Exportación de la revolución cubana

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Durante la década de los ' 60, el líder cubano Ernesto Guevara llevó adelante una política de intervencionismo militar en favor del marxismo y el comunismo en diversas regiones del planeta. Su objetivo era la exportación de la Revolución cubana hacia el exterior, lo cual finalmente resultó en un rotundo fracaso, al punto que terminó costandole la vida al Che.

Desarrollo

El Che Guevara siempre estuvo a favor de extender la guerra en favor del marxismo a otros países. No solo era partidario de que se iniciaran nuevas experiencias guerrilleras, sino que pensaba que solo generalizando la lucha armada en América Latina, Asia y África sería posible derrotar al imperialismo. Guevara discrepaba abiertamente con la estrategia de coexistencia pacífica que proponía la Unión Soviética y él mismo se veía interfiriendo con los destinos de otros pueblos con el fin de imponerles su visión política.

Desde el mismo momento en que la Revolución cubana tomó el poder, el Che comenzó a organizar y promover experiencias guerrilleras en América Latina, destacándose las que se abrieron en Guatemala, Nicaragua, Perú, Colombia, Venezuela y Argentina. Todas ellas fracasaron y en algunos casos hasta sentaron las bases de futuros movimientos guerrilleros, como el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua y los Tupamaros en Uruguay, que causaron aún mas muertos y destrucción.

Esta posición llevó a un fuerte enfrentamiento del Che Guevara con los partidos comunistas de América Latina, que en general no aprobaban la estrategia de lucha armada generalizada que aquel proponía.

En realidad el Che Guevara deseaba fervientemente iniciar la lucha armada en su país natal. En 1963, luego de un extenso entrenamiento en Cuba, envió a un grupo guerrillero a la Argentina. Estaba dirigido por Jorge Masetti, el periodista peronista que había dirigido la agencia Prensa Latina y que debió renunciar a la misma debido a su enfrentamiento con el partido comunista cubano (PSP). El grupo se instaló en la provincia de Salta, bajo el nombre de Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP), con apoyos en Bolivia, Córdoba (Argentina) y Buenos Aires. Masetti llevaba el grado de Comandante Segundo, reservando el grado de Comandante Primero para Guevara. Luego de enviarle una carta al presidente democrático Arturo Illia anunciando su decisión de iniciar la lucha armada, el grupo fue sufriendo diferentes complicaciones que lo llevaron a un colapso completo en 1964. Algunos de sus miembros murieron en combate, como el cubano Hermes Peña, uno de los hombres del círculo íntimo de Guevara; otros fueron detenidos y Masetti desapareció en la selva sin dejar rastros.

En ese contexto, en algún momento entre el 17 de marzo y el 17 de abril de 1964 el Che Guevara se reunió con Juan Domingo Perón en la casa que este último habitaba en su exilio en Madrid. El encuentro ha sido mantenido en el mayor de los secretos y solo ha podido conocerse recientemente. El Che le entregó a Perón fondos para apoyar su retorno a la Argentina, intento que fue impedido por el gobierno brasileño ese mismo año. Perón se habría comprometido a apoyar las iniciativas guerrilleras contra las dictaduras latinoamericanas, cosa que efectivamente hizo hasta 1973[1][2][3].

El fracaso guerrillero en la Argentina lo llevó a evaluar la posibilidad de participar en otros lugares distintos de su país e incluso otros continentes. En ese sentido, África comenzó a aparecer como una posibilidad adecuada.

El Che Guevara solía decirles a los futuros guerrilleros que se entrenaban en Cuba para abrir nuevos focos revolucionarios una frase que no solo impactaba fuertemente en quienes la recibían, sino que define acabadamente la actitud que había asumido frente a la vida: Hagan de cuenta que están muertos y que lo que viven de ahora en más es prestado.

República Democrática del Congo

A fines de 1964 el Che Guevara había decidido dejar el gobierno para encabezar el envío de tropas cubanas a otros países con el fin de apoyar los movimientos revolucionarios en marcha. África y en especial la República Democrática del Congo, donde Patrice Lumumba había sido asesinado en 1961 con participación de la CIA, y en la que una guerrilla rebelde apoyada desde Tanzania estaba actuando, le pareció una causa apropiada para intervenir. La República Democrática del Congo, ubicada en el centro del Africa y con fronteras con nueve países, se le aparecía al Che como un gigantesco "foco" desde el que se podría irradiar la revolución a todo el continente.

A principios de 1965 le escribió una famosa carta a Fidel Castro renunciando a todos sus cargos y a la nacionalidad cubana y anunciando su partida hacia "nuevos campos de batalla". Es en esa carta donde aparece, en la firma, la frase "hasta la victoria siempre", ampliamente difundida desde entonces. La carta fue leída por Castro durante el Primer Congreso del Partido Comunista Cubano y retrasmitida a través de la televisión en octubre de ese mismo año, causando una enorme sensación, tanto dentro como fuera de Cuba. Para entonces el Che Guevara había desaparecido de la vida pública y su paradero era desconocido.

El 19 de abril llegó bajo la identidad falsa de Ramón Benítez a la ciudad de Dar es Salaam en Tanzania, presidida entonces por el líder anticolonialista Julius Nyerere, desde donde se organizaría el apoyo cubano a los rebeldes congoleños. Cuba había decidido apoyar la lucha del Comité Nacional de Liberación (CNL) del Congo. El año anterior, el CNL había logrado establecer por pocos meses, una zona liberada bajo el nombre de República Popular del Congo con capital en Stanleyville (hoy Kisangani) y en ese momento mantenía un gobierno en el exilio dirigido por Cristophe Gbenye y luchaba por mantener el control sobre una amplia zona en la región oriental del país, en la frontera con Tanzania y Burundi, sobre el Lago Tanganika. El Che Guevara mantuvo contacto directo con Laurent-Désiré Kabila por entonces un líder militar de segundo rango.

El Che se presentó a combatir en el Congo sin previo aviso a ninguno de los líderes rebeldes, acto que fue mal recibido por estos, por las implicancias internacionales. Por otra parte, Guevara se instalaría en la zona de combate, mientras que los líderes militares congoleños casi no iban al frente de batalla y permanecían la mayor parte del tiempo en la ciudad de Dar es Salaam, en Tanzania.

La participación cubana en la rebelión congoleña fue una experiencia desastrosa. Los cuadernos redactados por Guevara comienzan con la siguiente frase: Esta es la historia de un fracaso.

La falta de conocimiento del idioma swahili y las costumbres, las múltiples fracciones internas y externas de los grupos revolucionarios, la desorganización y falta de disciplina de las tropas, y finalmente el cese del apoyo de Tanzania, llevaron a una derrota tras otra. De ese modo, el Che, al mando de 120 cubanos, entre ellos algunos de su círculo íntimo, como Carlos Coello ("Tuma") y Harry Villegas ("Pombo"), ordenó una retirada de emergencia cuando el Ejército de Liberación del Congo decidió abandonar la lucha y las tropas de mercenarios blancos que apoyaban al gobierno habían ocupado la mayor parte del territorio liberado y se disponían a tomar la base y hacerlos prisioneros. Durante la campaña que duró nueve meses murieron seis guerrilleros cubanos y, finalmente tras el abandono de la lucha por parte de los congoleños, Guevara debió retirarse en una situación que calificó de vergonzosa el 20 de noviembre de 1965. Él mismo le envió un mensaje a Julius Nyerere quejándose por el cese del apoyo de Tanzania que decía: Cuba ofreció ayuda sujeta a la aprobación de Tanzania, ésta aceptó y la ayuda se hizo efectiva. Era sin condiciones ni límites de tiempo. Comprendemos las dificultades de Tanzania hoy, pero no estamos de acuerdo con sus planteamientos. Cuba no retrocede de sus compromisos ni puede aceptar una fuga vergonzosa dejando al hermano en desgracia a merced de los mercenarios.

En una de sus últimas anotaciones en los cuadernos del Congo dice: No hubo un solo rasgo de grandeza en esa retirada.

Tres días después de que Guevara abandonara el Congo, Joseph Mobutu tomaba el poder mediante un golpe de Estado instalando una dictadura que duraría treinta años. En 1996, Laurent-Désiré Kabila, el líder guerrillero que asesorara el Che en el Congo, conduciría una rebelión armada que lo llevaría a derrocar a Mobutu.

Entre África y Bolivia

Luego de la retirada del Congo, el Che se ocultó varias semanas en la embajada cubana en Tanzania donde aprovechó para escribir su memoria de la fracasada experiencia que luego se publicaría en 1999 como Pasajes de la guerra revolucionaria: Congo.

Con posterioridad se trasladó a Praga bajo una identidad femenina donde permaneció por cinco meses en una casa de seguridad del servicio secreto cubano. Se trata de uno de los períodos menos conocidos de su vida en los que analizó sus próximos pasos que lo llevarían a iniciar la acción guerrillera en Bolivia. Para salir a la calle debía disfrazarse de mujer. Algunos de sus biógrafos consideran que es altamente probable que haya estudiado y escrito mucho, pero hasta 2006 no había certeza de que existan los supuestos cuadernos de Praga. Sin embargo de este período datan las anotaciones y comentarios al manual oficial soviético sobre Economía Política, con gran variedad de críticas y reformulaciones del llamado socialismo científico. Estos textos fueron considerados una herejía y aún permanecen en su mayor parte inéditos. Parte de las notas económicas de Ernesto Guevara realizadas en Praga fueron incluidas por Orlando Borrego, mano derecha de Guevara en la función pública, en su libro Che, el camino del fuego.

Luego de analizar varias opciones, el Che Guevara con apoyo de Fidel Castro decidió establecer un "foco" guerrillero en Bolivia, un país que estando en el corazón de Sudamérica y limitando con Argentina, Chile, Perú, Brasil y Paraguay, permitía extender con facilidad la guerra de guerrillas a todo el subcontinente, sobre todo a su país natal.

El 21 de julio de 1966 el Che volvió secretamente a Cuba. Allí se reunió con Fidel Castro, su esposa, Orlando Borrego y el grupo de guerrilleros que lo acompañaría a Bolivia. El 2 de noviembre, sin revelar su identidad, vio por última vez a sus hijos, con excepción de Hildita, la mayor, debido a que podría reconocerlo.

Bolivia

Guevara en Bolivia. Fotografía tomada en 1967.

En 1966, Bolivia estaba gobernada por una dictadura dirigida por el General René Barrientos, que había derrocado al Presidente Víctor Paz Estenssoro y puesto fin a la Revolución de 1952 (Bolivia), de tendencia nacionalista-popular, impulsada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario.

El 7 de noviembre de 1966, día en que comienza su Diario de Bolivia, Ernesto Guevara se instaló en una zona montañosa y selvática ubicada cerca del río Ñancahuazú, en el sudeste del país, donde las últimas estribaciones de la Cordillera de los Andes se unen con la región del Gran Chaco. El grupo guerrillero estable estaba integrado por 16 cubanos, entre ellos muchos de los hombres de su círculo íntimo, 26 bolivianos, 3 peruanos y 2 argentinos. En total 47 combatientes de los cuales Tania era la única mujer, aunque en el grupo de apoyo desempeñó también un importante papel Loyola Guzmán quien resultó detenida y torturada. Tomaron el nombre de Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN) con secciones de apoyo en Argentina, Chile y Perú.

El 11 de marzo de 1967 dos desertores fueron detenidos poniendo sobre aviso al gobierno, que, ese mismo día, solicitó la cooperación de Estados Unidos y organizó un sistema de inteligencia coordinado con Argentina, Brasil, Chile, Perú y Paraguay.

El 23 de marzo comenzaron los enfrentamientos armados: el ELN copó una unidad militar y mató a siete soldados. Poco después dejaron el campamento para escapar del cerco que comenzó a formar el ejército boliviano. El 3 de abril Guevara dividió sus fuerzas, poniendo a Juan Vitalio Acuña Nuñez ("Vilo") al mando de la segunda columna. Ambos grupos se perdieron y no volverían a encontrarse.

En sucesivas escaramuzas fueron muriendo sus hombres: Jesús Suárez Gayol, Jorge Vazquez Viaña ("Loro"), a quien dieron por desaparecido, y Eliseo Reyes, que lo acompañaba desde Sierra Maestra.

El 20 de abril el ELN sufrió un duro golpe al ser capturados dos miembros de la red de apoyo, Regis Debray y Ciro Bustos, cuando intentaban dejar la zona. Ambos fueron torturados y terminaron brindando información clave. Los actos de Debray y Bustos, bajo tortura, como también, por otro lado, la inacción de Mario Monje, secretario general del Partido Comunista de Bolivia, que debió haber ofrecido apoyo logístico, han sido muy discutidos.

En ese momento escribió su Mensaje a los Pueblos del Mundo que fue leído en la reunión de la Tricontinental (Asia, África y América Latina), y que contiene sus afirmaciones más radicales y contundentes, proponiendo una guerra mundial abierta contra Estados Unidos, en abierta contradicción con la "coexistencia pacífica" que sostenía por entonces la Unión Soviética y los partidos comunistas latinoamericanos dentro del marco conceptual de la Guerra Fría. Guevara encabezó ese documento con una de sus frases más recordadas: Crear dos, tres... muchos Vietnam, es la consigna.

En junio y julio el ELN perdió siete hombres más.

El 1 de agosto la CIA envió dos agentes para sumarse a la caza del Che Guevara: los cubano-norteamericanos Gustavo Villoldo y Félix Rodríguez. El 31 de agosto el ejército emboscó a la segunda columna en Vado del Yeso, cuando cruzaban el río, de resultas del cual todos menos uno, morirían: "Vilo" Acuña, Tania, Apolinar Aquino Quispe, Walter Arencibia, Moisés Guevara, Gustavo Machín, Freddy Maymura, Israel Reyes Sayas y Restituto Cabrera. Sus cuerpos fueron expuestos primero como trofeos y luego enterrados clandestinamente.

Luego de dar un gran rodeo y tomar Samaipata por una horas, la segunda columna había quedado aislada y con la salida hacia el Río Grande (Bolivia) bloqueada, lo que les obligó a subir la montaña en dirección a La Higuera (Bolivia). El 26 de septiembre entraron al pequeño caserío de La Higuera y, al salir, la vanguardia fue emboscada muriendo tres de ellos (Coco Peredo, Mario Gutiérrez Ardaya y Manuel Hernández Osorio).

Los 17 sobrevivientes escaparon trepando aún más y el 7 de octubre comenzaron a bajar hacia el río. Esa noche Ernesto Guevara hizo la última anotación en su diario:

OCTUBRE 7. Se cumplieron los 11 meses de nuestra inauguración guerrillera sin complicaciones, bucólicamente; hasta las 12.30 hora en que una anciana, pastoreando sus chivas entró en el cañón en que habíamos acampado y fue decuestrada. La mujer no ha dado ninguna noticia fidedigna sobre los soldados, contestando a todo que no sabe, que hace tiempo que no va por allí. Sólo dio información sobre los caminos; de resultados del informe de la vieja se desprende que estamos aproximadamente a una legua de Higueras y otra de Jagüey y unas 2 de Pucará. A las 17.30, Inti, Aniceto y Pablito fueron a casa de la vieja que tiene una hija postrada y una medio enana; se le dieron 50 pesos con el encargo de que no fuera a hablar ni una palabra, pero con pocas esperanzas de que cumpla a pesar de sus promesas. Salimos los 17 con una luna muy pequeña y la marcha fue muy fatigosa y dejando mucho rastro por el cañón donde estábamos, que no tiene casas cerca, pero sí sembradíos de papa regados por acequias del mismo arroyo. A las 2 paramos a descansar, pues ya era inútil seguir avanzando. El Chino se convierte en una verdadera carga cuando hay que caminar de noche. El Ejército dio una rara información sobre la presencia de 250 hombres en Serrano para impedir el paso de los cercados en número de 37 dando la zona de nuestro refugio entre el río Acero y el Oro. La noticia parece diversionista[4].

El 8 de octubre fueron sorprendidos en la Quebrada del Yuro. El Che Guevara ordenó dividir el grupo en dos, enviando a los enfermos delante y quedándose con el resto a enfrentar las tropas del gobierno. Harry Villegas ("Pombo"), uno de los cinco sobrevivientes, cuenta así ese momento crítico:

Yo pienso que él pudo escapar. Pero traía un grupo de gente enferma que no se podía desplazar a la misma velocidad que él. Cuando el ejército comienza la persecución, decide pararse y dice a los enfermos que sigan. Entretanto el cerco se va cerrando. Sin embargo, los enfermos logran salir. O sea el enemigo fue más lento que los enfermos. A los que venían en la persecución directa, el Che los aguanta. Cuando él va a continuar, el cerco se cerró y entonces se produce el enfrentamiento directo. Pero si él hubiese salido con los enfermos, se habría salvado.

Luego de tres horas de combate Guevara resultó herido levemente en una pierna y capturado con Simeón Cuba ("Willy"), mientras que tres de sus hombres perdieron la vida. Alberto Fernández Montes de Oca fue malherido y murió al día siguiente. También al día siguiente sería capturado Juan Pablo Chang Navarro. Otros cuatro guerrilleros fueron perseguidos y murieron en el Combate de Cajones, 4 días después.

Los seis guerrilleros que iban adelante lograron escapar. El ejército los persiguió abatiendo a uno de ellos, pero los cinco restantes lograron finalmente salir de Bolivia hacia Chile.

Ernesto Guevara fue ajusticiado por el ejército boliviano.

Referencias

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