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Attilio Mordini
Attilio Mordini nació en Firenze, Italia, el 22 de mayo 1923 y murió en la misma ciudad el 4 de octubre de 1966. Fue un escritor teólogo italiano, terciario Franciscano.
Biografía
Attilio Mordini cursó sus primeros estudios con los PP. de la Escuela Pía (conocidos como Scolopi), y luego con los PP. Salesianos, madurando una sincera predisposición a acogerse y vivir la fe cristiana, y desarrollando de esta manera uno de los más fundamentales y decisivos aspectos de su personalidad como hombre y como estudioso.
Obra
Su obra, publicada en parte depués de su muerte es: "Il Segno della Carne" (1959) (publicado bajo el pseudónimo Ermanno Landi), "Il Tempio del Cristianesimo" (1963), "Dal Mito al Materialismo" (1966), "Giardini d’ Occidente e di Oriente" (1966), "Verità del Linguaggio" (1974), "Il Mito Primordiale del Cristianesimo quale Fonte Perenne di Metafisica" (1976), "Il Mito dello Jeti allá luce della Tradizione biblica" (1977), "Il Cattolico Ghibellino" (1989), "Verità della Cultura" (1995), "Pagine Monarchiche" (1980), "Francesco e Maria" (1986). Agregando que desde 1953 había iniciado una activa presencia en algunas de las principales revistas fieles al Catolicismo Tradicional: L’ Ultima, Carattere, Adveniat Regnum, L’Alfiere, Kairos y Antanios.
Pensamiento
Attilio Mordini a más de cuarenta años de su partida permanece una tierra incógnita en parte a descubrir. No obstante el fuerte y profundo recuerdo que ha dejado en amigos y admiradores que podrían buenamente considerarse discípulos suyos, y no obstante las varias reimpresiones de algunas de sus obras, puede decirse que no ha tenido la atención debida, ni aún dentro del área religiosa y política al cual Mordini mucho dió. Ha existido y existe una exígua exégesis mordiniana, que tiende a confinarse em la memorialística, en la apologética, en la escolástica.
Y otro hecho muy importante, existe un Mordini inédito por no decir perdido, legado en canttidad de material disperso o de difícil acceso. Ciertamente Mordini fue un personaje incómodo: para el mundo moderno del cual fue encendido fustigador, para lo "políticamente correcto" tan atento a censurar o a hacer caer en el olvido personajes ligados a la revolución nacional -italiana en este caso-, para el Catolicismo "aggiornato" que virilmente Mordini enfrentó inventando el alter ego de La Pira. Añadamos incómodo también para el tenaz mundo del Catolicismo Tradicionalista por ciertas posiciones suyas relativamente heréticas.
La no fácil lectura del pensamiento de Attilio Mordini, con cierta carencia de organicidad y también caracterizada por la limitación cultural ligada a su precoz muerte, permiten aún así definir a Attilio Mordini como un maestro no sólo de la Tradición Católica, más también como un pensador de indudable interés para la Tradición Primitiva, para redescubrir y valorizar. De hecho Mordini siendo un ferviente Católico tradicionalista, demostró una profunda interpretación de las diversas Tradiciones espirituales ciertamente superior a esa aquella lógica exotérico-exclusivista que es una típica deformación de la verdad mística Católica.
Ubicación Filosófica
Su frecuentación de la Alleanza Ebraico-Cristiana, su admiración por la Kabalah y el misticismo Sufí, lo llevó al convencimento de la existencia de una unidad de trasfondo en la Tradición religiosa primitiva, acercándose en esto a Guénon, Eliade y Zolla. Por otra parte la virilidad de su fe, la experiencia en el frente de la revolución nacional italiana, lo llevó a una definición de sí como Católico ghibelino, ciertamente afín al Evolismo. No hay duda, en el mundo de la diestra radical mayormente sensible a valores espirituales, la lectura de Attilio Mordini representó para muchos evolianos un pasaje a la conversión, al Catolicismo preconciliar.
