Avenir de la Culture

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Avenir de la Culture (ADC) es una organización francesa creada en 1986 por Caïo da Silveira y Michel Verspieren, cuyo principal objetivo es luchar contra la degradación moral. Está estrechamente vinculada con la agrupación de laicos católicos Tradición, Familia y Propiedad (TFP).

Tácticas

Desde su origen, ADC se constituyó como un observatorio de los medios de comunicación de Francia. Debido a ello sus miembros monitorean diariamente todo lo que se publica en la prensa francesa y todo lo que se transmite a través de la radio y la televisión. Al detectar algo que atente en contra de la moral y las buenas costumbres, la organización convoca a los ciudadanos franceses de todo el país a que envíen correspondencia a los responsables de haber permitido que la ofensa ocurra. De ese modo los promotores de la inmoralidad se ven hostigados por decenas de miles de misivas en las que se les pide que cesen con sus actividades. En caso de no hacerlo, ADC propone boicotear a los inmorales.

Para facilitar su tarea, ADC habilitó un número telefónico de tarifa fija a través del cual cualquier ciudadano francés puede llamar y avisar que acaba de presenciar algo inmoral en los medios masivos de comunicación de su país, información que luego es utilizada para coordinar acciones de repudio al hecho. Gracias a ello la organización ha podido realizar un ranking de programas televisivos de acuerdo a su grado de ofensividad moral, pudiendo de esa manera determinar objetivamente cuales son los productos audiovisuales más intoxicantes que consumen los franceses.

Su órgano de prensa es la revista Flash Actualités, la cual se consigue sólo a través de suscripción.

Campañas destacadas

Campañas en contra del aberrosexualismo

ADC es una organización fuertemente crítica de la difusión de la aberrosexualidad, concentrándose especialmente en cuestionar al homosexualismo, ariete de la destrucción de la moral sexual occidental.

En 1997, después de que se realizó la Marcha del Orgullo Gay en Francia, ADC apuntó en contra de las empresas Avis, Kronenbourg y Fnac por haber auspiciado el escandaloso evento. En los años ulteriores esas y otras empresas optaron por no volver a colaborar abiertamente con los homosexualistas.

ADC también militó en contra de la unión civil entre parejas del mismo sexo y en contra del matrimonio entre homosexuales. En 1996 la organización publicó un célebre "Manifiesto contra el infame y repugnante proyecto de un seudo-matrimonio homosexual" en el que dejaban en claro que la sodomía no es más que un vicio abominable que está en las antípodas del concepto de familia al cual está vinculado el concepto de matrimonio. Gracias a ese texto parrésico, numerosas organizaciones católicas se coordinaron para recolectar más de 12.000 firmas de políticos franceses para exigir que no se apruebe el matrimonio homosexual. La iniciativa fue tan poderosa que obligó al presidente Jacques Chirac a emitir un comunicado en el que anunció que estaba en contra del proyecto homosexualista de perversión de la institución familiar.

Quince años más tarde, ADC participó de los actos de resistencia en contra de la nueva avanzada homosexualista que finalmente logró imponer y legitimar su agenda en Francia en 2013.

Desde 2003 ADC ha entrado en guerra contra el Lobby Homosexual (al que llama "Califato LGBT") que opera en Francia, debido a que ese grupo de presión trabaja por imponer la idea de que toda manifestación de rechazo hacia la práctica y la promoción de la homosexualidad es un acto criminal, que debe ser severamente penado. Sin embargo los miembros de la ADC han señalado que si esa propuesta fuese convertida en ley, entonces el Estado francés estaría operando de manera discriminatoria por promover el anticristianismo, ya que el Catecismo de la Iglesia Católica enseña que los actos de homosexualidad son repudiables por constituir una violación del orden natural. Para contrarrestar la ofensiva homosexualista, la ADC lanzó una contra-campaña exigiendo que aquellos que ofendan a la religión católica sean penados con al menos un año de prisión.

Otro rival de la organización es la ONG aberrosexualista Sidaction, la cual, con la excusa de concientizar acerca de los peligros de contagiarse del virus que supuestamente provoca el sida, promueve sin tapujos la perversidad sexual.

Campañas en contra de la cultura de la muerte

Como todo grupo de inspiración católico, ADC se constituyó como un movimiento a favor de la cultura de la vida. Debido a ello la organización realizó campañas en contra de la promoción de métodos anticonceptivos (en 1992 y 1997, por ejemplo, lograron sabotear unas campañas del Estado francés que buscaban regalarle preservativos a los adolescentes en las escuelas, algo que además constituían unas bochornosas campañas de promoción de la precocidad sexual), y también en contra de la banalización de la sexualidad juvenil.

Campañas en contra de la farándula libertina

En 1992 ADC cobró notoriedad internacional al encabezar una campaña en contra de la cantante Madonna por la publicación de su libro pornográfico Sex. Poco después sucedió algo similar al exigir el cese de la difusión de la película Body of Evidence, la cual estaba protagonizada por la misma cantante.

Campaña en contra de la telebasura

ADC ha protestado y conseguido la amonestación o cancelación de numerosas emisiones televisivas en Francia: programas como Stars à la Barre, L'amour en France, Le bonheur de la vie, Leçons d'amour, Un gars, une fille, Sexualité: si on en parlait, y C'est mon choix, todos tristemente célebres por su promoción de la inmoralidad (Le bonheur de la vie, por ejemplo, fue presentado como un espacio televisivo dedicado a la educación sexual y terminó difundiendo ideas perversas como la práctica del "amor libre" entre adolescentes).

También ADC ha estado cuestionando la denigración televisiva que representan los programas de telerrealidad, en los cuales se busca mostrar la intimidad de las personas de modo escabroso. A ese tipo de televisión, la organización le dio el calificativo de "televisión a través del ojo de la cerradura" y "filmación del zoológico humano". Loft Story, Nice People, y Secret Story, es decir las versiones francesas del nefasto programa neerlandés Big Brother, han sido objeto de crítica permanente por parte de la ADC.

Campañas en contra de la pornografía

ADC es una organización que rechaza fervientemente a la pornografía. En ese sentido han buscado frenar la difusión de material pornográfico en todos los ámbitos. Así, por ejemplo, consiguieron que las editoriales Leo Scheer y Gallimard paguen multas por haber publicado, respectivamente, las obras Il entrerait dans la légende de Louis Skorecki y Rose bonbon de Nicolas Jones-Gorlin, dos penosas apologías de la pedofilia.

También lanzaron una campaña para boicotear a las empresas Dolce & Gabbana, Triumph y Diesel por abusar del concepto de "porno chic" en la publicidad de sus productos.

De todos modos el principal enemigo de ADC en materia de pornografía ha sido la Internet. Debido a ello la organización impulsa la idea de aumentar la censura y la restricción del acceso a los sitios de Internet que difundan contenidos pornográficos.

La organización auspició la publicación del libro Violence et Pornographie de Benoît Bemelmans, el cual constituye un monumental estudio realizado con respaldo científico en el que demuestra que el consumo de pornografía distorsiona la imagen de la sexualidad en las personas, y contribuye a incrementar el índice de delitos sexuales.

Relaciones con los políticos franceses

ADC no es un grupo de carácter político, por lo que su acción en ese campo consiste en presionar a los representantes del pueblo francés para que detengan la decadencia moral del país o se abstengan de usar al Estado para colaborar con ella.

En 2001 la organización hizo circular un documento entre todas las alcadías de Francia en el que se compendiaban todos los instrumentos legales con los que cuenta un gobernante municipal para lograr que se respete la decencia en la vía pública. El texto fue bien recibido y contribuyó, por ejemplo, a eliminar cientos de carteles publicitarios de dudoso contenido moral ubicados cerca de escuelas o templos religiosos.

Debido a que algunas figuras de la política francesa (como los diputados conservadores Jean-Paul Garraud, Brigitte Barèges y Christian Vanneste) han respondido favorablemente a las campañas de ADC, la prensa francesa ha querido ver a esos personajes como miembros subrepticios de la organización, o bien como afiliados a TFP. De ese modo muchos piensan que ADC opera con un concepto de entrismo similar al que utilizase en su época el movimiento Cité Catholique.

ADC y la Conferencia Episcopal de Francia

ADC mantiene una relación irregular con la Conferencia Episcopal de Francia. Cuando esta asamblea de obispos fue presidida por el Cardenal Jean-Pierre Ricard entre 2001 y 2007, las propuestas de ADC fueron gratamente acogidas por el episcopado francés (incluyendo su campaña en contra de la adopción en Francia de la Constitución Europea). Con la salida del prelado, empero, ADC perdió influencia entre los obispos y arzobispos franceses.

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