Genocidio blanco de Haití en 1804

Esclavos negros masacrando a los franceses blancos.

“	Para nuestra declaración de independencia, deberíamos tener la piel de un hombre blanco como pergamino, su cráneo como tintero, su sangre como tinta y una bayoneta como pluma.	”
—Boisrond-Tonnerre, secretario de Dessalines

El genocidio blanco de Haití en 1804 fue un crimen contra la población blanca (franceses, criollos o franco-haitianos) en Haití llevado a cabo por los esclavos y libertos negros y mulatos, dirigidos por el capitán Jean-Jacques Dessalines. Escuadrones de soldados se trasladaron de casa en casa, matando a familias enteras. Incluso los blancos que habían sido humanitarios con los esclavos, fueron encarcelados y posteriormente asesinados. Una segunda ola de masacres fueron dirigidas en contra de las mujeres y niños blancos.

Junto con el Genocidio bóer en Sudáfrica, la historia de los blancos de Haití ejemplifica un posible escenario donde éstos son minoría y no pueden defenderse de su completo exterminio a manos de otras razas. El historiador alemán Gunnar Heinsohn, conocedor de esta temática, señala que en la colonia francesa vivían en ese momento 14.000 colonos blancos y que durante la Revolución haitiana desde 1791, hasta después de que se logró la independencia en 1804, el genocidio contra los franceses blancos supuso su casi total exterminio.

El genocidio está prácticamente ausente en los léxicos generales, incluso en las obras más completas, debido a la corrección política y la hipocresía sobre la cuestión racial, especialmente en las lecciones escolares y en los medios de comunicación. Representantes del nacionalismo blanco, como William Pierce, Ben Klassen y David Duke, vieron en el genocidio de Haití una seria advertencia histórica para aquellos de ascendencia europea.

Antecedentes históricos

La antigua colonia del Santo Domingo francés o Saint-Domingue (actualmente Haití), era una de las mas ricas del mundo, conocida como la Perla de las Antillas. Esta enorme riqueza se produjo a través del cruel sistema de la esclavitud:

¿No han colgado los hombres con las cabezas hacia abajo, ahogado en sacos, crucificado ellos en los tablones, los enterraron vivos , machacado en mortero? ¿Es que no les obligaron a consumir las heces? Y, después de haber desollado con el látigo, tienen que no echarán vivo para ser devorados por los gusanos, o en los hormigueros, o ellos atado a participaciones en el pantano de ser devorados por los mosquitos? ¿Es que no les arrojado calderos hirviendo de jarabe de caña? ¿Han no ponen a los hombres y mujeres dentro de barriles con clavos con picos y ellos rodaron por las laderas en el abismo? ¿No han consignado estos negros miserables para hombre comiendo perros hasta que este último, saciado por la carne humana, dejaron las víctimas destrozados para ser rematados con bayoneta y puñal?

—Sangre: La historia del pueblo de Haití, 1492-1995 (2ª ed.)

Masacre antiblanca

Un grabado de Manuel López en 1806, representa a Jean-Jacques Dessalines con la espada levantada en un brazo, mientras que en el otro sostiene la cabeza decapitada de una mujer blanca.

Durante febrero y marzo, Jean-Jacques Dessalines viajó entre las ciudades de Haití para asegurarse de que sus órdenes fueran acatadas. Las masacres a menudo no se concretaron hasta que visitó las ciudades por sí mismo. El curso de la masacre mostró un patrón casi idéntico en todas partes. Antes de su llegada, sólo había un par de asesinatos, a pesar de sus órdenes. Cuando Dessalines llegaba, primero hablaban de las atrocidades cometidas por las ex autoridades blancas, como Rochambeau y Leclerc, después de lo cual exigía que sus órdenes sobre asesinatos en masa de la población blanca de la zona debían ser llevadas a la práctica. También ordenó a los reacios a participar en los asesinatos, especialmente los mestizos, de modo que la culpa no debe recayera únicamente sobre la población negra.

Los asesinatos en masa se llevaron a cabo en las calles y en lugares fuera de las ciudades. En paralelo a los asesinatos, los saqueos y violaciones también ocurrieron. Mujeres y niños fueron asesinados posteriormente a la matanza de hombres blancos. Las mujeres blancas eran a menudo violadas o empujadas a matrimonios forzados bajo amenaza de muerte, En Puerto Príncipe, a sólo unos asesinatos habían ocurrido en la ciudad a pesar de las órdenes, pero con la llegada de Dessalines el 18 de marzo, los asesinatos habían escalado. De acuerdo con un capitán británico, cerca de 800 personas murieron en la ciudad, mientras que alrededor de 50 sobrevivieron. Antes de su salida de la ciudad, Dessalines proclamaría una amnistía para todos los blancos que hubieran sobrevivido en la clandestinidad durante la masacre. Sin embargo, cuando estas personas salieron de su escondite, fueron asesinados también. Muchos blancos escaparon por vía marítima con la ayuda de extranjeros. A finales del mes de abril de 1804, unas 3.000 a 5.000 personas habían muerto y los haitianos blancos fueron prácticamente erradicados.

Sólo tres categorías de personas de raza blanca, excepto los extranjeros, fueron seleccionados como excepciones y se salvaron: los soldados polacos que desertaron del ejército francés; el pequeño grupo de colonos alemanes invitados a noroeste de Haití antes de la revolución; y un grupo de médicos y profesionales. También las personas con conexiones con oficiales del ejército haitiano se salvaron, así como las mujeres que accedieron a casarse con hombres no blancos.

Consecuencias

La prosperidad de Haití en el siglo XIX sucumbió ante la revuelta negra que terminó con el control blanco.

Segun el Ministerio de Economia de Francia:

"Haití era la envidia del mundo. Todo el mundo quería ir a Haití. Había mucho dinero. Los negocios se forjaban en la isla caribeña. Todo aquel que quería invertir tenía que pasar por allí. Incluso, numerosos ciudadanos franceses se instalaron en la isla y fijaron su lugar de residencia en Haití, entonces llamada Santo Domingo. Tenían poder, riqueza y esclavos.Pero algo se estaba fraguando allí. En los comienzos del siglo XIX, los ciudadanos de la isla vieron como Francia explotaba sus riquezas sin dejar nada allí. Estaban pasando de ser un país rico a un país sobreexplotado por una potencia. De esta forma, los ciudadanos haitianos inician una revuelta contra los franceses..

París no aceptó la independencia y exigió a Haití el pagó de unas contrapartidas que asfixiaron económica y comercialmente al país durante más de cien años. Francia obligó por tanto a Haití a abonar el coste de su independencia a cambio de levantarle los embargos. Al Gobierno haitiano sólo le quedaba una salida: pagar esta deuda, pues no podía vivir eternamente así. La deuda terminó de pagarse en 1947. Entonces, el país era ya el más pobre del hemisferio occidental.

¿Es culpable Francia de la situación de Haití? Algunos piensan que sí. Lo cierto es que el terremoto ha movilizado al Ejecutivo de Sarkozy, que se ha mostrado más colaborador que nunca. Incluso, la ministra de Economía ha pedido que se condone la deuda del país con el Club de París ¿Querrá así París devolverle a la isla el estatus que nunca debió perder?".

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