Manos Limpias (España)

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El Colectivo de Funcionarios Públicos Manos Limpias, conocido popularmente como Manos Limpias, es un sindicato español anticorrupción. Se inspira y toma su nombre del movimiento italiano homónimo, promovido por el fiscal de Milán Di Pietro. Fundado en 1995 como organización de representación de empleados de la función pública es contraria a los nacionalismos separatistas y a la promoción del homosexualismo.

Si bien carece de representación institucional, se ha destacado por presentarse como parte en numerosas demandas judiciales generalmente en contra de decisiones de las administraciones gobernadas por partidos de izquierda y separatistas.

Este hecho, y el que algunos de sus dirigentes sean conocidos por su ideología ultraconservadora y nacionalista, ha provocado que su adscripción ideológica sea frecuentemente objeto de controversia.

Desde fines del 2014, la policía española investiga a Ausbanc y Manos Limpias por coordinarse para interponer querellas contra todo tipo de empresas e instituciones y exigirles luego grandes sumas de dinero a cambio de retirarlas[1].

Fundación

La organización está presidida por el abogado y ex dirigente del partido político nacionalista Frente Nacional, Miguel Bernad.

Fue fundado en 1995 y tiene su sede en la madrileña calle de Ferraz. Este sindicato tiene su mayor implantación entre el personal laboral y funcionario del Ayuntamiento de Madrid, si bien no cuenta con representación en ningún centro de trabajo. En las elecciones sindicales de 2007 formaron parte de las listas de Central Sindical Independiente y de Funcionarios en el ayuntamiento de Madrid.[2]

Ideología y polémicas

Se definen como un sindicato anticorrupción ("interpondremos todo tipo de denuncias ante las corrupciones políticas o económicas que lesionen el interés publico o general") y contrario a los nacionalismos periféricos ("Lucharemos siempre por la defensa del orden constitucional de nuestro país, frente a los movimientos separatistas que pretenden disgregarlo").[3] Toma el nombre del movimiento italiano de Manos Limpias promovido por el fiscal de Milán Antonio Di Pietro, en el que afirma inspirarse.

Ha sido frecuentemente calificado como de extrema derecha,[4][5][6][7][8][9] entre otros por Cándido Conde-Pumpido, Fiscal General del Estado. Manos Limpias amenazó con presentar una querella contra él si no retiraba dichas declaraciones (así, Manos Limpias rechazó que tenga un carácter ultraderechista y que, "aunque esto fuera cierto, el artículo 14 de la Constitución dice que nadie puede ser discriminado por razón de su nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social").[10] Conde Pumpido se retractó afirmando que no pretendía injuriar sino "con mayor o menor fortuna, [...] ubicar en el que consideraba su exacto contexto político una iniciativa -en todo caso respetable- del grupo que usted representa en relación con un determinado proceso judicial", afirmando que tomó como referencia un reportaje de El Mundo en el que Bertrand reclamaba su afinidad con Blas Piñar.[11] En 2000, compartió su sede en Madrid con la del sindicato nacionalista Fuerza Nacional del Trabajo.

Ámbito de actuación

Su relevancia en España no se debe a sus acciones sindicales, sino a las abundantes denuncias presentadas sobre temas variados que afectan a la política municipal y nacional, fundamentalmente contra políticos socialistas y separatistas vascos, como Juan María Atutxa con motivo de la no disolución del grupo parlamentario de Euskal Herritarrok en el Parlamento Vasco (con algún caso puntual contra políticos del PP). Otro blanco habitual de las denuncias del colectivo ha sido el juez Baltasar Garzón. Entre los asuntos recurrentes en los que el colectivo ha sido muy activo está el sumario y juicio por los atentados del 11-M. Manos Limpias ha presentado denuncias ante la Justicia y el Consejo General del Poder Judicial contra los jueces Juan del Olmo y Baltasar Garzón y la fiscal Olga Sánchez, sin ningún éxito. De hecho, tras presentar una querella contra el juez Juan del Olmo, por una supuesta destrucción de pruebas del 11-M, el Tribunal Supremo no sólo la desestimó sino que denunció a su vez a Manos Limpias por los delitos de acusación y denuncia falsas.[12] Sin embargo, la denuncia fue archivada por los juzgados de Plaza de Castilla al considerar que no había delito.[13]

También han denunciado ante el Defensor del Pueblo la ley que habilitaba los matrimonios entre personas del mismo sexo (Ver: Homosexualidad); al programa de televisión Los Lunnis; a las instituciones que apoyan a las selecciones deportivas catalanas; contra la plataforma ciudadana Nunca Máis; contra piquetes sindicales en una huelga del Metro de Madrid o contra la acampada de los trabajadores de Sintel en el Paseo de la Castellana. También han solicitado al arzobispado de Madrid la suspensión a divinis de los sacerdotes de la parroquia de San Carlos Borromeo. El 16 de mayo de 2007 denunció ante la fiscalía del TSJC presuntas vulneraciones masivas de los derechos humanos de los reclusos en las prisiones catalanas. En enero de 2008 su denuncia en contra de Juan María Atutxa (PNV), Gorka Knorr (EA) y Kontxi Bilbao por negarse a acatar las órdenes del Tribunal Supremo y disolver el grupo parlamentario marxista Sozialista Abertzaleak llevó a la inhabilitación de los acusados.

No existen estadísticas independientes acerca de la tasa de éxito de dichas denuncias. Miguel Bernard afirmó en 2006 que un 70% de las denuncias ha prosperado y que el 30% restante no lo hizo por falta de medios económicos.[14]

Referencias

Artículos relacionados

Enlaces externos