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Estado SS de Borgoña
Sumario
Origen
El término "Borgoña", geográficamente hablando, remite en la actualidad a una región en el centro-este de Francia, no muy lejos de la frontera occidental de Suiza. Dicha región recibe ese nombre en honor a los burgundios, una tribu germánica que emigró hacia allí desde Escandinavia.
Los alemanes consideran a los burgundios como una tribu que ha hecho un gran aporte a su identidad cultural, puesto que el Cantar de los Nibelungos (un cantar de gesta considerado como la epopeya nacional alemana) narra las aventuras de un burgundio. A raíz de ello, los miembros de la SS asociaban a Borgoña a la mitología germánica.
Proyecto de inmigración al Franco Condado
Tras la firma del Tratado de Saint-Germain-en-Laye en 1919, el Reino de Italia anexó la región de Tirol del Sur que pertenecía hasta ese momento a la República de la Austria Alemana. De ese modo cerca de 200.000 germanoparlantes pasaron a habitar suelo italiano.
Con el ascenso de los fascistas se inició un proceso de "italianización" de la población sudtirolesa: prohibición del idioma alemán en escuelas y otras instituciones públicas, italianización del nombre de las ciudades y demás espacios públicos, prohibición del uso de nombres de pila alemanes, inmigración italiana hacia la región, etc.
Para el NSDAP, los sudtiroleses formaban parte del Volksdeutsche, por lo que era su obligación moral asistirlos para garantizar su integridad cultural y racial. Sin embargo Mussolini era un aliado de Hitler, por lo que los alemanes no podían promover acciones bélicas para proteger a los germanos del norte de Italia. Poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno italiano aceptó una propuesta alemana de indemnizar a los sudtiroleses que quisieran dejar el país y migrar hacia territorios del Tercer Reich.
Empero cuando la guerra estalló y Alemania se impuso en la Batalla de Francia de 1940, surgió la propuesta de transferir a toda la población sudtirolesa hacia una región que tuviera un clima, un paisaje y una economía similar a la que ellos tenían. El nuevo hogar de estos germanos sería entonces el Franco Condado, una región del Este francés, cuyo límite oriental roza a Suiza. Albrecht Haushofer se opuso a la idea, sin embargo su opinión no fue considerada.
El 13 de junio de 1940 el Reichsführer-SS Heinrich Himmler elevó formalmente el proyecto que proponía la creación de un Estado autónomo en el seno del Reich (una especie de protectorado como lo era Bohemia y Moravia). La migración de unos 150.000 sudtiroleses debía de completarse para la primavera de 1941. La población local del Franco Condado –casi unas 500.000 personas– estaría obligada a reubicarse, siendo indemnizada por el gobierno de Francia. La idea de Himmler era permitir que colonos alemanes del Este de Europa y de América pudiesen también arraigarse allí.
Para el 18 de julio el mismo Hitler había autorizado el proyecto. Una de las sugerencias más curiosas era la de rebautizar las ciudades francesas con los nombres de las ciudades de Tirol del Sur: así, por ejemplo, Besanzón pasaría a llamarse "Bozen", Dole sería "Brixen" y Pontarlier, "Bruneck".
Entre agosto y septiembre de 1940, unos 450 sudtiroleses viajaron a Baviera para ser adoctrinados en el sistema de gobierno que se aplicaría en Borgoña, y que Himmler había desarrollado inspirado en la Orden Teutónica. De todos modos en diciembre de ese año el proyecto fue abandonado, con la excusa de que se privilegiaría la germanización de la población del Franco Condado. A los sudtiroleses se les propuso reubicarse en Austria, Eslovenia y Crimea, sin embargo terminaron por no abandonar Italia.
El sueño de Himmler
Pese al fracaso del proyecto del éxodo sudtirolés, Himmler siguió insistiendo con la propuesta de crear el Estado de Borgoña, pero suponía que su proyecto se concretaría una vez que la guerra concluyese con el triunfo alemán.
El territorio de Borgoña, en los planes de Himmler, abarcaría las actuales regiones de Romandía (la parte francófona de Suiza), Picardía, Champaña, el Franco Condado, las provincias belgas de Henao y Luxemburgo, y, claro, Borgoña. La capital sería Dijon. El idioma oficial sería el alemán, aunque se permitiría el uso libre del francés al menos por una década.
Borgoña nacería con el objetivo de convertirse en un Estado modelo, independiente del Tercer Reich (dueño de su propio ejército, sus propias leyes, su propia moneda, y su propio servicio postal) pero gobernado por nacionalsocialistas. Himmler pensaba en autoasignarse el título de Reichsverweser, en tanto que el rexista belga Léon Degrelle sería nombrado Canciller, aunque su gabinete ministerial estaría formado por hombres provenientes de la SS.
Himmler, al igual que Hitler, consideraba a Valonia como parte de Alemania, por lo que se suponía que el Estado de Borgoña contribuiría a facilitar la migración de los valones hacia el sur de Rusia para que esa parte de Europa fuese repoblada por alemanes.
