Profanación de la tumba de Simón Bolivar

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La exhumación del cuerpo se transmitió por televisión.

La profanación de la tumba de Simón Bolivar se llevó a cabo el 16 de julio de 2010. En ella, los restos mortales del héroe de la independencia latinoamericana fueron exhumados por orden del gobierno venezolano de Hugo Chávez,[1] que intentaba demostrar una serie de teorías conspirativas que culpaban de la muerte a Colombia, país con el que Chávez tuvo diversos altercados a lo largo de su mandato. A Colombia se la acusaba de recibir apoyo de EE.UU. para defenderse de las guerrillas marxistas y narcoterroristas de las FARC, aliadas del chavismo. Se dijo que el objetivo de la exhumación, era aclarar si Bolívar murió de tuberculosis, versión consolidada históricamente, o fue asesinado, hipótesis defendida por Chávez.

Como resultado, a pesar de haberse profanado la tumba no se logró el objetivo anunciado de determinar la causa de muerte. El vicepresidente Jaua declaró que en los huesos no se encontraron rastros de tuberculosis crónica, aunque no descarta una "tuberculosis sistémica mucho más virulenta" que no habría llegado a penetrar los huesos.

Objetivos

El presidente venezolano de aquel momento, Hugo Chávez, había dispuesto la exhumación de los restos mortales de Simón Bolívar, casi 200 años después de su fallecimiento, con un claro objetivo: acusar a la oligarquía colombiana y venezolana de la muerte del libertador de Venezuela, Panamá, Ecuador, Colombia y Bolivia, envenenándolo con arsénico.

Chávez no había cesado de proclamar, con su énfasis habitual: "A Bolívar lo asesinaron, lo querían muerto... Yo no me convencí de que Bolívar murió de tuberculosis". Y sólo fue capaz de aportar estos perentorios argumentos: "Tres meses antes de morir, Bolívar recorrió no sé cuántos kilómetros hasta Bogotá", "Bolívar no estaba enfermo cuando salió de Bogotá rumbo a Santa Marta", "¡A Bolívar lo Mataron! De eso no tengo dudas.".

Exhumación

Los restos permanecían enterrados en el Panteón Nacional desde octubre de 1876. Un equipo de 50 técnicos se congregó en el Panteón de los Héroes venezolanos, donde permanecía sepultado Bolívar desde octubre de 1876. Durante 19 maratonianas horas de trabajo, a las órdenes del médico forense español José Antonio Lorente Acosta, director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, procedieron a la exhumación de los restos, según algunos pensada para distraer la atención sobre la grave crisis política y económica de Venezuela.[1]

La exhumación se llevó adelante con muy poco cuidado, al punto que uno de los encargados dejó caer un dedo del prócer latinoamericano. También sorprendió a quienes vieron el evento en vivo, encontrarse con un Bolívar enterrado desnudo, tapado en una sábana negra y no con su uniforme, como se especulaba. Después su esqueleto fue enterrado en una tumba masónica con forma de pirámide, pese a que Bolivar había abandonado la masonería, maldecido y prohibido su práctica.[2] Los restos mortales fueron movidos desde el féretro de plomo en donde fue enterrado originalmente, hacia uno de madera con acabados en oro. La obra costó 78 millones de dólares a los contribuyentes venezolanos.[1]

Chávez y la santería

Un ritual de santería cubana.

Según el libro "Los brujos de Chávez":[3] "Chávez utilizó la brujería para controlar Venezuela y manipular al pueblo. Hasta tal punto que la santería importada desde Cuba transformó la manera de hacer política.". Su autor, el periodista venezolano David Placer explica que las prácticas santeras surgen con el chavismo gracias a la influencia de Fidel Castro, que se aprovecha de la superstición de Chávez para introducir a los santeros, conocidos como babalawos, en el entorno de Chávez y en organismos del Estado. De este modo crearon una red de informantes para el régimen cubano, los que se aprovechaban de su posición como guías espirituales para extraer información.

En 2010, The New York Times aseguró que el tráfico de osamentas, producto del robo de huesos en los cementerios, se incrementó con la llegada a Venezuela de cooperantes cubanos que practican la santería. Y que Chávez habría ordenado abrir el sarcófago de Bolívar como un pretexto para «reforzar» su popularidad, debido a que estaba perdiendo puntos desde el referéndum de 2008.[4] Todo apunta a que Chávez hizo rituales paleros, en los que se usan huesos de muertos.[3] "En el cementerio general del sur se profanaban hasta ocho tumbas diarias", asegura.[3] El antropólogo venezolano Fernando Coronil señaló que los santeros creen que los huesos contienen energía espiritual del muerto, y cuanto más poderoso sea éste, más fuerte es la energía de sus huesos.[4]

El 17 de julio de 2010, el gobierno anuncia que la apertura de la urna que fue decretada por Chávez habría sido con el propósito de "hacer estudios tomográficos del cráneo y otros huesos para ver de qué había muerto". Sin embargo, retiraron además cuatro piezas dentales, muestras de costillas y de otros huesos del libertador, para "estudios".[5]

Cristina Marksman, la médium de cabecera del líder bolivariano habría predicho su muerte: "Antes de los 60 años te vas a enfermar gravemente y te vas a morir". También profetizó su ascenso a lo más alto: "Tú vas a ser presidente de Venezuela pero vas a estar preso primero. La señal la cargas encima".[3]

"El chavismo se entregó a la magia y a la santería en una carrera sin freno que tuvo como punto álgido la exhumación del cadáver de Simón Bolívar. Chávez, supersticioso como buen llanero, acudía a consultarse las cartas cada vez que tenía que hacer un viaje o cita importante. Más tarde comenzó a invocar a los espíritus de los Libertadores desde la cárcel a través de sesiones espiritistas. Sentía una conexión especial con Bolívar, con Zamora y con Maisanta, el bisabuelo revolucionario. Visitó la montaña de Sorte y pidió ayuda a los chamanes indígenas."[6]
—David Placer, periodista venezolano.

Maldición de Bolivar

Después de la misteriosa muerte, en distintas circunstancias, de los responsables de la profanación, se corrió el rumor de una supuesta maldición. Según el historiador y periodista Álvaro Alba, esta es una leyenda que crece entre los venezolanos, y con el anuncio del cáncer del presidente Chávez y su posterior fallecimiento, llegó a alcanzar mayores proporciones.[1]

Los hechos fueron los siguientes:

  1. Guillermo García Ponce muere en septiembre del 2010. Director del periódico Vea, fue uno de los históricos de la izquierda venezolana.
  2. Ese mismo mes, víctima de un accidente de tránsito falleció el gobernador de Guarico, William Lara, ex diputado y ex ministro chavista.
  3. Luis Tascón, diputado partidario de Chávez, fallece en agosto de 2010, tras haber sido intervenido quirúrgicamente varias semanas antes a causa del cáncer de colon que padecía.
  4. El general Alberto Muller Rojas, uno de los asesores presidenciales, falleció poco después de la exhumación de Bolivar.
  5. En marzo del 2011 fallece antes de llegar al hospital, Lina Ron, una de las radicales dirigentes de bases del chavismo, producto de un infarto al miocardio.
  6. José Ignacio Meléndez Anderson, hermano del asesinado fiscal Danilo Anderson, recibió varios disparos de un individuo que pretendía robarle un celular.
  7. En La Habana, donde recibía atención médica, murió en junio del 2011, el contralor General de Venezuela, Clodobaldo Russian que había estado presente también en el Panteón de los Héroes venezolanos.
  8. El 5 de marzo de 2013, fallece Hugo Chávez a consecuencia de un "infarto fulminante" tras una ardua batalla de casi dos años contra el cáncer. Chávez fue el principal impulsor de la exhumación de los restos de Bolívar y tampoco se libró de morir con 58 años.
  9. El 17 de julio de 2015, el historiador Jorge Mier Hoffman, responsable de que el Estado venezolano iniciase la investigación sobre la muerte de Bolívar y defensor entusiasta de la tesis del envenenamiento, fue asesinado por unos atracadores que le dispararon a las 15:30 horas cuando salía de un centro comercial a bordo de su automóvil y en compañía de su esposa y de su nieta. Trasladado con urgencia a la Clínica La Fe, falleció poco después a raíz de los impactos de bala.[7]

Los venezolanos han llegado a creer que la caída de dos helicópteros militares, el accidente de un avión de Conaviasa, la desaparición de tres naves pesqueras y una serie de desastres naturales, son castigo divino por profanar la tumba del Libertador.

Referencias

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 «Los 8 que profanaron la tumba de Simón Bolívar» - MDZ, 05 de mayo de 2013.
  2. «"Simón Bolivar prohíbe la masonería y los maldice"» - Expedientes Illuminati, 14 de diciembre de 2013.
  3. 3,0 3,1 3,2 3,3 «Las brujas de Chávez: así usó el espiritismo el líder venezolano» - El Mundo, 13 de abril de 2016.
  4. 4,0 4,1 «Chávez se muere por los huesos de Simón Bolívar» - ABC, 10 de enero de 2010.
  5. «La segunda maldición de Bolívar» - Cubanet, 30 de octubre de 2015.
  6. «Así descubrí a los brujos y santeros de Hugo Chávez» - Huffington Post, 20 de mayo de 2016.
  7. «La trágica muerte del Historiador causante de la profanación de la tumba del Libertador» - Dolar Today, 19 de julio de 2015.

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