Juan Yagüe Blanco

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Juan Yagüe Blanco (San Leonardo, Soria, España, 1892 - Burgos, España, 1952), militar español.

Biografía

Juan Yagüe entró en la Academia militar de Toledo en 1907, coincide en su promoción con Francisco Franco y Emilio Esteban Infantes. Curtido en las campañas militares del Rif, en 1934 es llamado por Franco para que encabece la tropas africanas encargadas de la represión dirigida contra la revolución de octubre de 1934 en Asturias, en principio este puesto lo ocupaba el teniente coronel López Bravo, pero Franco lo sustituyo cuando expresó alguna duda acerca de que las tropas fueran a disparar contra la población civil.

Su nombre ha pasado a la historia de España como el de uno de los principales integrantes de la sublevación de 1936 contra el gobierno de la Segunda República. Su misión en la rebelión era liderar las tropas africanas desde Ceuta donde estaba destinado al mando de la legión a la espera de la indecisa incorporación de Franco.

Yagüe, amigo de José Antonio Primo de Rivera, era militante de Falange Española y su actuación política siempre fluctuó entre dicha ideología y la fidelidad a Francisco Franco. En momentos, como el de la unificación con los carlistas, siempre optó por el segundo aunque luego realizara duras críticas a Franco por la detención de Manuel Hedilla.

Guerra Civil

En la Guerra Civil Española, participó en la sublevación de Ceuta y, una vez cruzado el estrecho de Gibraltar, en una difícil operación aérea, contribuyó a afianzar la rebelión en Sevilla. Dirige después el avance nacional por Extremadura, en donde desencadena una feroz represión.

La toma de Badajoz fue de las más cruentas, el 14 de agosto de 1936 el asalto de la legión abre una brecha en las murallas que rodeaban la ciudad a la que según narra el historiador Paul Preston le siguió una matanza indiscriminada, según el biógrafo de Yagüe, en el paroxismo de la guerra, fue imposible diferenciar a pacíficos ciudadanos de milicianos de izquierdas.

Entrevistado por el periodista estadounidense John T. Whitaker sobre tal respecto, su respuesta es harto conocida:

-Claro que los fusilamos. ¿Qué esperaba? ¿Suponía que iba a llevar 4000 rojos conmigo mientras mi columna avanzaba contrarreloj? ¿Suponía que iba a dejarles sueltos a mi espalda y dejar que volvieran a edificar una Badajoz roja?

Ascendido a Coronel, continúa el avance hacia Madrid a lo largo del Tajo. Es entonces cuando se produce la decisión de Franco de desviar el avance hacia la capital para liberar el Alcazar de Toledo, en donde resistía después de varios meses un grupo de sublevados al mando del Coronel José Moscardó, liberación que tendría un enorme efecto propagandístico para la causa nacional. Tras manifestar su desacuerdo con tal decisión, Yagüe es sustituido al mando de las operaciones por José Enrique Varela. Durante el conflicto desencadenado por el Decreto de Unificación de 1937, que unió a la Falange con la Comunión Tradicionalista carlista en un único partido político, FET y de las JONS (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista), y al que se opuso un sector de Falange liderado por Manuel Hedilla, permaneció fiel a Franco. Sin embargo, un año después, en Burgos, intercede en un discurso a favor de Hedilla y sus seguidores detenidos, por el cual le es impuesta una sanción disciplinaria. En julio de 1937 es nombrado jefe del I Cuerpo de Ejército marroquí, al mando del cual entra en Barcelona en enero de 1939.

El 19 de abril de 1938 pronuncia en Burgos un discurso conciliador que le supone el enésimo enfrentamiento con otros altos militares del Ejército Nacional (de nuevo es apartado del mando):

"Para darle a la unificación calor humano, para que ésta sea sentida y bendecida en todos los lugares, hay que perdonar. Perdonar, sobre todo. En las cárceles hay, camaradas, miles y miles de hombres que sufren prisión. Y, ¿por qué? Por haber pertenecido a algún partido o a algún sindicato. Entre esos hombres hay muchos honrados y trabajadores, a los que con muy poco esfuerzo, con un poco de cariño, se les incorporaría al Movimiento. Hay que ser generosos, camaradas. Hay que tener el alma grande y saber perdonar. Nosotros somos fuertes y nos podemos permitir ese lujo. Yo pido a las autoridades que revisen expedientes y revisen penas. Que lean antecedentes y que vayan poniendo en libertad a esos hombres para que devuelvan a sus hogares el bienestar y la tranquilidad, para que podamos empezar a desterrar el odio, para que cuando venimos a predicar estas cosas grandes de nuestro credo no veamos ante el público sonrisas de escepticismo y acaso miradas de odio, porque tened en cuenta que en el hogar donde hay un preso sin que haya habido delito tiene que anidar el odio".

Inteligencia y creatividad

Juan Yagüe ha sido considerado por muchos como el mando más capaz de todos los que participaron en la guerra. Sus planteamientos estratégicos eran extremadamente agresivos y en muchas ocasiones hizo gala de una inteligencia y creatividad sorprendentes. Está también considerado como uno de los precursores de la blitzkrieg o guerra relámpago, a la que darían fama pocos años después los ejércitos alemanes.

De hecho, el ritmo de avance de las cinco columnas de legionarios y regulares mandadas por Yagüe en su recorrido a través de Andalucía y Extremadura durante agosto de 1936, no había tenido equivalente en ninguna guerra hasta la fecha, y tan sólo se vio superado pocos años después, durante la Segunda Guerra Mundial, por las fuerzas acorazadas alemanas. En tan sólo cuatro semanas, Yagüe había avanzado 500 kilómetros, quedándose a 100 kilómetros de Madrid.

Un ejemplo claro de su heterodoxia es la táctica que empleaba para la toma de pequeñas localidades en las que se atrincheraban núcleos de resistencia armada. En lugar de ir penetrando en el pueblo desde las afueras, rompiendo los cercos hasta llegar al centro, lo que hacía era envíar sus legionarios en camiones a gran velocidad por las calles principales del lugar hasta llegar a la plaza central. Los soldados descendían entonces en tromba e iban avanzando rápidamente hacia las afueras en un movimiento anular, sembrando el desconcierto y el caos entre los ocupantes y aplastando cualquier oposición.

Fallece en Burgos en 1952. En 1953 es nombrado Marqués de San Leonardo de Yagüe. Su localidad natal, San Leonardo en la provincia de Soria, fue llamada San Leonardo de Yagüe tras su muerte.

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