Carlos Dufour

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Carlos Alberto Dufour (Buenos Aires, Argentina, 1950 - Munich, Alemania, 2020) fue un filósofo argentino. Su pensamiento se inscribe en la Nueva Derecha.

Algunos de sus textos fueron publicados bajo el seudónimo de "Jorge V. Lastarria".

Biografía

Aficionado a las historietas, Durfour tomó cursos de dibujo en la Escuela Panamericana de Arte durante su adolescencia. Sin embargo su camino no sería el del artista, sino el del intelectual. Se formó por ello como filósofo en la Universidad del Salvador, teniendo como mentor a Juan Jose Izurieta Craig. Durante sus años de estudiante escribió el folleto Función política del universitario en el que argumenta en contra de la ideologízación de la educación superior, algo que comenzaba a instalarse en la época.

Fue el descubrimiento de la obra de Carlos Alberto Disandro lo que lo alejó del tomismo y lo estimuló a explorar el tradicionalismo filosófico.

Se diplomó en 1973, pasando a trabajar como docente en la USAL y como investigador en el CONICET, especializándose en el campo de la lógica y la ontología.

En 1979 obtuvo una beca del DAAD para cursar un doctorado en la Universidad Federico-Alejandrina de Erlangen-Núremberg bajo la dirección del filósofo y matemático Paul Lorenzen.

Instalado en Alemania Occidental, inicialmente se dedicó al estudio de la obra de Gottlob Frege. Su encuentro con el filósofo guatemalteco Héctor-Neri Castañeda mientras éste dictaba un curso en la Universidad Alberto-Ludoviciana de Friburgo lo alentó a apostar por la originalidad filosófica y a asumir el debate de ideas, algo que no encajaba muy bien en el sistema escolástico alemán de la época. Castañeda murió antes de que Dufour pudiera aceptar su invitación para mudarse a los EEUU para acompañarlo en la Universidad de Indiana, pero de cualquier modo el profesor guatemalteco al menos le dio la posibilidad para ingresar como evaluador al comité editor de la prestigiosa revista Nous.

Su amistad con Otto Ernst Remer y Hellmut Diwald contribuyó en la evolución de su pensamiento, así como también lo hizo su ingreso al Thule-Seminar que dirigía Pierre Krebs.

En 1985 presentó su tesis Die Lehre der Proprietates Terminorum, en la que propone una teoría para formalizar a la lógica medieval. El trabajo recibió el elogio unánime de sus colegas.

Mientras se desempeñaba como docente en instituciones alemanas y extranjeras y escribía artículos para revistas académicas (siendo financiado por la Deutsche Forschungsgemeinschaft), se involucró paralelamente con movimientos nacionalistas germanoparlantes. Por ese motivo dictó cursos de formación a militantes de Die Republikaner y del Nationaldemokratische Partei Deutschlands. Asimismo escribió para el periódico Deutsche Stimme y creó una historieta política en la revista Volk in Bewegung. Contribuyó de igual manera con el nacionalismo en el mundo hispanoparlante, publicando textos en la Ciudad de los Césares de Chile y colaborando en los coloquios de la asociación Tierra y Pueblo de España.

Para cuando pudo culminar su tesis de habilitación ya estaba sindicado como un pensador políticamente incorrecto, lo que le trajo problemas en la Universidad Ludovico-Maximiliana de Múnich. Inhärenz, pese a todo, fue publicada en 2005 en una editorial académica, pero para la época Dufour ya estaba afuera del sistema oficial de educación alemán.

Participó de la Fundación Continente Europa, aunque no pudo evitar romper con ella a raíz de su posición favorable al cristianismo, al cual Dufour criticaba.

El filósofo falleció el 15 de octubre de 2020.

Pensamiento

Su pensamiento filosófico registra una evolución que parte desde el análisis lógico del lenguaje para llegar hasta la especulación ontológica sobre la estructura de lo real. El diálogo amistoso con la ciencia juega un papel central en la conformación de sus ideas.

Durfour también fue un crítico del sistema político contemporáneo. Cuestionó sus seis pilares: la economía de mercado, la democracia representativa, los medios masivos de comunicación, el cristianismo, los derechos humanos, y el progresismo.

Con respecto a la economía de mercado su crítica es que, ese sistema, trivializa la idea de libertad, pues la interpreta como algo relacionado fundamentalmente a la compra y venta de bienes y servicios. De ese modo todo adquiere un precio y el individuo se inserta a la sociedad a partir de su conversión en consumidor. El problema metafísico detrás de esto es que el flujo de cambios pasa a reinar sobre la concepción del mundo dominante. Ello se traduce en el nomadismo (o la inmigración masiva) que le exige a cada rincón del planeta adoptar el igualitarismo y el cosmopolitismo, lo que a la larga hará que países tan disimiles como Camerún y Canadá terminen siendo distinguibles sólo por sus aspectos climáticos. Dufour también advierte que el librecambio actual privilegia la automatización de los procesos de producción, lo que implica depredar el medio ambiente y exterminar a la población sobrante, y es escéptico en relación a la idea de que el capitalismo encuentre medios propios para resolver ese problema.

A la democracia representativa el filósofo argentino la ve sometida a la partidocracia, lo que significa que los políticos elegidos por el voto popular no se representan más que a si mismos, lo que obviamente afecta a los intereses del elector. Ante ese escenario, los medios masivos de comunicación son una pieza esencial, puesto que impiden que la voz del pueblo se exprese y, en su lugar, ofrecen una opinión prefabricada que elimina la libertad de expresión aunque mantiene la ilusión de que la está amplificando.

Para Dufour nada de esto sería posible sin el cristianismo y sin los derechos humanos. El primero, según su opinión, es una contracultura europea que ha conseguido atrofiar la visión religiosa de los blancos, quitándoles el politeísmo y el panteísmo sobre el que estaba construido el orden de las civilizaciones de la Antigüedad. Debido a ello el cristianismo pudo imponer una hipertrofia moral bajo el rótulo de la caridad filantrópica, que luego se secularizó con el nombre de "derechos humanos". Dufour les reprocha a quienes sostienen esa doctrina que pretendan hacerla pasar por obvia, cuando en realidad es todo lo contrario: ningún lenguaje registra algún tipo de expresión que valide semejante idea, por lo que se vuelve claro que se trata de una invención moderna y totalmente artificial. Y de hecho los análisis lingüísticos ponen en evidencia lo contrario: los seres humanos construyen a partir de la exclusión, no de la inclusión.

Finalmente su ataque al progresismo se desarrolla bajo la perspectiva de que la noción de progreso funciona como excusa para dominar y no para liberar a los pueblos.

Bibliografía

  • Función politica del universitario. Buenos Aires: COGTAL, 1970.
  • Relaciones y contenidos en lógica bivalente. Buenos Aires: Ergon, 1977.
  • Die Lehre der Proprietates Terminorum. Sinn und Referenz in mittelalterlicher Logik. Múnich: Philosophia, 1989.
  • Inhärenz: Ontologische Untersuchungen zu Eigenschaften und Inhärenz. Múnich: Philosophia, 2005.
  • Das Wesen des Systems. Politische Radiographie. Bad Wildungen: Ahnenrad der Moderne, 2017.

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