Shulamith Firestone

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Shulamith Firestone

Shulamith Firestone nacida como Shulamith Bath Shmuel Ben Ari Feuerstein (Otawa, Canadá, 7 de enero de 1945 - Nueva York, 28 de agosto de 2012)​, fue una escritora feminista y marxista canadiense-estadounidense de origen judío, figura importante en la historia del feminismo radical y de la segunda ola del feminismo. Fue cofundadora de los tres grupos feministas radicales de Nueva York: New York Radical Women, Redstockings y New York Radical Feminists. Es considerada como una de las fundadoras del feminismo radical, reformulando el feminismo como un proyecto radical en el sentido marxista, es decir: "apuntar a la raíz misma de la opresión".

Es conocida por su libro: La dialéctica del sexo: el caso de la revolución feminista, publicado cuando tenía 25 años, en septiembre de 1970, convertido en un influyente libro en la subversión feminista. Firestone, al igual que las demás feministas judías, extendió las teorías marxistas de opresión de clase para elaborar un discurso radical de la "opresión de las mujeres", argumentando que la inequidad sexual surge de la carga de la maternidad, que se transfiere a las mujeres por pura casualidad biológica. El libro, fue traducido a varios idiomas y situó a Firestone a la vanguardia de las feministas de la segunda ola, junto a Betty Friedan, Kate Millett y Germaine Greer, todas judías.

La dialéctica del sexo

Firestone sintetizó en su obra las ideas del judío Sigmund Freud, el judío Wilhelm Reich, el judío Karl Marx, de Friedrich Engels y Simone de Beauvoir en una teoría feminista radical de la política. También reconoció la influencia de Too Many Americans (1964) de Lincoln H. y Alice T. Day y el best-seller de 1968 The Population Bomb por Paul R. Ehrlich.

En 1970 publicó en inglés su obra clave: La dialéctica del sexo: en defensa de la revolución feminista[1] en la que modificó el análisis de la lucha de clases realizado por Friedrich Engels, indicando que era necesaria una revolución de las "clases sexuales":

Para garantizar la eliminación de las clases sexuales, es necesario que la clase oprimida (las mujeres) se rebele y tome el control de la función reproductiva: … por esto el objetivo final de la revolución feminista debe ser distinto del objetivo del primer movimiento feminista: no exclusivamente la eliminación del privilegio masculino, sino de la misma distinción entre los sexos; las diferencias genitales entre seres humanos no tendrán ya ninguna importancia.

"La revolución de las mujeres para controlar los medios de reproducción es paralela a la revolución del proletariado para controlar los medios de producción, y hoy es técnicamente posible: la píldora, el aborto, la reproducción asistida, etcétera". Por ello es que el feminismo se interesa tanto en presentar al aborto como un "derecho de la mujer", no por que se interesen realmente en las mujeres, sino porque es uno de los métodos en los que la "clase sexual oprimida" puede controlar "los medios de reproducción" y así, entre otras cosas, diezmar la natalidad de la civilización blanca occidental.

Firestone argumentó en su libro que la sociedad moderna no podría lograr una verdadera igualdad de género hasta que los rasgos biológicos de las mujeres fueran separados de su identidad de género. Firestone consideraba que Freud y Marx habían ignorado lo que ella llamaba la "clase de sexo", la dominación de las mujeres por los hombres debido a su biología. La desigualdad de género se origina, según ella, en las estructuras sociales patriarcales impuestas a las mujeres debido a sus cuerpos, señalaba, particularmente las desventajas físicas, sociales y psicológicas causadas por el embarazo, el parto y la crianza de los hijos. Ser humano es superar a la naturaleza, argumentó ella: "ya no podemos justificar el mantenimiento de un sistema discriminatorio de clase sexual sobre la base de su origen en la naturaleza". La abolición de la clase sexual requiere que las mujeres tomen el control de los medios de reproducción.​ Consideraba que el embarazo y el parto eran "bárbaros" (un amigo suyo comparó el trabajo de parto con "cagar una calabaza") y la familia nuclear como una fuente clave de la opresión de las mujeres. La anticoncepción, la fertilización in vitro y otros avances significaron que el sexo algún día se separaría del embarazo y la crianza de los hijos, y las mujeres podrían ser libres. Anticipó que grupos de personas en el futuro se reunirían voluntariamente para criar niños sin recurrir a relaciones permanentes entre hombres y mujeres y sin la idea de que ciertos niños "pertenecen" a una pareja.

Firestone buscó desarrollar una visión materialista de la historia basada en el sexo. Defiende un "nuevo materialismo histórico", que ella define como:

aquella concepción del curso histórico que busca la causa última y la gran fuerza motriz de todos los acontecimientos en la dialéctica del sexo: en la división de la sociedad en dos clases biológicas diferenciadas con fines reproductivos, y en los conflictos de dichas clases entre sí; en las variaciones habidas en los sistemas de matrimonio, reproducción y educación de los hijos creadas por dichos conflictos; en desarrollo combinado de otras clases físicamente diferenciadas (castas); en la prístina división del trabajo basada en el sexo, que evolucionó hacia un sistema (económico, cultural) de clases.

Para Firestone que sigue al judío marxista Herbert Marcuse, la familia es la causa de la existencia del tabú del incesto, el auténtico origen de la represión sexual percibida por el niño desde la infancia. Bastará por tanto con eliminar la familia biológica para eliminar el tabú del incesto y, en consecuencia, desinhibir los instintos reprimidos, o las pulsiones básicas del placer que oprimen a los individuos y a la sociedad. Llegaríamos así a la sociedad del Eros, presidida por el principio de placer.

Pedofilia institucionalizada

Firestone explica que el proceso de destrucción de la familia no se puede dar de un momento a otro, sino que conlleva cambios paulatinos (Ventana Overton), y que involucran la pedofilia. Firestone los describe de esta forma:

Después de muchas generaciones de vida no-familiar, nuestras estructuras psicosexuales podrán alterarse tan radicalmente que la pareja monógama se volvería obsoleta. Sólo podemos adivinar lo que podría reemplazarla: ¿quizás matrimonios por grupos, grupos maritales transexuales los cuales también involucran niños mayores? No lo sabemos.[2]

El proyecto de Firestone, que busca abolir el concepto de infancia, abolir el tabú del incesto y reivindicar los "derechos sexuales de los niños", es lograr una sociedad marxista donde la familia sea reemplazada por household, una especie de hogar formado por personas que no guardan vínculo sanguíneo. Aquí, después de "unas pocas generaciones", se logrará que "las relaciones entre personas de edades muy dispares se conviertan en algo común".[3]

Según ella existe un paralelismo entre el mito de la infancia y el mito de la feminidad. La infancia también es una "construcción cultural", y de la misma manera que debe producirse una emancipación de la mujer, debe también producirse una emancipación sexual de la infancia. Ella repudia de la cultura de protección y cuidado de los niños, y entiende que el programa del feminismo radical debe conseguir la emancipación sexual de la infancia, en otras palabras, la legalización del sexo entre niños y adultos.

si el niño puede elegir relacionarse sexualmente con los adultos, incluso si él debe escoger su propia madre genética, no habría razones a priori para que ella rechace sus insinuaciones sexuales, debido a que el tabú del incesto habría perdido su función. (…) Las relaciones con niños incluirían tanto sexo genital como el niño sea capaz de recibir -probablemente considerablemente más de lo que ahora creemos-, porque el sexo genital ya no sería el foco central de la relación, pues la falta de orgasmo no presentaría un problema grave. El tabú de las relaciones adulto/niño y homosexuales desaparecerían.[4]

Sin embargo, y pretendiendo moderarse, Firestone dice que las relaciones pedófilas tendrían dos límites: por un lado, el límite del consentimiento del niño, y el límite corporal por el otro. De modo que si un hombre adulto desea tener relaciones sexuales con una niña o niño de cuatro años por ejemplo, sólo debe lograr su consentimiento y comprobar que las dimensiones de su vagina o ano sean penetrables. La falacia que usa Firestone para legitimar la pedofilia es muy evidente: pone par a par la capacidad de elección de un niño respecto de la de un adulto, como si ambos dispusieran de mismas cuotas de poder.

Referencias

  1. Shulamith Firestone, La dialéctica del sexo: en defensa de la revolución feminista, (1era ed. en Español es de 1976) - editorial Kairos, ISBN 8472450791 [1]
  2. Firestone, Shulamith. The dialectic of sex. The case feminist revolution. New York, Bantam Book, 1971, p. 229.
  3. Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 233
  4. Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 240

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