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Emilio Nani
Emilio Guillermo Nani (3 de noviembre de 1945, Buenos Aires, Argentina) es un militar retirado argentino que combatió en la Guerra de Malvinas de 1982 y participó del rechazo al ataque terrorista al cuartel de La Tablada de 1989. Por sus acciones patrióticas sufrió persecución política.
Sumario
Biografía
Trayectoria militar
Nani fue educado en los colegios Guadalupe, San José y Manuel Belgrano, todos de la ciudad de Buenos Aires. Ingresó al Colegio Militar de la Nación a comienzos de 1964, egresando con el rango de Subteniente de Artillería el 17 de diciembre de 1966.
Como miembro del Ejército Argentino, le tocó defender a su patria de las agresiones de los grupos guerrilleros marxistas en la Guerra contra la Subversión. Sirviendo en el Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601, el 9 de noviembre de 1976 sobrevivió milagrosamente a la explosión de una poderosa bomba colocada por Montoneros en el edificio de la Jefatura de Policía de la ciudad de La Plata, la cual fue detonada durante una reunión de jefes militares y policías que se desarrollaba en el lugar.[1] En la explosión murieron tres personas, en tanto que Nani y varios otros resultaron gravemente heridos.[2]
El militar también participó del Operativo Soberanía de 1978-1979, siendo movilizado en la Patagonia para intervenir en un hipotético conflicto bélico con Chile, el cual finalmente nunca se desencadenó (estuvo en la preparación de la defensa antiaérea de la Represa El Chocón y de la destilería de YPF en Plaza Huincul).
Asistió a la Escuela Superior de Guerra, por lo que pudo convertirse en Oficial de Estado Mayor.
Al estallar la Guerra de Malvinas de 1982, Nani viajó como miembro del Grupo de Artillería 3 al teatro de operaciones. Combatió en la Batalla de Wireless Ridge y Cortley Ridge, siendo dos veces herido por los británicos.
Por su actuación en ese enfrentamiento bélico fue condecorado con la Medalla del Ejército Argentino al Herido en Combate y con la Medalla del Honorable Congreso de la Nación a los Combatientes.
En diciembre de 1988 fue nombrado Jefe del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 101 “Teniente General Pablo Ricchieri”, con asiento en la localidad bonaerense de Ciudadela. Unas semanas más tarde, más precisamente el 23 de enero de 1989, intervino en la recuperación de los cuarteles del Regimiento de Infantería Mecanizada 3 “General Manuel Belgrano” y del Escuadrón de Exploración de Caballería Mecanizada 10 con asiento en La Tablada, que habían sido tomados por asalto por terroristas del Movimiento Todos por la Patria, con la complicidad de funcionarios del gobierno de Raúl Alfonsín. Durante el desarrollo de las acciones, en su intento de rescatar a un grupo de rehenes en manos de los terroristas, fue gravemente herido en el rostro, lo que le haría perder su ojo derecho. Por su desempeño en ese episodio recibió la Condecoración de la Nación Argentina al Herido en Combate.
En diciembre de 1990 solicitó su pase a retiro, el cual se efectivizó por motivos administrativos recién en julio de 1992. Nani dejó el servicio activo con el rango de Teniente Coronel y con el título de Licenciado en Estrategia y Organización.
Vida civil
Especializado en el campo de la seguridad, se desempeñó durante varios años como consultor de empresas privadas y organismos públicos.
En agosto de 2000 fue arrestado por declarar ante la prensa que estaba en contra de que el presidente Fernando de la Rúa redujera las penas de los miembros del MTP. A fines de febrero de 2001, luego de que el mandatario finalmente firmara un decreto en el que se anunciaba la pronta liberación de los terroristas, Nani se presentó en la Casa Rosada y, como señal de repudio ante la decisión de De la Rúa, devolvió la medalla que había recibido de manos de Alfonsín.
Unos meses después fundó junto a Edgardo Frola y Carlos Rocca Mones Ruiz al Movimiento por la Recuperación de la República (MORERA). Con ese sello se presentó como candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en las elecciones de 2003, obteniendo el 0,15% de los votos.
Al año siguiente Nani fue nuevamente arrestado, esta vez por afirmar que no era repudiable el hecho de que a los hombres de las fuerzas especiales del Ejército Argentino se los sometiera a sesiones de tortura como parte de su entrenamiento, ya que eso les permitía adquirir una habilidad que podía llegar a ser útil en ciertos escenarios.
En 2005 el militar encabezó la lista de su partido que se presentó para la elección de los miembros de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, respaldando al mismo tiempo a la lista del Partido Popular de la Reconstrucción que lideraba Gustavo Breide Obeid y cuyo objetivo era acceder al Congreso de la Nación por el mismo distrito. Luego de esa elección el MORERA se disolvió, pero dos años después Nani fue nuevamente candidato -esta vez a diputado nacional por Capital Federal- como el segundo en la lista del PPR.
En el año 2009 denunció a Francisco de Narváez por plagiarle su idea de la elaboración de un mapa del delito en la provincia de Buenos Aires, la cual había sido el eje de la campaña a diputado nacional del candidato peronista. El militar presentó pruebas de que él había desarrollado un proyecto similar en el año 2001 ante el alarmante crecimiento de la inseguridad en el país.
Junto con sus colegas Jorge Mones Ruiz y Guillermo Campos condujo el programa televisivo República Indefensa por la plataforma TLV1 entre 2013 y 2015.
Fue en 2017, durante la presidencia de Mauricio Macri, que un ya septuagenario Nani resultó imputado en una causa por delitos de lesa humanidad, acusado de haber participado de la captura y ejecución de terroristas marxistas durante la década de 1970. Tras cuatro largos años de cautiverio y de haber padecido un calvario judicial, recuperó su libertad exonerado de los cargos más graves que pesaban en su contra (sólo recibió una condena excarcelable de dos años a modo de amedrentamiento).
Nani fue uno de los fundadores de la Asociación de Veteranos de la Guerra de Malvinas y del Centro de Estudios Continentales sobre Seguridad y Justicia. Además es miembro del Círculo de Damas y Caballeros de La Merced y docente del Instituto de Cultura del Centro Universitario de Estudios.
Artículos de Opinión
Carta del teniente coronel Emilio Nani, publicado en febrero de 2013
El amor a la Patria me impulsó a seguir la carrera militar, a combatir al terrorismo subversivo y a participar en la recuperación de las Islas Malvinas.
En ambas guerras fui gravemente herido y por ambas guerras terminé convertido en genocida violador de los derechos humanos, siendo merecedor del repudio por parte de la misma sociedad que me pedía a gritos que hiciera algo para erradicar el peligro de las bombas, los secuestros y los asesinatos y me alentaba a luchar contra el usurpador inglés.
Desaparecido el peligro terrorista y habiendo sido derrotado en Malvinas, apareció el repudio social.
Aquellos, a los que nada les importó, en tanto y en cuanto les devolviéramos su tranquilidad y la gloria, fueron los primeros en pedir las cabezas de quienes dieron todo de sí para lograrlo, sumándose a la chusma rencorosa y hoy esperan que algún juez decida armar una causa para privarlos de su libertad, tal como ha sucedido y sucede con casi 700 camaradas que se encuentran ilegal e ilegítimamente privados de las suyas, por decisiones de un poder político corrupto y violento y de jueces federales que, renegando al sagrado cumplimiento del deber, cometen nada menos que 31 aberraciones jurídicas para mantenerlos en las mazmorras del régimen.
Otros 88 han muerto en cautiverio como consecuencia del abandono, la indiferencia y la ausencia absoluta de un adecuado sistema de salud.
Después de esperar en vano algún tipo de apoyo o reacción por parte de esta sociedad apática e hipócrita que, gracias al sacrificio de miles de argentinos, hoy goza de una inmerecida libertad, he llegado al triste momento del arrepentimiento.
Luego de ver sistemáticamente cercenado el derecho a la libertad de aquellos que combatieron al terrorismo en defensa de la Nación y su pueblo, mientras que quienes los atacaron, como los reconocidos criminales terroristas Rodolfo Walsh, Juan Gelman, Carlos Betttini, Eduardo Luis Duhalde, Rodolfo Matarollo, Esteban Righi, Horacio Verbitsky, Eduardo Anguita, Hernán Invernizzi, Mario Kestelboim, Luis Mattini, Gustavo Plis Steremberg, Jorge Taiana y tantísimos otros, gozan de almibarados tratamientos, al arrepentimiento le he sumado el asco.
Me arrepiento de todo lo que he hecho en defensa de mi Patria.
Me arrepiento de lo poco o mucho que hice para impedir que el proyecto castrocomunista que las organizaciones terroristas intentaron imponernos por medio de la violencia, imperara en nuestra Patria.
Me arrepiento de haber contribuido a que los argentinos hoy disfruten de una libertad que no se merecen, por cuanto muchos de ellos, asumiendo un actitud canallescamente miserable, desde esa libertad ganada a costa de sangre, se hacen los distraídos ante los sucesivos ataques a las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales que tuvieron la responsabilidad de liberarnos del flagelo del terrorismo.
Con muchísima tristeza he llegado a la conclusión que esta sociedad no se merece una sola gota de la sangre derramada para conquistar esta libertad impidiendo que el proyecto montonero-erpiano-emetepista se adueñara de nuestra Patria; no se merece una sola lágrima de los familiares y amigos de aquellos que dieron su vida en su defensa; no se merece un solo segundo de la angustia de los seres queridos de aquellos que hoy padecen injusta privación de libertad.
Es por ello que, siendo consciente que es poco menos que imposible la instauración en nuestro país de un régimen estilo Cuba, Nicaragua o de la Europa del Este, que sumieron a sus pueblos en el atraso, la miseria y la desesperanza, mientras sus jerarcas se enriquecían a costa de su sufrimiento, he decidido apoyar cualquier proyecto que, aunque de lejos, se les parezca. Por todo lo expuesto deseo que el actual gobierno logre “profundizar su modelo”, para que: Pueda terminar de arrasar con la propiedad privada.
El sistema de salud continúe llevando a la muerte segura a miles de argentinos. La inseguridad siga desarrollándose hasta su máximo esplendor. La droga, el desenfreno y el alcohol continúen descerebrando a niños y adolescentes.
Los empresarios amigos del poder, como los Eskenazi, los Lázaro Báez, los Cristóbal López, los Werthein, los Elsztain, los Ferreyra, los Sergio Tasselli, los Aldo Ducler, los Rudy Ulloa Igor, los Albistur, etc. y los integrantes de los poderes del Estado puedan seguir enriqueciéndose a costa del hambre, la desesperación y la muerte del pueblo argentino.
El narcotráfico siga financiando las campañas políticas del oficialismo.
De una vez por todas desaparezcan las libertades de prensa y expresión.
Los accidentes de tránsito sigan cobrando miles de víctimas. Cientos de idiotas escondidos detrás de sus computadoras y Nicks, puedan seguir insultando, sabiendo que difícilmente los destinatarios de sus agravios se enteren de ello, y continuar librando sus “gloriosos” combates virtuales, exigiendo a otros lo que no son capaces de hacer.
El juego de Cristóbal López continúe llevando a la pobreza a aquellos de, en su desesperanza, busquen una “salvación” económica que nunca llegará.
El sistema educativo siga embruteciendo a nuestros niños y jóvenes. Las constantes violaciones a la Constitución Nacional continúen el largo crecimiento de los perjuros que, año a año declaman defenderla y nada hacen por conseguirlo. Los medicamentos falsos maten a los sobrevivientes de la inseguridad, los accidentes de tránsito y las drogas.
Los sindicalistas puedan comprar campos y empresas a costa de la desocupación, indigencia y pobreza de sus representados. Los De Vido, Jaime, Uberti y sus empresarios amigos sigan haciendo pingües negocios a costa del saqueo y despilfarro de los recursos de la ANSESS.
Los desaparecidos fondos de Santa Cruz continúen en poder del matrimonio K. Se terminen de destruir el Sistema de Defensa Nacional y las Fuerzas Armadas.
Puedan lograr la obligatoriedad de todas las mujeres a abortar y el matrimonio entre homosexuales. La violencia siga asesinando a aquellos que, con su trabajo fecundo, han contribuido a que la Argentina subsista a pesar de los esfuerzo de la corporación política más corrupta de nuestra historia.
Los organismos públicos se sigan poblando con familiares, amigos, amantes de los detentadores del poder, mientras que a millones de argentinos se les niegue el acceso a un trabajo digno. Los funcionarios puedan seguir utilizando los bienes del Estado en beneficio propio.
Los terrenos que quedan en El Calafate sigan vendiéndose a precio vil.
Los subsidios, los fideicomisos y los fondos fiduciarios continúen despilfarrándose yendo a parar a los bolsillos de corruptos funcionarios. Las bolsas con dinero que aparezcan en los baños ministeriales dejen de preocupar a los ministros.
Los dineros mal habidos y las facturas falsas se puedan blanquear definitivamente.
Las muertes políticas como la de Cacho Espinosa, Julio López y Vittorio Gotti queden en el olvido.
Los órganos de control sigan descontrolados.
Los Claudio Uberti puedan conseguir más valijas con dólares.
Así como usaron los vuelos de Southern Winds para traficar drogas, ahora puedan hacer lo mismo con nuestra “recuperada” línea de bandera. Puedan seguir haciendo desaparecer personas caídas en redes de prostitución o en el tráfico de órganos. Todo el pueblo argentino quede excluido de toda posibilidad de paz social, tranquilidad y prosperidad.
Sigan anunciando obras públicas que nunca se llevarán cabo y se paguen por ellas sobreprecios que continúen engordando las arcas de los detentadores del poder. Los jueces puedan terminar de sobreseer a los ladrones enriquecidos ilícitamente. Se consoliden nuestros vínculos bolivarianoindigenistas con Chávez, Morales, Correa, Zelaya y Castro, de modo tal de quedar definitivamente fuera del mundo desarrollado.
Los jueces puedan continuar utilizando el delito del prevaricato como metodología para negar Justicia. Lograr que la Argentina ocupe el máximo sitial en corrupción.
La juventud K pueda seguir volando gratis en Aerolíneas Argentinas para ver eventos deportivos, mientras el pueblo se sigue muriendo de hambre. Sigan destruyendo el aparato productivo y continúen adueñándose de empresas como YPF, Aerolíneas Argentinas, Papel Prensa, Massuh, Banco de Santa Cruz, etc..
El odio, la venganza y la confrontación permanente sigan enseñoreándose en nuestro país.
En fin, para que la unión nacional, el afianzamiento de la justicia, la consolidación de la paz interior, la provisión a la defensa común, la promoción del bienestar general y la seguridad de los beneficios de la libertad establecidos en el Preámbulo de nuestra Constitución Nacional y la propia Constitución Nacional, queden definitivamente convertidos en letra muerta.
Tal vez no lleguemos a ser como Cuba, Rumania o Alemania Oriental, pero al menos nos pareceremos. Tal vez sea en ese momento en que esta sociedad despierte y tome conciencia -aunque tarde- de lo que pudimos haber sido y, por su hipocresía, cinismo e indolencia, no pudimos ser.
Emilio Nani, preso político argentino, por David Rey
El teniente coronel Emilio Guillermo Nani, Preso Político desde hace unas horas, ha logrado lo que ningún otro: que su caso tuviera llegada nacional. Quizás por tratarse de un héroe de tres guerras y por haber sido gravemente herido en tres ocasiones, la gente lo percibe de otra forma respecto del resto de los Presos Políticos Argentinos, más allá de que la farsa judicial impuesta contra Nani es exactamente la misma que la de sus camaradas.
El señor Nani, por cierto, me ha honrado con el hecho de ser el último periodista en hacerle una nota antes de ser ilegalmente detenido en Mar del Plata. Fue una entrevista “a las corridas” y que, como puede notarse, la realicé con el corazón en las manos.
Si bien su caso ha cobrado inmediato estado público, no descarto que aún son muchas las personas que eligen mirar para otro lado y no tomar consciencia respecto de la gravedad de lo que está ocurriendo en Argentina, nuestro país. Quiera Dios, honestamente, que sigan teniendo la misma suerte que hoy, y que nunca en la vida les pase ser víctimas de una injusticia en medio de tanta cómoda indiferencia. Quiera Dios permitirles el lujo de seguir siendo unos idiotas incapaces de entender lo que significa para nuestro país que un HÉROE DE GUERRA como Nani (de 71 años), que casi pierde la vida defendiendo nuestro país como nuestras instituciones y nuestra libertad… sea hoy un PRESO POLÍTICO.
Nani me ha dicho en la entrevista que “hace mucho tiempo esperaba este momento” y que le agradece a Dios que haya llegado. Porque Nani tiene 71 años, pero Nani es un soldado. Un soldado argentino. Un soldado de la Patria.
Porque Nani… luchó contra el marxismo, contra los ingleses y contra los terroristas del MTP. Porque sabe que, como soldado, tiene una misión… y esa misión es dejarnos un legado, un camino, una marca en nuestra historia.
Quiso ser un preso político para estar del lado de los que sufren. Amigos, ¿quién más que un HÉROE hace algo así?.
En fin… este país puede ser una mierda, y puede estar perdido. Pero tiene soldados como el teniente coronel Emilio Guillermo Nani… dispuestos a dar la vida por la Patria mientras la sangre corra por sus venas.
Gracias, mi Coronel. Gracias por ser leyenda. Gracias por ser PATRIA. Tu sufrimiento es el brillo que platea nuestro horizonte y nuestro futuro, porque en tu pesar hay sabiduría, hay lucha y hay ARGENTINA para rato, por más esfuerzo que hagan para terminar de destruirla.
Hoy Nani, SOLDADO ARGENTINO, es un Preso Político. Hoy, Nani, harto de la cobardía… ha decidido pegar un salto… y pasar al frente de batalla. Agárrense.
Referencias
- ↑ Argentine 'Dirty War' Trials Revive Old Fears, Hostilities
- ↑ Three killed in Argentine police bombing
- ↑ «“Los ingleses fueron un rodillo sobre nosotros”» - Río Negro, 13 de agosto de 2012.
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Enlaces externos
- Carta del Teniente Coronel Emilio Nani, héroe de Malvinas y héroe de la Batalla de La Tablada
- El audio de Emilio Nani antes de entregarse a la justicia.