Negacionismo
En ocasiones el término negacionismo es utilizado injustificada y despectivamente; como parte de una técnica retórica que busca demonizar y rotular al adversario como deshonesto, manipulador, pseudocientífico y mentiroso. De este modo se busca generar un pretexto que justifique el negarse a sostener un debate abierto, con los riesgos que este conllevaría. En ocasiones se llega a la censura pública de ciertos temas, ya sea mediante la ley o por medio de campañas de acoso orquestadas por lobbies.
Diferencias entre revisionismo y negacionismo
Este término es a veces usado de forma falaz por activistas políticamente motivados que mediante técnicas retóricas buscan atacar e intentar desacreditar estudios revisionistas legítimos. El auténtico revisionismo se diferencia del negacionismo en que si bien puede llegar a negar la historia oficial, lo hace siguiendo una metodología científica, en base a nuevas evidencias, análisis más precisos y menos sesgados.
Un ejemplo muy conocido es el Revisionismo del Holocausto que ha sido objeto de constante censura y desprestigio debido a que su validez pone en peligro los intereses políticos del sionismo. Por ese motivo, el Lobby judío promueve activamente y de forma intencional el uso erróneo de la palabra negacionismo con el fin de referirse a esas investigaciones auténticamente revisionistas y con ello hacer posible su acusación política.
Ejemplos de negacionismo
- Negación del genocidio armenio
- Negacionismo del Holocausto palestino
- Negacionismo de la raza
- Negacionismo del genocidio blanco
- Negacionismo de la evolución (Creacionismo clásico)