Península Ibérica

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Península Ibérica

La Península Ibérica, Península Hispánica o Península Hespérica,[1] se encuentra situada en el suroeste de Europa; está rodeada por el mar Mediterráneo, el océano Atlántico y unida al resto del continente europeo por el norte. El istmo (el lugar más estrecho) se encuentra entre el golfo de Vizcaya y el golfo de León, en la zona sur de Francia, al norte de los Pirineos. Históricamente, se ha denominado Península Ibérica o Iberia, al territorio continental situado "más allá" de los Pirineos.

Toponimia

Su nombre proviene del río Íber, probablemente el actual Ebro, aunque también pudiera ser otro río de la provincia de Huelva, donde textos muy antiguos citan un río Iberus y un pueblo al que llaman iberos. Desde tiempos remotos los griegos llamaban Iberia a la península.[2]

Polibio, un historiador griego del siglo II a. C. que vivió un tiempo en la península, escribe:

Se llama Iberia a la parte que cae sobre Nuestro Mar (Mediterráneo), a partir de las columnas Herákleas. Mas la parte que cae hacia el Gran Mar o Mar Exterior (Atlántico), no tiene nombre común a toda ella, a causa de haber sido reconocida recientemente.
—Polibio

Estrabón dedica el Libro III a la Península Ibérica.

La primera parte de ella (Europa) es, como decíamos, el occidente; es decir, Iberia; ésta, en su mayor extensión, es poco habitable, pues casi toda se halla cubierta de montes, bosques y llanuras de suelo pobre y desigualmente regado.
—Estrabón, Libro III.

Apiano de Alejandría (siglo II), en su Historia romana, escribe:

El tamaño de Iberia, llamada ahora Hispania en lugar de Iberia por algunos, es grande e increíble para tratarse de un sólo país, cuya extensión es de diez mil estadios y su longitud es igual a su anchura.
—Apiano, Historia romana.

Historiadores y geógrafos de cultura griega, como Heródoto, Estrabón y Apiano, la denominaron Iberia, los romanos a su vez la denominaron Hispania y en el siglo XX algunos eruditos, como Dámaso Alonso, estimaban que el nombre de Península Hispánica sería más adecuado.

La historiografía se refiere a ella, también con otros vocablos, según el contexto histórico; Celtaria, Celtiberia, Tierra de Tartessos, Sefarad, Al-Andalus, etc.

Evolución histórica

Iberia fue el nombre dado por los griegos a la península, aunque la parte que más conocían era la zona meridional mediterránea, entorno al río Íber. Hispania era el nombre utilizado por los romanos para designar a la Península Ibérica, posiblemente, de origen púnico.

Más tarde, después de la anexión progresiva a León y Castilla de los reinos de Asturias, Granada, Aragón, y parcialmente el de Navarra, se empezó a llamar España a los territorios gobernados por la Corona de Castilla, por simplificación entre los no españoles, aunque la unificación jurídica de todos estos reinos no estuviera consolidada hasta el siglo XVIII, con los Borbones.

Hasta finales del siglo XVII, inicios del siglo XVIII, todos los pueblos de la Península Ibérica se consideraban españoles, como actualmente los diversos pueblos de Escandinavia se consideran escandinavos, o los de la península balcánica se consideran balcánicos. Y los de la península europea, son todos europeos.

Con dificultad los portugueses se sintieron obligados a dejar de llamarse también españoles, a fin de no ser tomados por castellanos, a medida que se desarrollaba la castellanización de otros reinos de la Hispania.

Por la manifiesta imposibilidad histórica, política y cultural demostrada de continuar llamando a los portugueses españoles, sin que pudieran ser confundidos con los castellanos por otros pueblos que gobernaban dentro y fuera de la Península Hispánica, se empezó, desde entonces, a utilizar la expresión "ibérico" para designar a los "dos pueblos" de la Península Hispánica, ahora preferentemente llamada por el neologismo Península Ibérica. Este proceso fue paralelo y similar al que surgió en el exterior de llamar español al idioma castellano, convertido en la única lengua oficial por el gobierno español, hasta que cambiaron la designación oficial del Estado, con la creación de la denominación oficial: Reino de España en el siglo XVIII, y el cambio del titulo de los reyes de León, Castilla, Aragón, Sicilia, etc. para los reyes de España con fines simbólicos de unificación administrativa y para la nueva presentación internacional de la monarquía de la meseta.[3]

Geografía

Por el sur, la península está separada de África (Marruecos) por el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, siendo el estrecho de Gibraltar el límite entre ambos.

La península tiene unos 583.254 kilómetros cuadrados y dentro de sus límites geográficos se encuentran España, Portugal, Andorra, Gibraltar y la franja meridional francesa. Su centro geográfico está en el cerro de los Ángeles, en Madrid. El punto más alto es el Mulhacén con 3.478 metros de altura. El río más largo es el Tajo, con una longitud de 1007 km (731 km en España y 275 km en Portugal).

El geógrafo griego Estrabón, hablando de la Península Ibérica, la compara con una piel de toro:

Iberia... se parece a una piel tendida en el sentido de su longitud de occidente a oriente y en el sentido de su anchura del septentrión al mediodía.
—Estrabón.

Topografía

Su topografía tiene como principal característica que la mayor parte de su superficie está configurada como una meseta, con ligera pendiente hacia poniente; esta tiene una altura media de seiscientos metros sobre el nivel del mar; el litoral es rocoso y con acantilados al norte, nordeste, noroeste y sureste, siendo más suave la mayor parte del litoral este y sur.

División política de la Península Ibérica

La Península Ibérica comprende gran parte de España, Portugal, Andorra y Gibraltar. Históricamente, se ha denominado Península Ibérica al territorio continental europeo que está situado al sur de los Pirineos.

Geográficamente, en sentido estricto, también incluiría la Francia meridional: la zona sur de los departamentos franceses de Aquitania (Pirineos Atlánticos) Mediodía-Pirineos (Altos Pirineos, Alto Garona, Ariège) y Languedoc-Rosellón (Aude, Pirineos Orientales).[4]

Referencias

  1. Hesperia y Península Hespérica, fue una expresión empleada por algunos geólogos, que no ha tenido fortuna, como tampoco, por inadecuada, la de Península Pirenaica usada por Willkomm y otros autores germánicos en la segunda mitad del siglo XIX.
  2. Antonio García Bellido, España y los españoles hace dos mil años, Espasa Calpe, 1945, pag. 51, notas 1 y 2.
  3. O descobrimento da América e o Tratado de Tordesilhas., de Manuel Fernandes Costa, Biblioteca Breve, Instituto de Cultura Portuguesa, Secretaria de Estado da Cultura, Ministério da Cultura e da Ciência, 1ª ed., Lisboa, 1979.
  4. Estos departamentos meridionales se encuentran al sur del istmo geográfico.

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Enlaces externos