Falacia del sociólogo

De Metapedia
Saltar a: navegación, buscar
La falacia del sociólogo es una falacia muy popular en el campo de las ciencias sociales contemporáneas -especialmente en la sociología- que consiste en omitir sistemáticamente los factores genéticos para explicar el comportamiento humano. Es decir, dada una correlación entre una variable social (i. e. bajos ingresos) y una característica observable (i. e. la criminalidad), muchos científicos incurren en el razonamiento falaz de asociar ambas cosas de manera causal, no dando espacio a la consideración de que la constitución genética de los individuos podría proveer una explicación más adecuada al fenómeno. La expresión fue acuñada por Arthur Jensen, un psicólogo especializado en el estudio del cociente intelectual en seres humanos.

Concepto

Este tipo de falacia es comúnmente cometida por negadores de las razas, quienes afirman que las diferencias de comportamiento observadas entre individuos de diversos grupos raciales se deben parcialmente o completamente a factores socioeconómicos.

Un ejemplo es el argumento de que los factores socioeconómicos se correlacionan con el coeficiente intelectual individual y que, por lo tanto, las diferencias en el estatus socioeconómico son las que causan diferencias en el coeficiente intelectual, haciendo de ese modo a una persona rica más inteligente que una persona pobre. Este tipo de razonamiento omite considerar que los genes pueden ser la causa total o parcial de las diferencias de coeficiente intelectual, lo que a su vez causaría el éxito o el fracaso socioeconómico (es decir la riqueza de una persona proviene de su inteligencia, y no la inteligencia de su riqueza).

Otro ejemplo es el argumento que, dado que existe una correlación entre bajos ingresos y alta criminalidad, se deduce que ambas cuestiones están ligadas de manera causal, por lo que una mejora en los ingresos de una población reduciría automáticamente los niveles de criminalidad. Nuevamente, ese tipo de razonamiento ignora la posibilidad de considerar que tanto los bajos ingresos como la alta criminalidad podrían tener factores genéticos como su origen, por lo que no necesariamente disminuiría uno al aumentar el otro.

En ocasiones los científicos observan variables sociales y las explican como causadas a partir no de una correlación sino de varias. Esa estrategia tiene por propósito hacer desaparecer las diferencias de grupo (un ejemplo sería considerar el éxito escolar en un país de Europa Occidental observando que los inmigrantes de origen subsahariano y eslavo obtienen peores resultados que los nativos, dando a entender que la raza, en realidad, no está involucrada en esa situación, y que si hay otros factores como los ingresos, la religión, etc. que explican las diferencias -lo cual ocultaría el hecho de que los eslavos, como grupo, si bien estarían por debajo de los nativos, es probable que también estuviesen por encima de los subsaharianos en esa medición-).

Dado que hay varias diferencias de grupo que con este modelo explicativo quedan sin vincularse a una causa, se suele argumentar que existen factores difusos y difíciles de medir -como un supuesto "racismo"- que producen aquello sin explicación aparente. A esa manera de proceder se la suele denominar "falacia secundaria del sociólogo" para distinguirla de lo que sería la falacia principal del sociólogo.

Causas de la falacia

No hay un motivo claro por el que sociólogos y otros científicos sociales cometen la falacia tan a menudo, pero hay tres explicaciones posibles:

(1) Desconocimiento de la genética y su impacto en el comportamiento individual.

(2) Formación en una matriz de pensamiento originada o influenciada por el marxismo, según la cual todo lo producido por la conciencia individual es un reflejo de las condiciones socioeconómicas en las que el individuo está inserto.

(3) Aversión a la idea de proveer evidencias científicas a algo que contradiga el pensamiento políticamente correcto.

Dicho de otro modo, la falacia del sociólogo es tan popular debido a la formación académica deficiente por parte de los científicos sociales, a concepciones abierta o subrepticiamente ideologizadas de sus disciplinas, y al temor de padecer persecución u ostracismo al ir contra el consenso.

Artículos relacionados