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Fernando Huidobro
Biografía
Huidobro nació en Santander, pero pasó su niñez en Melilla y su adolescencia en Madrid. Sus padres eran gente de fuertes convicciones católicas, que se las transmitieron a sus hijos. Al culminar el bachillerato cursó un año preparatorio para la Licenciatura en Derecho en el Instituto Católico de Artes e Industrias, pero la vocación religiosa se impuso y, a fines de 1919, ingresó como novicio a la Compañía de Jesús. Estudió en Granada, Aranjuez y Oña. Estando en esa última ciudad se instauró la Segunda República, por lo que el monasterio en el que se encontraba sufrió el ataque de quienes intentaron incendiarlo.
En 1932 el gobierno republicano expulsó a los jesuitas del territorio español, motivo por el cual Huidobro tuvo que partir al exterior. Prosiguió con su formación sacerdotal primero en Bélgica y luego en los Países Bajos, donde finalmente fue ordenado como presbítero el 27 de agosto de 1933.
Interesado por la filosofía, su congregación lo envió a Alemania. Asistió a cursos en universidades de Berlín y Friburgo, donde conoció a Martin Heidegger, quien lo incorporó a su grupo de discípulos.
Al iniciarse la Cruzada de Liberación Nacional le solicitó a su superior de la Compañía de Jesús el reubicarse en su patria. Tenía interés en asistir a los más necesitados, por lo que quiso ingresar a la zona republicana (cosa imposible para un sacerdote). Pudo llegar hasta Cáceres, donde se entrevistó con Francisco Franco y Juan Yagüe Blanco. Lo destinaron como capellán militar a la 4° Bandera de la Legión Española, que en aquellos momentos se encontraba desplegada en Talavera de la Reina.
Compartiendo sus penurias, se ganó el aprecio de los soldados. Les confirió los sacramentos, les leyó y escribió las cartas para quienes no sabían hacerlo, brindó apoyo psicológico a los que habían caído en el desánimo y educó a los que buscaban edificarse. También asistió espiritualmente a los prisioneros del bando enemigo.
Como era un cura que actuaba desde las trincheras, en noviembre de 1936 cayó gravemente herido mientras su unidad realizaba operaciones en la zona de Casa de Campo. Como no quería abandonar a sus compañeros en medio del fragor de la batalla, le hicieron un torniquete y permaneció en el lugar hasta que cesó el fuego. Luego fue trasladado a un hospital para ser intervenido por el balazo que había recibido en su pierna, pero al mes siguiente, con una cojera a cuestas, se reincorporó a sus tareas.
A comienzos de abril de 1937 pidió una licencia para efectuar los ejercicios ignacianos en Badajoz. Al poco tiempo de retornar al frente encontró la muerte, víctima de un proyectil que impactó en el hospital de campaña donde se encontraba dándole la extremaunción a un legionario caído.
Rafael Valdés, Adro Xavier y Jaime Tovar Patrón escribieron libros destacando su fama de santidad.
En 2021 se inició su proceso de beatificación.
