Sindicatos Libres

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Emblema de Sindicatos Libres.

La Unión de Sindicatos Libres fue una organización sindical obrera creada en Barcelona en 1919. Nació como una iniciativa de los círculos carlistas para rivalizar con la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), una organización anarquista que imponía el terror como arma de combate.

Historia

Presidentes de Sindicatos Libres.

Orígenes

Los Sindicatos Libres nacieron el 10 de octubre de 1919, en la sede del Ateneo Obrero Legitimista de Barcelona, uno de los tantos círculos carlistas catalanes de la época. Los creadores fueron Juan Laguía Lliteras y Ramón Sales, y contaron con el padrinazgo de Miguel Junyent, Salvador Anglada y Pedro Roma. La organización reunía principalmente a trabajadores del área de comercio. Sus estatutos estuvieron elaborados por el periodista Francisco Aizcorbe, redactor de El Correo Catalán. Entre sus primeros dirigentes se encontraban José Bru Jardí, Estanislao Rico, Domingo Farell, Ceferino Tarragó, Ignacio Jubert, José Martí Arbonés, Feliciano Baratech y Mariano Puyuelo.

Lucha sindical

En su etapa inicial, es decir desde su fundación en octubre de 1919 hasta octubre de 1920, los Sindicatos Libres reclutaron fundamentalmente a los carlistas obreros de Cataluña, al tiempo que sufrían atentados por parte de la CNT, que empezó una cruenta campaña para asesinar a dirigentes libres como represalia por intentar dividir al movimiento sindical.

Con el ascenso del General Severiano Martínez Anido a la gobernación civil de Barcelona en noviembre de 1920, el sindicalismo de izquierdas comenzó a retroceder en Cataluña. Con la idea de aniquilar al pistolerismo anarquista, Martínez Anido elaboró una doble estrategia que consistía, por un lado, en fomentar la migración de los obreros de los sindicatos izquierdistas a las filas de los Sindicatos Libres, y, por el otro lado, en reprimir de manera fulminante a los subversivos. Hasta ese entonces los liberales habían intentado negociar civilizadamente con el sindicalismo anarquista, comunista y socialista sin conseguir los resultados esperados.

Con la salida del gobierno de Martínez Anido en octubre de 1922 el crecimiento de los Sindicatos Libres se detuvo. A partir de ese momento se reorganizaron y comenzaron a actuar en contra de la patronal, defendiendo a sus afiliados de los abusos en el ámbito laboral.

La independencia de los Sindicatos Libres les impidió aproximarse a la mayoría de los sindicatos católicos, los cuales estaban controlados por los propios empresarios a los que debían enfrentarse. No obstante encontraron en los sindicatos vascos y navarros apadrinados por el fraile dominico José Gafo a organizaciones con una ideología similar a la suya, lo que llevó a la Unión de Sindicatos Libres a fusionarse con la Federación de Sindicatos Libres del Norte, para crear así a la Confederación Nacional de Sindicatos Libres de España en 1924. Su área de influencia se extendía entre Cataluña, Navarra y el País Vasco, en una geografía popular para el carlismo.

Durante el Directorio Militar de Miguel Primo de Rivera, la acción de los socialistas impidió que los Sindicatos Libres pudieran expandirse nacionalmente para convertirse en una fuerza sindical de gran peso. Empero en ese periodo lograron crear federaciones en Andalucía, Valencia, Aragón y Castilla. Durante el Directorio Civil, en cambio, los Sindicatos Libres comenzaron a experimentar la lucha intestina, pues un sector, completamente leal a Jaime de Borbón y Borbón-Parma, comenzó a cuestionar a Sales por su amiguismo con el régimen, que sostenía a la Organización Corporativa Nacional pese al amplio descontento que ésta había generado.

Finalmente tras la destitución de Primo de Rivera a comienzos de 1930, los Sindicatos Libres fueron víctimas del hostigamiento de las fuerzas revolucionarias. Para contrarrestar la campaña de difamación que sufrían, los libres adquirieron el diario La Razón.

Disolución

Al proclamarse la Segunda República Española, el gobierno los acusó de haber cometido una serie de asesinatos -entre los que se incluía el de Salvador Seguí y el de Francesc Layret- y emitió un decreto para clausurar sus sedes y prohibir su funcionamiento.

Ideología

Los Sindicatos Libres eran una organización anticomunista y antiliberal. Su nacimiento no tuvo por objetivo dotar a los industriales de una estructura sindical dócil que traicionase los intereses de los obreros, sino que, por el contrario, los Sindicatos Libres nacieron con la legítima inquietud de darle una alternativa gremial más allá de las derechas y las izquierdas a los obreros españoles. Aunque originariamente carlistas, los Sindicatos Libres evolucionaron por su propio sendero hasta alcanzar posiciones que algunos historiadores denominan como "proto-fascistas".

Su lema era "Justicia y Libertad", y su emblema empleaba una imagen de una pluma, una hoz y un martillo.

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