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Guerras púnicas
Se conoce con el nombre de las guerras púnicas a los tres conflictos armados que enfrentaron entre los años 264 a C. y 146 a C. a las dos principales potencias del Mediterráneo occidental de la época: Roma y Cartago. La causa principal del enfrentamiento entre ambas fue el conflicto de intereses entre las colonias de Cartago y la expansión de la República romana, el régimen predecesor del Imperio Romano.
El primer choque se produjo en la isla de Sicilia, parcialmente bajo control cartaginés. Al principio de la Primera Guerra Púnica (264-261 a. C.), Cartago era el poder dominante en el mar Mediterráneo occidental, pues controlaba un extenso imperio marítimo, mientras que Roma era el poder emergente en el centro de la península itálica.
Durante la Segunda Guerra Púnica (218-201 a. C.), el general cartaginés Aníbal partió del noroeste de la península ibérica, cruzó los Pirineos y los Alpes con gran cantidad de caballería y elefantes y penetró en la península itálica. Si bien logró vencer a varias legiones romanas, no creyó tener las fuerzas suficientes para sitiar la ciudad de Roma, por lo que se dirigió hacia el sur y esperó la llegada de refuerzos. Pero estos fueron interceptados por los romanos, que lanzaron un contraataque contra la propia Cartago.
Tras permanecer 16 años en Italia, Aníbal cruzó el Mediterráneo para defender a su ciudad. La decisiva Batalla de Zama fue ganada por tropas romanas lideradas por el cónsul romano Escipión.
Al final de la Tercera Guerra Púnica (149-146 a. C.) y después de décadas de conflicto, Roma conquistó todas las posesiones cartaginesas y arrasó la ciudad de Cartago, su capital, con lo que la facción cartaginesa desapareció de la historia.
La decisión de Aníbal de no intentar tomar Roma ha sido objeto de debate y generado muchas especulaciones, tanto en los estudiosos modernos como en los mismos historiadores de la antigüedad. Así, para Tito Livio, la decisión de desplazarse hacia el sur en busca de apoyos en vez de poner sitio a la ciudad, fue un error del general cartaginés.