Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros

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Anagrama que identifica a la organización marxista Tupamaros.

Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros (MLN-T) o simplemente Tupamaros es actualmente una corriente política marxista que forma parte de la coalición de izquierda Frente Amplio, que actualmente gobierna Uruguay.

En la década de los años 1960s y 1970s, los Tupamaros fueron una organización guerrillera que llevó a cabo actos de terrorismo mediante la colocación de bombas, asesinatos y secuestros, contra un gobierno legítimo y democráticamente electo por el pueblo. Tras ser derrotados militarmente y encarcelados, aprovecharon una amnistía general y la vuelta a la democracia para convertirse nuevamente en movimiento político. Décadas mas tarde, la coalición Frente Amplio triunfó en las elecciones generales de 2004, con lo cual muchos de los autores de estos crímenes pasaron a ocupar cargos públicos como senadores, diputados o ministros, incluyendo al ex presidente de la nación José Mujica.

Historia

El MLN surgió como una corriente política marginal y minúscula dentro del ya, de por si minoritario sector de la izquierda uruguaya de las décadas de los 60s y 70s. Por aquel entonces, toda la izquierda uruguaya oscilaba entre el 5 y el 11% de los votos en las elecciones nacionales. Por ello, los tupamaros veían la imposibilidad de instaurar sus ideas marxistas por vías democráticas y comenzaron a planificar sus actividades terroristas. Para los tupamaros el hecho de que la Revolución cubana estuviera de moda en otros países de Sudamérica era suficiente motivo para asesinar, robar, secuestrar y cometer todo tipo de troperías en su ciega búsqueda de una utopía marxista, impuesta por una minoría por la violencia de las armas.

Consejos del Che Guevara

En agosto de 1961, Ernesto Guevara visitó Uruguay en representación del gobierno de Cuba, para participar en la Conferencia del Consejo Interamericano Económico Social. Aprovechó la oportunidad para reunirse con los dirigentes tupamaros. Los mismos ya se planteaban adaptar el modelo cubano al Uruguay, incluyendo la llegada al poder por medio de la violencia. Pero la situación del Uruguay no era comparable con la que dio lugar a la guerrilla en Cuba, donde sí existió una dictadura. Guevara le explicó a los tupamaros que la salida para el Uruguay debía ser por medio de las urnas, en lugar de una sangrienta revolución sin sentido y condenada al fracaso por el nulo apoyo popular conque se contaba. Después Guevara se dirigió al público en un recordado discurso.

"Ustedes tienen algo que hay que cuidar, que es precisamente la posibilidad de expresar sus ideas; la posibilidad de avanzar por cauces democráticos hasta donde se pueda ir; la posibilidad, en fin, de ir creando esas condiciones que todos esperamos algún día se logren en América, para que podamos ser todos hermanos, para que no haya la explotación del hombre por el hombre ni siga la explotación del hombre por el hombre, (APLAUSOS) lo que no en todos casos sucederá lo mismo -sin derramar sangre, sin que se produzca nada de lo que se produjo en Cuba, que es que cuando se empieza el primer disparo, nunca se sabe cuándo será el último. Porque no hubo un último disparo el último día de la Revolución; hubo que seguir disparando."

El Ché reivindicó sus crímenes, recalcando siempre que en Uruguay no había necesidad ni justificación para recorrer tan tortuoso camino.

"...Y esta lucha, en esta forma tan enardecida que a veces divide -incluso- hasta a miembros de la familia, naturalmente que permite una construcción muy rápida del país, naturalmente que hace que nuestro país marche a un ritmo terriblemente acelerado, pero también deja una serie de secuelas que después cuesta curar. Y no es bueno ni es bonito, porque hemos tenido que hacerlo y no nos arrepentimos, naturalmente, y creemos que lo que hemos hecho lo hemos hecho respondiendo a la justicia. (APLAUSOS) Pero si esas aspiraciones del desarrollo económico -que son, en definitiva, las aspiraciones de bienestar en cualquier forma que sea y como quiera llamársele-, la aspiración del pueblo a su bienestar se puede lograr por medios pacíficos, eso es lo ideal y eso es por lo que hay que luchar. (APLAUSOS)"
Ernesto Guevara, discurso en la Universidad de la República Oriental del Uruguay, 17 de agosto de 1961[1]

Lucha armada

Soldados uruguayos asesinados por la espalda por los tupamaros, el 18 de mayo de 1972, durante el ataque a la casa del General Gravina.

Después de la partida del Che, los dirigentes del MLN-Tupamaros olvidaron rápidamente todo lo que les había dicho y volvieron a insistir mas que nunca en crear una guerrilla al estilo cubano, que era lo que por aquel entonces estaba de moda. Agregaron asimismo algunas innovaciones, como la guerrilla urbana que complementaba al combate en zonas rurales, atracos a bancos, los secuestros a cambio de rescate y el asesinato gratuito de policías.

Unos años mas tarde, ante el caos desatado y la impotencia de la policía para combatir a los tupamaros que ya disponían de entrenamiento militar proporcionado por la Unión Soviética, Cuba, Chile y otros regímenes de izquierda, el presidente Juan María Bordaberry ordenó disolver las cámaras en 1973 y cedió el poder a la Junta Militar. Esta recuperó el control de la situación en el país a costa de cometer algunos abusos y limitar la libertad de expresión. Los familiares de las victimas de la actuación militar han denunciado aproximadamente 300 casos de desaparecidos.

Como resultado final del conflicto armado los militares lograron una victoria absoluta, reconocida mas tarde por los propios tupamaros, desarticulando completamente a la banda criminal, con todos sus miembros abatidos, entre rejas o en el exilio. Transcurridos algunos años el gobierno convocó elecciones libres y democráticas en 1985.

Vuelta a la democracia

La vuelta a la Democracia estuvo condicionada al consenso nacional de todos los partidos en cuanto a promulgar una amnistía general. En las elecciones triunfó el candidato de centro derecha del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti. El MLN aprovechó la amnistía dictada al final del conflicto y se integró a la coalición política Frente Amplio en 1989.

Crisis económica y boom electoral de la izquierda

Tras la crisis económica de 2002 el pueblo se volcó masivamente hacia la izquierda. Esta al no haber gobernado nunca el país, se autoproclamaba libre de toda culpa de la crisis. A la vez que obstaculizó las reformas que pretendían paliarla y no propuso nunca solución alguna, mantuvo siempre una actitud de critica populista que a lo largo de los años le fue sumando votos.

Gracias a esta situación, tanto el Frente Amplio como el MLN vieron reforzadas considerablemente su filas, sobre todo por los votos de aquellos mas jóvenes, que no vivieron el accionar terrorista de los Tupamaros. La coalición de izquierda logró la victoria en las elecciones de 2004 con el 50,45% de los votos. Muchos de sus antiguos militantes y guerrilleros autores de delitos de lesa humanidad ocupan en la actualidad cargos públicos como ministros, senadores y parlamentarios en el gobierno marxista del Frente Amplio.

Venganza y ajuste de cuentas contra militares retirados

Posteriormente, bajo la coacción de los tupamaros, temidos incluso dentro de la izquierda, el gobierno persigue política y judicialmente a los militares en retiro. Los mismos que combatieron a la banda terrorista décadas atrás para cumplir con su deber y proteger las instituciones según lo manda la Constitución Nacional. Ni siquiera la amnistía ha servido para impedir las represalias legales de un gobierno que persigue solo a los miembros de uno de los bandos que participaron en el conflicto.

Terrorismo


Dentro de las actividades terroristas del MLN, es muy recordado el caso del peón rural Pascacio Báez, asesinado cuando accidentalmente descubrió un depósito de armas de la banda. Fue secuestrado y asesinado por el mismo grupo que decía defender a los trabajadores y personas de escasos recursos.

"Don Pascasio Báez Mena vivía en Pan de Azúcar, (Dpto. de Maldonado), tenía esposa e hijos, era un modesto peón rural que estaba totalmente ajeno a los conflictos de la época, y fue asesinado el día 21 de diciembre de 1971, con una dosis de pentotal. Báez entró en el establecimiento y descubrió por pura casualidad, al intentar detener un animal que se le había escapado, una guarida (denominadas "tatuceras" en la jerga de la época), que estaba ubicada en la cabaña Espartacus, en Ruta 9 a unos 10 Km. de la ciudad de Pan de Azúcar. Era un centro de adiestramiento y un escondite, según se verificó posteriormente y a la que el público tuvo acceso para visitarla. Ha sido una de las muertes más injustas, y un infame asesinato que cometieron los Tupamaros, sabiendo éstos que el Sr. Báez no era más que un peón rural, y que no pertenecía a las FF.AA. y que era inocente y ajeno a todo, y por el hecho de haber descubierto la guarida tomaron la resolución de asesinarlo. Nadie reivindicó sus Derechos Humanos"[2]
—Periódico El País

El 6 de agosto de 1970, el MLN hizo público un ultimátum según el cual le daba al gobierno hasta la medianoche del día siguiente para que se cumplan sus exigencias o ejecutarán al Cónsul brasileño Días Gomide y al diplomático Dan Mitrione. Las autoridades se negaron a liberar a varios Tupamaros presos como lo exigía la banda terrorista y los rehenes fueron ejecutados por orden de Fernández Huidobro, el actual presidente de república José Mujica y otros[3].

Los Tupamaros fueron autores de decenas de asesinatos de inocentes, secuestros, colocación de bombas, robos y fraudes financieros en las dos décadas de su activismo terrorista hasta que las Fuerzas Armadas uruguayas terminaron con la organización desarticulando las células y haciendo prisioneros a sus integrantes[4].

El episodio del hospital Filtro

En 1994 el gobierno español solicitó formalmente al uruguayo, la deportación de ocho integrantes de la banda terrorista ETA acusados de diversos delitos. Siguiendo el principio de la separación de poderes el gobierno uruguayo respetó la decisión de un juez que rechazó la petición. En su lugar dictaminó que había suficiente evidencia para la deportación de tan solo tres de ellos. Acto seguido, ordenó proceder entonces a la misma.

Sin embargo, el MLN dictó por cuenta propia que el juez estaba en un error y que ninguno de los etarras iba a ser deportado. Se opuso a la extradición llamando a la violencia. Mediante la emisión de programas radiales incitó a la rebelión y al desacato para evitar que se cumpla un fallo judicial. Amparados en su inmunidad parlamentaria, el entonces senador José Mujica y otros de su agrupación política, animaron a sus simpatizantes a acampar en las inmediaciones del hospital donde los etarras que estaban detenidos llevaban adelante una huelga de hambre.

Los tupamaros atacaron a las fuerzas del orden lanzando objetos contra los agentes e incluso apedreando las ambulancias destinadas al traslado de los reos. La manifestación no estaba autorizada y las autoridades le avisaron a los manifestantes que habría represión si continuaban los ataques. Sin embargo la violencia continuó hasta que fueron reprimidos de igual forma por los antidisturbios.

Hubieron varios heridos en ambos bandos y dado que 2 manifestantes perdieron la vida en los enfrentamientos con la policía, los tupamaros se refieren a este incidente en forma demagógica como "La masacre del hospital Filtro".

En Bilbao (España), ETA organizó varios actos en agradecimiento a los tupamaros uruguayos con la presencia de banderas y símbolos de la banda terrorista y de los tupamaros, elogiando la actitud de estos últimos al oponerse en forma violenta al fallo de un juez, que como parte de un gobierno democrático, ordena la deportación de terroristas para ser juzgados por otro gobierno democrático en España. Según los tupamaros, el gobierno socialista español no sería capaz de garantizar un "juicio justo" a los acusados.

Referencias

Artículos relacionados

Enlaces externos

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