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Movimiento Social Italiano
El Movimiento Social Italiano (en italiano: Movimento Sociale Italiano o MSI) es una organización neofascista legalista y parlamentaria italiana fundada en 1946 por Arturo Michelini, Pino Romualdi, Giorgio Almirante, Giorgio Bacchi y Giovanni Tonelli. Los ideales fundamentales fueron el sindicalismo, corporativo y vertical, el intervencionismo estatal en economía y educación junto al confesionalismo católico completan su propuesta política, que apenas revisa el fascismo histórico. En sus primeros años de existencia contó con el apoyo de la World Anti Communist League, de la que fue socio.
Tendencias internas
En su seno han coexistido cuatro tendencias claramente diferenciadas: la "centrista" de Arturo Michelini, la tradicionalista (Il Popolo Italiano), la nacional de Giorgio Almirante y Pino Rauti (Il Secolo d´Italia y revistas como Civiltà y Alternativa) y la conservadora de Ezio M. Gray. La tendencia general del colectivo dependía de quien era protagonista a cada momento. En su primera época (1946-1954) con Giorgio Almirante como Secretario General desde 1948, el grupo optó por la "propaganda por el hecho".
El relevo de Augusto de Marsanich al frente del partido (1950-1954), no varió los postulados del mismo, y el MSI siguió reclamando Trieste e Istria. Su segunda etapa se vio marcada por el intento de incorporarse a las vías democráticas jugando a la confusión ideológica. Así, al producirse el relevo con el "moderado" Arturo Michelini (1954-1968) el MSI suavizó sus exigencias de cara a la luz pública, si bien nunca renunció a exigir la ilegalización del Partido Comunista.
Mantuvo un doble juego con su antiamericanismo, ya que apoyó decididamente la permanencia de Italia en la OTAN mientras rechazó cualquier producto o idea de origen norteamericano. En 1969 Giorgio Almirante recuperó la secretaría general del MSI y Pino Rauti regresó a las filas del partido, que entonces volvía a la acción anticomunista y a la colaboración con la derecha monárquica. En los años que siguieron, la escena política se agudizó profundamente en Italia, llevando a la sociedad italiana toda a vivir los llamados "años del plomo" en los que las Brigadas Rojas secuestran entre otros al secretario de la sección local del MSI, Bartolomeo Di Mino.
Curiosamente, en noviembre de 1970 el MSI celebró su IX Congreso, en el que abandonó la camisa negra y el saludo romano y aceptó la democracia. De forma extraña, trece años después repitió idéntico mensaje: MSI-DN publicó un Manifiesto dirigido a los italianos en el que el grupo se manifestó partidario del sistema democrático aunque sin revisar el pasado ni condenar el fascismo. De hecho, hasta su XIV congreso no se integró plenamente en las labores parlamentarias.
Secciones y actividades
Dotado de una sección juvenil (Fronte della Gioventù) con publicaciones propias como La Sfida, Il Picchio Verde y La Voce della Fogna, otra femenina, una sección de ex combatientes y otra deportiva (Fiamma), el MSI consiguió una organización sólida con varias asociaciones y grupos satélite como la Fundación Giocchino Volpe, el Instituto de Estudios Corporativos y la Asociación Internacional para la Cultura Occidental, además de los diarios Il Secolo d´Italia y Roma, los semanarios Candido e Il Borghese y varias agencias de prensa.
El cambio definitivo en el discurso oficial del MSI se produjo con su refundación como Alleanza Nazionale (AN) de la mano de Gianfranco Fini en 1992. En las elecciones de 1971 obtuvo el 13,9% de los votos, y organizó el proyecto Destra Nazionale, en el que colaboraron Almirante, Barbara, Birindelli, De Lorenzo, Hanucci, Micelli y Nannini. La candidatura MSI-DN obtuvo el 8,7% de los votos: 55 diputados y 26 senadores.
Declive
Tres años más tarde, la izquierda ganó el referéndum sobre el divorcio con el 59% de los votos, y la Democracia Cristiana dio por concluida su colaboración con el MSI. Empezó así el declive de MSI-DN que a partir de 1976 perdió votos y militancia. En 1977 se hizo cargo de la secretaría general del MSI Gianfranco Fini, quien proponía una república presidencialista y corporativa. La desaparición de la Unión Soviética, la corrupción y los fallecimientos de Almirante y Romualdi dividieron al MSI en moderados, agrupados en torno a Gianfranco Fini y continuistas (seguidores de Rauti). Inició así el retroceso electoral y las distintas partes llegaron a enfrentarse físicamente hasta el congreso de 1990 en el que Rauti se hizo con la secretaría general. Buscando en vano el voto de la izquierda, transformó el anticomunismo en ataques al sistema liberal y parlamentario: ese año, en las elecciones municipales sólo obtuvo el 4% de votos. Rauti dimitió en 1991 y Fini recuperó la dirección del partido. Con él, el MSI obtuvo el 5,4% del voto en las legislativas de 1992.
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HISTORIA DEL MOVIMIENTO SOCIAL ITALIANO 1/5
