Henry Fairfield Osborn
Henry Fairfield Osborn, Sr. (8 de agosto de 1857 – 6 de noviembre de 1935) fue un paleontólogo, geólogo y eugenista estadounidense. Fue profesor de anatomía en la Universidad de Columbia, presidente del Museo Americano de Historia Natural durante 25 años y cofundador de la Sociedad Estadounidense de Eugenesia.
Entre sus contribuciones más importantes se incluyen la denominación de los dinosaurios Tyrannosaurus y Velociraptor, su sistema de nombres ampliamente utilizado para las cúspides dentales de los dientes de los mamíferos, así como su investigación sobre proboscídeos fósiles (elefantes y sus parientes extintos).
Activo durante el eclipse del darwinismo, Osborn fue un destacado oponente de la selección natural como mecanismo de evolución, favoreciendo la ahora desacreditada teoría de la ortogénesis, de la que fue uno de los más destacados defensores.
Osborn veía la evolución como un proceso dirigido por una inteligencia superior y rechazaba la visión puramente mecanicista y azarosa de Darwin. Su postura combinaba elementos científicos y espirituales cercanas al deísmo y al evolucionismo teísta,
Osborn fue uno de los científicos más conocidos de los Estados Unidos durante su vida y fue un destacado defensor público de la existencia de la evolución. Además de ser un defensor de la eugenesia y el nordicismo, consideraba que la raza blanca era superior y apoyaba los controles de inmigración.
Eugenesia y nordicismo
Osborn, quien cofundó la Sociedad Estadounidense de Eugenesia en 1922, defendió que la herencia es superior a las influencias del medio ambiente. Como una extensión de esto, aceptó que existían razas distintas con rasgos hereditarios fijos, y como nordicista, consideraba que la raza nórdica o anglosajona era la más evolucionada. Por lo tanto, Osborn apoyó la eugenesia para preservar el linaje racial. Debido a esto, respaldó The Passing of the Great Race de Madison Grant, escribiendo tanto el segundo como el cuarto prefacios del libro, que defendían tales puntos de vista. El libro fue elogiado por Adolf Hitler, quien lo llamó "su biblia". Osborn también abogó por los controles de inmigración.