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Alliance pour la Souveraineté de la France
Sumario
Origen
En octubre de 1997 todos los Estados miembros de la Unión Europea firmaron el Tratado de Ámsterdam, el cual corrigió y amplió al Tratado de Maastrich de 1992. A través de esos acuerdos se planteó la adopción de medidas tendientes a formar una base para la constitución de una Europa federal, creando así un espacio común en materia de justicia, seguridad y libre circulación de personas –lo que facilitó también la aceptación del euro como moneda única, y la consiguiente unificación económica del continente.
Muchos ciudadanos europeos juzgaron a esos tratados como la renuncia a la soberanía nacional de sus respectivos países. Temían que la nueva UE destruyese a las economías nacionales y atentase en contra de las identidades locales.
Jacques Dauer, un gaullista de izquierda, director de la Académie du Gaullisme, señaló que la Europa confederal con la que soñaron Charles de Gaulle y Konrad Adenauer no se asemejaba en nada con esa Europa que los banqueros, mafiosos y usurócratas estaban diseñando con el Tratado de Ámsterdam. El abogado Bernard Chalumeau y el historiador Francis Choisel, dos discípulos de Dauer, decidieron entonces crear la ASF con el fin de organizar una campaña que presionase al gobierno francés para que el país abandonase la UE.
Del euroescepticismo al soberanismo
Históricamente, a los opositores a los tratados internacionales tendientes a crear una Europa federal se los tildó siempre de "anti" (v. gr. los opositores al Tratado de París de 1951 eran los "anti-CED", los opositores del Tratado de Roma de 1957 eran los "anti-Market", y los opositores al Tratado de Maastrich de 1992 eran los "anti-Euro"). Sin embargo a mediados de la década de 1990 la prensa británica empezó a difundir el término "euroescéptico" cuando las voces en contra de la moneda única europea comenzaron a multiplicarse. Ello permitía demostrar que muchos ciudadanos europeos no estaban necesariamente en contra de la integración regional, sino que más bien estaban en contra de los métodos planteados para lograr ello por una institución particular como la UE.
Como el término "euroescéptico" carga con una connotación evidentemente negativa, Chalumeau propuso utilizar en su lugar al término "soberanista" para referirse a aquellos franceses que no eran anti-Europa sino más bien pro-Francia. A la palabra la importó de la jerga política quebequense, donde es una suerte de sinónimo de "independentista". En poco tiempo el término ganó una enorme aceptación en su país.
Ideología
El principal objetivo de la ASF era el de conseguir que Francia mantenga intacta su independencia nacional y que las demás naciones y organismos internacionales del mundo reconozcan y respeten su soberanía. En la carta fundacional del movimiento había una referencia explícita a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, lo que equivalía a sostener que el movimiento era republicano por naturaleza.
Al ser presentada la ASF como una coalición o más bien como una federación de fuerzas políticas, la misma estaba orientada a incorporar a todo tipo de organizaciones soberanistas pertenecientes a cualquier sector del espectro ideológico, excepto que fuesen de ultraizquierda o ultraderecha (regla que al final se cumplió con algunas excepciones).
Al órgano directivo lo bautizaron Consejo Nacional Soberanista, haciendo una clara alusión al Consejo Nacional de la Resistencia, el órgano directivo que coordinó las acciones de la Resistencia Francesa durante la Segunda Guerra Mundial.
Integrantes
La ASF estuvo integrada por una veintena de organizaciones y por muchas personalidades francesas ligadas a otros movimientos pero que participaron de la coalición soberanista a título personal.
Entre las organizaciones hubo principalmente grupos gaullistas: Réflexion Citoyenne pour la France, Club 89, Mouvement Démocrate Français, Jeune France, Rassemblement Gaulliste, Avenir France République, Nouvelle Union Démocratique du Travail, Présence et Action du Gaullisme y el movimiento Prométhée.
Sin embargo la ASF no fue únicamente un movimiento gaullista, ya que hubo bonapartistas (France Bonapartiste), democristianos (France – Solidarité), ecologistas (Confédération des Écologistes Indépendants - Mouvement Souverainiste et Régionaliste), liberales (Catholiques pour les Libertés Économiques), nacionalconservadores (Rassemblement pour la France), eurocomunistas (Comité Valmy pour une Europe des Peuples et des Nations Souveraines) y monarquistas (Action Française).
Gracias a la incorporación del diputado Jacques Myard de Rassemblement pour la République, la ASF incorporó a muchas personalidades preocupadas por la avanzada de la UE en Francia: de ese modo la coalición sumó a su Consejo Nacional Soberanista a Paul-Marie Coûteaux (eurodiputado por Rassemblement pour la France), a Pierre Maillard (diplomático francés, antiguo representante de Francia ante la ONU), a Georges Clement (presidente del Comité Francilien de Défense du Franc), a Guy Mace (veterano de las luchas en contra del Tratado de Maastrich), a Michel Michel (sociólogo e investigador en temas de esoterismo), a Robert Lafont (propietario de la revista La Une), a Henry de Lesquen (presidente del Club de l’Horloge), al Conde Michel Gaudart de Soulages (representante legal de Enrique de Orleans, pretendiente orleanista al trono de Francia) y a Louis Aliot (parlamentario regional por el Front National).
Otras organizaciones que respondieron a la convocatoria de la ASF y le manifestaron su apoyo en su cruzada soberanista fueron algunas de aquellas dedicadas a la preservación del idioma francés como la Association Francophonie-Avenir y el Forum Francophone International. También Avenir de la Culture participó de las convocatorias de la ASF.
Acciones destacadas
Si bien desde fines de la década de 1960 comenzaron a aparecer en Francia asociaciones que se oponían abiertamente a la idea de una Europa federal (el Mouvement pour l’Indépendance de l’Europe, por ejemplo, fue fundado en 1968), la ASF fue pionera en el combate soberanista multitudinario: en enero de 1999 organizaron una manifestación de enorme concurrencia en la ciudad de Versalles para repudiar a los parlamentarios franceses que, con el propósito de adaptar la legislación francesa a lo dispuesto por el Tratado de Ámsterdam, querían modificar a la Constitución Nacional; en diciembre de 2000 la ASF invadió la ciudad de Niza para organizar un congreso soberanista del que participaron euroescépticos de todo el continente; en enero de 2002 la ASF convocó a realizar varias marchas para cuestionar la adopción del euro en Francia; en marzo de 2003 los dirigentes de la ASF firmaron un documento rechazando las iniciativas que buscaban incorporar a Turquía a Europa.
La repercusión de las consignas soberanistas motivaron a que los movimientos euroescépticos se multiplicasen en Francia: así nació États Généraux de la Souveraineté Nationale en 1998, Groupe de Réflexion Souverainiste y Mouvement Souverainiste en 2000, la Union pour la Souveraineté Nationale, la Alliance Souverainiste, la Entente Souverainiste, y los movimientos France Souveraine, Combats Souverainistes y Les Souverainistes en 2001.
El apogeo de la ASF ocurrió en el año 2002: durante la campaña presidencial, la ASF –organización oficialmente no-partidaria– llamó a votar por aquellos candidatos que fuesen claramente soberanistas, sin explicitar a cual de todos los que competían en la elección se referían. De todos modos durante el balotaje las opciones quedaron reducidas a dos: Jacques Chirac o Jean-Marie Le Pen. En ese escenario era más que claro que la ASF debía inclinarse a favor del líder del FN, ya que su discurso deliberadamente hostil hacia los Tratados de Maastrich y Ámsterdam lo convertían en el candidato ideal de los euroescépticos. Sin embargo Le Pen era un hombre polémico, por lo que los dirigentes de la ASF no estaban convencidos en manifestarle su apoyo.
Louis Aliot y Georges Clement, junto al joven historiador Raphaël Dargent (presidente de Jeune France), encabezaron una feroz campaña en contra de Chirac y a favor de Le Pen en el seno de la ASF. Empero no consiguieron convencer a la totalidad del Consejo Nacional Soberanista y por ello la ASF repitió su consigna: llamaron a los soberanistas franceses a votar por el candidato con el discurso más compatible con sus posiciones, pero sin especificar el nombre del político en cuestión.
En 2005 la ASF participó del combate para rechazar a la Constitución Europea, no obstante su poder de convocatoria probó ser escaso, sobrepasado por el activismo euroescéptico en Internet que se desató en aquella oportunidad.
En la actualidad la ASF se ha reconvertido en un sitio web de opinión y debate, desde donde difunden las ideas soberanistas hacia el mundo francófono. Todas las agrupaciones y personalidades que supo reunir ya no mantienen vínculos formales con la ASF.