Fondo de ayuda a Metapedia, 2018: Internet es el principal campo de batalla de la Metapolítica de nuestro tiempo. ¡Ayúdanos! | |||
| |||
|
Queruscos
Sumario
Características
Los romanos describen a un arquetipo de guerrero germano de estatura y fortaleza descomunal. Como rasgos característicos dicen que tenían los ojos azules y cabello rubio. Tácito en concreto menciona que los más jóvenes no eran barbudos y melenudos como puede creerse; sino que se recogían el cabello en forma de nudos.
Tácito menciona que iban desnudos o con un manto o capa. Pero según otras fuentes llevaban túnicas de manga larga y de lana, pantalones largos y algún tipo de calzado de cuero, lo cual parece más verídico teniendo en cuenta las temperaturas tan bajas de la región en la que habitaban. También hay constancia de que los más ricos incluso podían tener ropa interior, todo un lujo para la época.
Ejército
El grueso del ejército querusco, como el de la mayoría de pueblos germanos estaba compuesto por infantería armada con lanzas y escudos. Se sabe que cazaban con lanzas pues no conocían el arco o la honda. Según Tácito la formación más usada por ellos era la cuña (cuneum). Otro historiador romano, Dion Casio, afirma que la unidad táctica básica de los germanos estaba compuesta por trescientos hombres.
En cuanto a la caballería se cree que era poco usada, pero también hay datos de que los queruscos sí que la poseían. Durante la batalla el guerrero germano se movía más de manera individual, lo que le llevaba a abandonar asiduamente la formación. Eso provocaba que las unidades no tuvieran apenas cohesión y que se rompieran con facilidad. Les costaba bastante ponerse de acuerdo para atacar a las legiones romanas. Eso hacía que prefiriesen una táctica defensiva y de emboscada.
Encuentros de Roma con los queruscos
En el año 12 a.c. los queruscos y otras tribus de lo que para los latinos era la Germania, fueron subyugados por los romanos.
Roma trató de ampliar sus territorios en el norte de Europa, más allá del río Rin, explotando las divisiones dentro de los queruscos, y durante algún tiempo la tribu se consideró un aliado romano. En este momento, la tribu se dividió entre Arminio y Segestes. Arminio abogó por romper la lealtad a Roma y declaró su independencia, mientras que Segestes quiso permanecer fiel. Alrededor del 8 a.c., Arminio había ganado la delantera y comenzó a planificar la rebelión. Segestes advirtió reiteradamente a Publio Quintilio Varo, el gobernador romano de la Galia, de que la rebelión estaba prevista, pero Varo se negó a actuar hasta que ésta había estallado.
En el año 9, en la Batalla del bosque de Teutoburgo, un ejército de aliados germanos bajo el mando de Arminio (queruscos, brúcteros, marsos, sicambrios, caúcos y catos) aniquilaron a tres legiones romanas al mando de Varo. Las águilas de las legiones, de gran importancia simbólica para los romanos, se perdieron. Los números de estas tres legiones, la XVII, la XVIII y la XIX, nunca volvieron a ser utilizados.
Después de los motines de las legiones germánicas en el año 14, Julio César Germánico decidió, a instancias de sus hombres, marchar a Germania para restaurar el honor perdido. En el año 15, después de una breve incursión contra los catos, comenzó una campaña contra los queruscos. Recibió un llamamiento de socorro de Segestes, que estaba siendo sitiado por Arminio. Segestes fue rescatado junto con un grupo de familiares y personas a su cargo, incluyendo a Tusnelda, la hija de Segestes y la esposa de Arminio. Germánico escatimó con ellos y les dio tierras en la Galia. A continuación encontró el lugar de la batalla del bosque de Teutoburgo. Sus hombres enterraron a los muertos y construyeron un montículo funerario.
Una serie de batallas seguidas infligieron fuertes bajas a los romanos. Arminio parecía estar ganando la delantera, pero en el año 16, Germánico derrotó a Arminio en la Batalla del río Weser y en el año 18 en la Batalla de los Muros Angrivarianos, pero Arminio no pudo ser capturado por los romanos. En el año 19, Adgandestrio, un jefe de los catos, pidió a Roma veneno para matar a Arminio. La petición fue denegada por "nobleza" ya que (por lo que se refiere Tácito) "Los romanos se vengan de sus enemigos, no bajo trucos, sino por la fuerza de las armas". Arminio se envolvió cada vez más en disputas tribales, sus opositores lo acusaron de tratar de convertirse en rey. En el año 21, Arminio "sucumbió a la traición por sus relaciones" (según Tácito), y un cliente fue nombrado rey de los germanos por Roma.
Consecuencias
Después de la muerte de Arminio, los romanos abandonaron a los queruscos más o menos a su suerte. En el 47, los queruscos pidieron a Roma que enviara a Itálico, el sobrino de Arminio, para convertirse en rey, ya que la guerra civil había destruido a su nobleza. En un primer momento no fue, pero desde que se planteó en Roma que era un ciudadano romano, pronto cayó en favor.
Bajo el prudente emperador Adriano, fue construido el Limes o límite, una fortificación creada para cerrar la brecha entre las dos fronteras fluviales y prevenir ataques posteriores y levantamientos en la inestable Germania Ulterior.
Posible origen celta
El nombre "Querusco" apunta a un origen celta de la tribu, ya que termina de manera similar a la de otros nombres de tribus celtas, como los nóricos, taúricos y escordiscos, a lo que se suma que tenían costumbres de hábitat y guerreras que les emparentaban, más que nada, a los galos. Se sabe de celtas que vivían en lo que hoy es Alemania desde antes de las migraciones germánicas, cambiando la composición étnica de la región. La germanización de estas tribus celtas pre-germánicas se habría producido paulatinamente. Otras tribus en Germania se sabe que son de origen celta, incluyendo los cimbros, ambrones, sicambrios, volcas, teutones y boyos (en Bohemia)[1].
Desaparición
Con el fin del Imperio Romano y la instauración del Imperio Cristiano en su lugar, por Teodosio I, los hunos, junto con sus "hermanos", los sajones y los francos (al ser confederaciones de pueblos formadas por los primeros) entraron por el norte, masacrando a la población romana local/querusca, suponiendo su fin.
Referencias
Bibliografía
- Tácito, Cornelio y Michael Grant, The Annals of Imperial Rome. Nueva York: Penguin Books, 1989.
- César, Julio et.al. The Battle for Gaul. Boston: D. R. Godine, 1980.