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François Duprat
François Duprat (26 de octubre de 1940, Ajaccio, Francia - 18 de marzo de 1978, cercanías de Caudebec-en-Caux, Francia) fue un intelectual francés. Ideólogo del nacionalismo revolucionario, promotor del revisionismo histórico, e inagotable activista político, fue un personaje fundamental del nacionalismo francés en la década de 1970, llegando a convertirse en líder virtual del Front National.
Duprat murió en manos del terrorismo sionista, convirtiéndose así en una más de las víctimas del ZOG.
Biografía
Juventud
François Duprat nació en Ajaccio, Córcega, pero vivió gran parte de su juventud en Bayona, localidad perteneciente al País Vasco francés. Más tarde se reubicaría en París, primero como estudiante, y luego como docente.
Los miembros de su familia simpatizaban con el comunismo, hecho que llevó a Duprat a militar en una secta trotskysta durante su adolescencia.
Militante nacionalista
Después de su alejamiento de las filas del trotskismo francés, Duprat se unió a Jeune Nation y fue miembro del efímero Parti Nationaliste. Tras la ilegalización de ambas organizaciones, se afilió a la Fédération des Étudiants Nationalistes, lo que le permitiría unos años después incorporarse a los Volontaires d’Europe-Action.
Por esos años Duprat prestó su entusiasta adhesión y su activo apoyo a la Organisation de l'Armée Secrète, hecho que lo condenaría a terminar detenido durante unas semanas de 1962 por "atentar en contra de la seguridad del Estado francés".
Durante su paso por la universidad, Duprat se especializó en el campo de la historia y devino docente en el nivel superior.
La aventura africana
Entre octubre de 1964 y octubre de 1965, Duprat vivió en el sur del Congo-Leopoldville, más precisamente en la región de Katanga. Llegó allí vinculado a una misión de desarrollo educativo de la Unesco, y terminó trabajando como Director de Propaganda del gobierno de Moïse Kapenda Tschombe, a la sazón el Primer Ministro del país negro.
Su estadía en tierras congoleñas le sirvió a Duprat para nutrirse ideológicamente, absorbiendo el discurso anticomunista. También fue por esa época en que este intelectual generará vínculos con el mundo de los servicios de inteligencia, dado que, en el marco de la Guerra Fría, la CIA y otras agencias similares operaban abiertamente en el país africano.
La innovación nacionalista
Tras su retorno de África, Duprat se une a Occident, convirtiéndose en jefe de propaganda de la organización y en director de la revista Occident-Université. Desde 1962, después de que Maurice Bardèche aceptara mentorearlo, su figura había comenzado a acrecentarse dentro de los círculos nacionalistas franceses. Eso le permitió participar de las influyentes publicaciones Défense de l'Occident y Rivarol, desde donde planteó la necesidad de unificar a todos los sectores ultraderechistas y tercerposicionistas de Francia bajo la consigna de la lucha feroz contra el comunismo. También por esos años asistió al periodista Roland Gaucher en la redacción del libro L'Opposition en URSS: 1917-1967, una obra maestra del antisovietismo.
Duprat fue expulsado de Occident en 1967, después de que la policía francesa capturara a un grupo de militantes nacionalistas a los que se los acusó de haber causado violentos desmanes en la Universidad de Ruan: los miembros de la organización acusaron al intelectual de haber cedido ante la presión del gobierno –que, por ser la cara más visible de Occident, lo habría hostigado para que confesara lo que sabía– y a causa de ello haber traicionado a sus camaradas. De todos modos lo que Duprat logró durante el tiempo que estuvo en Occident fue muy destacable, ya que promovió el desarrollo de una estética característica y de una metodología efectiva que volvió increíblemente popular al movimiento.
Nacionalismo revolucionario
Antes de la Guerra de los Seis Días, el nacionalismo francés aprobaba en general la existencia del Estado de Israel, entidad a la que juzgaban como un tapón de contención del comunismo y una resolución medianamente aceptable de la Cuestión Judía (tal era la opinión de, por ejemplo, Dominique Venner, Xavier Vallat, François Brigneau, Lucien Rebatet, Jean-Louis Tixier-Vignancour y Pierre Boutang). Duprat, en cambio, seguía a Bardèche en ese asunto: es por ello que no sólo sugería la disolución de Israel, sino que además apoyaba a quienes compartían esa idea, es decir apoyaba al Frente Popular para la Liberación de Palestina y al Partido Sirio Social Nacionalista, dos fuerzas de izquierda.
Su posición ante el sionismo hizo evolucionar a Duprat hacia el nacionalismo revolucionario. De ese modo su discurso furiosamente anticomunista se reconvirtió para volverse más simpático con las izquierdas, especialmente con los movimientos anticolonialistas (esa fue la causa por la que apoyó al gobierno de Nigeria cuando las autoridades de Biafra, auspiciadas por Israel, Francia, España y el Vaticano, decidieron declarar la independencia del país).
De Ordre Nouveau al Front National
Después de su salida de Occident y de su transformación en referente del nacionalismo revolucionario, Duprat se dedicó a desarrollar y difundir sus teorizaciones en Francia. De ese modo se convirtió en asiduo colaborador de las publicaciones Militant y L'Élite Européenne, y pasó a encargarse de la edición de la revista Défense de l'Occident y a oficiar de reportero en Rivarol. Desde esos espacios trabajó incansablemente para convencer a los nacionalistas franceses de que organizasen un movimiento político que pudiese actuar como una fuerza partidaria del sistema democrático de la Vº República.
En 1969 el proyecto de Duprat se materializó a través de Ordre Nouveau. En 1972 los miembros de ON promovieron la creación del Front National, con el fin de tener una plataforma electoral desde la cual competir por los cargos públicos. Sin embargo el FN no obtuvo en las urnas los resultados que la gente de ON esperaba, de modo que sus militantes plantearon diversas propuestas: abandonar ON, mantenerlo vivo y convertirlo en un centro de formación para nacionalistas que deberían de actuar infiltrados en las filas de la centroderecha nacional, o fusionar a ON dentro del FN. La última posición era la que promovía Duprat. Por ese motivo intentó ganar terreno dentro del FN, pero terminó chocando contra Jean-Marie Le Pen, por lo que fue expulsado del partido.
Ya afuera del FN, Duprat se vinculó a Europäische Neue Ordnung, una red internacional de propaganda nacionalista, y consiguió fondos para editar las publicaciones Revue d’Histoire du Fascisme y Les cahiers européens. La primera de ellas –que incluyó numerosos artículos escritos por Duprat, pero firmados con seudónimo– realizó una admirable vindicación de los fascismos y contribuyó a difundir masivamente al revisionismo del Holocausto en Francia, en tanto que la segunda, impresa sólo para los abonados, se convirtió en una suerte de vademécum para los nacionalistas más comprometidos de la época.
Los Groupes Nationalistes Révolutionnaires
Aprovechando la enorme influencia que tenía, Duprat creó los Comités d’Union des Nationaux en 1974 –una plataforma construida a imagen y semejanza de los Comités Tixier-Vignancour– que se pusieron al servicio de la campaña presidencial de Jean-Marie Le Pen. Los resultados no fueron nada favorables para el nacionalismo en aquella oportunidad, pero el gesto de Duprat fue recompensado por Le Pen, quien lo dejó reingresar al FN en septiembre de 1974 para que se encargara del desarrollo de las estrategias de propaganda.
Por aquel entonces Duprat había estrechado también sus vínculos con la Fédération d'Action Nationale et Européenne, agrupación neofascista a la que el intelectual pretendía emplear como base militante para formar una corriente interna dentro del FN.
En 1976 nacen los Groupes Nationalistes Révolutionnaires por iniciativa de Duprat. Los GNR eran una suerte de falange urbana, que cultivaba un espíritu fuertemente militante. Alain Renault, brazo derecho de Duprat y uno de los líderes de los populares GNR, ascendió hasta colocarse a la par de Le Pen, convirtiendo de facto al intelectual en una suerte de segundo hombre al mando del FN.
Asesinato
A lo largo de su vida Duprat se había encontrado involucrado en situaciones de violencia, debido a que a muchos les incomodaba su militancia nacionalista. En 1969, por ejemplo, fue secuestrado por un grupo de jóvenes maoístas que lo golpearon, le cubrieron el cuerpo con pintura (tras fracasar en su intento de pintarle esvásticas debido a la resistencia que Duprat les presentó), y lo arrojaron a una fuente de una plaza de Vincennes, un suburbio de París.
El 18 de marzo de 1978, temprano a la mañana, una bomba explotó debajo del automóvil de Duprat, mientras conducía con dirección a Caudebec-en-Caux. El intelectual murió a causa del atentado, y su esposa Jeanine terminó gravemente herida. El complejo artefacto explosivo que se encontró en el vehículo destruido dejó en evidencia que el crimen había sido ejecutado por expertos en el área.
Pese a que el Comando de la Memoria –una célula del Groupe Revolutionnaire Juif– se atribuyó la autoría del hecho como un modo de repudiar al "negacionismo de la Shoa", jamás pudo comprobarse de que ello haya sido así. Para ocultar la evidencia de que Duprat hubiese sido una víctima del ZOG, no sólo las organizaciones no gubernamentales sionistas de Francia emitieron comunicados condenando el episodio, sino que además se multiplicaron los rumores de que el intelectual había caído abatido por militantes de ultraizquierda o, incluso, por miembros de agrupaciones nacionalistas rivales al FN (para ello la prensa señaló que Duprat estaba por publicar Argent et Politique, un libro en el que describía cuáles eran las fuentes de financiamiento de los partidos políticos franceses, incluyendo a los de la ultraderecha y a los de la ultraizquierda). También se hizo circular una versión que sostenía que Duprat era un agente de los servicios de inteligencia de Francia (que operaba con el nombre en clave "Hudson"), y que había entrado en una suerte de doble juego con la KGB que le habría terminado costando la vida.
De todos modos hoy en día es más que claro que la causa de su violento deceso estuvo relacionada a sus vínculos con los árabes de Oriente Medio, y que es casi seguro de que haya habido intervención por parte de la Mossad en la organización del atentado.
El funeral de Duprat se llevó a cabo en la iglesia Saint-Nicolas-du-Chardonnet de París y fue un episodio multitudinario, al cual concurrieron simpatizantes y miembros de todas las familias del nacionalismo francés, similar a lo que ocurriese durante funeral de Alain Escoffier en el año anterior.
Revisionismo
Aunque como profesor de historia Duprat fue un profesional irreprochable que se abstuvo de emplear su tiempo en las aulas para adoctrinar a sus alumnos en sus ideas, si alentó la práctica del revisionismo histórico por fuera del ámbito académico, ya que creía que esta actividad podía convertirse en un valioso instrumento para el combate político.
Siguiendo sus propias prescripciones revisionistas, Duprat escribió y publicó varios libros sobre la historia y la filosofía de las SS, sobre los diversos movimientos fascistas europeos, y sobre los colaboracionistas franceses, todos ellos de tono apologético. También se destacó por promover la traducción, la edición y la publicación en idioma francés de algunos textos fundamentales del revisionismo del Holocausto: así, gracias a él, en Francia pudieron circular títulos como Die Auschwitz Lüge de Thies Christophersen, The Hoax of the Twentieth Century de Arthur Robert Butz, y Did Six Million Really Die? de Richard Harwood, obra por la cual recibió incontables amenazas de muerte.
Duprat también es recordado por su trabajo para rehabilitar a las denostadas figuras de Joachim Peiper y Paul Rassinier en Francia.
Legado
La prematura muerte de Duprat fue una grave pérdida para el nacionalismo francés. Tras su fallecimiento, los GNR, es decir la corriente que encabezaba, terminaron por alejarse del FN, y el partido de Le Pen –co-liderado ahora por Jean-Pierre Stirbois– pasó de ser una fuerza contestataria a una protestataria.
Su lucha antisionista lo llevó primero a articular un discurso en donde se equiparaba al comunismo con el capitalismo como manifestaciones del mismo mal metafísico, algo que no todo el movimiento nacionalista francés estaba dispuesto a aceptar. Más tarde llegaría incluso a situar al imperialismo del dinero como el principal enemigo de la cultura occidental, al considerarlo mucho más peligroso que al marxismo.
Después de su muerte, muchas fuerzas nacionalistas francesas han realizado diversos y numerosos homenajes a Duprat.
Homenaje
En el número de abril de 1978 de la revista Le National, André Delaporte escribió un emotivo obituario dedicado a Duprat en el que se aprecia claramente una imitación de su retórica:
Bibliografía
- Histoire des SS. París: Les Sept Couleurs, 1968.
- Les journées de Mai 68, les dessous d'une révolution. París: Nouvelles Éditions Latines, 1968.
- L'internationale étudiante révolutionnaire. París: Nouvelles Éditions Latines, 1969.
- Les mouvements d'extrême-droite en France depuis 1944. París: Albatros, 1972.
- L'ascension du M.S.I.. París: Les Sept Couleurs, 1972.
- Les campagnes de la Waffen SS. París: Les Sept Couleurs, 1973.
- La croisade antibolchevique. París: Les Sept Couleurs, 1974.