FTX

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El gigantesco estadio de los Heats de Miami fue renombrado FTX arena después de firmar un contrato de promoción por $135 millones[1].

FTX fue una plataforma de intercambio de criptomonedas con sede en Bahamas.​ La compañía fue fundada en 2019 por Sam Bankman-Fried y Zixiao Wang. En su apogeo en 2021, tenía más de un millón de usuarios y era el tercer mercado de criptomodenas más grande del mundo, estando valuado en 32 mil millones de dólares[2].

La empresa se declaró en bancarrota en noviembre de 2022, cuando se estimó que faltaban 1800 millones de dólares del dinero de los usuarios. Entre los estafados se encontraban fondos de inversión como BlackRock y magnates como Kevin O'Leary.

Crisis

Un artículo de CoinDesk de noviembre de 2022 declaró que la firma asociada de FTX, Alameda Research, tenía una parte significativa de sus reservas en el token nativo FTT cuyo precio de mercado era manipulado al alza por FTX. Luego de esta revelación, el CEO de Binance, el intercambio rival, Changpeng Zhao, anunció que Binance vendería sus tenencias del token, lo que fue seguido rápidamente por un aumento en los retiros de clientes de FTX. Luego, FTX no pudo procesar los retiros.

Binance firmó una carta de intención para adquirir la empresa con la debida diligencia, pero retiró su oferta al día siguiente, citando informes de mal manejo de fondos de clientes e investigaciones de agencias de EE. UU. FTX solicitó la protección por bancarrota de acuerdo al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos.

Investigación

Tras la declaración de bancarrota, la empresa fue intervenida por el gobierno y John Ray tomó el control como director ejecutivo. Ray trabajó en una lista de algunos de los casos más importantes del país, incluida la empresa energética Enron, la séptima mayor quiebra de la historia del país; el emisor de hipotecas subprime Residencial Capital; la empresa de telecomunicaciones Nortel Networks; la marca de ropa interior Fruit of the Loom, y otras. Dijo que había encontrado muy poca documentación de sus finanzas y que no se podía confiar en la documentación existente. Declaró ante el Tribunal de Quiebra de Estados Unidos que nunca había visto una situación tan caótica como la que estaba encontrando en FTX[3].

Nunca en mi carrera he visto una falla tan completa de controles corporativos y una ausencia tan completa de información financiera confiable como ocurrió aquí. Desde la integridad de los sistemas comprometidos y la supervisión regulatoria defectuosa en el extranjero, hasta la concentración del control en manos de un grupo muy pequeño de personas sin experiencia, sin sofisticación y potencialmente comprometidas, esta situación no tiene precedentes.
—John Ray

Y esto dicho de parte de un experto que estuvo a cargo de investigar gigantescos desastres financieros.

Tengo más de 40 años de experiencia legal y de reestructuración. He sido director de reestructuración o director ejecutivo en varias de las quiebras corporativas más grandes de la historia. Supervisé situaciones relacionadas con denuncias de actividad delictiva y malversación (Enron). He supervisado situaciones que involucran estructuras financieras novedosas (Enron y Residential Capital) y recuperación y maximización de activos transfronterizos (Nortel y Overseas Shipholding). Casi todas las situaciones en las que he estado involucrado se han caracterizado por defectos de algún tipo en los controles internos, el cumplimiento normativo, los recursos humanos y la integridad de los sistemas.
—John Ray

Irregularidades

Sam Bankman-Fried con una baraja de póker.

A pesar de que FTX controlaba miles de millones de dólares en transacciones, no tenía un departamento contable y los directivos tomaban decisiones en un canal de chat. Después se borraba todo sin dejar ningún registro de ellas. No existía ninguna separación entre los fondos de los usuarios y los fondos de la empresa. Así se compraron lujosas propiedades y las ponían a nombre de los empleados. Nadie sabía en tiempo real a cuanto ascendían los fondos disponibles y Bankman-Fried se jactaba de jugar videojuegos mientras cerraba tratos por cientos de millones de dólares. Después llegó a decir que si hubiera dedicado al menos una hora al día a la gestión de riesgos, habría podido evitar la cesación de pagos a los usuarios.

Repercusiones

Más de 100 empresas afiliadas se están declarando en quiebra junto con FTX. Y es probable que se les unan un millón o más de acreedores. La situación es tan grave que FTX ha dicho que no sabe quiénes son sus principales acreedores ni dónde pueden encontrarse muchos activos.

El prestamista en criptomonedas BlockFi, que firmó un acuerdo para ser rescatado por FTX cuando los precios de las criptomonedas se desplomaron, detuvo los retiros y se declaró en quiebra. BlockFi tuvo una "exposición importante" a la empresa fallida FTX y su fondo de inversión, Alameda Research[4].

Genesis Global Capital, uno de los prestamistas más importantes en el criptoespacio, suspendió los retiros y los préstamos nuevos. Genesis, que puede haber perdido hasta 175 millones de dólares con el colapso de FTX, está teniendo dificultades para pagarles a los acreedores que han solicitado sus fondos.

Los expertos de la industria creen que habrá más empresas en problemas[4].

Referencias

Artículos relacionados

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