Deborah Lipstadt

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Deborah Lipstadt

Deborah Esther Lipstadt, nació el 18 de marzo de 1947 en Nueva York, Estados Unidos. Es una historiadora exterminacionista estadounidense, de origen judío y autora del libro "La negación del Holocausto". Profesora de Estudios Judíos Modernos y de Estudios del Holocausto en la Universidad de Emory en Atlanta, Georgia, Estados Unidos. Recibió su BA del City College de Nueva York, y su MA y Doctorado por la Universidad privada Judía de Brandeis.

Lipstadt era consultora para el Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos. En 1994 fue nombrada por Bill Clinton para el Consejo de Memoria del Holocausto de los Estados Unidos, donde sirvió dos mandatos.

Lipstadt ha sido criticada por haber dictado clases sobre memorias de la Shoa en su universidad, utilizando un libro escrito por Binjamin Wilkomirski, un falso testigo del Holocausto,[1] pese a que la profesora se gana la vida presentándose como una experta en el tema.

Demanda de David Irving por libelo

Véase también: Revisionismo del Holocausto

El escritor David Irving demandó a Lipstadt y su editorial, Penguin Books, por libelo en un tribunal británico, después de que ella caracterizase algunos de sus escritos y declaraciones públicas como "negación o negacionismo del Holocausto" en su libro La negación del Holocausto, en el cual describe a Irving como un adorador del nazismo, lo califica como "negacionista" y "falsificador de la Historia". El equipo de defensa legal fue dirigido por Anthony Julius, y la defensa se presentó ante el tribunal por el Consejero de la Reina Richard Rampton a principios del 2000. El perito de la defensa fue el historiador de Cambridge Richard J. Evans.

Penguin y Lipstadt ganaron el caso contra Irving. El caso fue presentado como un juicio sin jurado ante el juez supremo británico Charles Gray, el cual elaboró un texto de sentencia de 334 páginas, negando la información otorgada por Irving sobre la historia de la Segunda Guerra Mundial. El periódico británico de Rupert Murdoch, The Times (14 de abril de 2000, p. 23) dice de la victoria de Lipstadt, "La Historia ha tenido su día en la corte y anotó una aplastante victoria.".

Lipstadt recibió todo el apoyo y asesoramiento legal del Lobby judío para su defensa, que además ejerció una importante presión política sobre el juez del caso. El magistrado declaró haber quedado convencido de que Irving hacía una interpretación tendenciosa de los hechos históricos al tiempo que la historiadora critica las abultadas cifras de victimas, por ejemplo en el libro "La destrucción de Dresden" publicado en 1963.

Sin embargo, la propia Lipstadt bien podría ser acusada de hacer exactamente lo mismo con sus libros. Por ejemplo en 1986 y en contra de la opinión mayoritaria de sus colegas exterminacionistas, multiplicó por cuatro las cifras oficiales de fallecidos en Auschwitz. Llegó a estimar la cantidad de muertos en la poco creíble cifra de 4 millones; y curiosamente lo hace a través de un libro que tituló: "Más allá de lo creíble: La prensa estadounidense y el advenimiento del Holocausto" (título original en inglés: "Beyond Belief: The American Press and the Coming of the Holocaust, 1933-1945") donde hacía victimistas afirmaciones como la siguiente.

Del aproximado de 4 millones asesinados en Auschwitz, un mínimo de 2 millones eran judíos. Todos ellos eran ciudadanos de diversos países europeos, pero fueron asesinados como judíos[2].

Libertad de expresión

A pesar de su agrio historial con el revisionista David Irving, Lipstadt ha afirmado que está personalmente en contra de la decisión del tribunal austríaco que en 2005 condenó a Irving a tres años de prisión por su discurso (la negación del Holocausto es punible en Austria por un máximo de 20 años de prisión). Lipstadt dijo:

Me siento incómoda con encarcelar a las personas por su discurso. Que le dejen marcharse y desvanecerse de todas las pantallas de radar.

Crítica de Ward Churchill

El escritor y activista político Ward Churchill acusa a Lipstadt de negar el genocidio de los Nativos Americanos en su libro A Little Matter of Genocide (Pequeño Asunto de Genocidio), aunque en algunos otros aspectos parece apreciar su trabajo. Lipstadt participa en una forma de lo que ella misma llama "negacionismo"; Hipócrita sería uno al no reconocer que el genocidio de millones de nativos americanos es muchas veces más grave comparándolo con, inclusive, los oficialmente supuestos 6 millones del Holocausto judío.

Delirio anti-antisemita

Lipstadt ha creído ver antisemitismo y negacionismo por todas partes. Según un artículo del Jerusalem Post, en febrero de 2007, durante la cena anual de recaudación de fondos de la Federación Sionista en Londres, Lipstadt se refirió a grupos como el Consejo Musulmán de Gran Bretaña como "negacionismo soft-core":

Cuando grupos de personas se niegan a conmemorar el Día de Memoria del Holocausto hasta que el mismo tiempo se dedique a la lucha contra los prejuicios contra los musulmanes, esto es negacionismo soft-core.

Según el periodista: "Recibió grandes aplausos cuando se preguntó cómo el ex presidente de los EE.UU. Jimmy Carter podría omitir los años 1939-1947 de una cronología en su libro", refiriéndose al recientemente publicado y controvertido libro Palestina Paz No Apartheid, dice:

Cuando un expresidente de los Estados Unidos escribe un libro sobre la crisis israelí-palestina y escribe una cronología al comienzo del libro con el fin de ayudarles a comprender la aparición de la situación, y en dicha cronología no lista nada de importancia entre 1939 y 1947, esto es negacionismo soft-core[3].

En el mismo sentido, Lipstadt ha criticado al filósofo alemán e historiador Ernst Nolte por dedicarse a lo que ella llama "negacionismo soft-core" del Holocausto, y ha argumentado que Nolte practica una forma aún más peligrosa de negacionismo que los negadores del Holocausto. Hablando de Nolte en una entrevista en 2003, Lipstadt declaró:

Los historiadores, como el alemán Ernst Nolte, son en cierto modo incluso más peligrosos que los negacionistas. Nolte es un antisemita de primer orden, que intenta rehabilitar a Hitler diciendo que él no era peor que Stalin, pero se cuida de no negar el Holocausto. Los negacionistas han hecho la vida más cómoda a Nolte. Con su argumentación radical han empujado el centro un poco más a su lado. En consecuencia, un radical menos extremista, como Nolte, se encuentra más cerca del término medio, lo que le hace más peligroso.
—Deborah Lipstadt[4]

Referencias

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