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Jorge María Ramallo
Biografía
Ramallo cursó sus estudios en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta, egresando con un título de Profesor en Letras con el cual trabajó en escuelas públicas de la ciudad de Buenos Aires.
Ingresó como estudiante a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, en una época en que esa institución contaba con estupendos docentes como Mario Amadeo, Héctor Llambías y Samuel Medrano. Llegó a obtener el título de Procurador, pero más se destacó por su participación como animador y dirigente del Ateneo Universitario de Estudiantes de Derecho. Ello le permitió trabajar para el Instituto de Extensión Universitaria de la UBA.
Pese a que ante el conflicto entre el peronismo y el catolicismo de 1955 escogió defender a la religión y militar a favor del derrocamiento del presidente, con el giro liberal de la Revolución Libertadora fue expulsado de su puesto en la universidad.
Posteriormente encontró su espacio en las escuelas católicas porteñas, donde comenzó a enseñar la historia que tanto le apasionaba. También sería docente teciario en el Instituto del Profesorado del Consejo Superior de Educación Católica, y, a nivel superior, dictaría clases en la Universidad Católica Argentina y en la Universidad del Salvador. Desde las páginas de la revista Cátedra y Vida manifestó sus ideas de la educación basadas en el ideal humanista cristiano, a las cuales puso en práctica en todas las aulas en las que estuvo.
De todos modos Ramallo sabía que el pueblo argentino reclama la cristiandad que a menudo sus gobernantes le sabotean. Por ello procuró llegar al ámbito estatal en donde se diseñan las políticas públicas. En 1965, trabajando para la Comisión Nacional de Alfabetización y Edificación Escolar, fue uno de los directores de una importante campaña de alfabetización de adultos. Con el régimen de la Revolución Argentina en el poder, Ramallo fue designado como máximo responsable de la recientemente creada Dirección Nacional de Educación del Adulto. Ocupó ese puesto entre 1969 y 1973, produciendo una revolución en el área con el propósito de erradicar el analfabetismo en la Argentina. En esos años asisitó a las reuniones organizadas por la Unesco para debatir el futuro de la educación. Fue por ello que adoptó la filosofía desarrollista que impulsaba el organismo internacional, pero abriéndola a la influencia de la pedagogía tradicional católica. Tuvo que hacer frente a la penetración marxista en su espacio educativo que llegaba al país a través de la obra del brasileño Paulo Freire, a quien acusó de ser un promotor de la subversión.
Vinculado desde 1963 al Centro de Estudios de Historia Argentina, cinco años más tarde lo reorganizó junto con Enrique Guerrero Balfagón para dar nacimiento a la Fundación Nuestra Historia. La FNH -que contó con el padrinazgo de destacadas personalidades como Julio Irazusta, Roberto Marfany Vicente Sierra y Guillermo Furlong- se propuso rescatar los aportes del revisionismo histórico para divulgar la verdad sobre los acontecimientos del pasado argentino al público en general. Por ello, además de editar la revista Nuestra Historia, auspiciaron la elaboración de nuevos manuales para usar en las escuelas primarias y secundarias del país.
En los años en los que estuvo vigente el régimen del Proceso de Reorganización Nacional, el historiador se hizo cargo de un par de cátedras de su especialidad en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y trabajó como funcionario en el Ministerio de Educación de la Nación durante el lapso en el que Juan José Catalán fue el titular de esa cartera.
Durante los últimos treinta años de su vida combatió a la penosa degradación en la que cayó el sistema educativo argentino. Sostenía que la solución ante esa realidad era promover la formación integral y personalizada de inspiración católica, tal y como la entendía el pedagogo español Víctor García Hoz.
Obra
Sus escritos sobre la obra heroica de José de San Martín le valieron su nombramiento como miembro del Instituto Nacional Sanmartiniano, en tanto que su valiente lucha por defender la verdad histórica en contra de las tergiversaciones que se han hecho de la figura de Juan Manuel de Rosas fue reconocida con su nombramiento como miembro en el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas. Su militancia católica, por su parte, lo llevó a vincularse a la Junta de Historia Eclesiástica, llegando a ser su presidente y el director de la Colección de Grandes Figuras del Catolicismo que la organización impulsó para producir monografías que revalorizasen a los argentinos que se destacaron públicamente al elegir el camino de santidad.
Fue miembro también de la Comisión Nacional de la Reconquista, de la Sociedad Argentina de Historiadores, del Centro de Estudios Hispanoamericanos, de la Corporación de Científicos Católicos y del Centro de Investigación y Docencia.
Ramallo hizo trabajos de investigación histórica que implicaron dedicarle muchas horas a la revisión documental. También escribió obras de divulgación histórica para despertar el sentimiento patriótico de sus lectores. Y sus textos sobre didáctica de la historia sirvieron para orientar a muchos docentes en el desarrollo de sus tareas de enseñanza.
El historiador creía que el adoctrinamiento no debía tener lugar ni el libro ni en el aula. Por el contrario, afirmaba que quien investiga y enseña la historia debe tener a la objetividad como su horizonte, formando en los otros una conciencia nacional que los ubique en su tiempo, los identifique con el ser de la comunidad en la que viven y los proyecte en al futuro con clara noción del destino trascendente. Si esa reconstrucción y transmisión del pasado estaba bien hecha, brotaría en el receptor un natural amor por el suelo natal y una comprensión más exacta de la realidad contemporánea.
El objetivo final que Ramallo tenía en mente al sostener esas ideas era lograr que el ciudadano argentino no cayese en la aceptación de las tergiversaciones y mixtificaciones que dominan el relato de la historia oficial del país.
Bibliografía
- Cultura ciudadana (junto con E. M. Guerrero y E. M. Mayochi). Buenos Aires: LAYA, 1954.
- La Universidad de Buenos Aires en la época de Rosas. Buenos Aires: Ateneo Universitario de Estudiantes de Derecho, 1954.
- Castellano. Buenos Aires: Talleres Gráficos del Ministerio de Educación, 1955.
- Historia y geografía (junto con E. M. Guerrero y E. M. Mayochi). Buenos Aires: LAYA, 1955.
- Los grupos políticos en la Revolución de Mayo. Buenos Aires: Theoria, 1962.
- Historia del sable de San Martín. Buenos Aires: Theoria, 1963.
- Los Rectores de la Universidad de Buenos Aires en la época de Rosas. Buenos Aires: Archivum, 1964.
- Metodología de la enseñanza de la historia. Buenos Aires: Guadalupe, 1966.
- Didáctica renovada de la historia. Buenos Aires: FNH, 1975.
- Algunos aspectos de la economía en la época de Rosas. Buenos Aires: FNH, 1980.
- Manual de historia moderna y argentina. Buenos Aires: Braga, 1981.
- La Revista del Instituto Rosas: 1939-1961. Buenos Aires: FNH, 1984.
- Manual de historia contemporánea y argentina. Buenos Aires: Braga, 1984.
- Manual de Historia Antigua y Medieval. Buenos Aires: Braga, 1986.
- Historia argentina fundamental: los ciclos y los hechos. Buenos Aires: Braga, 1987.
- Manual de historia de las instituciones políticas y sociales argentinas . Buenos Aires: Braga, 1988.
- Historia de la educación y política educacional argentina. Buenos Aires: Braga, 1989.
- El Colegio y la Universidad de Buenos Aires en la época de Rosas. Buenos Aires: Braga, 1992.
- Manual de historia económica (junto con P. Ávila y M. Bory de Spinetto). Buenos Aires: Macchi, 1993.
- Educación de adultos y educación permanente: un intento renovador en la historia de la educación argentina. Buenos Aires: Autoedición, 1995.
- Ante una nueva realidad educativa: hacia la educación del siglo XXI. Buenos Aires: SISEMP, 1998.
- San Martín, las logias, la revolución social y su amor por Buenos Aires. Buenos Aires: FNH, 1998.
- Etapas históricas de la educación argentina. Buenos Aires: FNH, 1999.
- Decálogo del conocimiento histórico. Buenos Aires: FNH, 1999.
- Los ciclos históricos argentinos. Buenos Aires: FNH, 1999.
- La religión de nuestra tierra. Testimonios históricos, 1727-1902. Buenos Aires: FNH, 2005.