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Alberto Brito Lima
Biografía
Brito Lima comenzó a militar activamente a partir de 1955, cuando se incorporó a la Resistencia Peronista. Un par de años después, siendo estudiante de veterinaria en la Universidad de Buenos Aires, asumió un papel protagónico en la Juventud Peronista. El triunfo de la Revolución Cubana dividió a la JP entre quienes querían usar la violencia como principal medio para conquistar el poder, y quienes querían emplearla como un recurso más para presionar al gobierno. Brito Lima, que estaba vinculado al brazo político de la Resistencia Peronista, representaba al segundo grupo, el cual era minoritario frente al primero. En consecuencia hacia 1961 terminó rompiendo con la JP para crear al Comando de Organización (CDO) como alternativa.
Durante la década de 1960 el CDO procuró establecerse como una escuela de soldados políticos al servicio de Juan Domingo Perón. Por ese motivo desarrolló una interpretación del peronismo profundamente anticomunista, y abierta al diálogo con nacionalistas y católicos. Lógicamente ello aproximó a Brito Lima a la figura del sindicalista Augusto Timoteo Vandor, quien estaba en la misma sintonía ideológica.
En mayo de 1973 fue electo diputado nacional del distrito de Buenos Aires por el Frente Justicialista de Liberación. Al mes siguiente, como jefe del CDO, fue uno de los organizadores del operativo de retorno de Perón a la Argentina, el cual desembocó en la Masacre de Ezeiza para evitar que los hombres de Montoneros secuestraran o asesinaran al caudillo.
Posteriormente Brito Lima apoyó a la presidente María Estela Martínez de Perón, aunque se enfrentó a José López Rega.
Perdió su banca parlamentaria en 1976 pero la recuperó en 1983, permaneciendo en el cargo hasta 1985. En ese periodo se opuso de modo tajante a la idea de que la Argentina aceptara el acuerdo con Chile que proponía el Vaticano para resolver los problemas limítrofes entre ambos países, ya que lo consideraba una renuncia a la soberanía.
En 1989 apoyó la campaña presidencial de Carlos Saúl Menem, por lo que luego sería recompensado con la designación como Embajador de Argentina en Honduras, cargo que ejerció hasta 1993.
En sus últimos años se manifestó contrario al kirchnerismo, por lo que acompañó a Adolfo Rodríguez Saa y a Eduardo Duhalde.
