Masacre de Gaza

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Imágenes de la masacre llevada a cabo por el genocida Estado de Israel

La Masacre de Gaza, también denominada Operación Plomo Fundido[1] por las genocidas Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI), fue una ofensiva militar desde el aire, tierra y mar,[2] precedida por una criminal campaña de bombardeo aéreo sobre la indefensa Franja de Gaza (Palestina), que tuvo inicio el 27 de diciembre de 2008 y que finalizó el 18 de enero de 2009. Fue dirigida contra objetivos de la infraestructura de la organización Hamás, principalmente puertos, sedes ministeriales, cuarteles de policía, los túneles subterráneos que comunican la Franja de Gaza con Egipto y población palestina en general.[3][4][5] El conflicto fue descrito como la "Masacre de Gaza" (en árabe:مجزرة غزة) en gran parte del mundo.[6][7]

Este conflicto provocó el mayor número de bajas en los últimos cuarenta años de conflicto árabe-israelí, catorce de ellas israelíes, de las que once eran soldados y tres civiles. Aproximadamente 1.400 palestinos murieron a consecuencia de los bombardeos y los combates urbanos;[8][9][10] la gran mayoría de ellos eran civiles. De los 1.434 palestinos fallecidos durante el conflicto 960 eran civiles, 288 de ellos menores de dieciocho años.[11] La organización israelí para los derechos humanos B'Tselem cifró en 1.387 el número de palestinos muertos, de los que al menos 774 serían civiles, 320 de ellos por debajo de los dieciocho años. La Franja de Gaza resultó completamente dañada y miles de edificios fueron destruidos, la mayor parte de ellos residenciales.[12] Las Fuerzas de Defensa de Israel fueron acusadas de haber cometido crímenes de guerra durante el conflicto por distintos informes de Naciones Unidas, Amnistía Internacional y Human Rights Watch.[13]

Inmediatamente después del inicio de la ofensiva, los grupos armados palestinos en la Franja de Gaza respondieron heroicamente con el lanzamiento de cohetes hacia Israel, y sus líderes hicieron llamamientos a la Tercera Intifada contra Israel y a la reanudación de los ataques suicidas. El sur del territorio israelí se vio sometido a una situación de permanente alarma, y los cohetes alcanzaron en repetidas ocasiones las ciudades de Sderot, Ascalón, Ashdod y Beer Sheva. Tras el inicio de la invasión terrestre sobre la Franja, nueve soldados israelíes murieron en combate en diferentes acciones.

Tras las presiones diplomáticas en los días previos, el 17 de enero de 2009 el primer ministro israelí Ehud Ólmert anunció un "cese unilateral de las hostilidades en la Franja de Gaza", con una duración de 10 días. En este período, el ejército israelí siguió desplegado en la Franja, y según afirmó un alto mando del mismo, "si Hamás dispara contra las fuerzas israelíes, nos reservamos el derecho de responder". Tras la declaración de alto el fuego, varios cohetes cayeron sobre territorio israelí y hubo combates entre milicianos palestinos y militares israelíes en el interior de la Franja de Gaza, que provocaron la muerte de un ciudadano palestino.

El día siguiente, 18 de enero, fue Hamás junto con otras organizaciones palestinas quien anunció un alto el fuego. Éste, con una duración de una semana, tenía como objetivo la retirada del ejército israelí del territorio gazací, según portavoces del movimiento islamista. Finalmente y tras varios días de tensa calma, los portavoces de las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron el 21 de enero que el ejército hebreo había completado su retirada de la Franja de Gaza, retornándose al statu quo previo al conflicto y retomando Hamás el poder sobre la totalidad del territorio gazací.

Después del conflicto, tanto Hezbolá como la República de Irán admitieron que dieron apoyos de todo tipo a Hamas durante el conflicto.[14][15] Abu Osama, delegado de Hamás en Irán, ha asegurado que "la victoria del pueblo musulmán de Gaza ante los ocupadores sionistas cobra vitalidad de la Revolución islámica" y que "la sangre derramada de los niños de la Franja ha reforzado la unidad de los musulmanes de todo el mundo" (...) "La victoria de Hasan Nasrulá en la guerra desigual de 33 días contra el Líbano y el triunfo de la guerra de 22 días del pueblo de Gaza se deben a los apoyos brindados por la República Islámica de Irán y otros musulmanes del mundo".

La Franja de Gaza atacada por el Estado de Israel y defendida heroicamente por Hamas.

Sumario

Contexto previo

Hamás en la Franja de Gaza

(Artículos principales: Hamas y Franja de Gaza)

Hamás es una organización islamista palestina cuyo objetivo es la instauración de un Estado Islámico en Palestina. Por lo tanto, Hamás no reconoce al Estado de Israel ni su derecho a existir. Su organización es compleja, y dentro de su seno acoge desde organizaciones benéficas, que asisten a los palestinos más necesitados, hasta las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam, el brazo armado de la organización, que ha cometido múltiples ataques contra las genocidas fuerzas de ocupación israelíes.

Hamás también tiene un brazo político, que ganó las últimas elecciones legislativas de Palestina de 2006 mediante mayoría absoluta. Tras estas elecciones, Hamás, considerado una organización terrorista por Israel y sus aliados, fue boicoteado, tras lo cual se inició una lucha entre Al Fatah y la organización islamista, que terminó con la expulsión de los miembros de Al Fatah de la Franja de Gaza, y la toma del control absoluto de la Franja por parte de Hamás. Gaza y Cisjordania pasaron a ser administrados por diferentes gobiernos, de Al Fatah el de Cisjordania, y de Hamás el de la Franja.

El gobierno de Ismail Haniye pasó así a administrar la Franja, creando sus propios ministerios y su propio cuerpo de policía, llamado Fuerza Ejecutiva, que cuenta con comisarías en los principales barrios y pueblos de la región costera.

Gilad Shalit

Al inicio del conflicto Hamás seguía manteníendo prisionero en Gaza a Gilad Shalit, soldado israelí capturado en 2006, siendo el único prisionero israelí en manos del movimiento, y uno de los tres ciudadanos israelíes - junto a Ehud Goldwasser y Eldad Regev, que fueron secuestrados por organizaciones contrarias a Israel.

Gilad Shalit es una posible pieza de negociación para Hamás frente al gobierno israelí. Fuentes no oficiales del Hamás declararon que Shalit resultó herido en los bombardeos israelíes sobre Gaza en enero de 2009. [16] Según declaraciones del ministro de relaciones exteriores de Egipto, Ahmed Aboul Gheit, Gilad Shalit está siendo tratado bien por sus captores, pero la operación militar israelí sobre Gaza podría obstaculizar las negociaciones para su liberación.

Lanzamiento de proyectiles

Los Qassam son cohetes simples de acero, con menor capacidad destructiva y puntería que otros cohetes como los Katyushas, conocidos por ser utilizados por Hezbolá durante la Guerra del Líbano de 2006.

Desde enero de 2008 hasta el inicio de los bombardeos, unos 3.000 cohetes lanzados desde la Franja de Gaza impactaron en territorio israelí. Las ciudades más afectadas por el impacto de cohetes son aquellas más próximas a la Franja de Gaza, fundamentalmente Sderot y Ascalón, aunque también Ashdod y Netivot.

Los Qassam comenzaron a ser utilizados por los militantes palestinos desde 2001, aunque su lanzamiento aumentó a partir de 2006, tras la victoria de Hamás en las elecciones legislativas, y el consiguiente bloqueo internacional. En septiembre de 2007 Israel le cortó a la Franja el suministro de agua, combustible o electricidad. Esta decisión provocó el empeoramiento de la situación en la Franja, así como el aumento de los lanzamientos de cohetes hacia Israel.[17][18] El gobierno de Hamás recurrió al contrabando para lograr el acceso a alimentos, combustibles, medicamentos y armas. Con este objetivo se excavaron centenares de túneles bajo la frontera de la Franja de Gaza y Egipto.

La tregua de junio de 2008 y la intensificación del conflicto

Tras largas conversaciones y negociaciones, y con la mediación del gobierno egipcio, en junio de 2008, Israel y Hamás llegaron a un acuerdo para mantener una tregua durante seis meses. Según señalaba la BBC, Israel deseaba detener los lanzamientos de cohetes, y Hamás deseaba un período de calma para consolidar su gobierno y posiblemente instaurar un Estado Palestino en los Territorios Ocupados, incluyendo Jerusalén, según las fronteras establecidas en 1967. Egipto parecía ser la opción de mediación perfecta; mantiene estrechas relaciones con la ANP y con Israel, y debido a la proximidad de Gaza con Egipto está obligado a tener relaciones con Hamás.

Funcionarios israelíes indicaron que se habían puesto tres condiciones por parte de Israel: cese total de las hostilidades, que acabase el contrabando de armas desde Egipto a Gaza y que se iniciaran acciones que condujeran a la liberación de Gilad Shalit, el soldado israelí capturado por milicias palestinas dos años atrás. Desde Hamás esperaban que el cese del fuego llevara a la apertura de cruces de frontera entre la Franja e Israel, para aumentar la entrada de provisiones a Gaza, y esperaban que permitiera la continuación de conversaciones sobre intercambio humanitario de prisioneros, entre los militantes palestinos detenidos en Israel y Gilad Shalit. Con la tregua, ambas partes se comprometieron a cesar las hostilidades y a reabrir progresivamente las fronteras para permitir el paso de productos de primera necesidad. Israel no cumplió a posteriori con los requerimientos que había firmado.

Israel continuó con sus incursiones militares en la Franja de Gaza, que produjeron la muerte de unos veinte palestinos, dos de los cuales eran niños. El bloqueo sobre Gaza se mantuvo, con prolongados cortes de la electricidad, luz y gas, incumpliendo la progresiva apertura de fronteras pactada en la tregua.[19] Durante el tiempo que duró la tregua, el ejército israelí aprovechó para preparar la ofensiva de diciembre del 2008, como se haría público más tarde. La llegada de camiones con ayuda humanitaria para la población palestina se permitió con cuentagotas.

Amnistía Internacional había criticado el comportamiento de Israel en un informe a principios de diciembre: "las fuerzas israelíes han matado a unos 20 palestinos, en su mayoría extremistas, pero también dos niños, en ataques aéreos y de otro tipo desde el 4 de noviembre." Ante esta situación, Donatella Rovera, investigadora de Amnistía Internacional sobre Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, manifestó su repulsa frente a cualquier ataque contra civiles: "Las fuerzas israelíes deben cesar de inmediato los ataques y las acciones que ponen en peligro la vida de la población civil de Gaza."

Bloqueo de Gaza

La entrada de mercancías, incluyendo alimentos, medicinas, materias primas y carburante, así como los suministros de electricidad y agua, y el movimiento de personas entre la Franja de Gaza y el exterior han estado controlados y limitados por el gobierno israelí los dieciocho meses previos al bombardeo, política que ha sido criticada como una estrategia para desacreditar al gobierno de Hamás frente a los palestinos por varias ONGs pro-derechos humanos, que el 6 de marzo de 2008 presentaron un informe en el que consideraban que la situación de la población de la Franja de Gaza era la peor desde la Guerra de los Seis Días. Según el mismo informe, "El aislamiento y la pobreza están generando un aumento de los niveles de violencia por los cuales tanto palestinos como israelíes están sufriendo las consecuencias." El observatorio de la ONU para los derechos humanos pidió que se levantase el "estado de sitio" y se reabriese el paso de alimentos, medicinas y carburante. Amnistía Internacional reportó que la situación se estaba agravando en la Franja y que era la peor "desde el comienzo de la ocupación israelí" hacía 40 años.[20]

A principios de 2008, las autoridades de Hamás junto con la población civil derribaron en varios puntos la frontera entre Gaza y Egipto, con el objetivo de conseguir comida, combustible y bienes de primera necesidad.[21] El apoyo popular a Hamás ha crecido con la carestía, por lo que el gobierno israelí decretó un alto el fuego y levantó parcialmente el bloqueo en ciertos momentos para permitir la entrada de bienes de primera necesidad para la población. Según informa Amnistía Internacional, la ruptura de dicho alto el fuego el 5 de noviembre intensificó el bloqueo, reduciendo los suministros de ayuda humanitaria y artículos de primera necesidad a un goteo intermitente. Los cortes de energía afectan todos los aspectos de la vida: las infraestructuras de agua y saneamiento se deterioran y los hospitales no pueden mantener servicios esenciales.[22]

El día anterior al bombardeo, Israel, en una maniobra artera, había permitido la entrada de varios camiones en la Franja de Gaza, con el fin de ocultar la operación a Hamás permitiendo el aprovisionamiento de medicinas, combustible y alimento a la población. Esto también pudo despistar a la población de la Franja de Gaza, que al desconocer las intenciones del ejército hebreo no se habría podido preparar para la ofensiva.

Implicaciones políticas

Tzipi Livni, la criminal ministra de Relaciones Exteriores israelí.

Según algunos medios y organizaciones, esta ofensiva se encontraría enmarcada en la pre campaña de las elecciones a Primer Ministro de Israel que se celebrarían el 10 de febrero de 2009,[23] y que enfrenta, como principales favoritos, a Tzipi Livni, ministra de exteriores israelí; y a Benjamín Netanyahu, del partido opositor Likud. Según aportó El País, los lanzamientos de cohetes desde la Franja de Gaza han causado que la intención de voto se haya ido inclinando hacia el Likud, hecho que provocó respuestas cada vez más duras por parte de Livni y Netanyahu. Hasta que el gobierno no endureció su discurso, el líder de la oposición encabezaba ampliamente las encuestas con una diferencia que se ha estrechado. Según un sondeo publicado por el diario "Ha'aretz" el 1 de enero de 2009, el Partido Laborista israelí era el principal ganador de la guerra contra Hamás. Su líder, el ministro de Defensa Ehud Barak, habría conseguido grandes logros según el sondeo. También la ministra de exteriores, Tzipi Livni y el líder de la oposición, Netanyahu gozaban de mayor respaldo entre los israelíes. Por el contrario, varias formaciones ecologistas y de izquierdas, como el partido Meretz han manifestado su rechazo.[24]

Por otro lado, el posible temor israelí a una política más relajada hacia Hamás por parte de Barack Obama cuando sea investido presidente, hizo considerar a algunos medios que este ataque se hubiera planificado para evitar que el nuevo gobierno estadounidense tenga capacidad de reacción. Obama sin embargo, haciéndole vista ciega a la masacre, no quiso hacer comentarios sobre la operación, y dijo que Israel es "uno de nuestros grandes aliados, el más importante en la región", y trabajará de cerca con ellos, de forma "que se promueva la causa de la paz".

Planificación y objetivos

La planificación de la operación en sí se inició más de seis meses antes de que finalmente fuera ejecutada, e incluyó una gran operación de inteligencia. Llegó al escritorio del ministro de defensa, Ehud Barak, para su aprobación el 19 de noviembre, aunque no fue sino hasta el 18 de diciembre que se reunió con el primer ministro, Ehud Ólmert, para aprobar la misma; posteriormente se retrasó.

El 24 de diciembre el gabinete israelí se reunió con la intención de discutir la yihad global, pero en realidad se reunieron para hablar de la operación propuesta, que se aprobó por unanimidad. La criminal ministra de relaciones exteriores, Tzipi Livni, informó al presidente de Egipto, Hosni Mubarak, de la decisión en El Cairo. Finalmente, una reunión final de los jefes de defensa e inteligencia se llevó a cabo en la mañana del 26 de diciembre, seguida de una reunión entre Olmert, Livni y Barak. Se dio la orden definitiva para el funcionamiento de la Fuerza Aérea Israelí, y durante esa misma noche y la mañana del 27 de diciembre se informó de la decisión tomada a diversos dirigentes políticos israelíes.

Varias acciones se tomaron para engañar a Hamás, entre ellas la reapertura de los cruces de frontera el día 26 y el anuncio de que las deliberaciones sobre el curso de acción a tomar continuarían el 28 de diciembre.

Los objetivos de los bombardeos israelíes están relacionados con toda la infraestructura, tanto militar como civil, de Hamás, y su Gobierno en la Franja de Gaza. El Gobierno de Hamás cuenta con un cuerpo propio de policía, denominado Fuerza Ejecutiva, que dispone de comisarías en los barrios de las principales ciudades de Gaza. Este cuerpo fue uno de los primeros objetivos de los bombardeos, que destruyeron la práctica totalidad de las comisarías, y provocaron la muerte del jefe principal de Fuerza Ejecutiva, general Tawfik Jaber. También fueron bombardeadas las sedes ministeriales, la oficina del Primer Ministro Ismail Haniye, así como las casas particulares de las principales personalidades de la organización. Es de destacar que, hasta el momento, no se ha reconocido la baja de ninguna de dichas personalidades, pues se estima que se encuentran ocultas de los bombardeos en refugios. Los bombardeos sobre comisarías de policía y casas particulares dejaron sin embargo un terrible saldo de víctimas civiles, pues generalmente se encuentran en barrios densamente poblados.

En el segundo día de ofensiva, Israel bombardeó los túneles subterráneos que comunican la Franja de Gaza con Egipto y que servía para el contrabando de comida y remedios para la población de Gaza. También han sido bombardeadas seis mezquitas. En esos bombardeos murieron cinco hermanas palestinas.[25] La Universidad Islámica de Gaza así como sus edificios dependientes, fueron bombardeadas. El sexto día de bombardeos, Israel atacó el edificio del Consejo Legislativo Palestino en Gaza, que es la sede del poder legislativo en la Franja de Gaza.

Armamento

Para comprender el diferente carácter de armamento utilizado por ambas partes, es necesario entender el concepto de conflicto asimétrico, en el que los bandos que se enfrentan no son necesariamente dos ejércitos. En este conflicto se enfrentan el poderosísimo ejército israelí contra la organización islamista Hamás, que cuenta con un brazo armado, las Brigadas de Izz ad-Din al-Qassam, así como otras organizaciones armadas palestinas como la Yihad Islámica Palestina, que también combaten contra Israel.

Armamento del ejército israelí

Caricatura elocuente de Carlos Latuff: el gobierno estadounidense encubre los crímenes sionistas.

El ejército israelí es considerado el ejército más poderoso y tecnológicamente avanzado de Medio Oriente, y uno de los más avanzados del mundo. Su armamento es principalmente tanto de fabricación estadounidense como propia, pues la importante industria armamentística del país ha desarrollado gran cantidad de proyectos en materia de aviones de vigilancia y combate, tanques, etc.

Los principales instrumentos bélicos utilizados por la Fuerza Aérea Israelí para el bombardeo sobre la Franja de Gaza han sido dos, de fabricación estadounidense ambos: el avión cazabombardero F-16 y el helicóptero de ataque AH-64, más conocido como Apache. Ambos han sido utilizados para bombardear los diferentes objetivos del ejército israelí desde el aire, sin necesidad por tanto de entrar en combate directo con las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam de Hamás. También fueron utilizados a lo largo de todo el conflicto aviones no tripulados, cuya misión principal consistía en vigilar día y noche los posibles objetivos del ejército.

El ejército israelí desplegó a lo largo de toda la frontera con la Franja de Gaza varias decenas de carros de combate Merkava, en previsión de una ofensiva terrestre, que finalmente comenzó el octavo día de conflicto.[26][27]

Según confirmaron varias fuentes, entre ellas el diario israelí Haaretz, se produjeron ataques israelíes con bombas de racimo[28][29](armamento ilegal según la Convención de Dublín que, sin embargo, no firmaron ni Israel ni EEUU).[30] Miembros de la organización Human Rights Watch afirmaron haber observado signos indudables de la utilización del mismo: "Estamos seguros al 100% de que el Ejército israelí emplea fósforo blanco".[31] La organización Amnistía Internacional también aseguró haber encontrado pruebas de su uso al acceder algunos de sus miembros a la ciudad de Gaza al declararse la tregua.[32] Su uso como arma está prohibido en el Tratado de Ginebra de 1980, por lo que de confirmarse su empleo se trataría de un crimen de guerra[33]

Además del fósforo blanco, el ejército israelí utilizó en zonas civiles densamente pobladas de Gaza otras armas, como las flechillas: diminutos dardos de metal encapsulados en proyectiles de 120mm, que al explotar en el aire esparcen entre cinco mil y ocho mil flechillas en un arco de trescientos metros de ancho por cien metros de largo, según afirma Amnistía Internacional en un comunicado. Las flechillas están diseñadas para penetrar en zonas de vegetación espesa, y nunca deben utilizarse en zonas civiles urbanizadas. Dice también AI que el ejército israelí lleva varios años utilizando flechillas en Gaza con regularidad.[34]

Dos médicos noruegos que trabajaron en la Franja de Gaza acusaron al ejército israelí de utilizar en la ofensiva un arma experimental denominada Explosivos de Metal Inerte Denso, DIME en sus siglas en inglés, además de utilizar compuestos químicos a base de tungsteno, lo que provoca un muy alto poder explosivo. Estos médicos sostuvieron su acusación basándose en las mutilaciones de los cuerpos que examinaron durante su trabajo en el hospital Al-Shifa de la Franja, afirmando que había "claros indicios" de que habían sido atacados con este tipo de armamento. "Hay una fuerte sospecha de que Gaza está siendo usada como laboratorio de pruebas para nuevas armas", señalaron.[35]

La Marina de Israel también ha llevado a cabo operaciones contra el territorio de la Franja de Gaza. Concretamente, atacaron la línea costera de la Franja, y según Ha'aretz, habrían colaborado en los ataques contra otro tipo de objetivos mediante sistemas de misiles tierra-tierra y el sistema de armamento de proximidad Typhoon.

Armamento de las organizaciones palestinas

El armamento del que disponen Hamás y demás grupos armados palestinos es fundamentalmente consecuencia del contrabando o de la fabricación artesanal. En este conflicto, el armamento más utilizado han sido los cohetes Qassam, cohetes simples de acero que se fabrican de forma casera y que cuentan con un alcance y puntería muy limitados. También han entrado, a través de la frontera con Egipto y de forma clandestina, cohetes Katyusha y Grad de fabricación rusa y china, que cuentan con mayor capacidad ofensiva, rango de alcance y puntería que los Qassam.

Además de cohetes, los grupos armados palestinos cuentan con varios tipos de morteros de baja puntería, producidos en almacenes y fábricas propias, como el denominado "Sariya-1", que cuenta con un alcance de unos 15 kilómetros.

Comienzo del conflicto

Primer día: 27 de diciembre

El 27 de diciembre el ejército israelí inició por sorpresa su ofensiva sobre la Franja de Gaza. El conflicto comenzó con intensos bombardeos sobre las ciudades de Gaza, Rafah y Jan Yunis. Los objetivos principales de los bombardeos fueron los ministerios de la Autoridad Nacional Palestina en Gaza, controlados por Hamás, y las comisarías de Fuerza Ejecutiva, la policía creada por Hamás. Se produjo uno de los ataques más sangrientos de la ofensiva: unas cuarenta personas, entre miembros del cuerpo de policía y familiares, murieron tras ser atacado el cuartel general de Fuerza Ejecutiva en Ciudad de Gaza cuando se producía la ceremonia de graduación del nuevo personal. Entre ellos se encontraba Tawfiq Jaber, responsable de Fuerza Ejecutiva en la Franja de Gaza. La primera oleada de bombardeos acabó con la destrucción de sus objetivos en unos 4 minutos, y murieron unos 225 palestinos, entre civiles y miembros de Hamás.[36]

Segundo día: 28 de diciembre

El objetivo principal de los bombardeos fueron los túneles que transcurren bajo la Ruta Philadelphi, utilizados por los milicianos palestinos para contrabandear medicamentos y comida desde Egipto; también fue bombardeada la Universidad Islámica de Gaza, así como instalaciones policiales y de seguridad de Hamás y carreteras. El impacto de un misil israelí contra una casa en Jabalia produjo la muerte de cinco niñas.[37]

El Gobierno israelí aprobó la movilización de 6.500 reservistas, en preparación de la posterior ofensiva terrestre.

Tercer día: 29 de diciembre

Las autoridades israelíes ordenaron a los periodistas que "abandonaran las áreas colindantes a la zona", que fueron declaradas "zona militar cerrada", extendiéndose entre dos y cuatro kilómetros más allá de Gaza. Miles de soldados israelíes y de carros de combate Merkava se situaron en torno a la frontera con la Franja de Gaza, en previsión de la invasión terrestre que se produciría más adelante.

Cuarto día: 30 de diciembre

El ejército israelí atacó al barco chipriota Dignity, que transportaba 4 toneladas de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Según un tripulante, un barco israelí "chocó al "Dignity" sin advertencia previa"[38] Finalmente el barco averiado atracó en la ciudad libanesa de Tiro.

El secretario general de Naciones Unidas y los ministros de asuntos exteriores de la Unión Europea, Rusia y Estados Unidos (miembros del Cuarteto de Mediadores para Oriente Próximo) solicitaron a las partes un "alto el fuego inmediato", que fue rechazado posteriormente por Israel.

Quinto día: 31 de diciembre

Egipto cerró el paso de Rafah previamente al bombardeo del ejército israelí de la zona, tratando de destruir los túneles subterráneos que comunican la Franja de Gaza y Egipto. También fueron bombardeados objetivos que ya lo habían sido en anteriores ataques, como la oficina del Primer Ministro, la sede del Ministerio de Interior, además de una casa particular en el campo de refugiados de Jabalia y una mezquita.[39]

Sexto día: 1 de enero

Un asesinato selectivo llevado a cabo en Jabalia por el ejército israelí acabó con la vida de Nizar Rayyan junto a sus cuatro esposas y 10 de sus 12 hijos. Rayyan era considerado uno de los máximos dirigentes de Hamás en la Franja de Gaza, así como un representante del sector más duro de la organización islamista.[40]

También fueron bombardeados otros edificios, mezquitas y casas particulares en la Ciudad de Gaza, causando decenas de muertos. El Consejo Legislativo Palestino en Gaza, máximo órgano de representación palestino, fue también objetivo de los bombardeos. Por primera vez desde el comienzo de la ofensiva, se produjo una incursión terrestre de tropas israelíes en territorio gazací, que se enfrentaron con miembros de las Brigadas de Izz ad-Din al-Qassam en el noreste de la Franja.

Séptimo día: 2 de enero

Israel continuó con los bombardeos sobre viviendas de los principales miembros de Hamás, aunque también fue bombardeada una mezquita.[41]

Tras la muerte el día anterior de uno de sus líderes, Hamás llamó a la población palestina y árabe a un "día de cólera" contra Israel. El ministro israelí de Defensa Ehud Barak ordenó el cierre de los pasos fronterizos entre Israel y Cisjordania, y la policía israelí dispuso el estado de alerta por temor a las protestas de la población árabe israelí. Miles de palestinos se manifestaron en Cisjordania, en Ramala y en Jerusalén Este, lanzando piedras contra las fuerzas de seguridad, quienes respondieron con gas lacrimógeno contra los manifestantes.[42] Hubo también protestas en otros puntos de Oriente Medio y varios países asiáticos musulmanes.[43]

La ofensiva terrestre

Octavo día: 3 de enero

Los bombardeos del ejército israelí provocaron la muerte de Abu Zakaria al-Jamal, comandante de las Brigadas de Izz ad-Din al-Qassam; un avión israelí bombardeó el coche en el que circulaba, en la ciudad de Gaza.[44]

Un misil lanzado desde un avión israelí impactó sobre la Mezquita Ibrahim al-Maqadna en Beit Lahiya durante los rezos de la mañana, cuando unos 200 palestinos estaban orando en su interior.[45] Treinta personas, incluidos seis niños, murieron, y decenas de personas resultaron heridas de diferente consideración. El ejército israelí había bombardeado previamente otras mezquitas, pero el ataque contra la Mezquita Ibrahim al-Maqadna fue la primera vez en la que Israel bombardeó una mezquita mientras se rezaba en su interior.[46][47]

Las tropas israelíes estacionadas en torno a la frontera con la Franja de Gaza comenzaron a disparar un fuerte fuego de artillería contra objetivos del interior de la Franja, preludio definitivo del inicio de la ofensiva terrestre sobre territorio gazací. Carros de combate, vehículos militares y unidades de infantería, escoltados por helicópteros Apache entraron en el noreste de la Franja de Gaza, tras lo que se produjo un fuerte intercambio de fuego con militantes de las Brigadas de Izz ad-Din al-Qassam y otros grupos armados palestinos, que provocó la muerte de decenas de milicianos palestinos que lucharon heroicamente contra el invasor.

Noveno día: 4 de enero

Unidades de tierra del ejército israelí avanzaron con unos 10.000 efectivos en torno a Ciudad de Gaza, cercando la capital del territorio costero e incomunicando el norte de la Franja del sur. Mientras tanto los bombardeos sobre Gaza prosiguieron, impactando sobre residencias civiles.

Fuertes enfrentamientos entre las tropas israelíes y los milicianos palestinos en el noreste de la Franja de Gaza, cerca del campo de refugiados de Jabalia, provocaron la muerte de varias decenas de milicianos palestinos. Un soldado israelí murió y otro resultó herido grave en estos enfrentamientos, y otros treinta soldados resultaron heridos de diversa consideración.

Décimo día: 5 de enero

Un ataque aéreo israelí contra dos ambulancias en Gaza acabó con la vida de cuatro paramédicos que trasladaban a los heridos de la ofensiva israelí;[48] Varios obuses cayeron sobre casas particulares, provocando la muerte de familias enteras, incluyendo varios niños.[49][50]

El bombardeo de una casa en el barrio de Zeitun, en la que el día anterior se habían refugiado 110 palestinos por orden de miembros del ejército israelí, provocó la muerte de al menos treinta de ellos.[51] El alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos Navi Pillay declaró que dicho incidente sería la base para una investigación sobre posibles "crímenes de guerra".[52]

Cinco soldados israelíes murieron en diferentes incidentes: un oficial falleció y cinco soldados resultaron heridos en los combates en la ciudad de Gaza, tres murieron a causa del fuego amigo en el campo de refugiados de Jabalia, y otro más murió en otro incidente producido por el fuego amigo en los alrededores de Beit Hanun.

La misión diplomática de la Unión Europea encabezada por Nicolas Sarkozy, Javier Solana y la Presidencia Checa de la Unión Europea no consiguió lograr un compromiso de Israel para alcanzar un alto el fuego.

Undécimo día: 6 de enero

Dos escuelas de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo en Gaza, en las que se refugiaban centenares de palestinos civiles, fueron alcanzadas por la artillería del ejército israelí, produciendo 43 víctimas.[53] En la escuela de Al-Fakhoura fallecieron al menos cuarenta personas, y varias decenas resultaron heridas, según fuentes médicas palestinas.[54][55]

Un soldado israelí del cuerpo de ingenieros murió y otros cuatro resultaron heridos en el norte de la Franja debido a un ataque de milicianos palestinos mientras se encontraban patrullando. Tras haber completado el sitio a Ciudad de Gaza, los carros de combate israelíes estrecharon el cerco en torno a las ciudades de Jan Yunis y Deir al-Balah, en el sur de la Franja.

Duodécimo día: 7 de enero

El presidente egipcio Hosni Mubarak y el francés Nicolas Sarkozy presentaron un plan para un alto el fuego entre las partes, que fue apadrinado por varios países y organizaciones internacionales. Israel afirmó que "hay un acuerdo sobre los principios pero todavía hay que trasladarlos a la práctica", mientras que Hamás declaró que el plan presentado "está aún en discusión".

El Gobierno de Israel manifestó su intención de detener cada día sus ataques entre las 11:00 y las 14:00 GMT para permitir el acceso de ayuda humanitaria a la población palestina; Hamás anunció horas después que detendría el lanzamiento de cohetes contra Israel en el mismo intervalo de tiempo. La población palestina aprovecharía dicho intervalo de tiempo para hacer acopio de productos básicos.

Decimotercer día: 8 de enero

Por primera vez desde el inicio del conflicto, cayeron cohetes sobre el norte de Israel; proyectiles Katyusha fueron lanzados desde el sudeste de Líbano, causando cinco heridos en Galilea, al norte de Israel. El ejército israelí respondió posteriormente atacando con cinco misiles contra los lugares desde los que se había lanzado los proyectiles.

Durante un enfrentamiento con milicianos de Hamás un soldado israelí murió y otro resultó herido al ser alcanzados por un misil antitanque mientras llevaban a cabo registros cerca del paso de Kissufim, en la zona central de la Franja de Gaza. Otros dos soldados israelíes morían en diferentes combates contra milicianos palestinos en el norte de la Franja de Gaza.

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) decidió suspender temporalmente su labor en la Franja de Gaza "debido a las acciones crecientemente hostiles contra sus instalaciones y personal". Su portavoz en Gaza afirmó: "esto pone de manifiesto la inseguridad fundamental dentro de Gaza en un momento en el que estamos intentando abordar las serias necesidades humanitarias de la población aquí".[56]

Decimocuarto día: 9 de enero

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la Resolución 1860,[57] en la que exigía un alto el fuego "inmediato y duradero" entre las partes en conflicto, así como la "provisión y distribución a través de toda la Franja de Gaza de asistencia humanitaria, incluyendo comida, combustible y tratamiento médico". La ministra de exteriores de Israel Tzipi Livni, afirmó no aceptar el llamamiento al alto el fuego de la resolución: "el ejército seguirá actuando para alcanzar los objetivos de la operación -un cambio en la situación de seguridad del sur del país".

Decimoquinto día: 10 de enero

Hamás informó haber alcanzado con un cohete la base de la Fuerza Aérea Israelí de Tel Nof, a 27 kilómetros de Tel Aviv, lo que sería el punto más lejano alcanzado por un cohete lanzado desde Gaza hasta el momento. No hubo confirmación ni desmentido por parte del ejército israelí.[58]

El ejército israelí afirmó haber matado a quince miembros de Hamás tras cuarenta ataques aéreos sobre puntos de lanzamiento de cohetes, túneles y fábricas de armas. También fue bombardeado un complejo de seguridad abandonado de Hamás en Jan Yunis, un mercado en Beit Lahiya y varios edificios en Ciudad de Gaza. Tropas terrestres del ejército israelí se aproximaron a unos dos kilómetros del campo de refugiados de Shati, al sur de la Ciudad de Gaza. En la capital, dentro de la guerra psicológica, aviones israelíes lanzaron panfletos en los que anunciaban a la población palestina una nueva "escalada" en su ofensiva, a modo de "advertencia general".

Cinco soldados israelíes fueron heridos en combate en la madrugada del 9 al 10 de enero, de acuerdo a la radio del ejército israelí. Un obús lanzado por un tanque israelí en la ciudad de Jabalia, provocó la muerte de ocho personas, que según los paramédicos desplazados al lugar eran todos civiles y miembros de la misma familia.[59]

Decimosexto día: 11 de enero

Los bombardeos de los aviones israelíes se concentraron en el sur y en el norte de la Franja de Gaza, así como en las localidades norteñas de Beit Lahiya y Jabaliya. Israel bombardeó la casa particular de Ahmed Jabari, comandante en jefe de las Brigadas Izz-al-din al-Qassam, situada en el norte de la Franja de Gaza, en el barrio de Sajaiyeh. Se desconoce si había alguna persona en el edificio, aunque todo parece indicar que Jabari no se encontraba dentro.

Las tropas terrestres israelíes desplegadas en torno a la Ciudad de Gaza comenzaron a avanzar en su interior, encontrando una gran resistencia. Por primera vez desde el inicio de la ofensiva, varias unidades de reservistas israelíes se desplegaron en el interior de la Franja de Gaza, tomando parte en los combates.[60] Unos 24 palestinos habrían muerto como consecuencia de los combates con soldados israelíes en las calles de Gaza, incluyendo civiles y milicianos. El fuego de artillería israelí sobre dos pueblos del sur de la Franja de Gaza habría incendiado quince casas, matando a una persona e hiriendo a otras cincuenta, que fueron tratadas por quemaduras e inhalación de gases.[61]

El primer ministro israelí Ehud Ólmert afirmó que las Fuerzas de Defensa Israelíes habían alcanzado "casi todos los objetivos" que se plantearon cuando comenzó la ofensiva, aunque pidió "paciencia, determinación y coraje para conseguir tales fines que desembocarán en un cambio de la realidad de la seguridad en el sur (de Israel)".

Decimoséptimo día: 12 de enero

El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, por 33 votos a favor, 13 abstenciones y un voto en contra, aprobó una declaración en la que condenaba "duramente" la ofensiva que lleva a cabo Israel en la Franja de Gaza "que ha resultado en violaciones masivas de los derechos humanos del pueblo palestino y en la destrucción sistemática de las infraestructuras". También se aprobó un documento redactado por los países árabes, asiáticos y africanos en el que se pedía el envío urgente de una misión internacional para investigar las "violaciones de las leyes sobre derechos humanos y sobre derecho humanitario por parte del poder ocupante, Israel".

Al-Aqsa TV, televisión vinculada a Hamás, mostró una declaración del primer ministro de Hamás en Gaza Ismail Haniye en la que afirmaba que Hamás seguirá luchando a pesar de la ofensiva de Israel. "Gaza no se romperá, nuestra victoria sobre los sionistas está cerca", declaró.

Cuatro paracaidistas israelíes fueron heridos en un incidente en el norte de la Franja de Gaza. Tres de ellos resultaron heridos leves y otro de ellos fue gravemente herido.

Durante el día el ejército de Israel, junto con un número indeterminado de reservistas desplegados en el terreno, continuó avanzando por el este y el sur hacia el centro de Ciudad de Gaza, encontrando una fuerte resistencia de los milicianos palestinos. Al menos 9 palestinos murieron, cinco de los cuales, según funcionarios palestinos, eran civiles. Israel también continuó bombardeando los túneles entre Egipto y Gaza, causando heridas en cuatro egipcios, dos policías y dos niños, que se encontraban cerca de la frontera.[62]

El ministro de exteriores español Miguel Ángel Moratinos comenzó una gira por Egipto, Siria, Palestina e Israel, con el objetivo de lograr un acercamiento entre las partes para alcanzar un alto el fuego bilateral.

Decimoctavo día: 13 de enero

La Fuerza Aérea Israelí bombardeó unos sesenta objetivos. Al menos veintiún palestinos murieron en los enfrentamientos entre milicianos y tropas israelíes. De ellos, dieciocho serían milicianos y tres civiles, según oficiales médicos palestinos. Testigos sobre el terreno informaron de que las tropas israelíes junto con carros de combate avanzaron hacia barrios periféricos densamente poblados de Ciudad de Gaza.

Un soldado israelí resultó herido y otros dos fueron heridos con carácter leve tras una explosión producida por una bomba trampa en una casa de Ciudad de Gaza. Dos palestinos murieron en dos incidentes ocurridos en Cisjordania. En el checkpoint de Tarkumiyah, al sur de Cisjordania, un palestino murió a consecuencia de los disparos producidos por un miembro de las fuerzas de seguridad israelíes. Según éste, el fallecido trató de coger el arma de un policía de fronteras israelí. En el segundo incidente, un colono israelí del asentamiento de Emmanuel asesinó a un ciudadano palestino de un pueblo cercano, según el propio colono, porque el fallecido tiró piedras contra su coche.[63]

El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja Jakob Kellenberger viajó a la Franja de Gaza para evaluar la situación de la población palestina sobre el terreno, y visitar el hospital de Shifa, el principal de la Franja.[64]

Decimonoveno día: 14 de enero

Tras la aprobación de la Resolución 1860 de las Naciones Unidas, su Secretario General Ban Ki-Moon se dirigió hacia la zona para intentar llevar a la práctica dicho texto. Las Organizaciones No Gubernamentales se las ingeniaban para proveer a la población de Palestina de bienes de primera necesidad ante la dificultades generadas por el cerco israelí (como la plataforma Free Gaza que lo hacía en barcazas desde Chipre en un arriesgado viaje marítimo de 48 horas).

Osama Bin Laden, líder de Al-Qaeda, incitaba desde una cinta de audio a la Yihad contra el ataque de Israel. "Nuestros hermanos en Palestina están sufriendo mucho... Los musulmanes simpatizamos con ellos por lo que vemos y oímos. Nosotros, los muyahidín, simpatizamos con ellos..." aseguró el líder de Al-Qaeda.[65]

Israel, haciendo caso omiso a la resolución, bombardeó (esta vez incluso sobre un cementerio) nuevamente dejando un total acumulado de más de un millar de víctimas mortales.

Vigésimo día: 15 de enero

El ejército israelí intensificó su ofensiva en el terreno mientras en el terreno diplomático se trataba por todos los medios de alcanzar un alto el fuego. Entre otros objetivos del centro de Ciudad de Gaza, la Fuerza Aérea Israelí bombardeó criminalmente el cuartel general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA en inglés), produciendo al menos tres heridos. Según miembros de la Agencia, dependiente de Naciones Unidas, todos los alimentos que almacenaban fueron destruidos. Entre las instalaciones alcanzadas por el bombardeo se encontraba el centro de información, donde se refugiaban 700 personas.

Poco después del ataque, producido con "dos disparos de artillería y tres bombas de fósforo blanco", el ministro de defensa israelí Ehud Barak pidió perdón a la ONU por el "gran error" cometido. Éste prometió al secretario general Ban Ki-Moon, que se encontraba en Jerusalén apoyando las negociaciones para alcanzar un alto el fuego, "atención extra" a las instalaciones de la ONU y a su personal para que no se repitiera el incidente. También fue atacado un edificio en el centro de Ciudad de Gaza en el que tenían su sede varios medios de comunicación. Dos periodistas resultaron heridos.[66]

En uno de los bombardeos de la aviación israelí sobre Ciudad de Gaza murió el Ministro de Interior de Hamás en la Franja, Said Siam, junto a su hijo, su hermano, y Salah Abu Shreh, responsable de los servicios de seguridad de Hamás. Siam era uno de los principales líderes de Hamás, y por ello el ejército israelí lo considera el miembro más importante de la organización islamista al que ha matado en su ofensiva en Gaza. Además, una veintena de palestinos resultaron heridos en el bombardeo.[67]

Carros de combate israelíes Merkava penetraron a través del barrio Tel al Hawa, al sur de la capital de la Franja. Según los testigos, miles de personas tratan de huir de los combates por las calles del centro de la ciudad. El hospital principal del barrio fue alcanzado por fuego de artillería procedente de los tanques israelíes, cuando en su interior había unas 500 personas. Según los testigos, un obús impactó en el tejado del edificio, y la farmacia fue destruida.[68]

El "Espíritu de la Humanidad", un barco fletado por la organización Free Gaza, con treinta y cinco personas a bordo y varias toneladas de ayuda humanitaria, fue obligado a abandonar su travesía hacia la Franja de Gaza por un barco de la Marina de Israel. El objetivo del "Espíritu de la Humanidad" era lograr llevar la ayuda humanitaria a la población de la Franja de Gaza, aunque finalmente tuvo que dar la vuelta y retornar al puerto de partida, Larnaca (en Chipre).[69]

El gobierno de Venezuela anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel "ante la gravedad de las atrocidades contra el pueblo palestino". El gobierno del presidente Hugo Chávez manifestó su intención de "insistir ante la comunidad internacional para que sean denunciados ante la Corte Penal Internacional los crímenes de lesa humanidad cometidos por sus líderes".[70]

La televisión egipcia anunció que Israel habría finalmente aceptado la tregua propuesta por el presidente egipcio Hosni Mubarak, aunque todavía faltarían una serie de detalles a negociar entre las partes. Previamente, la Secretaria de Estado Condoleeza Rice había afirmado que Estados Unidos ayudaría a Israel a impedir el contrabando de armas entre Egipto y la Franja de Gaza.

Vigésimo primer día: 16 de enero

En la Franja de Gaza se vivió un día relativamente tranquilo, como consecuencia de la virulencia de la ofensiva del día anterior y de la intensificación de los contactos diplomáticos en búsqueda de un alto el fuego. A pesar de ello, los ataques sobre el terreno continuaron. La aviación israelí bombardeó unos cuarenta objetivos en la Franja de Gaza, dirigidos túneles bajo la frontera entre Egipto y Gaza y una mezquita.

La secretaria de estado de los Estados Unidos, Condoleeza Rice, y la ministra de Asuntos Exteriores de Israel, Tzipi Livni, firmaron un acuerdo bilateral para prevenir el contrabando de armas hacia la Franja de Gaza por parte de Hamás.

Tras la muerte de Said Siam en un bombardeo israelí el día anterior, Hamás convocó a los palestinos a un "día de cólera". Cientos de personas protestaron en las calles de las principales ciudades de Cisjordania; en Hebrón las fuerzas de seguridad israelíes dispararon a los manifestantes, lo que produjo el asesinato de un civil palestino.[71]

En una reunión de la Liga Árabe en Qatar, el presidente de Siria Bashar al-Assad instó a las naciones árabes a romper las relaciones con Israel a causa de su ofensiva sobre Gaza. Posteriormente a estas declaraciones, Mauritania y Qatar anunciaron la ruptura de "relaciones políticas y diplomáticas" con el estado hebreo.[72]

El portavoz de la Organización Mundial de la Salud en Jerusalén, Tony Laurence, denunció que 16 centros de salud de la Franja de Gaza habían sido dañados por el fuego directo e indirecto del ejército israelí, destacando el producido contra el hospital Al Quds, en el que resultaron destruidos la farmacia y los edificios administrativos. Laurence afirmó que estos ataques constituyen una "grave violación del derecho internacional humanitario".[73]

Galería de imágenes

Retirada del ejército israelí

Vigésimo segundo día: 17 de enero

Al menos nueve palestinos murieron y 11 resultaron heridos tras el ataque del ejército israelí sobre una escuela de la UNRWA en Beit Lahiya, en el norte de la Franja de Gaza. En dicha escuela se encontraban cientos de palestinos, que trataban de refugiarse de los combates.[74] El portavoz de la UNRWA en Gaza Christopher Gunness, anunció que solicitará una investigación sobre el ataque a la escuela de Beit Lahiya, el tercero ocurrido en la ofensiva contra escuelas de la UNRWA en Gaza,[75] y si este pudiera constituir un crimen de guerra.[76]

Otros tres palestinos murieron en otro incidente el barrio de Al-Karama, cerca del campo de refugiados de Shati, por los disparos producidos por barcos de la marina israelí.

Nueve miembros del ejército israelí resultaron heridos en diferentes combates en la Franja de Gaza. Cinco de ellos, uno en estado grave fueron objetivo de un misil antitanque lanzado por milicianos palestinos. Otros cuatro, todos ellos paracaidistas y dos de ellos oficiales, fueron heridos graves en un incidente en el norte de la Franja de Gaza. Se cree que pudieron ser víctimas del fuego amigo, que ha producido varias bajas en el ejército israelí en la ofensiva. De confirmarse, sería el cuarto incidente de este tipo.

El primer ministro israelí, Ehud Ólmert, anunció tras la reunión de su gobierno un "cese unilateral de las hostilidades en la Franja de Gaza".

El portavoz de Hamás en Líbano, Osama Hamdán, anunció que su organización no respetaría el alto el fuego decretado por Israel, pues según dijo "la batalla no ha acabado y no terminará con el cese de la agresión israelí, sino con el fin de la ocupación". Las exigencias de Hamás para respetar el alto el fuego serían, según afirmó Fauzi Barhum que "el enemigo sionista cese en sus agresiones, se retire de Gaza, ponga fin a su bloqueo y abra todos los pasos fronterizos".

Vigésimo tercer día: 18 de enero

A pesar de la declaración de alto el fuego unilateral por parte de Israel, los enfrentamientos continuaron sobre el terreno. La aviación israelí continuó con sus bombardeos.

Un palestino murió en Jan Yunis a consecuencia de los bombardeos israelíes sobre la ciudad, resultando la primera víctima tras la declaración unilateral de alto el fuego por parte de Israel. También hubo intercambio de fuego entre milicianos palestinos y el éjercito israelí en la localidad gazací de Jabalia, y los helicópteros de combate atacaron varios edificios en Ciudad de Gaza.[77]

Tras estos incidentes Hamás, junto con otras organizaciones palestinas, decretaron un alto el fuego inmediato con una duración de una semana, que fue confirmado después por el líder de la organización islamista en el exilio Khaled Meshaal.

El alto el fuego fue aprovechado por algunas familias palestinas para volver a sus casas, mientras las excavadoras retiraban los escombros producidos por los combates y bombardeos. Un total de 95 cadáveres, casi todos civiles palestinos, fueron encontrados entre las ruinas de edificios en Beit Lahiya, el norte de la Franja de Gaza.

Horas después de la declaración de alto el fuego por parte de Hamás, el ejército israelí comenzó una retirada parcial de sus tropas terrestres estacionadas en la Franja de Gaza.

El presidente egipcio Hosni Mubarak y el francés Nicolas Sarkozy auspiciaron una cumbre entre países árabes y europeos con el fin de favorecer las condiciones para una paz duradera. A la cumbre, celebrada en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheij, acudieron representantes de Francia, Egipto, Turquía, Jordania, Reino Unido, Italia, España, República Checa y Alemania, así como el secretario general de Naciones Unidas, el de la Liga Árabe y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina. La cumbre finalizó con la conclusión de que Egipto debía auspiciar en los días siguientes un nuevo encuentro en el que se tratase la apertura de las fronteras de la Franja de Gaza para permitir la entrada de ayuda humanitaria.[78]

Posguerra

Incidente del paso de Kissufim: 27 de enero

El 27 de enero se produjo el incidente más grave desde el alto el fuego bilateral. Una bomba accionada por milicianos palestinos explotó cerca de una patrulla del ejército israelí en las proximidades del paso de Kissufim, matando a un soldado israelí e hiriendo a otros tres, uno de ellos grave. Tras el ataque, helicópteros israelíes sobrevolaron la Franja de Gaza, disparando fuego de artillería y bombardeando Ciudad de Gaza, causando la muerte a un palestino, un granjero según fuentes médicas de Gaza. Ni Hamás ni sus organizaciones aliadas reivindicaron el ataque.

Diplomáticos de Hamás que se encontraban en Egipto afirmaron que su organización "está muy interesada en el alto el fuego, a pesar de los juegos de poder". Según esta fuente, las organizaciones palestinas en Gaza comprenderían que la población gazací estaría esperando un período de calma en el que poder "reconstruir sus casas y rehacer sus vidas", por lo que según esta información no estarían interesados en la reactivación del conflicto con Israel.

Tras el incidente, Hamás procedió a evacuar los edificios que alojaban las sedes gubernamentales y de seguridad de la Franja de Gaza. La Fuerza Aérea Israelí bombardeó objetivos en el sur del territorio costero, alcanzando una motocicleta y dejando dos heridos críticos en Jan Yunis. Según Al Yazira, el ejército israelí cerró los puestos fronterizos de Kerem Shalom y Karni tras el ataque, impidiendo la entrada de 185 camiones de ayuda humanitaria en el territorio costero.[79] Al Jazeera, 27 de enero de 2009. Según testigos de Deir al-Balah, en la zona central de la Franja de Gaza, tanques y excavadoras blindadas del ejército israelí entraron en territorio gazací, destruyendo huertos y pozos.

Tras estos combates, el primer ministro israelí Ehud Ólmert anunció una posible escalada de las hostilidades.[80]

Segundo día de la reactivación del conflicto: 28 de enero

La Fuerza Aérea de Israel bombardeó los túneles que comunican la Franja de Gaza y Egipto bajo la Ruta Philadelphi. Los residentes de la localidad de Rafah, próxima a la frontera con Egipto y a los túneles, comenzaron a huir de sus viviendas por miedo a posibles ataques del ejército israelí.

Según información recogida por el diario israelí Yedioth Ahronoth, algunos de los ciudadanos que volvieron a sus casas en el barrio gazací de Zeitun encontraron en sus paredes pintadas racistas antiárabes realizadas por soldados israelíes. Un portavoz del ejército israelí afirmó al respecto: "este hecho va contra el código ético de las Fuerzas de Defensa de Israel, será investigado y los responsables serán duramente castigados".[81] Sin embargo, finalmente, no se investigó la denuncia.

El enviado de Estados Unidos para Oriente Medio llegó a Jerusalén, donde se entrevistó con el primer ministro Ehud Ólmert. Éste le hizo saber las condiciones de su gobierno para lograr un alto el fuego duradero, entre las que destacaba la condición de resolver previamente la cuestión relativa al cautiverio de Gilad Shalit antes de reabrir de forma permanente los pasos fronterizos de la Franja de Gaza.[82] El líder de Hamás en el exilio, Khaled Meshaal anunció que su organización conocía las condiciones israelíes y que no las aceptaba. "Rechazamos estas condiciones israelíes", afirmó.[83]

Tercer día de la reactivación del conflicto: 29 de enero

Ghazi Hamad, miembro de Hamás, afirmó en declaraciones a Associated Press que su organización aceptaría una tregua de larga duración si Israel se comprometía a reabrir de forma permanente los pasos fronterizos de Gaza. "Queremos ser parte de la comunidad internacional", afirmó. "Creo que Hamás no está interesado ahora en aumentar el número de crisis en Gaza o en combatir al mundo", declaró. Sin embargo, Hamad no se pronunció acerca de la cuestión del soldado capturado Gilad Shalit, cuya liberación fue puesta por el gobierno israelí como condición para reabrir permanentemente los pasos fronterizos de Gaza.

Quinto día de la reactivación del conflicto: 31 de enero

Milicianos palestinos lanzaron un cohete Grad, de mayor alcance y potencia que los Qassam, desde la Franja de Gaza contra territorio israelí. Portavoces del ejército israelí y del ministerio de defensa habían advertido previamente que responderían a cada cohete lanzado sobre Israel,[84] advirtiendo incluso sobre la posibilidad de llevar a cabo una nueva ofensiva sobre Gaza de continuar el lanzamiento de cohetes contra Israel.

Sexto día de la reactivación del conflicto: 1 de febrero

Al menos cuatro cohetes Qassam y ocho piezas de mortero fueron lanzados desde Gaza hacia territorio israelí, impactando en la parte occidental del Desierto del Néguev, provocando heridas leves en dos soldados israelíes.

Por la mañana, soldados israelíes intercambiaron fuego con milicianos palestinos cerca del paso de Kissufim, sin que se reportaran víctimas. Según Al Yazira, el ataque fue llevado a cabo por las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, grupo armado vinculado a Al Fatah.

La cadena árabe Al Arabiya anunció que Hamás habría aceptado una propuesta egipcia para mantener un alto el fuego durante un período de un año. Según esta información, el paso fronterizo de Rafah entre Gaza y Egipto quedaría bajo la supervisión de la Autoridad Nacional Palestina, controlada por Al Fatah, y coordinada con Hamás. Hasta el momento ningún portavoz de la organización islamista ha confirmado o desmentido la información.

Por la noche, la Fuerza Aérea Israelí bombardeó un edificio de seguridad de Hamás en el centro de la Franja de Gaza, y lanzó dos bombas sobre los túneles que conectan Egipto y Gaza bajo la Ruta Philadelphi.

Séptimo día de la reactivación del conflicto: 2 de febrero

Un avión de la Fuerza Aérea Israelí lanzó un misil contra un coche que circulaba por las calles de Rafah. Un ocupante del vehículo murió y otros tres resultaron heridos, según fuentes médicas palestinas.

Tras el ataque aéreo israelí sobre Gaza, los milicianos palestinos lanzaron un cohete sobre Israel, que impactó en el Consejo Regional Sha'ar Hanegev sin causar víctimas ni daños de importancia.

Octavo día de la reactivación del conflicto: 3 de febrero

La Fuerza Aérea de Israel avisó a los habitantes de la localidad gazací de Rafah de que se alejaran de los túneles que comunican Gaza con Egipto, pues iban a ser bombardeados. Además de los túneles bajo la frontera, también fue bombardeado un centro de entrenamiento de las Brigadas Izzedin Al Qassam, sin que en ninguno de estos ataques se reportaran víctimas.

Noveno día de la reactivación del conflicto: 4 de febrero

Una pieza de mortero fue lanzada desde Gaza contra el territorio israelí, impactando en el Consejo Regional de Eshkol sin producir víctimas, aunque sí daños en la propiedad.

Décimo día de la reactivación del conflicto: 5 de febrero

Las Fuerzas de Defensa Israelíes mataron a un miliciano palestino que, según el ejército, se había aproximado a la frontera entre la Franja de Gaza e Israel. Horas después, los milicianos palestinos lanzaban dos cohetes desde Beit Lahiya hacia territorio israelí, que impactaron en Ascalón y en el Consejo Regional de Sha'ar Hanegev, en el Desierto del Néguev, sin causar víctimas ni daños en la propiedad.

Decimoprimer día de la reactivación del conflicto: 6 de febrero

La Fuerza Aérea de Israel bombardeó cuatro túneles bajo la Ruta Philadelphi y un almacén en el sur del territorio costero, sin causar víctimas según testigos palestinos.

Decimosegundo día de la reactivación del conflicto: 7 de febrero

Las conversaciones entre las partes bajo mediación egipcia se intensificaron, con un doble objetivo: llegar a un alto el fuego duradero que permita la normalización de la situación en el terreno, y la liberación del soldado israelí Gilad Shalit, capturado por Hamás en 2006, que podría ser liberado por sus captores a cambio de la liberación por parte de Israel de cientos de palestinos presos en cárceles Israelíes. Según la información recogida por el periódico Al-Hayat, 1.000 palestinos presos en Israel serían liberados en el intercambio por Gilad Shalit, entre ellos Marwan Barghouti, líder de Al Fatah preso en Israel desde 2002.

Decimotercer día de la reactivación del conflicto: 8 de febrero

Un Grad lanzado desde Gaza impactó en la localidad israelí de Ascalón, sin producir víctimas ni daños en la propiedad.

Decimocuarto día de la reactivación del conflicto: 9 de febrero

La Fuerza Aérea de Israel atacó dos objetivos palestinos, uno en el norte y otro el sur de la Franja de Gaza. Según testigos palestinos, el objetivo de uno de los ataques fue un puesto de la fuerza de seguridad de Hamás en Jan Yunis. En otro incidente, fuentes palestinas afirmaron que un militante de la Yihad Islámica Palestina resultó muerto cerca de Bait Hanun a causa de los disparos de tropas de tierra del ejército israelí. En un primer momento el ejército israelí mintió al negar la existencia de combates en la zona donde se produjo el incidente, aunque posteriormente, ante las envidencias, confirmó que tropas de patrulla en la zona habían abierto fuego contra un miliciano palestino, causándole la muerte.

Decimoquinto día de la reactivación del conflicto: 10 de febrero

La noche del 10 de febrero, día de elecciones legislativas en Israel, y mientras continuaban las conversaciones en Egipto para alcanzar un alto el fuego duradero, un cohete fue lanzado desde la Franja de Gaza hacia territorio israelí, que impactó en el Desierto del Néguev sin provocar víctimas ni daños en la propiedad.

Decimosexto día de la reactivación del conflicto: 11 de febrero

Un total de tres piezas de mortero lanzadas desde Gaza cayeron sobre el Desierto del Néguev el día después de las elecciones israelíes. Las tres impactaron en áreas abiertas del Consejo Regional de Eshkol, sin causar víctimas ni daños en la propiedad. Los palestinos seguían dando lucha contra el invasor.

Decimoséptimo día de la reactivación del conflicto: 12 de febrero

Un helicóptero Apache de la Fuerza Aérea de Israel bombardeó el cuartel general de los servicios de seguridad de Hamás en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza. Este edificio había sido ya atacado por el ejército israelí durante su ofensiva sobre Gaza, antes de la declaración de alto el fuego.

La policía egipcia anunció que había detenido a unas cuarenta personas sospechosas de haber contrabandeado con la Franja de Gaza. Las fuerzas de seguridad egicpias anunciaron haber requisado bienes por un importe cercano al millón de dólares, mientras que centenares de sus efectivos se desplegaron dentro y alrededor de la parte egipcia de la localidad de Rafah. El portavoz de la policía afirmó que los bienes requisados consistían fundamentalmente en comida y otros artículos.

Decimo octavo día de la reactivación del conflicto: 13 de febrero

Dos cohetes Qassam y una pieza de mortero fueron lanzados desde Gaza contra territorio israelí. Uno de ellos cayó en un área abierta en la region de Eshkol, y posteriormente el otro impactó cerca de la ciudad de Sederot.

Decimo noveno día de la reactivación del conflicto: 14 de febrero

Un ataque de la Fuerza Aérea de Israel en la localidad gazací de Jan Yunis provocó la muerte a un palestino y heridas de carácter crítico a otro.

La oficina del portavoz de las Fuerzas Armadas hebreas también afirmó que se habían bombardeado cuatro túneles bajo la frontera entre Gaza y Egipto.

Vigésimo día de la reactivación del conflicto: 15 de febrero

Miembros de las Fuerzas Armadas de Israel neutralizaron otro artefacto explosivo localizado en la frontera entre Israel y Gaza cerca del Paso de Kissufim. Este artefacto sería el segundo en dos días colocado por milicianos palestinos, con el objetivo de atacar a los miembros del ejército israelí que se encontraban patrullando en la frontera con Gaza.

Vigésimo primer día de la reactivación del conflicto: 16 de febrero

La Fuerza Aérea de Israel atacó tres túneles de la Franja de Gaza que discurren bajo la Ruta Philadelphi, sin que se reportaran víctimas.

Vigésimo tercer día de la reactivación del conflicto: 18 de febrero

El Gobierno de Israel presidido por Ehud Ólmert anunció su rechazo a la propuesta egipcia para alcanzar un alto el fuego, que había sido aceptado previamente por Hamás, mientras la organización islamista no liberase previamente al soldado Gilad Shalit. El primer ministro Ólmert declaró: "negociaremos la liberación de Shalit, y sólo después estaremos dispuestos a discutir sobre los pasos de Gaza y la reconstrucción de la Franja [de Gaza]". Tras estas declaraciones, el líder de Hamás en el exilio, Khaled Meshaal declaró: "no habrá tregua mientras los pasos fronterizos no se abran".

Amos Gilad, el enviado del ministro de Defensa israelí para las negociaciones con los mediadores egipcios, afirmó en informaciones recogidas por el diario Ma'ariv: "no entiendo que estamos intentando hacer. ¿Insultar a los egipcios? Ya lo hemos hecho. Esto es una locura." Tras estas declaraciones, el primer ministro Ólmert llamó a Gilad y al ministro de Defensa Ehud Barak para reprenderles por sus comentarios, según información recogida por Jerusalem Post.

El ejército israelí bombardeó siete túneles bajo la frontera Israel-Gaza y un puesto de Hamás cerca de Jan Yunis. Testigos palestinos afirmaron que una mezquita cercana al puesto de Hamás fue demolida como consecuencia del bombardeo.

Vigésimo cuarto día de la reactivación del conflicto: 19 de febrero

Por la mañana, miembros del ejército israelí abrieron fuego contra un miliciano palestino cerca del paso de Kerem Shalom. El miliciano resultó herido leve, y fue evacuado al hospital Soroka de Beer Sheva, y posteriormente fue trasladado para ser interrogado y torturado.

A lo largo del día, la Fuerza Aérea de Israel bombardeó seis de los túneles que transcurren bajo la Ruta Philadelphi, en el sur de la Franja de Gaza.

Tres Qassam y una pieza de mortero fueron lanzados desde Gaza contra territorio israelí; uno de los cohetes cayó dentro de Gaza, otros dos lo hicieron en el Consejo Regional de Eshkol, y la pieza de mortero impactó en un área abierta del Consejo Regional de Sdot Néguev, sin causar víctimas ni daños en la propiedad. Tras los bombardeos de la Fuerza Aérea hebrea, otro tres cohetes fueron lanzados contra Israel: un Qassam cayó en un área abierta del Consejo Regional de Sha'ar Hanegev, y dos Grad impactaron cerca de Netivot; ninguno de ellos causó daños ni víctimas.

Vigésimo quinto día de la reactivación del conflicto: 20 de febrero

Milicianos palestinos lanzaron desde Gaza una decena de piezas de mortero contra miembros del ejército israelí cerca del paso de Kissufim, después de que estos disparasen contra un miliciano palestino que se había acercado a la verja fronteriza.

Vigésimo sexto día de la reactivación del conflicto: 21 de febrero

El ejército israelí lanzó seis piezas de artillería contra el sur del Líbano.

Consecuencias

(Artículos relacionados: Consecuencias de la masacre de Gaza)

Víctimas

Según el Gobierno de Hamás en la Franja de Gaza

Según el Ministerio de Sanidad de Hamás en Gaza, desde el inicio de los bombardeos el 27 de diciembre de 2008 hasta el 29 de enero de 2009 murieron 1.414 palestinos. De ellos, 430 eran niños, 111 eran mujeres, 97 eran ancianos y 13 eran miembros del personal médico de Gaza.

Las mismas fuentes informaron de un total de 5.380 heridos, entre los que habría 1.870 niños, 800 mujeres y 22 miembros del personal médico de la Franja.[85][86]

Según el Centro Palestino para los Derechos Humanos

El Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR en inglés) publicó el 19 de marzo de 2009 un informe sobre el número de palestinos fallecidos durante el conflicto. En dicho informe se cifró en 1.417 el total de palestinos muertos entre el 27 de diciembre y el 18 de enero; de ellos 926 serían civiles (313 de ellos, niños y 116, mujeres); 255 serían oficiales de la policía civil de Gaza y los 236 muertos restantes serían milicianos miembros de las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam, Yihad Islámica y otros grupos armados palestinos. La lista completa con los nombres de los fallecidos puede consultarse[87].

Crisis humanitaria en Gaza

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitario de la ONU afirma que la crisis humanitaria de la Franja de Gaza es significativa y no debe ser subestimada.[88] La ONU afirma que la situación es una "crisis contra la dignidad humana que dura ya 18 meses" en la franja de Gaza, conllevando "una destrucción masiva del medio de vida y un significativo deterioro de las infraestructuras y servicios básicos". El miedo y el pánico son generalizados; el 80 por cien de la población no puede subsistir por sí misma y dependen de la ayuda humanitaria.

Sin embargo, la ministra israelí de Asuntos Exteriores Tzipi Livni ha afirmado cínicamente que no existe tal crisis humanitaria en Gaza,[89] y que la situación humanitaria en Gaza es "enteramente como debería ser". El líder de la Liga Árabe, Amr Moussa, criticó a Livni por estas declaraciones y también al Consejo de seguridad de la ONU por no responder más rápidamente a esta crisis. La Comisión Europea informó el 5 de enero que "todavía persisten las dificultades" para entregar ayuda humanitaria en la Franja debido al cierre de los pasos fronterizos, e instó de nuevo a las autoridades israelíes a "garantizar un espacio humanitario" que permitiese su entrada.

El coordinador de la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA), John Holmes, informó que la tregua supone un movimiento significativo aunque "es simple y llanamente insuficiente para que nosotros llevemos a cabo nuestro trabajo". Añadió que el mayor problema aparte de la distribución de alimentos "es atender a los palestinos de los alrededores de Gaza. La Cruz Roja Internacional ha manifestado que la gente está muriendo debido a que las ambulancias no pueden llegar a tiempo a atender a los heridos ni trasladarles al hospital".[90]

Refugio

"Toda la población civil" en Gaza permanece vulnerable. Hay una sensación de "pánico, miedo y angustia" a lo largo de toda la franja. Civiles han implementado un toque de queda autoimpuesto dado que no existen sistemas públicos de aviso o refugios efectivos. Hay gente evacuando sus casas y permaneciendo en las calles durante largas horas, expuestos a mayor peligro o permaneciendo con familiares.[91] Los civiles se enfrentan a inseguridades mientras se reabastecen de artículos básicos de alimentación, agua y gas para cocinar. La mayoría de las familias se amontonan en una o dos habitaciones que consideran las más seguras de la casa, sin electricidad y apenas agua corriente.

La Media Luna Roja Palestina estima que miles de hogares han sido dañados y comienza a ser "crecientemente difícil" para sus residentes permanecer en ellos debido al frío. La UNRWA ha preparado sus escuelas para actuar como refugio temporal para los desplazados. El 1 de enero, aproximadamente 400 personas pasaban la noche en refugios de emergencia de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo.[92] Como denunciaron tanto la Save the Children Alliance como el Al Mezan Center for Human Rights, antes de la operación terrestre del ejército israelí, más de 13.000 personas (2.000 familias) habían sido desplazadas en la franja. La mayoría de esas familias buscan refugio con sus familiares, mientras que 1.200 personas permanecen en los refugios temporales proporcionados por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo.

Combustible y electricidad

La única central eléctrica en Gaza no está operativa debido a la falta de combustible industrial y piezas de recambio. El día 1 de enero los cortes de electricidad duran 16 horas al día. Debido al daño provocado por los ataques aéreos algunas líneas eléctricas han sido cortadas dejando algunas áreas sin electricidad ninguna. Además, debido a los daños provocados por los ataques aéreos a 15 transformadores eléctricos 250.000 personas en el norte y centro de Gaza no disponen tampoco de electricidad. El día 1 de enero, una línea de 5MW de Egipto a Rafah fue dañada, extendiendo los cortes de luz a Rafah, que solía tener suministro continuo. Tampoco hay suministro de combustible para calefacción y cocina, la mayoría de las 240 estaciones de la ciudad de Gaza han cerrado.

El día 4 de enero, hay un apagón casi total en la ciudad de Gaza, el norte de Gaza, el área Media y Jan Yunis. La mayoría de la red telefónica (90%), incluyendo líneas terrestres y antenas para móviles no funcionan debido a los cortes de suministro y el agotamiento de los generadores de respaldo.[93]

Agua

Desde el 5 de noviembre del 2008 existe una escasez de cloro para el tratamiento de agua, incrementándose el riesgo de epidemias por enfermedades. El 27 de noviembre, los ataques aéreos israelíes dañaron masivamente dos pozos de agua, dejando una población de 30.000 palestinos sin agua. Desde el miércoles 31 de diciembre, el alcantarillado y los sistemas de agua en Beit Hanoun fueron alcanzados en 5 sitios distintos causando un daño considerable en la tubería principal del alcantarillado, provocando que las aguas residuales viertan a las calles. El 2 de enero, ataques aéreos en el área de Al Mughraga dañaron la mayor tubería de agua potable, dejando sin suministro a 30.000 personas en el Campo de Nuseirat.[94] La ONU resume la situación a 2 de enero diciendo que 250.000 personas en la Ciudad de Gaza y el norte de Gaza no tienen agua potable; siete pozos han sido seriamente dañados y no pueden ser reparados a causa de los bombardeos.

A día 4 de enero, y según afirma la compañía de aguas de Gaza (CMWU) en los informes de la ONU, el 70 por ciento del millón y medio de habitantes de la franja de Gaza no tienen acceso a agua. La CMWU teme también que el bombardeo continuado cerca de las piscinas del sistema de alcantarillado de Beit Lahiya cause un desbordamiento masivo. Además de las áreas agrícolas colindantes, hasta 15.000 personas están directamente en peligro. El 5 de enero la ONU advirtió que hasta un 70 por ciento de la población en la Franja carece de agua corriente, no hay suministro eléctrico y los hospitales dependen de los generadores, cuyas reservas de combustible son cada vez menores. El subdirector de la compañía de aguas de Gaza advirtió que el sistema de alcantarillado y suministro de agua se está derrumbando. Un tercio de los pozos de la franja no funcionan debido a la falta de electricidad o daños sufridos por las tuberías, y otro tercio opera parcialmente y tendrá que ser cerrado si no llegan suministros de combustible y electricidad.[95]

Salud

Debilitados por los dieciocho meses de bloqueo de la Franja de Gaza, a 31 de diciembre el almacén central de medicamentos estimó que ciento cinco fármacos y doscientos cincuenta y cinco suministros médicos de la lista de medicamentos y suministros básicos se habían terminado, y aproximadamente un veinte por ciento de las ambulancias estaban inmovilizadas debido a la falta de piezas de recambio. Las ambulancias además están sufriendo dificultades para llegar a los heridos a causa de los bombardeos continuados. Los hospitales sufren también una severa escasez de gas para cocinar. Debido a esta escasez, el Programa Mundial de Alimentos distribuyó carne enlatada y galletas energéticas. Como resultado de las carencias, docenas de árabes de Gaza fueron tratados en el Hospital Barzilai de Ashkelon, mientras otros cruzan a Egipto desde Gaza en busca de tratamiento. De acuerdo con la OMS, al menos mil aparatos médicos se han averiado y no pueden repararse por el bloqueo. En el octavo día de la guerra, esta carencia de equipamiento y piezas de recambio era todavía un "desafío principal" pero el Ministro de Salud afirmó que "mientras que las condiciones en los hospitales son extremadamente precarias, la situación se ha estabilizado debido al gran volumen de suministros médicos recibidos".

A día 4 de enero, todos los hospitales de la ciudad de Gaza estuvieron sin electricidad durante 48 horas, dependiendo por completo de generadores de respaldo. Los hospitales advertían que los generadores estaban próximos a venirse abajo.[96] El 4 de enero, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo tuvo que cerrar cuatro de sus dieciocho centros de salud debido a las hostilidades en sus proximidades. Por segundo día consecutivo, las autoridades israelíes se negaron a permitir la entrada de un equipo de emergencia del Comité Internacional de la Cruz Roja en ayuda del personal de Shifa. El gobierno suizo protestó "la negativa de las autoridades israelíes al acceso a Gaza por parte de los equipos de emergencia médica del Comité Internacional de la Cruz Roja".[97][98][99]

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) alertó de la necesidad de suministros médicos de Gaza: sangre, medicamentos y bolsas para cadáveres. Además un grupo de cirujanos especializados del CICR, que solicitó la entrada en Gaza antes de la invasión por tierra israelí, no pudo entrar en la Franja, debido a que el paso de Erez continuaba cerrado.

Dinero en efectivo

El shekel israelí es una moneda ampliamente utilizada en la franja de Gaza, y el territorio necesita como mínimo 400 millones de shqalim (plural de nuevo shéquel), unos 100 millones de dólares americanos, cada mes en moneda nueva para reemplazar los billetes envejecidos y para pagar salarios. El corte en la entrada de billetes en Gaza obstaculiza un gran número de programas humanitarios de la UNRWA. Tras nueve días de ataques todavía no ha entrado dinero en efectivo en Gaza y se necesita con urgencia, incluyendo el necesario para el programa de distribución de la UNRWA del que dependen 94.000 beneficiarios, así como su programa de "dinero en efectivo por trabajo".

Reacciones de la comunidad internacional

(Artículo principal: Reacción internacional a la masacre de Gaza)

Tras el inicio de los bombardeos el 27 de diciembre de 2008, la comunidad internacional reaccionó de forma diversa a la operación del ejército israelí. La mayor parte de países y organizaciones internacionales criticaron la desproporción en la respuesta del ejército israelí, así como el alto número de víctimas civiles palestinas producidas en la ofensiva. Sin embargo, los aliados de Israel, como Estados Unidos y otros que favorecen el sionismo, responsabilizaron completamente de la ofensiva a Hamás, mientras que otros países como Siria, Irán y la organización chií Hezbolá mostraron su apoyo a la organización islamista.

Entidades implicadas directamente

  • Israel: El El estado genocida de Israel, por intermedio de su ministra Tzipi Livni, defendió completamente la masacre llevada a cabo contra la población civil de la Franja de Gaza.
  • Autoridad Nacional Palestina: el presidente de la Autoridad Nacional Palestina Mahmud Abbas condenó los ataques y pidió la intervención internacional para detenerlos inmediatamente. Yasser Abed Rabbo, dirigente de Al Fatah calificó los ataques como "barbarie".
  • Hamás: Ismail Haniye, El Primer Ministro de Hamás en la Franja de Gaza, calificó de "horrible masacre" a los bombardeos israelíes.[100] El portavoz de Hamás, Fawzi Barhoum, por su parte declaró que "Hamás continuará la resistencia hasta la última gota de sangre". El líder de Hamás en el exilio, Khaled Meshaal, realizó el 28 de diciembre un llamamiento a los palestinos a una nueva intifada contra Israel.[101]
  • Egipto: el Gobierno de Egipto condenó el ataque llevado a cabo por Israel, y afirmó su intención de continuar mediando entre las partes para lograr "una atmósfera que conduzca a un período de calma y reconciliación entre los grupos palestinos".

Organizaciones internacionales

  • Liga Árabe: el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, pidió el 31 de diciembre la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU para frenar la agresión israelí en la Franja de Gaza.[102]
  • Unión Europea: el Jefe de la diplomacia de la Unión Europea Javier Solana expresó su preocupación por el ataque sobre Gaza, solicitando un alto el fuego inmediato. Por su parte, el presidente de turno de la Unión Europea Nicolas Sarkozy condenó el "uso desproporcionado de la fuerza". El día 30, los ministros de asuntos exteriores de la Unión Europea solicitaron un "alto el fuego inmediato" con el objetivo de lograr "una tregua humanitaria inmediata" de 24 o 48 horas, que detuviera los bombardeos durante este período para permitir el acceso a la ayuda humanitaria a la población civil palestina.[103][104]
  • Naciones Unidas: el mismo día 27 de diciembre, Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, aseguró estar "profundamente alarmado" por la "dura violencia y el derramamiento de sangre en Gaza". Y reiteró la obligación de Israel de "respetar los derechos humanos y el derecho humanitario internacional". El 29 de diciembre, el secretario general ofreció una rueda de prensa extraordinaria en la que condenó el "exceso de fuerza" llevado a cabo por el ejército israelí, y afirmó que "Israel debe mantener abiertos los cruces de fronteras para que pueda entrar la ayuda, y me han garantizado que así lo harán".[105]

Organizaciones no gubernamentales

  • Amnistía Internacional: la organización manifestó que "un uso tan desproporcionado de la fuerza por parte de Israel es completamente ilegal y corre el riesgo de provocar nuevos focos de violencia en toda la región". Advirtieron que dicha escalada de violencia "llega en un momento en que la población civil ya se enfrenta a una lucha diaria por la supervivencia, debido al bloqueo israelí, que incluso ha impedido la entrada de alimentos y medicinas en Gaza" Y conminaron a la comunidad internacional a intervenir cuanto antes "para garantizar que los civiles atrapados en la violencia sean protegidos y que el bloqueo en Gaza sea levantado".
  • Intermón Oxfam: la portavoz Lara Contreras advirtió que "la comunidad internacional no debe quedarse al margen ni permitir que Israel siga violando el Derecho Internacional Humanitario atacando de forma desproporcionada a la población de Gaza". Oxfam ha señalado que "Cientos de miles de personas" dependen en Gaza las agencias de ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades básicas: agua potable, alimentos y servicios sanitarios. "Gaza ha estado aislada del mundo durante 19 meses y la población se encuentra al límite", afirmó.[106]
Criminales de guerra: Ehud Barak, Tzipi Livni y Ehud Ólmert

Artículo de opinión

Las agencias humanitarias detallan la devastación social en Gaza

(por Jean Shaoul, La Haine - España)


El informe publicado por 16 agencias humanitarias, describe un panorama terrorífico de la creciente crisis humanitaria en Gaza. El bloqueo israelí de dos años y medio de duración y sus 22 días de ataques militares en 2008-09 se han cobrado un terrible peaje.

Tras los 60 años de opresión vividos desde la apresurada finalización del Mandato [británico] de Palestina en 1948, y los cierres y restricciones impuestos a partir de la segunda Intifada en septiembre de 2000, la situación sólo puede calificarse de catastrófica para el millón y medio de habitantes de Gaza. Sólo se permite el paso de alimentos y medicinas básicos, en cantidades que sólo llegan a un tercio de lo que era habitual antes. Israel normalmente sólo autoriza la entrada de 35 tipos de productos, frente a los 4.0000 que se importaban antes del bloqueo. Al no existir una lista oficial de los productos permitidos, los autorizados se ven sometidos a continuos cambios. Son escasos los bienes y las personas a las que se permite abandonar Gaza. Las medidas de Israel han hundido las exportaciones y la economía de Gaza.

Los bombardeos destruyeron o dañaron gravemente más de 700 empresas privadas, con un coste de 139 millones de dólares. Al sumarse al colapso del 98 por ciento de las actividades industriales debido al bloqueo, ha aumentado la tasa oficial de paro en más del 40 por ciento y ha sumido en la pobreza a muchas más familias. Ya en mayo de 2008, el 70 por ciento de los hogares vivía con menos de un dólar diario.

Los tanques israelíes y los vehículos blindados arrasaron el 17 por ciento de las tierras de cultivo de Gaza: huertos, campos, invernaderos y sistemas de riego quedaron pulverizados. Gaza podía producir 400.000 toneladas al día, de los cuales un tercio eran frutas y verduras para la exportación a Europa y para proveer una cuarta parte de las necesidades alimentarias de su población. Ahora estas dos fuentes de ingresos han desaparecido, y Gaza depende cada vez más de los víveres procedentes de Israel, que antes del bloqueo en 2007 suponían un 17 por ciento y ahora alcanzan el 74%.

El pasado mes de mayo, en una medida de la que no se ha informado suficientemente, Israel eliminó, según estimaciones, la producción del 46 por ciento de las tierras cultivables, cuando los aviones israelíes lanzaron octavillas en la que se decía que los israelíes imponían una zona de seguridad en el interior de la frontera de Gaza, lo que suponía unos 300 metros de zona de nadie. En realidad, la zona de seguridad se extendía entre uno y tres kilómetros del territorio de la franja. Y ello, a pesar de que se había dejado de lanzar cohetes desde Gaza hacia las ciudades y pueblos del sur de Israel. Esta medida unilateral dejaba incultivable, de hecho, una superficie equivalente a una cuarta o tercera parte de las tierras agrícolas de Gaza, y muchos agricultores perdieron su medio de subsistencia.

Israel ha impedido el paso de excavadoras y materiales y maquinaria de construcción, lo que ha imposibilitado reparar los daños ocasionados, estimados entre 660 y 890 millones de dólares, e incluso retirar las 600.000 toneladas de escombros. Un trabajo que requeriría 200.000 jornadas de trabajo. Cemento, grava, tuberías, cristales, acero, aluminio y alquitrán, así como piezas de recambio para las escasas maquinarias de construcción y excavadoras que quedan, son absolutamente necesarios, pero este año han entrado en Gaza sólo 41 camiones con materiales de construcción.

Los suministros que llegan a pesar de todo, lo son de contrabando a través de la red de túneles entre la frontera meridional de Gaza con Egipto, con un terrible coste tanto económico como humano por el peligro que suponen las bandas criminales y de delincuencia organizada que controlan los túneles.

Imposibilitados por Israel para rehacer sus vidas, la situación hoy es todavía peor que hace un año. El ataque israelí contra Gaza destruyó más 15.000 viviendas, y desplazó a 100.000 palestinos. En julio de 2009 todavía quedaban 20.000 personas sin hogar, viviendo con parientes o, en algunos casos, en tiendas de campaña. La Agencia de la ONU para los refugiados palestinos se ha visto obligada a formar obreros para la fabricación de ladrillos de barro para la construcción de chozas- un retroceso a la situación que se mantuvo durante décadas tras la guerra de 1948 que ocasionó el desplazamiento de más de 700.000 palestinos.

Israel ocasionó graves daños en el abastecimiento de electricidad en Gaza que ya se encontraba al borde del colapso. Se bombardearon transformadores, torres de conducción eléctrica, cables y subestaciones eléctricas. La principal estación de suministro se vio obligada a cerrar durante diez días por falta del combustible procedente de Israel, y la destrucción de la mayoría de las redes que llevaban la electricidad desde Israel y Egipto, lo que produjo una reducción masiva del 75 por ciento del suministro eléctrico- más de la mitad de los habitantes de Gaza- un millón de personas- se vieron privados de electricidad durante el ataque y medio millón no dispusieron de agua corriente, mientras las aguas residuales corrían por las calles.

Un año después, el 10 por ciento de la población sigue si electricidad, y el 90 por ciento tienen suministro con cortes de entre cuatro y ocho horas diarias. Hoy mismo, la electricidad es insuficiente para tratar las aguas residuales. El bloqueo de Israel impide el suministro de piezas de recambio imprescindibles y limita el abastecimiento de gasóleo a 2,2 millones de litros semanales cuando se necesitan 3,5 millones. Más aún, las continuas conexiones y desconexiones de las plantas eléctricas- diseñadas para funcionar de forma ininterrumpida- estropean sus mecanismos.

A los pescadores de Gaza se les impide pescar más allá de tres millas náuticas desde la costa, lo que limita sus capturas, y causa más empobrecimiento y malnutrición, mientras los 80 millones de litros de aguas residuales parcialmente tratadas que se vierten diariamente al mar contaminan las aguas y envenenan las reservas de pesca.

Las bombas y cohetes de Israel han destruido también la red de suministro de agua: los principales depósitos de almacenamiento y 30 kilómetros de la red de tubería quedaron dañados o totalmente destruidos, aunque desde entonces se han reparado 21 kilómetros, y nueve pozos, más de 6.000 depósitos caseros situados en las azoteas y 840 conexiones a viviendas. Pero como no ha sido posible la reconstrucción, y el suministro eléctrico es tan intermitente, 8.000 personas siguen sin acceso a tuberías de agua, el 90-95 por ciento de esa agua no cumple con las condiciones de salubridad de la Organización Mundial de la Salud, y los altos niveles de nitratos ponen en peligro de envenenamiento a los bebés recién nacidos. La mala calidad del agua está produciendo crecientes problemas sanitarios. La diarrea, una enfermedad fácilmente evitable, es responsable del 12 por ciento de las muertes de los menores en Gaza.

La falta de presión de las tuberías ocasiona que las aguas contaminadas del entorno puedan entrar en las tuberías y llegar a los consumidores cuando se restablece el suministro. Las agencias humanitarias advierten de que con las extracciones de agua cada vez mayores, que superan las recargas naturales, el agua marina se introduce en los acuíferos y causa su salinización. Centenares de miles de personas se ven obligadas a comprar agua embotellada transportada privadamente- a un elevado coste- y decenas de miles dependen del agua potable que les proporcionan las agencias humanitarias.

La destrucción o los graves daños sufridos por casi la mitad del sistema de salud: hospitales, centros de atención primaria y ambulancias, han empeorado las condiciones sanitarias. Incluso donde ha sido posible repararlos, los cortes de suministro eléctrico imponen intolerables restricciones, que obligan a depender de tratamientos médicos en el exterior. La incontinencia nocturna y las pesadillas son ahora endémicas entre los niños.

Los israelíes siguen negando la salida de Gaza incluso a enfermos graves para su tratamiento en Cisjordania, Jerusalén oriental, Jordania o Israel. Durante los seis primeros meses inmediatos a la invasión militar, sólo se permitió abandonar Gaza, a través del puesto fronterizo de Erez, al 51 por ciento de los enfermos que solicitaron seguir su tratamiento médico fuera. Más de un tercio de las solicitudes se demoraron y el 73 por ciento de ellos sufrieron retrasos de más de siete días. Muchos de los enfermos murieron mientras esperaban la autorización.

El bloqueo y el ataque bélico destruyó 18 escuelas y dañó al menos otras 288. Las consecuencias han sido que el 82 por ciento de las escuelas públicas y el 88 por ciento de las de la ONU han tenido que establecer dos turnos diarios, y algunas, incluso tres. Sólo 640 escuelas proporcionan enseñanza a 440.000 estudiantes y se necesitan con urgencia 105 nuevas escuelas.

La mitad de la población de Gaza es menor de 18 años, de ahí que el impacto de la agresión en los niños haya sido desastroso. Durante el año académico 2008-09, 14.000 niños- el 6,7% de los escolarizados en centros de la UNRWA (Agencia de la ONU para los refugiados)- suspendieron todas las asignaturas. Sin embargo, en otra época, los palestinos eran las personas con mejor educación de Oriente Próximo. Una evaluación exhaustiva de la situación ha revelado que muchos de quienes suspendieron estaban desnutridos y padecían anemia.

Referencias

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  17. Abbas pide luz para Gaza
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