidos 5 a 6 Millones
Israel 3 a 4 millones
Unión Europea 1.030.000
Rusia 400.000
Canadá 240.000
Argentina 200.000
Alemania 100.000
Sudáfrica 80.000

Genética

La mayoría de los estudios genéticos contemporáneos indican que los judíos asquenazíes, aunque mantuvieron una comunidad relativamente cerrada debido a sus prácticas religiosas y culturales, tienen una mezcla genética que incluye una herencia de poblaciones del Medio Oriente con contribuciones adicionales significativas de poblaciones de Europa Central y Oriental (germanos, eslavos y otros).

La teoría de que los judíos asquenazíes poseen una considerable herencia genética de los jázaros es un tema de debate y controversia entre los historiadores y genetistas. Los jázaros eran un pueblo túrquico que formó un poderoso imperio en la región del Cáucaso y la estepa euroasiática entre los siglos VII y X, y según algunas fuentes históricas, una parte significativa de la élite jázara se convirtió al judaísmo.

El estudio genético de Ostrer et al. (2012) encontró que los asquenazíes tienen una relación genética más estrecha con otros grupos judíos (como los sefardíes) y con las poblaciones del Levante (incluidos los drusos y los chipriotas), lo cual sugiere un origen común en el antiguo Levante más que una significativa contribución jázara. El estudio de Behar et al. (2010) mostró que los judíos asquenazíes tienen una mezcla genética de origen europeo, pero también confirman un fuerte componente de Oriente Medio, compatible con la historia de la diáspora judía.

Prevalencia de enfermedades específicas

Los askenazíes tienen susceptibilidad de sufrir varias enfermedades genéticas como la enfermedad de Tay Sachs producto de uniones consanguíneas descontroladas a través de generaciones. Es una enfermedad neurodegenerativa, dolorosa y provoca trastornos psicológicos y físicos. 1 de cada 27 askenazíes sufre Tay Sachs[2].

Hoy en día los judíos askenazíes tienen mayor riesgo de enfermedades, incluyendo el cáncer de mama y cáncer de ovarios.[3] Las mutaciones 185delAG y 5382insC en BRCA1 y 6174delT en BRCA2 aparecen en el 60% de los pacientes con cáncer de ovario y en el 30% de los pacientes con cáncer de mama de aparición temprana entre las mujeres asquenazíes.[4]

Las variaciones del gen DNST3 hacen que los judíos ashkenazi sean un 40% más propensos a desarrollar esquizofrenia y enfermedades similares.[5]

Asimismo, el síndrome de Bloom es una enfermedad rara que es más común en la población ashkenazi. Aproximadamente uno de cada 100 judíos Ashkenazi es portador de esta enfermedad, que es causada por un cambio en un gen ubicado en el cromosoma 15. El síndrome de Bloom se considera una enfermedad de "rotura cromosómica".

Otras enfermedades genéticas que tienden a ser portadas por personas de ascendencia ashkenazi en un índice alto o más alto que otros grupos son[6]:

  • Enfermedad de Canavan
  • Fibrosis quística
  • Deficiencia de dihidrolipoamida deshidrogenasa
  • Disautonomía familiar
  • Hiperinsulinismo familiar
  • Anemia de Fanconi tipo C
  • Enfermedad de Gaucher
  • Enfermedad por almacenamiento de glucógeno tipo 1A
  • Síndrome de Joubert
  • Enfermedad de la orina de jarabe de arce
  • Mucolipidosis tipo IV
  • Miopatía nemalínica
  • Enfermedad de Niemann-Pick tipo A
  • Atrofia muscular en la columna
  • Síndrome de Usher tipo 1F
  • Síndrome de Usher tipo III
  • Síndrome de Walker-Warburg

Los judíos askenazim, ¿son semitas?

Artículo principal: Hipótesis jázara


Se estima que un 80% de los judíos actuales son originarios de Khazaria, un reino que se convirtió al judaísmo en el siglo VIII o IX después de Cristo.

Se ha cuestionado sobre si a los propios judíos askenazim se los puede calificar de "semitas" ya que según ciertas hipótesis la porción de individuos "auténticamente semitas entre las comunidades judías en todo el mundo, y muy especialmente en el Estado de Israel, pareciera ser relativamente baja".

Según algunos, únicamente los judíos sefardíes pueden reclamar una probable descendencia de los semitas antiguo-testamentarios. Sin embargo, los sefardíes conforman una minoría numérica (20% del total) y de relativamente baja representatividad e influencia dentro de las estructuras de poder judías, tanto en el Estado de Israel como en la Diáspora.

Por otro lado, los Ashkenazim descienden de los jázaros, pueblo euroasiático de origen caucásico-turco-mongol, que en los siglos VII, VIII y IX logró conformar un magnífico imperio de vasta extensión pero fuertemente descentralizado por tratarse de un pueblo eminentemente nómada.

Los kázaros eran regidos por un rey llamado genéricamente el Khagan, quien en el siglo VIII comprendió que la principal amenaza que se cernía sobre su pueblo era la de verse asimilados por alguno de los dos imperios políticos, militares y culturales euroasiáticos de la época: por una lado, el cristiano Imperio Romano Oriental regido desde Bizancio y, por el otro, el islámico Califato de Bagdad.

Urdiendo una compleja trama de casamientos políticos, los kázaros supieron insertarse en el decadente poder bizantino, mas ellos siempre eligieron mantener su orgullosa independencia, uno de cuyos pilares era no haberse jamás subordinado ni al cristianismo bizantino ni al Islam, sabiendo en aquellos tiempos que la religión era el factor de poder de gran importancia política y social.

Es así que los reyes kázaros desde su ciudadela en la ciudad de Itil a orillas del Mar Caspio, tomaron una medida revolucionaria, sin precedentes históricos, y única: en el año 740 a. D., los kázaros se convirtieron en masa al judaísmo como estrategia para frenar las peligrosas presiones cristiana y musulmana.

Con el devenir de los siglos, el ocaso del imperio kázaro, la caída de Bizancio, y el fortalecimiento del Islam, los descendientes de los nómades kázaros se expandieron hacia Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Polonia e ingresaron a Europa Central y Occidental a través de Rumania y Alemania llegando a tener amplia presencia en muchas de las principales ciudades de Europa. Dónde iban los kázaros, portaban con ellos la religión de Moisés.

Los judíos Ashkenazim tienen mayormente rasgos rubios, de ojos claros, tez blanca, y a menudo pelirrojos, y según se ha dicho, auténticos "arios", pero los kázaros no eran indoeuropeos o arios sino un pueblo turco-mongol. Por lo que dicen "poco o nada tienen que ver con los hebreos e israelitas de la Biblia, es decir, poca o nada sangre "semita" fluye por sus venas, y poca justificación histórica o étnica tienen para reclamar como propia a la Tierra Santa cananita".[7]

Esto se puede observar en los caracteres físicos de líderes políticos judíos como Ehud Ólmert, Ariel Sharón, Benjamín Netanyahu, Aviador Lieberman, Donald Rumsfeld, Henry Kissinger, Ehud Barak, y Tzipi Livni, para nombrar a apenas unos pocos, comprobamos que se trata de individuos muy diferentes a los sefarditas.

Sin embargo, si bien es verdad que los judíos sefardíes minoritarios, pueden esgrimir con una mayor facilidad una descendencia probable de los hebreos bíblicos (de aquellos judíos expulsados por el procónsul romano Tito Augusto en el año 70AD, iniciando así la Diáspora; su deambular por España, y otras partes del Mediterráneo y de Europa), y que los ashkenazim presentan rasgos muy diferentes a los sefarditas, no se puede decir con certeza absoluta que los ashkenazim no tengan en sus orígenes étnicos un componente semítico importante, sobre todo tomando en cuenta que los pueblos semíticos en sí, incluyendo a los sefardíes, son una rama de la raza madre caucasoide, compuesta en mayor o menor medida por varias subespecies "caucasoides".

Otras ideas

Como indicio de la candente actualidad del tema de los orígenes reales de los judíos, lo que tiene fundamental impacto sobre la justificación que tiene el sionismo para reclamar el territorio en el que hoy se asienta el Estado de Israel, trascribimos nuestra traducción de tramos de un notable artículo recientemente aparecido en el diario israelí Ha’aretz[8] que rescata las investigaciones del historiador Shlomo Zand publicadas en un libro[9] en el que asevera que el pueblo judío es "un invento", ya que "nunca hubo un pueblo judío, sino únicamente una religión judía, y el exilio jamás ocurrió, de manera que no pudo haber un regreso. Zand rechaza la mayoría de las historias utilizadas para la conformación de la identidad nacional contenidas en la Biblia, indicando que se trata de ficciones y mitos que sirvieron como excusa para el establecimiento del Estado de Israel."

Luego agrega Zand que "los primero judíos provenientes de Ashkenaz (Alemania) no se originaron en la Tierra de Israel y no llegaron a Europa Oriental desde Alemania, sino que se convirtieron al judaísmo bajo el Reino de los Kázaros en el Cáucaso. Zand explica cuáles son los orígenes de la cultura yiddish: no se trata de algo importado de Alemania sino que es resultado de la conexión de los descendientes de los kuzari y los alemanes quienes viajaron hacia el Este, algunos de ellos como mercaderes. Correspondientemente, concluimos que los miembros de un conjunto variado de pueblos y razas rubias y negras, marrones y amarillas se convirtieron al judaísmo en grandes números. Según Zand, la necesidad sionista de inventar para ellos un origen étnico compartido y una continuidad histórica generó una larga serie de inventos y ficciones, junto con la invocación de tesis racistas. Algunas fueron inventadas por las mentes de quienes concibieron el movimiento sionista, mientras que otras fueron ofrecidas como resultado de investigaciones genéticas realizadas en Israel."

¿Estamos entonces ante una enorme falsificación de la historia por parte del movimiento universal sionista que ha sido utilizada como una de las armas para fundar y mantener con altísima violencia al Estado de Israel? Este creciente cuestionamiento al derecho de los sionistas sobre el territorio palestino pareciera explicar la también creciente vehemencia y violencia intelectual con la que atacan a todos sus críticos, aplicándoles el sambenito de "antisemita".

Referencias

  1. Nombre hebreo de Alemania, también utilizado para describir a Armenia y el Monte Ararat – (Génesis 10,3., I Crónicas 1,6 / Jeremías 51,27)
  2. Enfermedad de Tay Sachs Wikipedia
  3. Estudio genético demuestra que los judíos ashkenazi tienen un patrimonio biológico y genético compartido
  4. The founder mutations 185delAG and 5382insC in BRCA1 and 6174delT in BRCA2 appear in 60% of ovarian cancer and 30% of early-onset breast cancer patients among Ashkenazi women. ncbi.nlm.nih.gov
  5. Scientists Discover Gene That Predisposes Ashkenazi Jews to Schizophrenia Haaretz.com
  6. Jewish Genetic Disease Screening Boston Medical Center
  7. Koestler, Arthur - The Thirteenth Tribe: The Khazar Empire and its Heritage" – Picador Books, Londres 1977
  8. Artículo An Invention called "The Jewish people" (un invento llamado "el pueblo judío") por el investigador Tom Segev en Ha’aretz, 28 de febrero de 2008 - – www.haaretz.com/hasen/spages/959229.html
  9. Zand, Schlomo - profesor de la Universidad de Tel Aviv – "When and How was the Jewish People Invented" – Resling, Tel Aviv, 2007, en idioma hebreo.

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