Batalla de Francia

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Batalla de Francia (II Guerra Mundial)
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Topas alemanas desfilan a través del Arco del Triunfo tras la conquista de París.
Lugar Países Bajos, Luxemburgo, Bélgica y el norte de Francia.
Fecha 10 de mayo de 1940 - 25 de junio de 1940.
Resultado Victoria alemana.
Consecuencias Capitulación del gobierno francés.

Ocupación alemana de buena parte del país.

La Batalla de Francia en el marco de la Segunda Guerra Mundial, se inició tras el ataque del Wehrmacht (ejército alemán) sobre el territorio de Francia y los Países Bajos el 10 de mayo de 1940, y acabó con la capitulación del gobierno francés el 25 de junio del mismo año.

Antecedentes

Después de la entrada de Alemania a Polonia para defender a los habitantes de origen alemán, el 1 de septiembre de 1939, Francia e Inglaterra le declararon la guerra a los germanos. Sin embargo el Frente Occidental se mantuvo inactivo por más de 7 meses, un período que se bautizó como la Guerra en broma. Durante ese tiempo, Alemania entró a Noruega y Dinamarca. Inglaterra respondió lanzando la Campaña de Noruega, que fracasó.

Durante este tiempo de relativa paz, los franceses se replegaron detrás de la Línea Maginot y junto con los ingleses preparon una línea defensiva entre la frontera de Francia y Bélgica, que se había declarado neutral, comprometiendo la efectividad de la defensa aliada. La situación en Londres y París era de confianza en la derrota alemana, si bien las rápidas victorias alemanas en Polonia y Noruega, empezaron a poner nerviosos a los aliados.

Estrategia aliada

El anciano comandante supremo del Ejército Francés Maurice Gamelin estaba preparado para luchar la Primera Guerra Mundial de nuevo. Seguro de que la Línea Maginot podría contener a los alemanes en el este, supuso que la ofensiva alemana se llevaría por los Países Bajos. La declaración de neutralidad de Bélgica fue un revés a los planes aliados, que pensaban utilizar ese país como campo de batalla. Sin dejarse desanimar, corrieron la línea defensiva hasta la frontera de Francia, esperando el ataque alemán sobre Bélgica, para lanzarse al encuentro de los invasores. Los aliados pensaban que tendrían tiempo para actuar, ya que Bélgica poseía grandes fortalezas defensivas, entre las que destacaba la de Eben Emael. Los aliados pensaban detener indefinidamente al ejército alemán en el Río Dyle, al este de Bruselas.

Gamelin consideraba que en 1941, Francia estaría en condiciones de lanzar una importante ofensiva sobre Alemania y la derrotaría. Este plan fue bautizado "Plan D", y se caracterizó por permitir que el enemigo siempre tomará la iniciativa y por ofrecer siempre una respuesta defensiva. El área de las Ardenas siempre fue considerada como infranqueable y se colocaron dos divisiones francesas de reserva para defenderla.

Estrategia alemana

Posiciones de las tropas al comienzo de la batalla.

Después de todo, Gamelin no estaba muy equivocado, ya que los alemanes pensaban hacer exactamente lo que los franceses esperaban, sin embargo el destino obligó al Alto Mando Alemán a cambiar el plan, ya que un avión con planos detallados de la invasión se estrelló en Bélgica. Inmediatamente, los alemanes se prepararon para modificar su plan de ataque, llamado el Plan Amarillo.

El General Erich von Manstein sugirió que se lanzara el Grupo de Ejércitos B al mando del General Fedor von Bock sobre el norte de Bélgica como movimiento de diversión, que dispararía el avance aliado. Mientras tanto el Grupo de Ejércitos A al mando del General Gerd von Rundstedt con casi todos los tanques de guerra avanzaría a través de las supuestamente impenetrables Ardenas.

Cuando las fuerzas aliadas se detuvieran en el río Dyle, el Grupo A saldría de las Ardenas y les cortaría la retirada, mientras que el Grupo B los atacaría por el frente. La velocidad era clave en este plan, ya que los aliados no debían darse cuenta de que estaban siendo rodeados.

A diferencia del Plan D aliado donde la velocidad no era importante, el Plan Amarillo alemán dependía completamente de este factor, además de la iniciativa de los generales.

El General francés Gamelin supuso que los alemanes modificarían su plan inicial, pero pensó que concentrarían su fuerza acorazada en la ciudad belga de Namur, al sureste de Bruselas, ya que era el único sitio por donde creía que los tanques alemanes podrían pasar el río Mosa.

Finalmente, se decidió que el ejército alemán se dividiría en tres grupos:

  • Grupo de Ejércitos A: al mando de von Rundstedt, con 45 divisiones, incluyendo siete divisiones blindadas, llevaría a cabo la ofensiva más importante al cruzar las Ardenas con tres cuerpos Panzer en la cabeza, abriendo el paso.
  • Grupo de Ejércitos B: al mando de von Bock, con 29 divisiones, incluyendo tres divisiones blindadas, llevaría a cabo la invasión de Holanda y un ataque de diversión sobre Bélgica.
  • Grupo de Ejércitos C: al mando de Wilhelm Ritter von Leeb, con 19 divisiones evitaría una poco probable ofensiva desde la Línea Maginot y a su vez lanzaría unos ataques de distracción contra la misma.

Invasión de Holanda y Bélgica

En la madrugada del 10 de mayo de 1940 los alemanes lanzaron su ofensiva. Al amanecer, Luxemburgo ya había sido invadida y el sorpresivo lanzamiento de paracaidistas al mando de Kurt Student en La Haya hizo creer a los aliados que los alemanes estaban haciendo lo que ellos esperaban.

Los aliados no se preocuparon mucho ante el rápido avance alemán ya que suponían que los belgas con sus numerosos ríos y canales fácilmente inundables y fuertes, retrasarían el avance alemán, sin embargo una excelente labor de espionaje y la habilidad de los paracaidistas alemanes permitieron conservar muchos puentes intactos. La mayor humillación la recibió Bélgica, cuando la supuestamente impenetrable fortaleza de Eben Emael fue capturada por 85 paracaidistas en menos de 24 horas.

Luego de la Batalla de Holanda el gobierno holandés se vio obligado a dimitir inmediatamente.

Estas prematuras victorias alemanas, motivaron a los aliados a acelerar su llegada al río Dyle, sin sospechar que en ese momento el Grupo de Ejércitos A estaba cruzando las Ardenas y al salir los primeros quedarían completamente rodeados. En este momento los tanques alemanes estaban atascados en las angostas carreteras de las Ardenas a 160 kilómetros de la salida, si los aliados hubieran conocido la existencia de este avance hubieran podido detenerlo en seco.

El 12 de mayo el XIX Cuerpo Panzer al mando del comandante Heinz Guderian salió de las Ardenas, y el gobierno francés entró en pánico al conocer la existencia del Grupo de Ejércitos A. Sin embargo, aún en ese momento tenían oportunidad de detener el audaz ataque, ya que el cruce del río Mosa era considerado imposible para los tanques.

En la noche del 12 y del 13 de mayo Guderian lanzó un ataque para cruzar el río Mosa cerca de Sedán. La artillería francesa que se suponía detendría a los tanques fue bombardeada por los Stukas alemanes, se reportaron unos 1.215 bombardeos, hasta aquel momento el mayor bombardeo de la historia. Los cuerpos Panzer alemanes eran muy distintos a los de los aliados, ya que contenían efectivos militares de casi todos los cuerpos del ejército, por ende, soldados de infantería se encontraban disponibles y cruzaron el río en balsas de goma, para destruir la resistencia que había quedado en el otro lado. Mientras tanto, zapadores construyeron un puente de pontones en menos de 10 horas. La Real Fuerza Aérea lanzó un ataque con 70 aviones para destruir el puente alemán, pero los cazas y las baterías anti-aéreas alemanas causaron a los ingleses su peor derrota aérea hasta entonces: sólo 31 aviones regresaron. Hoy en día es considerado que el cruce del río Mosa se logró gracias a la excelente coordinación de las fuerzas aéreas, la infantería y los acorazados alemanes.

El 14 y el 15 de mayo los franceses lanzaron un ataque acorazado al flanco vulnerable de Guderian pero fue rechazado por la artillería anti-aérea. Al finalizar el combate, los alemanes habían abierto una brecha de 80 km en el frente de las Ardenas y se preparaban para cortar la retirada de las fuerzas aliadas en Bélgica.

La bolsa de Bélgica

Para aquel momento la situación francesa era desesperada. El 15 de mayo, el recién nombrado primer ministro francés Paul Reynaud telefoneó al primer ministro inglés Sir Winston Churchill para declararle que la guerra se había perdido. Mientras tanto, Gamelin, alejado del campo de batalla, se encontraba incomunicado, ya que se había valido de las líneas telefónicas para conocer la situación del frente, pero estas hacía mucho que habían sido cortadas. Por otra parte, los intentos franceses de establecer el frente de las Ardenas fracasaban debido al rápido avance alemán, que se acercaba cada vez más al Canal de la Mancha.

Cuando Churchill viajó el 16 de mayo de emergencia a París a observar personalmente la situación se encontró con que el gobierno ya estaba evacuando París, y al entrevistarse con el General Gamelin, este le dijó que no tenían ninguna reserva tácticas con la que hacer frente al avance alemán. De todas maneras se lanzó la única división acorazada disponible sin lograr ningún resultado.

El 17 de mayo, el entonces coronel Charles de Gaulle organizó rápidamente la Cuarta División Acorazada y la lanzó contra los flancos alemanes cerca de Laón pero igualmente fue rechazado. Sin embargo esta acción le atrajo popularidad que eventualmente le sería útil.

Entre el 17 y el 18 de mayo la vanguardia alemana se detuvo, pausa que fue aprovechada por los soldados para comer y dormir, además de permitir que otros tanques que habían quedado rezagados se les unieran.

El 18 de mayo, un cuerpo panzer al mando del legendario Erwin Rommel llegó primero al Canal de la Mancha y el cerco quedo completo, aunque era débil todavía.

El 20 de mayo de 1940 el nuevo Comandante en Jefe aliado, ya que Gamelin había sido obligado a renunciar, el Mariscal Maxime Weygand anunció el Plan Weygand. Dicho plan requería que las tropas anglo-francesas atrapadas en el norte y los tanques del Coronel De Gaulle en el sur, atacaran simultáneamente al cerco alemán, intentando romperlo.

El 21 de mayo, un destacamento del ejército británico atacó por iniciativa propia a la vanguardia alemana comandanda por Rommel. La invulnerabilidad del modelo de tanque Matilda inglés frente a las armas anti-tanques que llevaban los alemanes fue esencial para demorar la ofensiva alemana. La llamada Batalla de Arras terminó cuando los refuerzos alemanes llegaron y empujaron a los ingleses de vuelta a su posición inicial.

El 22 de mayo los franceses intentaron romper el cerco cerca del este de Arras, pero para aquel momento la infantería alemana ya había llegado a lugar, y estos, aunque sufriendo muchas pérdidas, lograron repeler a los franceses. Mientras tanto el jefe de la Fuerza Expedicionaria Británica, Lord Gort, que no tenía fe alguna en el Plan Weygand, ordenó la retirada de Arras. Ese mismo día la Segunda División Panzer asaltó la guarnición aliada en Boulogne-sur-Mer que se rindió el 25 de mayo. Al mismo tiempo la Décima División Panzer asaltaba la población de Calais, que se rindió el 27 de mayo.

La Primera División Panzer se dirigía a Dunkerque cuando recibió la orden de parte de Hitler de detener el avance. Hitler sabía que podía destruir a todo el ejército inglés. Pero no era su intención.

Cuando el comandante de la Fuerza Expedicionaria Británica, John Gort se percató de la pausa alemana propuso lanzar la Operación Dinamo.

Evacuación de Dunkerque

Tropas aliadas atrapadas en Dunkerque bajo el bombardeo de la Luftwaffe.

El 26 de mayo inició la Operación Dynamo y eventualmente la Operación Cycle cuyos objetivos fueron evacuar a las tropas británicas y francesas atrapadas en Dunkerque y El Havre respectivamente. Dinamo, fue la más importante y se estima que casi 340.000 soldados aliados lograron escapar, si bien la mayoría eran ingleses.

Durante la evacuación, los alemanes lograron hundir 9 destructores aliados, hundieron 200 navíos y destruyeron 177 aviones, capturando además todo el armamento pesado que se abandonó en las playas. Los aliados, por su parte, lograron abatir 132 aviones alemanes.

Conquista de Francia

Si bien la suerte de la batalla estaba echada, todavía le quedaba a Alemania ocupar Francia. Francia había perdido para aquel entonces todo su mejor armamento así como sus mejores divisiones, además sus fuerzas acorazadas eran nulas. El pueblo francés no veía la evacuación de Dunkerque desde el mismo punto de vista que los ingleses. Después del sentimiento de abandono que sentían los franceses respecto a sus aliados, los ingleses, los alemanes empezaron una campaña de desmoralización cuyo esloga era: "Los británicos lucharan hasta el último francés". La situación de Francia empeoró cuando el 10 de junio, Italia le declaró la guerra. Sin embargo, el ataque italiano no pudo avanzar más de unos kilómetros en un país ya derrotado, esta debilidad caracterizó a Italia durante toda la guerra.

El 5 de junio se reinició el ataque sobre el río Somme, para el 10 de junio el gobierno francés huyó de París y la declaró ciudad abierta. El 11 de junio Churchill viajó a Briare donde se reunió con el Consejo de Guerra de Francia, que le pidieron desesperados que enviara a todos los aviones que tuviera al cielo francés. Debido al bajo número de escuadrones ingleses que quedaban, Churchill se negó. La verdadera razón de su visita era asegurarse que la flota francesa no cayera en manos alemanas. Una vez que obtuvó la garantía de que esto no sucedería de parte del Almirante François Darlan, Inglaterra dejó a los franceses todo el peso de la guerra en Europa.

Sin reservas para repeler el avance alemán por Francia, los alemanes corrieron libres por todo el norte y centro del país. En la última semana de pelea, un gran contingente de soldados escapó a Inglaterra en la llamada Operación Ariel, esta vez desde la provincia de Bretaña. El Segundo Grupo de Ejércitos Francés, que representaba la única fuerza combatiente aliada en Europa, se rindió el 22 de junio cuando Guderian se lanzó contra la Línea Maginot desde el lado oeste, acorralando a los franceses.

Consecuencias

El 25 de junio Hitler se reunió con varios altos oficiales de Francia, quienes solicitaron un armisticio. Hitler seleccionó el lugar de reunión cerca de Compiègne, ya que en aquel lugar se había firmado el primer armisticio con Alemania en la Primera Guerra Mundial. Además se trajo el mismo vagón de ferrocarril donde se había firmado el primer armisticio y se colocó en el mismo lugar donde había estado. Hitler se sentó en el mismo lugar donde se habían sentado los representantes aliados de la Primera Guerra Mundial y ordenó que los franceses se sentaran en donde se habían sentado los representantes alemanes. Después de leer el preludio del armisticio, Hitler se retiró de la sala, dejando al Mariscal de Campo Wilhelm Keitel a cargo de las negociaciones. El acuerdo estipulaba que Alemania ocuparía 2/3 partes de Francia y establecía cotas máximas para el tamaño ejército francés. Cuando los franceses vencidos se quejaron de que les impusieran estas condiciones, los alemanes, que aún recordaban el vergonzoso Tratado de Versalles, dejaron claro que no cederían en ningún punto.

Finalmente el armisticio fue firmado y acabó la guerra en Francia. La porción no ocupada fue controlada por un gobierno colaboracionista conocido como la Francia de Vichy, cuyo Primer Ministro fue el Mariscal Philippe Pétain.

Los británicos no confiaban en Darlan, que se había vuelto una figura importante en el gobierno de Vichy, por lo que atacaron a la flota francesa estacionada en Mers el-Kebir, actual Argelia, lo que generó roces entre los aliados ingleses y franceses.

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