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Ezra Pound
“ | Esclavo es aquel que espera por alguien que venga y lo libere. | ” |
Ezra Loomis Pound nació en Hailey, Idaho, Estados Unidos, en 1885, y murió en Venecia, Italia, en 1972. Fue un poeta, ensayista, músico y crítico cultural estadounidense que predicó el rescate de la poesía antigua para ponerla al servicio de una concepción moderna, conceptual y al mismo tiempo fragmentaria.
Fue una de las principales figuras modernistas, jugando un rol vital en la revolución modernista.
Su obra monumental, los Cantos, o Cantares, le llevó gran parte de su vida. El crítico Hugh Kenner dijo tras encontrarse con Pound: "He tomado de repente conciencia de que estaba en el centro del modernismo".
Sus contribuciones a la poesía provinieron del imaginismo y fueron destacadas por el tono moralista de algunos de sus escritos.
"Se definió como Fascista "de izquierda""[1], gran parte de la fama de Pound está vinculada a las consecuencias de su adhesión al fascismo, que le costó su detención, de forma inhumana, en una prisión militar al norte de Pisa y la posterior detención en un penal de los EE.UU. manicomio por una docena de años. Pound pagó un alto precio por un delito de opinión.
Sumario
Biografía
Estudios
Ezra Pound, interesado por el periodo del Renacimiento, estudia filología en la Universidad de Pennsylvania. En 1907 deja los EEUU instalándose brevemente primero en Gibraltar y luego en Venecia. A partir de 1908 y hasta 1920 reside en Londres.
En Inglaterra traba una estrecha amistad con el poeta irlandés William Butler Yeats y con el filósofo T. E. Hulme. Descubre la obra de Ernest Fenollosa, un renombrado sinólogo, y se interesa profundamente por el arte y la cultura china.
La Primera Guerra Mundial le quita la fe en el presente de la cultura occidental. En 1920 se muda a París, donde se codea con las vanguardias artísticas de la época y con los escritores norteamericanos voluntariamente expatriados en esa ciudad. En 1924 se radica permanentemente en Italia, más precisamente en la ciudad de Rapallo.
Fascismo
Paulatinamente empieza a adherirse y a defender las tesis del fascismo, compatibilizándolas con las del crédito social. Como consecuencia escribe una gran cantidad de artículos y panfletos. En 1933 tiene una audiencia personal con el Duce que le causa un gran impacto. También son famosas sus intervenciones en Radio Roma. Pound, puso dos condiciones para hablar por radio: "que no le sea pedido nada que repugne a su conciencia, o a sus deberes como ciudadano americano, y que se le permita una libre expresión de su opinión en todo aquello en que él se halla cualificado para tenerla".
Las transmisiones comenzaron, al ritmo de una cada tres días. Pound habla libremente, diez minutos cada vez, de todo y de todos. Afronta temas políticos, literarios y económicos; sobre todo económicos, ya que se da cuenta de que la ignorancia en ese terreno.
A la vuelta a Rapallo desde los EE.UU. se desató la guerra. Pound ofreció sus servicios al gobierno italiano para montar una serie de emisiones radiales que llevaran a los americanos a apreciar y simpatizar con el fascismo. La primera emisión fue en enero de 1941. La idea general de Pound era que las guerras eran creadas por la codicia de los usureros y los fabricantes de armamento.
Cuando EE.UU. le declaro la guerra el Eje (diciembre de 1941) Pound decidió seguir emitiendo con su propio nombre. El 26 de julio de 1943, una corte federal de los Estados Unidos acusó a Ezra Pound de adherir a los enemigos de los Estados Unidos. En otras palabras, traición. La pena iba desde 5 años de prisión y $10.000, a la silla eléctrica o mejor dicho, la horca.
República Social Italiana
Cuando los aliados invaden Italia y luego de la liberación de Mussolini, se establece la Repubblica Sociale Italiana (RSI) en el norte.
Pound estaba en ese mes crucial de septiembre de 1943 en Roma. Un empleado del Minculpop (Ministerio de Cultura Popular fascista) describe que Pound deambula por las desiertas oficinas, buscando los manuscritos de sus charlas radiales. Pound escapa al norte: salió de Roma por la vía Salaria, cruzó el municipio de Fara Sabina y durmió bajo las estrellas. Tomo un tren abarrotado y medio a pie logró llegar al Tirol, zona segura.
Toda esta experiencia de huida hacia Saló también aparecerán en los poemas 77, 78 y 79 de The Cantos (declarado el poema más influyente del modernismo). Se reincorporará al movimiento y pone todo su talento para sostener la república de un Mussolini.
Está profundamente entusiasmado por el Manifiesto de Verona y la Repubblica Sociale Italiana. Compone canciones para las milicias fascistas, traduce y escribe panfletos, artículos, manifiestos y posters, todo ello en italiano. Los posters fueron impresos con máximas confucianas o slogans fascistas de la época reformados por Pound. Entre 1943 y 1945, Pound imprimió seis obras en la República de Saló, incluido el testamento de Confucio.
Es de notar la importancia que le otorgaba el régimen fascista en pleno racionamiento de papel y tinta. Escribió artículos en la revista propagandística oficial Gladio.
Durante esta época, Pound apoya el fascismo, aportando ideas, proyectos culturales y participando en las reformas sociales.
En 1945 es detenido por un grupo de partisanos y luego es extraditado a EE.UU., donde termina recluido en el hospital psiquiátrico de Saint Elizabeth, en el cual permanecería durante trece años y donde escribiría la mayor parte de sus monumentales Cantos (1958). En 1958 es liberado, y retorna a Italia, donde muere en 1972.
Los Cantos, puede decirse, es una obra equivalente al Ulises de James Joyce por su importancia como detonador de la poesía en el siglo XX. Años atrás Pound había encabezado el imaginismo, y gracias a él, pudieron darse a conocer autores como el propio James Joyce, T. S. Eliot y Ernest Hemingway, entre muchos otros. Pound escribió ensayos literarios fundamentales, por ejemplo, El ABC de la lectura (1934), El arte de la poesía (1945) y Guía de la cultura (1952). Pound fue además descubridor de las partituras perdidas de Vivaldi y admirador de Confucio, cuya obra completa tradujo del chino al inglés. Ezra Pound, una de las mentes más brillantes del siglo XX.
Pensamiento
La apología de la barbarie o clausura de la actual civilización es aclamada por Pound: "Yo simplemente quiero otra civilización".
Pound vivirá en dos vertientes la apología de la barbarie. Se revelará contra el ambiente académico y la concepción de la poesía como un decir que no es responsable de la acción de la usura. Así criticará una y otra vez, la educación universitaria como una transmisión muerta de conocimiento.
La función social del escritor consistirá en escribir bien, con la máxima precisión y con economía en los términos. Esa función social debe estar unida a la ética: de ahí que Confucio recomendara a sus discípulos la lectura de las Odas para la perfección de su carácter.
La poesía expresa un conocimiento exigente y una civilización tiene la poesía que se merece.
Fascismo y corporativismo
En una de sus famosas obras, Jefferson and/or Mussolini, elogia a Benito Mussolini y se pone decididamente de su lado por considerar que el fascismo es la única posibilidad de vencer a la Banca Internacional y a los banqueros judíos. "La usura es el cáncer del mundo, sólo el bisturí del Fascismo puede extirparla de la vida de las naciones", escribe en 1929. Atacando duramente lo que él llama "la usocracia demoliberal", afirma: "Es la tarea de esta generación hacer lo que no han hecho los primeros demócratas. El sistema corporativo, que concede al pueblo poderes en relación con su trabajo y vocación, le proporciona medios para protegerse eternamente contra las potestades del dinero".
Para Pound Mussolini es un Hombre Fuerte mediterráneo "llevado por una amplia y profunda ‘preocupación’ o voluntad por el bienestar de Italia, no de Italia como burocracia, o de Italia como maquinaria estatal encasquetada encima del pueblo, sino de una Italia orgánica, compuesta del último labrador y la última muchacha de los olivares."
Usura y anti-capitalismo
Pound señala que la poesía debe ser hablada y escrita lamentablemente en una realidad en la cual impera la usura corrosiva. La usura afecta no sólo la vida económica de los hombres sino la manera de pintar un cuadro, de comprender una lectura, de escribir un libro. Si el demonio de la política, según Max Weber, hace perder el alma, resulta necesario poetizar la política. Poetizar el limo para acuñar la forma. Forjar el canto para que cada quien cumpla su papel y reine la "armonía". Aun cuando ese poetizar ese responder por la belleza del ser se derrumbe ante el orden operístico del milenarismo fascista y valga ser internado en un manicomio.
Realiza un programa en Radio Roma durante la Segunda Guerra Mundial, donde ataca duramente a la usura y a la Finanza Internacional, y declara entre otras cosas: "La libertad de prensa se ha convertido en una farsa, pues todo el mundo sabe que la prensa está controlada, sino por los propietarios titulares, por lo menos por los anunciantes. La libre expresión bajo las condiciones modernas se convierte en una burla si no se incluye el derecho de libre expresión a través de la radio".
Su critica al conjunto ideológico del capitalismo será implacable, sería un anticapitalismo filosófico que ante todo lucharía por el trabajo y el hombre: "No todos los poderes adquisitivos se derivan del trabajo. Los incapaces tratan de vivir de la parte del poder adquisitivo que no procede del trabajo...el poder adquisitivo suplementario no crea nada, lo pudre todo."
Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, Pound no duda en atribuir la culpabilidad a la Finanza Internacional, que es la que ha provocado el desastre. Así afirma: "Esta guerra no ha nacido de un capricho de Hitler o Mussolini. Esta guerra forma parte de la guerra milenaria entre usureros y trabajadores, entre la usocracia y todos lo que hacen una jornada de trabajo honrado con el brazo o con el intelecto".
Detenido
Como dándole la razón a estas declaraciones, el 5 de mayo de 1945, Pound era detenido por soldados americanos y llevado a un Centro Disciplinario de Entrenamiento de Pisa. No sabía que iba a tener que demostrar hasta la saciedad, con hechos, su propia frase: "Si un hombre no está preparado a correr riesgos por sus opiniones, es porque o bien sus opiniones no valen nada, o él no vale nada". Fue metido en una jaula de hierro (en los cantares la llama "la jaula del gorila"), en una línea de jaulas en que se guardaban a los condenados a muerte. El sol y la lluvia le daban encima y de noche poderosos reflectores le impedían conciliar el sueño. A las tres semanas de semejante tratamiento, Ezra Pound tuvo que ser trasladado a la zona médica.
Luego de seis meses es llevado a los Estados Unidos y encerrado en un "Instituto Psiquiátrico". Es liberado en 1958, luego de una cruel reclusión sin haber tenido jamás un juicio ni una excusa.
Silencio
En un encuentro con su amigo, el poeta Miguel Serrano, Pound sale de su mutismo para declararle: "¿Sabes por qué me mantengo en silencio? Para que nadie me induzca a decir algo contrario a lo que escribí o hice. Y porque los guerreros al final estamos solos y nadie, salvo el camarada, nos comprende. Y nadie está ya con nosotros, sino las sombras de los héroes muertos".