Manifiesto Católico contra la profanación de la Tumba de Franco

El Manifiesto Católico contra la profanación de la Tumba de Franco, emitido el mes de agosto de 2018, es una iniciativa de signo católico y popular impulsada por el historiador Pío Moa y consolidada por Movimiento por España para vindicar la dignidad de la Tumba del General Francisco Franco en el Valle de los Caídos contra su profanación, ansiada y publicitada con odio revanchista por el PSOE de Pedro Sánchez y otros elementos reaccionarios de izquierda, masónicos y antiespañoles, en su afán por demoler la catolicidad de España. Va dirigido en cuanto Manifiesto Católico al Cardenal Arzobispo de Madrid Monseñor Carlos Osoro Sierra y al Nuncio Apostólico en Madrid, Monseñor Renzo Fratini. Está abierto a todos los españoles católicos que, en virtud de su firma, respalden el mismo.
Sumario
Presupuestos
La base histórico-ideológica del Manifiesto está fundada en los siguientes presupuestos, a saber[1]:
- 1. La exhumación de Franco es una vuelta a la profanación de cadáveres que ejecutaron los milicianos de la Segunda República, especialmente con los cadáveres de religiosos.
- 2. Es también una venganza contra el victorioso militar que ganó la Guerra Civil a un conglomerado de partidos de izquierda muy semejante al actual Gobierno de España.
- 3. La pretendida exhumación es una consecuencia de la totalitaria Ley de Memoria Histórica, que elimina el derecho a la libertad de expresión, investigación y cátedra, en su pretensión de borrar cualquier vestigio del sistema político instaurado por Franco, bajo cuyo gobierno España disfrutó de 40 años de orden, paz, unidad nacional y progreso material, castigando con multa y cárcel a quienes defiendan la verdad del franquismo.
- 4. La censura a toda manifestación de franquismo es la estrategia de que se quiere valer este nuevo Frente Popular para realizar una Segunda Transición que convierta España en una República Confederal, donde las actuales autonomías serán Estados independientes en la práctica. Para ello, quieren demostrar que la Primera Transición se efectuó dentro del franquismo, por lo cual, si la quieren deslegitimar, deben borrar todo rastro del Caudillo, incluso sus restos materiales.
- 5. La exhumación es el primer paso para la deconstrucción de un monumento católico, ya que su verdadero objetivo –reconocido por el Gobierno– es eliminar la Cruz, desacralizar el valle, y convertirlo en un Centro de Propaganda de las mentiras de la memoria histórica y el marxismo cultural.
- 6. Este ataque al catolicismo es un fiel heredero del holocausto anticatólico que perpetró la Segunda República, uno de los mayores de la historia, que produjo más de 10.000 víctimas de personas consagradas, y la destrucción de incontables edificios religiosos.
- 7. Con la exhumación quieren poner también una cortina de humo que enmascare las vergonzosas concesiones al independentismo, y las continuas traiciones a nuestra Patria, que quieren destruir para entregarla en bandeja al Nuevo Orden Mundial.
- 8. La exhumación de Franco pretenden legitimarla esgrimiendo un verdadero Himalaya de mentiras sobre el Valle de los Caídos, mentiras que la documentación histórica ha puesto al descubierto con un conjunto de verdades esclarecedoras e irrebatibles: el Valle no es un mausoleo franquista, porque Franco no lo construyó para que fuera su sepultura; es ya un monumento a la reconciliación, pues allí están enterrados fallecidos de ambos bandos; no se construyó con mano de obra esclava de presos republicanos, ya que éstos solo estuvieron durante 7 años, se redimieron de sus condenas, y trabajaban en las mismas condiciones que los obreros libres; Franco no es un caído de la guerra, pero es el fundador del Valle, y según el Derecho Canónico, tiene derecho a ser enterrado allí; la familia no desea la exhumación, por lo cual, si ésta se realiza contra su voluntad, el Gobierno incurriría en una profanación, castigada judicialmente por todas las leyes internacionales…
- 9. La exhumación que se pretende llevar a cabo cuenta con la oposición de más de la mitad del pueblo español.
- 10. Esta peregrinación es un llamamiento a los españoles para que hagan posible que España recupere su identidad católica, ya que desde el fallecimiento de Franco se ha sometido a nuestro pueblo a un adoctrinamiento avasallador en una ideología laica e izquierdista que ha dado como fruto una trágica apostasía del pueblo español, la cual ha producido también el abandono del patriotismo, porque la esencia de España es su catolicismo, y abandonar la fe es abandonar a la Patria, lo cual ha sido aprovechado por todos los partidos, tanto de derecha como de izquierda, para sumir a España en el desorden moral y social y la disgregación nacional.
- 11. El Valle de los Caídos, y la tumba de Franco, se han constituido en los símbolos de la España que quieren destruir, la España una, grande, libre y próspera que heredamos de Franco, por lo cual hacemos un llamamiento a todos los españoles de buena voluntad a que defiendan estos sagrados lugares, para que la gracia y la misericordia de Dios vuelvan a bendecir nuestra Patria y nos lleven al triunfo sobre nuestros enemigos.
El Manifiesto

"Ante el papel preponderante que juega la Iglesia en relación a la pretendida exhumación de Franco, y teniendo en cuenta que la Iglesia somos todos los católicos, los seglares de Movimiento por España presentamos un Manifiesto para defender la memoria y la tumba de quien nos salvó del exterminio en los años 30’s del siglo pasado. Como explica el insigne historiador Pío Moa:
El Frente Popular fue esencialmente una alianza de separatistas, totalitarios y golpistas, con fuertes rivalidades y odios internos, manifestados en represalias, torturas y asesinatos entre ellos, cosa que se trata de olvidar, borrando arbitrariamente parte significativa de la realidad histórica. No obstante esos odios, había una cosa en la que estaban todos de acuerdo: la Iglesia católica debía ser aniquilada y erradicada del presente y en lo posible del futuro de España.
En consecuencia, el Frente Popular organizó durante la Guerra Civil y aún antes, el exterminio, a menudo con sadismo extremo, del clero y de personas distinguidas por su catolicismo, la destrucción sistemática de templos de gran valor artístico, monasterios insignes, bibliotecas valiosísimas y hasta cruces de los cementerios. Se trató de un genocidio como el que perpetraron los soviéticos en Ucrania.
Esa labor fue acompañada del saqueo de bienes y tesoros artísticos, utilizados luego para asegurar un exilio de lujo a los dirigentes. En esa tarea participaron todos los partidos de izquierda, justificando una persecución que acarreó un grave descrédito al Frente Popular en los países democráticos, incluso en aquellos tradicionalmente hostiles al catolicismo, donde la mayor parte de la opinión pública lo vio como una explosión de barbarie.
La razón de esa política estribaba en la noción ideológica de que la Iglesia era la causante del atraso español y de todos los males sociales concebibles. Por tanto su influjo debía ser sustituido por el de unas ideologías que traerían al país una brillante ilustración, libertad y prosperidad. Ideologías importadas y vulgarizadas al nivel de simples consignas, que originaban odio a la Iglesia, lo que llevó al escritor liberal Gregorio Marañón, uno de “los padres espirituales de la República”, a tacharlas acremente de “estupidez y canallería”.
Pero cualquiera sea la opinión sobre la Iglesia o las ideologías hostiles a ella, el hecho histórico evidente es que el cristianismo constituye la base y raíz de la cultura tanto española como europea, habiendo generado una acumulación gigantesca de arte, ciencia y pensamiento, manifiesta en la obra de miles de escritores, arquitectos, pintores, pensadores o científicos. Este hecho exige una actitud de esencial respeto, como manda asimismo la Constitución española. La experiencia prueba que la pérdida de ese respeto conduce directamente a la barbarie, como ocurrió en España durante las República y no debe volver a ocurrir.
Por ello, los católicos y los no católicos que admitimos estas evidencias, tenemos la absoluta obligación moral y política de reconocer la importancia histórica de Francisco Franco en el salvamento de la Iglesia y de la cultura cristiana. Esta obligación corresponde a todos los católicos: al Papa, los obispos, a las jerarquías eclesiásticas y a los laicos. Por tanto, denunciamos y nos oponernos con sobrados fundamentos a los planes del actual gobierno de ultrajar los restos de aquel gran líder histórico y fiel católico, merecedor de la más alta condecoración que concede la Iglesia: La Gran Cruz de la Suprema Orden de Cristo. El único gobernante en la historia que aplicó a la política la Doctrina Social de la Iglesia.
Por lo cual no admitimos en modo alguno la pretensión de encubrir con visos de democracia unos designios radicalmente antidemocráticos, provocadores de odios que nos retrotraen precisamente a aquellos tiempos de barbarie y persecución religiosa.
Y para dejar constancia de mi repulsa a la exhumación de Franco, yo como católico agradecido y amante del Bien, de la Verdad y de la Justicia, adjunto mi firma al presente Manifiesto.
Fdo., (...)"
Bibliografía
- J. Chicharro Ortega (coordinador), Franco: Crónica de la lucha contra la profanación de su tumba (SND Editores, 2020) - ISBN: 978-8412212563
Referencias
- ↑ "Manifiesto de Movimiento por España contra la exhumación de los restos de Franco" AD (Consultado el 11 de agosto de 2018).
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